jueves, 26 de agosto de 2021

21N: ¿A quién carajo nos enfrentaremos?

 















21N: ¿A quién carajo nos enfrentaremos?

 Por supuesto, los centros electorales abarrotados fueron una prueba contundente e irrefutable de una maquinaria revolucionaria que se encuentra más sólida que nunca.

24.AGO.2021


RICARDO GONZÁLEZ ALVARADO

Twitter: @RicardoKonducta

Instagram: @Ricardokonducta

El pasado 8 de agosto las fuerzas patriotas propinaron una rotunda paliza a aquellos analistas que pensaron que “la esperanza y la política en Venezuela estaba muerta”. Durante 3 semanas los medios intentaron posicionar de manera desesperada “peleas internas” y “fracturas en el chavismo”. Por supuesto, los centros electorales abarrotados fueron una prueba contundente e irrefutable de una maquinaria revolucionaria que se encuentra más sólida que nunca.

A más de uno le tembló el pulso, y ante el inminente fracaso del Proyecto Guaidó, hasta los sectores más extremistas del partido neonazi Voluntad Popular se vieron obligados a salir del agujero para asomar el cuello en el horizonte electoral. Con la plata de Guaidó que nunca llega y el tictac del debate en el cuello, reaparecieron los bagres y gallos tapados de la estirpe de José Manuel Olivares (PJ), Alfonso Marquina (PJ), Américo de Gracia (Causa R), Daniel Ceballos (VP), Tomas y Juan Pablo Guanipa (PJ), entre otros.

Todos los mencionados están involucrados en actos terroristas, financiamiento de grupos paramilitares, concierto para delinquir, magnicidio, golpes de estado fallidos, muertes directas e indirectas durante las guarimbas del 2014 y 2017, atentados a la Hidroeléctrica Simón Bolívar de 2019, la estafa humanitaria del Cucutazo, el proyecto de invasión Gedeón II; pero lo peor de todo ha sido sin duda el bloqueo económico y robo masivo de los activos del pueblo venezolano en el extranjero.

Mano segura no se tranca

A pesar de las dificultades que enfrenta Venezuela; gracias a los “patriotas” de la Mesa de la Unidad, el Presidente Nicolás Maduro llama a un diálogo formal y envía a sus mejores fichas  incluyendo su propio hijo Nicolás Maduro Guerra y a su vez,  exige la máxima disciplina a la militancia y con ello se compromete a respetar una agenda que incluso es debatida y aprobada por el parlamento nacional.

No es primera vez que hay diálogo en Venezuela, en todas las ocasiones anteriores la oposición ha pateado la mesa. El terreno de juego hoy es distinto y al firmar el documento de diálogo, se cae el parapeto del “interinato” y es reconocida la indiscutible Presidencia de Nicolás Maduro, además de respetar las funciones del parlamento venezolano.

Pero como es evidente, dentro de las filas de la oposición el conflicto se mantiene cuál borracho y siguen peleando por una botella vacía sin tener un proyecto país que ofrecer a los venezolanos.

Maduro a su vez confía plenamente en la conciencia adquirida por un pueblo que en 6 años ha conocido de que son capaces estos grandes carajos.

Todo lo que hemos tenido que superar para alcanzar la paz: guerras irregulares, la Batalla Constituyente, apagones, la Batalla de los Puentes, las colas, el saqueo,  el bloqueo, la persecución financiera,  acoso diplomático y pare usted de contar. Pero la paz seguirá siendo nuestro bien más preciado: Maduro lo sabe, nosotros lo sabemos; por eso cada vez que nos agreden como pueblo, cerramos filas, nos hacemos uno solo, replanteamos la estrategia y por consiguiente nos hacemos más fuertes.

La próxima cita de diálogo será el 3 de septiembre. Todos esperamos y deseamos el levantamiento de las sanciones criminales de EE.UU para la reactivación de programas sociales con el objetivo de la revolución, la protección de todos los venezolanos.

Una vez cerrado el diálogo se acerca la fecha, 21N elecciones regionales. Con paciencia estratégica, Maduro planifica su jugada en el tablero y todos esperamos en nuestra trinchera la orden para la avanzada masiva y contundente. El objetivo es uno solo: borrar la sonrisa de Guaidó con una aplastante derrota electoral.

Tomado de: http://www.psuv.org.ve/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com

En Fecebook: adolfo Leon libertad

Medio británico devela trama de corrupción de Juan Guaidó

 




















El medio británico «The Canary», especialista en asuntos políticos y económicos del Reino Unido; expuso las estrategias y los aliados de Juan Guaidó que avalan el usó millones de dólares saqueados para despojar a Venezuela de sus activos en el extranjero.

A continuación, presentamos la traducción de la investigación realizada por el periodista John McEvoy, para el medio británico:

Investigación de «The Canary»

En un esfuerzo por acceder a aproximadamente US $ 2.000 millones de oro venezolano guardado en el Banco de Inglaterra; se informó que el equipo legal de Guaidó utilizó cientos de miles de dólares originalmente incautados del Banco Central de Venezuela en los EE. UU.

Ahora podemos revelar que esta cifra es significativamente mayor. Según documentos oficiales, Guaidó y sus designados han donado más de 6,5 millones de dólares a firmas legales poderosas como parte de una campaña para desangrar al estado venezolano de sus activos extranjeros.

Casi todo este dinero se envió en una serie de cuotas a Arnold & Porter Kaye Scholer LLP, la firma legal que representa a Guaidó en el Reino Unido.

La firma parece estar muy unida al aparato de política exterior de Estados Unidos; y en los últimos años ha representado a una serie de funcionarios latinoamericanos de derecha.

Sorprendentemente, los documentos también sugieren que a Guaidó se le ha pagado más de medio millón de dólares de este fondo.

Dólares saqueados

En abril de 2020, el gobierno de EE. UU. transfirió US $ 342 millones de activos del Banco Central de Venezuela a una cuenta en la Reserva Federal de EE. UU. En Nueva York. En una medida denunciada por el gobierno venezolano como «saqueo vulgar», el dinero fue entregado a la junta administrativa ad-hoc de Guaidó del Banco Central de Venezuela.

