Golpe parlamentario contra el Presidente Simón Bolívar
JOSÉ GREGORIO LINARES
LETRA BOLIVARIANA /
En la siguiente publicación del
Blogs me permito copiar el la Carta redactada por El Libertador Simon Bolívar (MENSAJE A LA CONVENCIÓN
DE OCAÑA REDACTADO POR EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR EN BOGOTÁ EL 29 DE FEBRERO
DE 1828), explicando el detalles los porque de dicha convención.
Parece
ser que através de los años la Historia se repite y siempre por
la sed insaciable de Poder que ha mantenido la Oligarquía.
Representada
actualmente por nuestro Parlamento con una mayoría circunstancial de la
Derecha.
OCAÑA
Cuando se crearon las repúblicas en Suramérica nacieron los congresos los cuales, por supuesto, no existían durante la colonia.
Estos Parlamentos fueron desde el primer momento integrados especialmente con gente de la oligarquía. Desde estos cónclaves la élite salvaguarda sus privilegios y enfrenta al presidente Simón Bolívar, quien enarbola los intereses de las mayorías.
De modo que en vida del Libertador siempre hubo una fuerte pugna entre el Parlamento y el Ejecutivo.
Los proyectos políticos del Congreso y los del Libertador eran diametralmente opuestos.
Bolívar luchaba por la abolición de la esclavitud, el reparto de tierras entre los soldados y oficiales, la distribución de tierras entre los indígenas, y la integración suramericana.
En cambio, los diputados oligárquicos defienden exclusivamente sus intereses de clase: la explotación de mano de obra esclava, la expropiación de las tierras de los indígenas y su servidumbre, y la atomización de las naciones de Suramérica.
En este ambiente de lucha el Congreso ataca: se propone restarle poder al jefe de Poder Ejecutivo e ir preparando el terreno para el derrocamiento del Presidente de la República, Simón Bolívar.
En el Mensaje a la Convención de Ocaña (1828) el Libertador contraataca y denuncia a sus adversarios. Revela que los diputados han “hecho del Legislativo solo el cuerpo soberano, cuando no debía ser más que un miembro de este soberano”.
Cuestiona el hecho de que el Parlamento goce de un poder desmedido y que el Poder Ejecutivo sea condenado a subordinarse a sus decisiones; “viene a ser un brazo débil del poder supremo, porque el Congreso se ingiere en sus funciones”.
Protesta porque se llegó al extremo de que al Ejecutivo se le prohibió el derecho de presentar proyectos de ley, potestad “que se ha dejado exclusivamente al Legislativo”.
Además, reprueba que se haya coartado al Ejecutivo la posibilidad de revisar las leyes emanadas por el Congreso, pues cualquier objeción del Ejecutivo podía ser anulada “hasta con el voto de la quinta, o menos, parte de los miembros del Congreso”.
Para colmo de males, en el hemiciclo fue “prohibida la libre entrada” a los ministros, con lo cual se le impedía al Ejecutivo “explicar o dar cuenta de los motivos del Gobierno”.
Frente a estos desafueros, Bolívar exige que se ponga fin al secuestro del poder y la voluntad popular por parte del Legislativo, y que cesen sus maniobras contra el jefe de Estado.
Exige la instauración de “un gobierno que impida la transgresión de la voluntad general y los mandamientos del pueblo”.
Entonces, no es de extrañar que el nuevo Parlamento de la oligarquía, que se instaló en enero de 2016, quiera derrocar a un Presidente bolivariano, revertir los logros sociales y secuestrar “la voluntad general y los mandamientos del pueblo”.
Afortunadamente nada de esto ocurrirá: el pueblo y su gobierno están dispuestos a enfrentar en todos los terrenos a los congresistas de la oligarquía.
Esos que reaccionaron con terror a la “libre entrada” al hemiciclo del pueblo bolivariano.
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