Einstein y Landau:
genios científicos y en consecuencia…
¡anticapitalistas antiestalinistas!
-26/07/2021
Reproducido
de EL PORTEÑO
por Yorgos Mitralias
Prácticamente todo el mundo conoce el nombre de Einstein [1], pero el nombre de
Lev Landau [2] le suena solo a
algunos adeptos a las ciencias exactas.
Y sin embargo, los dos presentan varios puntos en común: ocupan un lugar
destacado en la pequeña lista de los mayores genios del siglo pasado.
Se distinguieron por su libertad de pensamiento y el anticonformismo de
su vida.
Y sobre todo, ¡compartieron posiciones políticas tratadas, a menudo y
con razón, de extremistas, de revolucionarias y de subversivas con todo orden
establecido!
Y de las que, naturalmente nadie os ha hablado nunca…
Landau: “Camaradas, la gran
causa de la Revolución de Octubre ha sido innoblemente traicionada”
He aquí por qué ahora hablaremos de Einstein y de Landau no en su
calidad de sabios excepcionales que han marcado la era moderna, sino en la de
¡socialistas anti burócratas y comunistas anti estalinistas!, desconocida al
haber sido hábilmente oculta.
De Einstein, que como veremos en
detalle más adelante, propone en plena guerra fría, como única solución a los
problemas existenciales de la humanidad, la socialización de los medios de
producción y la planificación de la economía, advirtiendo que ¡“una economía planificada
podría ir acompañada de un completo sometimiento del individuo” si
no alcanzamos a “impedir que la burocracia se convierta en todopoderosa y
presuntuosa”! Y de Landau que, once años
antes, en 1938, en pleno Gran Terror estalinista, osa lo impensable:
¡Co-redactar el manifiesto/octavilla siguiente,
que llama a los trabajadores a derribar a Stalin “y su camarilla” en nombre de
la Revolución de Octubre “innoblemente traicionada” por ellos! Y eso con la
intención de distribuirlo el 1º de Mayo de 1938 en la Plaza Roja de Moscú (!)
delante de Stalin y la élite de su régimen:
PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS.
¡CAMARADAS!
LA GRAN CAUSA DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE HA SIDO
INNOBLEMENTE TRAICIONADA.
EL PAÍS ESTÁ INUNDADO DE RIOS DE SANGRE Y LODO.
MILLONES DE INOCENTES SON ENVIADOS A PRISIÓN, Y
NADIE PUEDE SABER CUÁNDO LE LLEGARÁ SU TURNO.
LA ECONOMÍA SE DESINTEGRA.
EL HAMBRE SE EXTIENDE.
ESTÁ CLARO, CAMARADAS, QUE LA CAMARILLA ESTALINISTA
HA DADO UN GOLPE DE ESTADO FASCISTA.
EL SOCIALISMO NO EXISTE MÁS QUE EN LAS PÁGINAS DE
PERIÓDICOS CUBIERTOS DE MENTIRAS.
POR SU ODIO FURIOSO AL VERDADERO SOCIALISMO, STALIN
ES COMO HITLER Y MUSSOLINI.
DESTRUYENDO
EL PAÍS PARA PRESERVAR SU PODER, STALIN LO HA CONVERTIDO EN PRESA FÁCIL PARA EL
BESTIAL FASCISMO ALEMÁN.
LA ÚNICA SALIDA PARA LA CLASE OBRERA DE NUESTRO
PAÍS ES LUCHAR CON DETERMINACIÓN CONTRA EL FASCISMO DE STALIN Y DE HITLER,
LUCHAR POR EL SOCIALISMO.
¡CAMARADAS, ORGANIZAOS! NO TEMÁIS A LOS VERDUGOS
DEL NKVD [COMISARIADO DEL PUEBLO PARA ASUNTOS INTERNOS, SEGÚN SU ACRÓNIMO
RUSO].
LA ÚNICA COSA QUE PUEDEN HACER ES GOLPEAR A LOS
PRESOS SIN DEFENSA, ARRESTAR A INOCENTES, SAQUEAR LAS RIQUEZAS DEL PAÍS E
INVENTAR PROCESOS RIDÍCULOS CONTRA COMPLOTS INEXISTENTES.