Guaidó y sus designados también han destinado aproximadamente US $ 100 millones de activos saqueados hacia un secreto “Fondo de Liberación”. Según AP, los legisladores de la oposición utilizaron el fondo durante 2020 para «pagarse $ 5,000 al mes»; mientras proporcionaban solo $ 100 al mes a los médicos y enfermeras que luchan contra la pandemia del coronavirus (Covid-19).

Sorprendentemente, los documentos sugieren que Guaidó y sus designados han pagado a Guaidó más de medio millón de dólares desde marzo de 2021. La última entrega a la ‘Presidencia’ se entregó el 19 de julio de 2021 y ascendió a 407.702 dólares.

Cabildeando por Guaidó

También surgen varias preguntas con respecto a la representación legal de Guaidó en el Reino Unido y sus conexiones con el aparato de política exterior de Estados Unidos.

Eli Whitney Debevoise II, socio principal de Arnold & Porter que lidera el caso de Guaidó en el Reino Unido, ha sido incluido en la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE. UU. Como cabildero de la oposición venezolana.

Según un documento oficial, Debevoise ha asesorado a Guaidó «sobre las sanciones económicas de Estados Unidos, la ley de banca corporativa, los litigios estadounidenses y el arbitraje internacional».

El documento cita:

En apoyo del registrante principal [Guaidó]: el registrante abreviado puede participar en actividades políticas en nombre del mandante extranjero, incluido el contacto con funcionarios del gobierno de EE. UU. Con respecto a la preservación de los activos de Venezuela en los Estados Unidos, el establecimiento de un diplomático presencia y asistencia económica y humanitaria.
Guaidó pudo haber pagado los servicios legales de Arnold & Porter, en otras palabras, con dinero incautado en Estados Unidos como resultado de los esfuerzos de cabildeo de Arnold & Porter.

Proximidad al aparato de política exterior de EE. UU.

Debevoise II parece estar bien posicionado para proporcionar servicios de cabildeo en los EE. UU.

Según su cuenta de LinkedIn, es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), que proporciona «acceso en persona a líderes mundiales; altos funcionarios gubernamentales, miembros del Congreso y pensadores y profesionales destacados». Elliot Abrams, el ex hombre clave de Donald Trump sobre Venezuela, es un miembro senior y miembro del CFR desde hace mucho tiempo.

Debevoise II también incluye al difunto funcionario estadounidense William D. Rogers, quien planeó la política estadounidense en América Latina durante las décadas de 1960 y 1970, como mentor. Rogers fue uno de los principales asesores de Henry Kissinger a mediados de la década de 1970; este último describió a Rogers como “mi amigo y, en muchos sentidos, mi conciencia”.

Los informes de los periódicos de la década de 1960 señalan que el padre de Debevoise II, Eli Whitney Debevoise, era el oficial principal de la organización fachada de la CIA, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ). Como informó el Washington Post en 1967, la CIJ recibió «$ 655.000 de conocidos grupos fachada de la CIA». Entre los alumnos de Arnold & Porter se encuentra el ex consejero general de la CIA, Jeffrey H. Smith.

Según los informes, Arnold & Porter lanzaron una “campaña de influencia” en apoyo del narcotraficante deshonrado Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente hondureño Juan Orlando Hernández.

Por lo tanto, la representación legal de Guaidó en el Reino Unido parece disfrutar de una estrecha proximidad tanto con el aparato de política exterior de Estados Unidos; como con la derecha latinoamericana, y es probable que surjan preguntas sobre conflictos de intereses.

A pesar de su participación en una serie de escándalos condenatorios, el gobierno del Reino Unido volvió a enfatizar su apoyo a Guaidó el 18 de agosto.

Tomado de: http://www.psuv.org.ve/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com

En Fecebook: adolfo Leon libertad

El cinismo ante Afganistán

 








El cinismo ante Afganistán

En la vida real las invasiones con ejércitos buscan intereses propios que a menudo chocan con los de la población autóctona. Y en medio de todo ello, las mujeres suelen ser un argumento de quita y pon para justificar operaciones militares y estrategias geopolíticas.

Por Olga Rodríguez Francisco * | @olgarodriguezfr

En 2001 miles de periodistas, analistas y políticos clamaron en favor de una intervención militar en Afganistán como respuesta a los ataques del 11S que Al Qaeda perpetró en Estados Unidos. La propaganda estadounidense, para convencer a la comunidad internacional, aseguró que además liberaría a las mujeres afganas de la opresión del régimen talibán. Si viviéramos en un mundo idílico podríamos creer que los Ejércitos armados no arrojan bombas, solo construyen paz. Pero como no vivimos en un mundo idílico es obligación analizar la realidad para no caer en la trampa de cualquier propaganda.

Los mismos que defendieron aquella intervención militar, la ocupación del territorio afgano, la imposición de la fuerza armada e incluso los múltiples ataques estadounidenses que en todos estos años han matado a población civil, son los que ahora lamentan la situación en la que queda el país con el avance de los talibanes. De forma asombrosa desvinculan por completo la presencia de EEUU y su aliados de la OTAN durante veinte años en el país de todo lo que ha ocurrido en Afganistán desde 2001.

Nada alcanza el horror impuesto por el régimen talibán en su día, cuando las mujeres no podían salir a la calle sin la compañía de un hombre, ni estudiar, ni reír en público, ni hacer ruido al andar. Pero en dos décadas de ocupación militar ni EEUU ni sus aliados lograron evitar que Afganistán siga siendo uno de los peores países del mundo para las mujeres, como han advertido organizaciones de derechos humanos, activistas y periodistas afganas, sin conseguir nunca suficiente reacción internacional. Ahora la toma del país por los talibanes amenaza con empeorar aún más sus vidas.

Uno de los peores países para las mujeres

«No uso el transporte público, evito la calle y los lugares públicos, el acoso es continuo o incluso diría que ha aumentado últimamente, tanto verbal como físico», denunciaba en 2019 en una conversación una activista afgana que me pidió mantener su anonimato. Dos tercios de las jóvenes afganas no están escolarizadas, el 80% de las mujeres siguen siendo analfabetas, más de la mitad han sufrido violencia machista en el seno de su propia familia y el 75% afrontan matrimonios forzosos, en muchos casos antes de cumplir 16 años. Todo ello, cuando aún estaban las tropas de la OTAN en el país, antes de que los talibanes conquistaran territorio y llegaran hasta Kabul.

Durante los veinte años de presencia militar extranjera se han seguido registrando ataques a mujeres cuando se desplazan a la escuela o al trabajo. Los porcentajes de violaciones y de casos de violencia machista son muy elevados, así como los índices de abusos sexuales cometidos por las fuerzas de seguridad.

ONG, activistas y periodistas han denunciado durante años la situación de las afganas, pero Europa consideró que Afganistán era un país seguro para ellas y prefirió no aceptarlas como personas refugiadas que asumían riesgos si eran deportadas. Casi nadie puso el grito en el cielo entonces, a pesar de que muchas huían de agresiones sexuales, violencia de género sistematizada, discriminación y ausencia de futuro. Hay quienes solo han querido elevar su voz ahora que Estados Unidos y sus aliados se marchan. Pareciera que consciente o inconscientemente quisieran aceptar el argumento falaz de que las cosas van bien con la presencia de tropas estadounidenses y solo empiezan a ir mal cuando estas abandonan.

Lo cierto es que en 2015 y 2016 miles de personas refugiadas afganas llegaron a Europa, desesperadas, en busca de una salida. Superaban en número a los refugiados sirios e iraquíes. En Grecia, en Macedonia, en Serbia o Hungría nos rogaban a los periodistas que contáramos sus historias. Salvo excepciones, los países europeos consideraron que no eran merecedoras de ayuda. Durante cuatro décadas Afganistán ha sido uno de los países que más personas refugiadas ha generado. Pero los Gobiernos europeos apenas han aceptado a medio millón.

Niñas en una escuela de Naciones Unidas, Afganistán. 2006 Olga Rodríguez

Despilfarro en ‘seguridad’ y violaciones de derechos humanos

En 2021 casi la mitad de la población afgana está en situación de necesidad humanitaria. En veinte años miles de millones de dólares de EEUU han ido a parar a la compra de armamento y la inversión en ‘seguridad’. Mucho menos se invirtió en educación, sanidad pública, gobernanza, desarrollo, democratización, infraestructuras. Cada vez que he estado en Afganistán me he topado con decenas de historias de mujeres maltratadas, viudas abandonadas, jóvenes violadas o menores que han intentado suicidarse porque no les permiten estudiar y son obligadas a casarse a temprana edad. La emancipación de las mujeres se limita a las grandes ciudades, y de forma parcial. Aún así, en áreas urbanas como Kabul o Herat muchas han podido acceder a la universidad.

En todos estos años de atrás la corrupción era palpable para cualquiera: eternos proyectos que recibían millones de dólares y que no terminaban de ver la luz, cargos altos y medios que viajaban en cochazos blindados despilfarrando dinero y oportunidades y que tras ello se iban del país y, sobre todo, una estrategia centrada excesivamente en la militarización, en la guerra, en armamento. No hacía falta ser un lince para darse cuenta de ello. El caos era evitable, pero ¿querían todos los participantes en esa guerra evitar el caos?

La honestidad de muchos empleados de organismos internacionales que han trabajado en Afganistán se ha topado de bruces una y otra vez con evidentes dinámicas de corrupción -proyectos fantasma, retrasos perpetuos en los planes, desvío de fondos, debilidad de las instituciones- que podíamos detectar quienes íbamos y veníamos. Si testigos externos eran capaces de percibir el saqueo y el despilfarro en el ámbito militar frente a necesidades mucho más cruciales, ¿cómo no iban a verlo los responsables de la ocupación?

Como ha pasado en tantos países ocupados o intervenidos militarmente por tropas extranjeras, Afganistán se convirtió en un polvorín con demasiadas armas que ahora están tomando los talibanes. Ya en 2004 la población se quejaba de que los tanques estadounidenses que se paseaban por pueblos y ciudades apuntaban sus cañones hacia abajo, hacia la calle, hacia la gente. Las tropas estadounidenses han sido percibidas en sectores importantes de la población como elementos hostiles. No en vano, la cárcel secreta de Bagram, gestionada por EEUU, fue escenario de torturas y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Entre sus paredes se generaron traumas y enorme sufrimiento, al igual que en Guantánamo, por donde pasaron algunos de los hombres que ahora engrosan las filas de los talibanes.

Ataques de EEUU y sus aliados contra civiles

En estos veinte años de ocupación militar se han registrado multitud de ataques contra civiles perpetrados por las tropas de Washington y sus aliados. Solo entre enero y mayo de 2019 los ataques de EEUU y la OTAN mataron a 145 civiles, la mitad de ellos mujeres y niños. En total las fuerzas estadounidenses y sus aliados -incluidas las fuerzas afganas- mataron en ese periodo a más civiles -305- que los talibanes.

Entre enero y noviembre de 2008 los ataques de las fuerzas internacionales -principalmente los bombardeos estadounidenses- provocaron la muerte de unos cuatrocientos civiles, muchos de ellos mujeres y niños. Buena parte de los casos, dados a conocer por testigos directos, fueron denunciados por oficiales de la Administración afgana y reconocidos por la propia OTAN. En algunas operaciones durante estas dos décadas de atrás los aviones estadounidenses han matado a más de noventa civiles en un solo ataque.

Hace unas horas la activista afgana Fatima Ayub recordaba en las redes sociales que «hace once años las fuerzas estadounidenses asesinaron a ocho miembros de mi familia, mientras dormían en plena noche. ¿Qué nueva miseria aguarda ahora?». Y añadía: «La mayoría de la gente es incapaz de darse cuenta de que 20 años de guerra produjeron el peor resultado posible. Entonces, ¿por qué ayudaría más violencia y muerte?».