CAMARADAS, UNÍOS AL PARTIDO ANTIFASCISTA DE LOS
TRABAJADORES.
CONTACTAD CON SU COMITÉ DE MOSCÚ.
ORGANIZAD EN LAS EMPRESAS CÉLULAS DEL PAT.
UTILIZAD LAS TÉCNICAS DE LA CLANDESTINIDAD.
PREPARAD EL MOVIMIENTO DE MASAS POR EL SOCIALISMO A
TRAVÉS DE LA AGITACIÓN Y LA PROPAGANDA.
EL FASCISMO ESTALINISTA EXISTE PORQUE ESTAMOS
DESORGANIZADOS.
EL PROLETARIADO DE NUESTRO PAÍS, QUE HA DERRIBADO
EL PODER DEL ZAR Y DE SUS CAPITALISTAS, SABRÁ DERRIBAR AL DICTADOR FASCISTA Y
SU CAMARILLA.
¡VIVA EL 1º DE MAYO, EL DÍA DE LA LUCHA POR EL
SOCIALISMO!
COMITÉ DE MOSCÚ DEL PARTIDO ANTIFASCISTA DE LOS
TRABAJADORES
Esta octavilla nunca fue distribuida.
Dos días antes del 1º de Mayo, el 28 de abril de 1938, el NKVD hizo una
batida en el Instituto de Landau y lo
arrestó, junto a su muy íntimo amigo y colaborador Moisei Korets (que no sería liberado hasta 20
años más tarde, en 1958), con el que había redactado y mimeografiado la
octavilla.
Lo que siguió no fue ninguna sorpresa: interrogatorios y torturas en la
prisión moscovita de Butyrka y finalmente, condena a diez años de prisión bajo
la acusación indescriptible de… “espionaje en favor de la Alemania nazi”.
Sin embargo, Landau entonces era
conocido mundialmente y la comunidad científica internacional se movilizó para
liberarle.
El famoso físico danés Niels Bohry el presidente del Instituto de Física
de la Academia de Ciencias de la URSS Piotr Kapitsa incluso llegaron
a escribir a Stalin y Molotov para exigir la liberación de Landau.
¡Y milagro, tras un año de prisión, Landau
fue liberado!
Como se puede imaginar, no hubo milagro para los amigos colaboradores de
Landau, en el -ya mundialmente célebre en aquella época- Instituto
Físico-Técnico de Kharkov, del que él mismo era a la vez inspirador, líder y
motor.
Investigadores soviéticos, pero
también extranjeros (alemanes, austríacos, polacos, rumanos, holandeses…), la
mayoría de los cuales marcaron el progreso de la física en el siglo pasado,
también fueron arrestados en 1937-38, y fueron ejecutados o desaparecieron sin
que ni siquiera se supiera la fecha y el lugar de su muerte.
En resumen, tuvieron el mismo destino que millones de ciudadanos
soviéticos…
Al igual que Landau, que fue descrito
como un ardiente comunista por sus colegas de Oxford a los que
visitó a principios de los años 30, los científicos extranjeros del Instituto
de Kharkov también eran todos comunistas y miembros de los partidos comunistas
de sus países. Fueron a Kharkov, en Ucrania, no solamente para escapar de los
nazis -casi todos eran comunistas y judíos- sino también para “contribuir a la
construcción del socialismo” en la URSS.
Así es como el Instituto Físico-Técnico de Kharkov, más conocido como
Fiztech, llegó a acoger a lo mejor de los jóvenes científicos europeos,
provocando el interés constante de la comunidad científica
internacional, mientras que las celebridades científicas lo visitan a menudo,
al menos antes de que el régimen estalinista prohibiera todo contacto con el
mundo exterior.
Buscar no al científico, sino al Landau
revolucionario, no es nada fácil.
¡La izquierda internacional lo ha ignorado totalmente y no existe el
menor texto al respecto escrito por un hombre o una mujer de cualquier
sensibilidad de izquierda! Los únicos trabajos -por otra parte, políticamente
perspicaces y honestos- sobre el otro Landau,
el Landau político, se deben a dos
americanos y a un ruso, no historiadores, sino matemáticos y físicos, que descubrieron recientemente
al comunista antiestalinista Lev Landau
¡mientras preparaban sus estudios sobre su obra científica!