La paz solo llega con inversión en educación y sanidad públicas, con libertad, con democracia, con políticas de igualdad. No con injerencias militares al servicio de intereses ajenos a los de la población, ni con «inversiones» corruptas, ni con bombas, ni con el suministro de armamento. Eso solo perpetúa la violencia.

En 2004 Abdul, un refugiado afgano alojado en la periferia de Kabul -cuya historia relato en el libro El hombre mojado no teme la lluvia- me decía que «si Estados Unidos gastara menos en esfuerzos militares y más en planes humanitarios, quizá esta población aceptaría mejor a sus tropas». En 2006, en la capital afgana, entrevisté por segunda vez a Massuda Jalal, una médica que se había presentado un par de años antes como candidata en las elecciones presidenciales:

«Las afganas siguen sufriendo como siempre -me dijo Massuda- Son víctimas de matrimonios forzados a muy temprana edad, muchas soportan la violencia doméstica y apenas tienen acceso a un asesoramiento legal. Es para alarmarse: Hay una expresión que aún se usa en las áreas rurales que dice que una mujer debería tener su primera regla en casa de su marido, y algunos padres se empeñan en hacer que sus hijas lo cumplan».

Los ‘señores de la guerra’ aliados de Washington

Ese mismo año la diputada Malalai Joya recibió insultos y amenazas en el propio Parlamento después de que ella acusara a algunos diputados de haber sido criminales de guerra. En 2007 fue inhabilitada por un periodo de tres años. Varias organizaciones internacionales mostraron su apoyo a Malalai, así como seis mujeres Premio Nobel e intelectuales como Naomi Klein o Noam Chomsky. La asociación Paz Ahora emitió un comunicado en el que señalaba que «el 21 de mayo de 2007, con una amplia mayoría, el Parlamento dominado por señores de la guerra y narcotraficantes inhabilitó a Joya por un periodo de tres años y ordenó al Tribunal Supremo que abriera diligencias contra ella». Esos señores de la guerra han sido, en muchos casos, los aliados de Estados Unidos en el país.

En estos años, con las tropas extranjeras en suelo afgano, mujeres emprendedoras y pioneras han recibido continuas amenazas y agresiones. Muchas fueron asesinadas. Entre ellas, la periodista Zakia Kaki, directora de una radio en la provincia de Parwan, con programas dedicados a los derechos humanos, la educación y la emancipación de las mujeres. En junio de 2007 le dispararon siete tiros delante de su hijo de ocho años. Ser mujer y libre en Afganistán es difícilmente compatible. Las integrantes de la organización afgana RAWA llevan denunciándolo desde 1977. Algunas viven en Afganistán; otras muchas han optado por refugiarse en el extranjero.

Niñas y niños afganos refugiados en la periferia de Kabul. Olga Rodríguez

En 2008 lamentaron en un comunicado que tras la invasión de su país «los sufrimientos y actos depravados contra las mujeres no se han reducido; es más, ha aumentado el nivel de opresión y la brutalidad que día a día afecta a la población más débil de nuestra sociedad. El gobierno corrupto y mafioso y sus guardianes internacionales están jugando de manera desvergonzada con el intolerable sufrimiento de las mujeres afganas, al que usan como su instrumento de propaganda ante la gente engañada de todo el mundo».

En 2019, dieciocho años después de la invasión y ocupación estadounidense de Afganistán, justificada por muchos porque iba a «liberar a las mujeres», Estados Unidos inició una negociación con los talibanes, excluyendo la presencia de mujeres en las reuniones y sin poner encima de la mesa la necesidad de luchar contra la violencia machista a través de medidas legislativas.

En ese momento diputadas y activistas afganas exigieron participar, pero Washington las mantuvo fuera en los primeros encuentros. «Están negociando a puerta cerrada, sin transparencia, los talibanes quieren aplicar la sharia, estamos muy preocupadas», me dijo entonces Sima Samar, directora de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán. El cambio de Gobierno en Washington no ha significado una modificación en los planes. El presidente Joe Biden apostó por proseguir con lo trazado por el Gobierno de Trump: negociación con los talibanes y retirada de tropas.

Afganistán, como ‘una cabra entre dos leones’

Afganistán, punto estratégico de Asia Central, importante lugar de paso para posibles rutas de hidrocarburos, comparte frontera con Irán y China, entre otros países. Su situación geográfica explica que a día de hoy siga siendo un tablero clave de lo que en el siglo XIX se llamó el Gran Juego, cuando Reino Unido y Rusia se disputaban la influencia en la región. Londres no logró dominar del todo aquel territorio y su tropas terminaron derrotadas y expulsadas en 1919. En los años setenta Estados Unidos no dudó en financiar a muyahidines para que lucharan contra la URSS en territorio afgano. Aquellos señores de la guerra que recibieron millones de Washington se convertirían posteriormente en el germen de los talibanes.

Desde entonces Afganistán, un Estado bisagra, es un escenario en el que ya no solo Moscú o Washington, sino China y algunos países de la región -Irán, India, Pakistán- se disputan intereses y liderazgo. En 1897 un por entonces joven periodista llamado Winston Churchill, futuro primer ministro británico, destinado en Afganistán con las tropas inglesas, escribió que aquel era un país en el que «todo hombre es un soldado» y en el que «la mano de todo hombre está contra la del otro, y todos a su vez contra el extranjero».

En 1900, el emir afgano Abdul Rahman Khan, tras veinte años en el poder -y con un país en el que se habían librado ya dos guerras contra los ingleses y que servía de escenario para el pulso que mantenían Londres y Moscú- se preguntó cómo Afganistán, que se encontraba «como una cabra entre dos leones o como un grano de harina entre dos enormes ruedas de molino, podría sostenerse en medio de las piedras sin ser reducido a polvo».

Washington invadió Afganistán porque quería demostrar que respondía ante los atentados del 11S. Su objetivo no fue mejorar la vida de los afganos o democratizar el país. En veinte años de ocupación lo ha dejado claro. En un mundo idílico podemos creer en los unicornios. Pero en la vida real las invasiones con ejércitos buscan intereses propios que a menudo chocan con los de la población autóctona. Y en medio de todo ello, las mujeres suelen ser un argumento de quita y pon para justificar operaciones militares y estrategias geopolíticas.

Ahora parece que las afganas preocupan, al fin. Veinte años tarde. No son las únicas que viven una terrible opresión. Pero la geopolítica decide quiénes merecen atención y quiénes no (ahí están las saudíes, por ejemplo). Las personas refugiadas en Europa son estigmatizadas en demasiados sectores, algunos de los cuales ahora se echan las manos a la cabeza ante la situación de Afganistán. Ayer Europa deportaba a la población afgana o la encerraba en centros de internamiento, ante demasiados silencios. Hoy la hipocresía pública lanza SOS por ella. Esperemos que ahora sí toque.

Fotografía principal: Niñas en una escuela de Naciones Unidas, Afganistán. 2006 Olga Rodríguez

*Publicada originalmente en www.eldiario.es. Reproducida con la autorización de la Autora.

Tomado de: https://resumen.cl/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com

En Fecebook: adolfo Leon libertad

Afganistán hace pensar

 







PODCAST | Crónica de Ruperto Concha: Afganistán hace pensar

Por Ruperto Concha / resumen.cl

Todos conocemos la famosa afirmación de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, que decía: "Una mentira que se reitera 10 veces sigue siendo una mentira. Pero si esa mentira se reitera diez mil veces, entonces... ¡se convierte en verdad!".

En los tiempos de Hitler había que hacer un gran esfuerzo para reiterar 10 mil veces una mentira, pero ahora, con las redes sociales y las grandes cadenas de noticias o publinoticias, resulta fácil y rápido hacer pasar una mentira por verdad. Y eso hasta extremos realmente muy difíciles de creer.

Ya lo vimos, desde las burradas esas sobre la Tierra Plana, hasta los supuestos fantásticos microchips que nos insertarían de contrabando en las vacunas contra el Covid-19 para manipular nuestras mentes.

Pero, hay otras mentiras realmente enormes y malignas que sólo muy rara vez llegan a descubrirse. Y, an así, cuando esas mentiras son reveladas la mayor parte de las veces van rápidamente cubiertas de basuritas distractivas que hacen  que la gente se vaya olvidando de que son mentiras y vuelvan a aceptarlas como si fueran verdad.

Por ejemplo, ¿cuándo se decidió que había que invadir Afganistán para salvar la paz mundial? Casi todo el mundo cree que la invasión a Afganistán fue provocada por el ataque terrorista que estrellaron aviones de pasajeros contra el Centro Mundial de Comercio, de Nueva York, y contra el Pentágono, de Washington.

Sin embargo, sobre la base de documentos oficiales desclasificados por el gobierno de Estados Unidos, el célebre periodista Thierry Meissan, director de La Red Voltaire ha detectado que en realidad la decisión ya había sido tomada tres meses antes del ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.

Cuando se produjo el ataque, Osama bin Laden estaba gravemente enfermo, internado nada menos que en el Hospital Estadounidense en Dubai, la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Esa información fue publicada en Francia por el diario Le Figaro, y la confirmó nada menos que el jeque Khalifa ben Zayed al Nahane, actual presidente de los Califatos Árabes Unidos.

Posteriormente, empeoró la enfermedad de bin Laden, quien fue trasladado entonces al Hospital Militar de Rawalpindi, en Paquistán, y allí Osama murió. La muerte de Osama bin Laden según esa información, se produjo en diciembre de 2001. Fue enterrado en Afganistán, en presencia, según la Red Voltaire, de dos agentes del MI6 británico quienes redactaron el informe completo.

¿Qué tal?… Eso parece exhibir que la famosa operación dispuesta por el presidente Barack Obama, en que comandos estadounidenses habrían acribillado a Bin Laden el 2 de mayo de 2011 en su refugio... en realidad sólo fue una farsa, y que por ello fue que Obama ordenó hacer desaparecer el cadáver de Bin Laden, además una prohibición de que se mostraran fotos del cadáver, y que se exhibieran los certificados de ADN que tendrían que haber confirmado que realmente ese cadáver era el de Osama bin Laden.

¿Era, entonces todo una mentira transformada en verdad por los medios de comunicación masiva?…

En su mayor parte los analistas occidentales que cubren la fulminante victoria del Talibán sobre todo Afganistán se muestran asombrados de que un ejército entrenado por Estados Unidos, con 300 mil hombres que disponían de un magnífico equipamiento con armas modernas, incluyendo helicópteros de ataque, misiles, drones y tanques... haya sido incapaz de oponer resistencia a los guerrilleros del Talibán. ¡Ese ejército debiera haber barrido a los talibanes que eran poco más de 60 mil! ¿Qué fue lo que pasó?

El analista estratégico estadounidense Dave Lindorff, de OpEdNews, responde categóricamente que ese ejército de un gobierno impuesto por Estados Unidos... ¡no tenía nada por lo cual luchar!

De hecho, esos militares sabían que el Talibán, o los "talibs", como se llaman individualmente, eran gente terrible pero impregnada de un sentido de lo que es justo y sano para ellos, y por eso sí estaban dispuestos a morir peleando contra los invasores de Estados Unidos y de otros países de la OTAN, y contra el pantano de repugnante corrupción que había prosperado para una masa de dirigentes venales bajo el alero de los invasores.

Para la mayoría de aquellos militares, su incorporación a las filas se basaba sólo en la promesa de un sueldo de 500 dólares al mes, en momentos en que la cesantía era abrumadora y no se podía ni soñar con un salario de más de 150 dólares mensuales en el área privada.

Y, por supuesto, la grotesca fuga del presidente Ashraf Ghani Ahmadzai con tres automóviles atiborrados de dólares en billetes, apareció como la confirmación más clara de la corrupción que existía bajo el alero de Estados Unidos y de la OTAN.

Tan grave era la corrupción, que en los últimos tres años habían optado por reemplazar al personal criollo por los llamados "contratistas" de las empresas privadas de seguridad y de servicios. O sea, una fuerza de trabajo político y de administración del Estado de Afganistán quedaba a cargo encomendada a capitales privados.