Aprovechando el muy breve período a principios de los años 90 que vio
entreabrirse tímidamente los archivos del NKVD ( así como del GPU [Directorio
Político Unificado del Estado] y de la KGB [Comité para la Seguridad del
Estado] que lo sucedieron), estos historiadores amateurs descubrieron
con sorpresa el manifiesto de Landau-Korets, hasta entonces totalmente
desconocido, ¡pero también el archivo personal de Landau
que contenía los relatos detallados de sus sucesivos interrogatorios en los
sótanos del NKVD!
Fue como si emergiera de las
sombras y viera la luz la cara oculta de la historia mundial, quizás la mayor
de sus tragedias.
Y como era inevitable, el descubrimiento del
revolucionario Landau arrojaba luz sobre las
tragedias igualmente desconocidas y hábilmente ocultas de sus amigos y
colaboradores en el Instituto de Kharkov.
Entonces, dado que la sola mención de sus nombres constituye un acto de
justicia elemental y de restauración de la verdad histórica, aquí van
algunos: Lev Shubnikov (1901-1937), Lev Rozenkevich (1905-1937), Vadim
Gorsky (1905-1937), Valentin Fomin (1909-1937), Konrad Weisselberg (1905-1937),
así como Matvei Bronstein (1906-1938), considerado como quizás el mayor genio científico del
período de entreguerras soviético.
Esperamos que cada uno de ellos
encuentre su historiador en la persona de alguno de nuestros jóvenes
científicos políticamente sensibles…
¿Y los demás colaboradores de Lev Landau?
Para ilustrar mejor su triste destino, hemos elegido dos cuyas historias
personales son emblemáticas de la tragedia de esa época terrible que la
humanidad sigue pagando caro a día de hoy.
El alemán Fritz Houtermans y el polaco-austríaco Alexander
Weissberg, ambos miembros de los partidos comunistas de sus países, tras haber
sido detenidos y torturados, ¡fueron finalmente entregados en 1940 a la
Gestapo, policía del régimen nazi del que huyeron para encontrar asilo en la
URSS! Este acto odioso se perpetró en el marco de la colaboración estrecha
entre el NKVD y la Gestapo, que comenzó incluso antes de que el pacto
Molotov-Ribbentrop (1939) fuera firmado en 1939.
Así fue como 80 antifascistas y comunistas alemanes fueron entregados a
la Gestapo antes de 1939, y más de 200 después de 1939…
Aprovechando la ocasión para contar en pocas palabras una de las
increíbles historias personales de los científicos comunistas del Instituto de
Kharkov, elegimos la odisea de Alexander Weissberg tras su entrega a los
verdugos nazis.
Tras haber sido detenido en varias prisiones en Alemania y en la Polonia
ocupada, Weissberg acabó en el gueto de Cracovia.
Cuando se entera de que iba a ser ejecutado al día siguiente, se escapa
y se refugia en otros guetos judíos de Polonia, de donde se escapa a tiempo
poco antes del inicio de la operación de exterminio de su población.
Logró pasar a la parte aria de Varsovia, donde, sin
embargo, fue arrestado por la Gestapo, para ser enviado sucesivamente a varias
prisiones y campos de concentración en Polonia.
Se escapó de nuevo y tomó parte, arma en mano, en la heroica
insurrección de Varsovia.
Fue arrestado y enviado a un campo de concentración de donde se volvió a
escapar ayudado por un antifascista alemán.
Entró en la clandestinidad hasta el final de la guerra, y temiendo ser
apresado de nuevo por el NKVD, que se activa en Polonia tras la guerra, pasa
finalmente en 1946 a Suecia y después a Francia…
Einstein, ¡el anticapitalista
antiburócrata!
Mucho más conocido que el -totalmente desconocido- comunista
antiestalinista Lev Landau, el
anticapitalista antiburócrata Albert Einstein permanece
sin embargo hasta hoy ignorado por la izquierda de toda sensibilidad, que se
niega a invocarlo incluso cuando su socialismo es tratado como
la ideología arcaica de algunos atrasados que permanecieron presos en el siglo
XIX.