El otro campo de corrupción fue el de las plantaciones de amapola opiácea, cuya resina es opio y cuya elaboración produce además la heroína. Tras la retirada soviética, las plantaciones de Afganistán llegaron a producir un 75% de toda la heroína del mundo, y se exportaba básicamente a Europa y a Estados Unidos.

Pero al asumir el poder en 1992, al asumir el poder el Taliban colaboró eficazmente con las Naciones Unidas en la erradicación de esas plantaciones, logrando concretar la operación antidroga cuyo éxito fue abrumador. Al año 2000 la producción de opio había disminuido en un 99% y de hecho la producción de heroína había emigrado masivamente hacia México.

Pero tras la invasión de Estados Unidos y el derrocamiento del gobierno talibán, nuevamente la producción de opio aumentó a niveles cercanos ya a los de 1990. Por otra parte, los grupos que reanudaban la producción de droga lograron bloquear la intervención de los efectivos antidrogas, tanto de mercenarios como de agentes estadounidenses. Incluso se reportó un número elevado de mercenarios y agentes muertos o malheridos por los narcotraficantes secretamente aliados con jefes tribales que supuestamente eran colaboradores de Estados Unidos y la OTAN.

Eso obligó a las fuerzas occidentales de ocupación a destinar varios miles de millones de dólares del presupuesto antidroga, para pagar sobornos a los jefazos locales a cambio de abstenerse de matar agentes y funcionarios.

Por otra parte, al hacerse sentir la clandestina recuperación del Talibán, los cultivadores de amapola y los laboratorios de heroína también comenzaron a pagar un tributo. O sea, de los miles de millones de dólares pagados por Estados Unidos y la OTAN para combatir la droga, una buena parte iba también al financiamiento del Talibán.

¿Cómo es que ese flujo de miles de millones de dólares a lo largo de 20 años no pudo ser detenido o, peor aún, no pudo ser siquiera contabilizado con claridad?

Se sabe que el balance de los dos millones quinientos mil millones de dólares gastados por Estados Unidos en Afganistán, incluyen un porcentaje muy grande que se ha dado simplemente por perdido. Dicen que no saben qué pasó con eso.

Fueron miles de millones que simplemente se hicieron humo.

Otro factor de dramática importancia para el triunfo del Talibán es el número de víctimas civiles, que incluye centenares de niños, muertos o lisiados por los bombardeos y los drones estadounidenses. La brutal torpeza de esos bombardeos destruyeron más vidas de civiles que de insurgentes del Talibán. Ejemplos concretos: entre enero y noviembre de 2008, los bombardeos mataron a más de 400 personas, 400 civiles, según cifras reconocidas por la OTAN.

Y entre enero y mayo de 2019, los invasores estadunidenses y europeos mataron a 145 personas más, de las cuales alrededor de 80 eran niños.

Se entiende así que mujeres como la activista Fátima Ayub denuncien que los invasores occidentales trajeron miseria y dolor para la gente común, y mucha corrupción para los privilegiados que se ponían al servicio de los invasores. Fátima Ayub señala textualmente en sus twitters: "Hace once años, las fuerzas estadounidenses asesinaron a 8 miembros de mi familia mientras dormían, en plena noche. ¿Qué nueva miseria nos amenaza ahora con el Talibán?"

Y, agrega: "la mayoría de la gente es incapaz de darse cuenta de que 20 años de guerra produjeron el peor resultado posible. ¿Por qué íbamos creer que más miseria y muerte nos podría ayudar?".

Y, en forma sorprendente, han sido precisamente las mujeres afganas las que se han atrevido realizar manifestaciones callejeras, en Kabul y en otras ciudades, exigiendo que el Talibán mantenga los derechos femeninos que han alcanzado por la influencia occidental.

Al mismo tiempo, el propio alcalde de Kabul, Muhammad Doud Sultanzoy, reveló en conferencia de prensa, el viernes, que las autoridades del Talibán lo convocaron para inforrmarle que debe mantenerse en su puesto como jefe de la ciudad, junto con todo su equipo de colaboradores, incluyendo las mujeres. Según enfatizó el alcalde Sultanzoy, los dirigentes del Talibán le recalcaron que el nuevo gobierno apunta a recuperar cuanto antes la normalidad, integrando plenamente a Afganistán como parte de la comunidad internacional.

De hecho, el alcalde Sultanzov mencionó que el nuevo gobierno se propone abrir cuanto antes todas las rutas hacia los demás países, y que, en palabras del jefe máximo del Talibán, Mullah Abduk Ghani Baradar, es preciso entender que en la nación afgana el 50 por ciento son mujeres. Y, por ello, dentro de la cultura y la religión, es preciso respetar plenamente todas las libertades básicas de las mujeres.

Más aún, el Mullah Abduk Ghani señaló que se han recibido denuncias sobre actitudes impropias, abusivas o incluso brutales de algunos talibs enfrentados a personas ligadas al gobierno civil impuesto por los invasores. Sobre ello, anunció que toda denuncia será acogida e investigada, y que las instrucciones a los talibs de la base son respetar y ayudar a la gente común

En respuesta, el recién formado gobierno del proclamado "Emirato Islámico" ha declarado que el Talibán está haciendo un llamado a figuras políticas de otros sectores, otras posturas religiosas e incluso sectores que fueron oposición al Talibán para incorporarse e integrar un gobierno de unidad. Entre los líderes que de hecho están ya incorporándose se cuenta el ex presidente de Afganistán, Hamid Karzai, y el ex ministro de gobierno Abdullah Abdullah, así como el jefe de la etnia kirguiz, del norte, Gulbuddin Hekmatyar.

Pero, en tanto, Estados Unidos se apresuró a calificar al grupo encabezado por el talib Anas Hakkani, que es el que está convocando a la unidad, como, fíjese Ud., "una red terrorista letal responsable de los ataques más mortíferos en los últimos años".