Evidentemente, el ocultamiento sistemático de las posiciones marxistas y
socialistas de Einstein y de Landau no es ninguna sorpresa cuando proviene de
la burguesía y de los diversos medios que son sus fieles servidores.
De hecho, la falsificación de
la historia ha sido siempre el pasatiempo favorito de la derecha y de sus
excrecencias por el mundo…
Pero, ¿qué decir de la izquierda que hace casi lo mismo, aunque
-lógicamente- debería tener todo el interés en invocar el testimonio
anticapitalista de dos de los mayores genios de la era
moderna, para responder a la propaganda anticomunista y antisocialista
cotidiana de sus adversarios de derecha y de extrema derecha?
La respuesta no es difícil: La socialdemocracia, que había
abandonado el marxismo desde hace mucho tiempo y decidió cogestionar el sistema
capitalista, aborrecía -por no decir que odiaba-
las posiciones radicalmente anticapitalistas tanto de Landau
como de Einstein.
Así pues, ¡era prácticamente normal y previsible que
colaborase de hecho con la derecha para enterrar para siempre
a… elementos subversivos que son Einstein y Landau!
Queda sin embargo la otra, la izquierda no socialdemócrata, que sigue
ondeando la bandera del socialismo.
Esta debería -lógicamente- tener todo el interés en responder a la
propaganda de la derecha, pero también a la de la socialdemocracia, invocando
sistemáticamente los testimonios de dos grandes científicos de los tiempos
modernos.
Y sin embargo, nunca lo hizo. ¿Por qué?
Pues porque esta izquierda estalinista y metaestalinista no
puede tolerar -o más bien odia a muerte- el antiestalinismo claro y abierto de Landau, pero también de Einstein.
Y es así como llegamos a la triste conclusión de que, ¡desde
hace al menos 70 años, existe una conspiración de silencio heterogéneo pero muy
eficaz, que tiene como único objetivo hacer desaparecer la palabra subversiva
de Einstein y de Landau!
Por supuesto, están aquellos -pocos- que no pertenecen a ninguna de las
categorías antes mencionadas, y que podrían tener todo el interés en invocar
tanto el anticapitalismo como el estiestalinismo de Einstein
-las posiciones y las actividades políticas de Landau
eran desconocidas hasta hace unos 20 años-.
Lo que sorprende no es que no se refieran jamás al socialismo y a la
antiburocracia de Einstein.
Es sobre todo que cuando publican -muy raramente- su texto
histórico ¿Por qué socialismo?, no hacen ningún comentario o
análisis que pudiera distorsionar una comprensión elemental del enorme valor y
significado de ese texto.
No porque haya sido escrito por el gran Einstein,
sino porque este texto regenera el discurso marxista, yendo directamente a la
raíz de los males del capitalismo, cómo se manifiestan y son vividos,
destruyendo a la vez a la humanidad y a cada uno de los seres humanos.
¡Y no solamente los de 1949, sino también los de 2021! Y aún más, sin
las medias tintas y frases embrolladas de un cierto discurso marxista, sino con
palabras simples, claras y bien comprensibles.
Ciertamente, Landau sabía que
arriesgaba su vida al redactar el manifiesto del 1º de Mayo, y su plena
consciencia del peligro mortal al que se exponía convierte su acto en aún más
heroico y admirable.
Pero, aunque Einstein era ya
celebérrimo, también le hizo falta mucho coraje para escribir y publicar un
texto como
¿Por qué socialismo?” en 1949, mientras que la guerra fría causaba estragos y en el momento
en que apuntaba maneras la caza de brujas (de izquierda) que se generalizaría
pronto por el tristemente célebre senador McCarthy.
Y sin embargo, Einstein eligió ir a
contracorriente y golpear al sistema en su raíz, proponiendo como única
solución a los problemas de la humanidad, y por tanto de EE UU, donde él vivía
y trabajaba, el socialismo, la socialización de los medios de producción y la
planificación de la economía!
Sin duda, hacía falta mucho coraje para publicar ese texto en ese
momento preciso de la historia y en la metrópolis del sistema capitalista
mundial…
De todas maneras, hacía falta al menos el mismo valor para ir
contracorriente de la época, y hacer la crítica despiadada a la burocracia
estalinista y a su régimen que figura en el penúltimo párrafo de su texto.