Bueno, esa declaración norteamericana en cierto modo resulta como una alabanza para los talibanes por su acción en la lucha contra los que invadían su país.

En tanto, en Europa, los principales jefes de gobierno han rechazado cualquiera iniciativa que implique acciones de fuerza contra el nuevo gobierno talibán. En su reunión en Moscú, la saliente primera ministro de Alemania, Angela Merkel, coincidió con el residente Wladímir Putin en la necesidad de evitar cualquiera acción hostil contra el nuevo gobierno, y, en cambio, procurar colaborar con ellos para la recuperación de un régimen propio. Putin enfatizó que ha sido un error el intento de Estados Unidos de "inventar" una sociedad afgana diseñada por la cultura estadounidense.

A ello, en todo caso, Angela Merkel respondió especificando que, con pleno respeto a la cultura y la moral del mundo islámico, es, de todas maneras, fundamental que incorpore con plena vigencia también el respeto pleno a los derechos humanos, especialmente el de las mujeres.

Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, concordó también con Wladimir Putin en que es preciso contribuir de buena fe a la paz y la estabilidad del nuevo gobierno talibán, estableciendo contactos directos con todos los niveles.

Sin embargo, la Presidente de la Unión Europea, Ursula von der Leyden, señaló ayer que, por el momento, el organismo multinacional de Europa no ha reconocido al gobierno talibán y no contempla establecer conversaciones políticas con ellos. Agregó que "podemos escuchar lo que digan los talibanes, pero es preciso que veamos y juzguemos lo que ello hacen".

Asimismo, la von der Leyden anunció que la Comisión Europea está lista para aportar apoyo financiero a los países de Europa que acepten acoger emigrantes de Afganistán.

Por ahora es un tema espinudo, ya que Turquía declaró enfáticamente que Europa no podrá seguir contando con su país como "bodega de inmigrantes indeseados". Asimismo, se ha detectado que en general la opinión pública europea es contraria y hostil a la llegada de nuevos inmigrantes.

Por su parte, la China ha reiterado su disposición para establecer vínculos eficientes y pragmáticos para el desarrollo de una relación binacional que sea conveniente para ambas naciones, lo que implica que sea una relación provechosa para la gente y no solo para las empresas y los políticos.

En términos de la estrategia mundial, parece ya bien claro que el turbio imperialismo de Estados Unidos y sus aliados está en sus postrimerías. En el Asia Occidental, entre el Cáucaso y el Mediterráneo, incluyendo el mundo árabe y una gran parte de África, la influencia y la capacidad de opresión económica y militar de Estados Unidos ya está volviéndose irrelevante.

Para muchos, eso implica un cierto alivio, para disponer de una fuerza militar que ahora podrá centrarse más en el Pacífico, de cara al poderío de China.

Pero, ¿Qué clase de solución podrían aportar las fuerzas militares en estos momentos?…

El fenómeno de Afganistán, para la mayoría de los analistas de estrategia, está resultando como una nueva lección sobre lo que no conviene hacer, luego de la primera lección que recibió Estados Unidos en Vietnam.

Pero, si las fuerzas militares, llegado el caso, no pueden ofrecer ni soluciones ni salvaciones, ¿para qué demontres sirven?

En el caso dramático de un Israel que aparece como antisemita por su enemistad con los demás pueblos semitas, los árabes y los beduinos... ¿Qué puede ofrecerle su poderío militar, a mediano y largo plazo?

Se dice que Israel tiene un arsenal de entre 50 y 400 bombas atómicas. La cifra más aceptada es de 92 bombas. ¿Para qué sirven esas bombas?

En término de la estrategia actual, las bombas atómicas ya no sirven para nada porque no se pueden usar.

Pero eso es tema de un análisis completo. Al igual que el extraño y turbio proceso que están teniendo las fuerzas armadas en casi todo el mundo, ejércitos que podrían estar acercándose peligrosamente a aliarse con los centros del gran poder financiero, alejándose en cambio cada vez más de su deber y su sumisión al gran poder político que es la verdadera democracia.

Tomado de: https://resumen.cl/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com

En Fecebook: adolfo Leon libertad

martes, 24 de agosto de 2021

¿Y la geopolítica? (II)

 ¿Y la geopolítica? (II)















Cumbre de la Celac en 2011

Agosto 24, 2021

Vladimir Acosta

Geopolítica es, pues, la política de rivalidad y conflicto permanente que, por el dominio del mundo, se libra a diario entre las potencias más ricas, poderosas y mejor armadas del planeta.

Se basa en mantener sujetos a países pequeños y débiles cuyas riquezas necesitan controlar para seguir siendo grandes potencias capaces de competir en esa lucha.

Y el triste destino que le imponen a esos países pequeños y débiles no es otro que el de someterse a ese dominio o ser agredidos o invadidos en caso de que se resistan.

Pero lo que quiero destacar ahora es que este continente americano fue el primero en enfrentar desde fines del siglo XVIII esa política imperial y colonialista europea que nadie había calificado todavía de geopolítica.

 Y fueron las 13 colonias británicas del norte las primeras en tratar de aprovechar las contradicciones geopolíticas europeas en beneficio de su lucha independentista.

 

Con el apoyo político y militar de Francia y España, enemigas de Inglaterra, lograron su independencia de esta para convertirse luego en un nuevo país: Estados Unidos.

Pero ese país, esclavista, racista, expansionista y masacrador de indios, tomó, en nombre de su seguridad y haciéndolo pasar por nuevo camino de lucha por la libertad, el viejo camino agresivo y prepotente de ampliar su territorio a expensas de sus vecinos, a hacer guerras contra ellos en nombre de un supuesto Destino Manifiesto que los llamaba a ser primero dueños de América y a partir de ella futuros amos del mundo.

Y sus vecinos México y Centroamérica fueron sus primeras víctimas.

 

Nada que esperar de él.

 

Y es en el área de dominio hispánico que surgen tres sudamericanos, todos venezolanos, que, a diferencia de Estados Unidos, intentan, uno tras otro, despejar un nuevo camino que dé sentido distinto a esa geopolítica, para hacer de ella instrumento de solidaridad y unión de los débiles, no para imponer dominio a nadie, sino para ganar su independencia y decidir mantenerse unidos en medio de sus diferencias para que su soberanía ganada les permita defenderla.

El primero de esos tres grandes venezolanos es Francisco de Miranda.

Así, décadas después, iniciado el siglo XIX, en la América entonces española se intenta un proceso similar: buscar apoyo europeo para ayudar al logro de la independencia.

Líder de esa lucha es Miranda, que lucha por la independencia estadounidense y luego en la Revolución francesa, que se aleja del radicalismo de esta, pasa a Inglaterra y busca apoyo de su gobierno para lograr la libertad de esa América por la que tiene años luchando, organizando grupos patriotas en todo el continente y promoviendo conspiraciones sucesivas que no tienen éxito.

 

Es que el cuadro político difiere del que aprovechó Estados Unidos: el enemigo ahora es doble: España y Francia unidas, y el posible aliado es Inglaterra, que solo piensa en sus intereses, y al invadir Napoleón a España se alía con los españoles.

Miranda tiene una auténtica visión de Patria grande que abarca toda nuestra América y prepara proyectos de gobierno que expresan esa profunda visión.

El problema es que esos proyectos son prematuros y que todo depende de Inglaterra, que intenta manipularlo.

Miranda se resiste; y harto de promesas de una ayuda que no llega, la busca en Estados Unidos, desde donde en 1806, al frente de una pequeña flota, encabeza el primer intento armado de liberar a Venezuela.

Fracasa.

Pero en 1811 es el primer líder militar de nuestra independencia.

 

El segundo de esos tres grandes venezolanos es nada más y nada menos que Simón Bolívar, el más grande de nuestros Libertadores.

Bolívar, que parte del esquema de Miranda, es el creador y difusor de la idea de Patria grande que acompaña toda su lucha independentista, sobre todo desde que esta rebasa los límites de Venezuela y adquiere alcances continentales.

Para Bolívar la visión de Patria grande es su base para reformular esa geopolítica todavía sin nombre que él convierte en instrumento para lograr la unión de nuestros países hermanos, su liberación del colonialismo español, su independencia, y su subsiguiente y plena soberanía.

Bolívar libera a Nueva Granada y Venezuela, Sucre a Ecuador, y luego ambos independizan al Perú y liberan a Bolivia.

En la plenitud de su gloria, para dar forma concreta a esa unidad continental, Bolívar convoca el Congreso de Panamá en 1826.

Pero el fracaso de este empieza a mostrarle que la unión que hizo posible la victoria de Ayacucho como tiempo de dar forma a la ansiada Patria grande está por borrarse porque lo que llega es tiempo de caudillos menores que quieren cobrar sus triunfos disolviendo la Patria grande en un revoltillo de patrias chicas que rivalizan por poder y por fronteras.

Su obra maestra, que es Colombia, se divide en tres países en 1830.

Enfermo y entristecido, Bolívar muere ese año, diciendo que ha arado en el mar, olvidando que su obra es imperecedera y que el tiempo de esa Patria grande tendría que llegar más adelante.

 

El último de esos tres grandes venezolanos es Hugo Chávez.

Chávez, conocedor y seguidor fiel del pensamiento de Bolívar, decidido a dar forma concreta y a convertir en realidad su gran sueño de construir una Patria grande latinoamericana como único camino para recuperar nuestras independencias mediatizadas desde el siglo XIX y aplastadas por el dominio imperial de Estados Unidos desde el siglo XX, decide enfrentar con vigor y claros objetivos la geopolítica que ahora sí tiene nombre propio, y que encabeza el imperio yankee, enemigo fundamental de nuestros pueblos y de su soberanía e independencia.

 

Chávez es un geopolítico de signo contrario al de la geopolítica oficial.

Su idea es unir al Sur oprimido para que exista y sea libre.

Unir para ello a nuestros pueblos americanos para que al fin sean libres y respetados.

La gran ventaja de Chávez es que no solo quiere, sino que tiene cómo hacerlo. En la primera década del siglo XXI Chávez es ya líder continental amado por los pueblos y su alcance es mundial en varios campos.

La Venezuela que dirige es próspera, posee recursos, está dispuesta a ayudar a países hermanos, y la capacidad suya de decisión como gobernante es grande. 

En el corto espacio de que dispongo me limito a resumir esos enormes logros.

Se recupera la OPEP, se va pagando la enorme deuda histórica de nuestro estado con su pueblo, se crea Telesur como canal libre y autónomo latinoamericano, Petrocaribe para incorporar a los pequeños países isleños del Caribe a esa Patria grande que hasta entonces los ha ignorado, y Alba y Unasur para unión de países hermanos que comparten con Venezuela gobiernos progresistas.

Pero ambos son organismos limitados.

Y Chávez se da cuenta de que el organismo que nuestros países necesitan es la CELAC, organismo colectivo en el que tienen cabida todos nuestros gobiernos con independencia de sus ideas políticas y económicas.

Y este sí es un organismo para todos, para discutir nuestros problemas y diferencias con libertad y autonomía, sin injerencias imperiales, sin la putrefacta OEA, y sin Estados Unidos y su servil pegoste canadiense.

Son pasos que Bolívar no pudo dar, pasos que permiten apreciar la acertada obra de Chávez, la amplitud de su visión y el alcance de sus logros.

Cierto que en la segunda década de este siglo esos logros se opacan al volver al poder gobiernos de derecha, serviles al imperio.

Y Cuba y Venezuela se quedan solas resistiendo.

En estos días se siente cierto despertar: el discurso de López Obrador exaltando a Bolívar y su visión de Patria, el gobierno argentino denunciando el servilismo de la OEA, el cerrado triunfo de Castillo en Perú, el posible triunfo de Lula.

Puede ser una ocasión de avanzar, puede que no. Esperemos que sí, pero sea ahora o más tarde, lo seguro es que volverá, porque ese es el camino.

Tomado de: https://ultimasnoticias.com.ve/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com

En Fecebook: adolfo Leon libertad