En efecto, no es solo que el culto a la personalidad de Stalin alcanzara
su cenit en 1949, y que cualquiera que osara contestarle desvelando la horrible
realidad soviética, era tratado de vendido y de agente del
enemigo, que debía desaparecer.
Es que Einstein va, en el penúltimo párrafo, mucho más allá
de la simple crítica dura al régimen estalinista, extrayendo lecciones más
generales que llevan a señalar la degeneración burocrática como el peligro
mortal que amenaza todo intento de derribar el sistema capitalista.
Y todo eso haciendo constataciones totalmente heréticas para la
izquierda oficial de esa época, como por ejemplo que “una economía planificada no es
todavía socialismo” o que tal economía “puede estar acompañada de la
completa esclavitud del individuo”, antes de concluir planteando a
la izquierda 2 ó 3 cuestiones de importancia capital para su propia
credibilidad tan maltratada, que permanecen hoy sin respuesta:
“¿Cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder
político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y
arrogante?
¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar
un contrapeso democrático al poder de la burocracia?”.
Presentando un largo extracto del “¿Por qué socialismo?”, escribimos en 2015 estas
palabras a modo de introducción:
“Nada mejor para conocer al otro Einstein que
escucharle hablarnos con sus propias palabras de la cuestión más actual que
nunca… “¿Por qué
socialismo?”.
Y como escribimos hace exactamente diez años, cuando publicamos estos
largos extractos, “Sin embargo, atención: sería un error tratar este texto como
si fuera una curiosidad, una prueba de las múltiples facetas del genio de Einstein, de un sabio que se atreve a ir más
allá de lo que sabe hacer.
En realidad, se trata de un texto que, destinado al primer número de la
revista de izquierda Monthly Review, revela a un Einstein
que no es solo un profundo y terriblemente actual pensador de los problemas
presentes de la humanidad, sino también un antiburócrata combativo, es decir,
un comunista antiestalinista.
Que el lector atento extraiga sus propias conclusiones…”
♦♦♦♦♦
¿Por qué socialismo?
Albert
Einstein
(…) Muchas voces han afirmado desde hace tiempo que la
sociedad humana está pasando por una crisis, que su estabilidad ha sido
gravemente dañada.
Es característico de tal situación que los individuos se sienten
indiferentes o incluso hostiles hacia el grupo, pequeño o grande, al que
pertenecen.
Como ilustración, déjenme recordar aquí una experiencia personal.
Discutí recientemente con un hombre inteligente y bien dispuesto la
amenaza de otra guerra, que en mi opinión pondría en peligro seriamente la
existencia de la humanidad, y subrayé que solamente una organización
supranacional ofrecería protección frente a ese peligro.
Frente a eso mi visitante, muy calmado y tranquilo, me dijo: ’
¿por qué se opone usted tan profundamente a la desaparición de la raza
humana?’
Estoy seguro que hace tan sólo un siglo nadie habría hecho tan
ligeramente una declaración de esta clase.
Es la declaración de un hombre que se ha esforzado inútilmente en lograr
un equilibrio interior y que tiene más o menos perdida la esperanza de
conseguirlo.
Es la expresión de la soledad dolorosa y del aislamiento que mucha gente
está sufriendo en la actualidad.
¿Cuál es la causa?
¿Hay una salida?
Es fácil plantear estas preguntas, pero difícil contestarlas con
seguridad.
Debo intentarlo, sin embargo, lo mejor que pueda, aunque soy muy
consciente del hecho de que nuestros sentimientos y esfuerzos son a menudo
contradictorios y obscuros y que no pueden expresarse en fórmulas fáciles y
simples.
El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social.
Como ser solitario, procura proteger su propia existencia y la de los
que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar
sus capacidades naturales.
Como ser social, intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus
compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus
dolores, y para mejorar sus condiciones de vida.
Solamente la existencia de estos diferentes y frecuentemente
contradictorios objetivos, por el carácter especial del hombre, y su
combinación específica determinan el grado con el cual un individuo puede
alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad.
Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo
fundamental, fijada hereditariamente.
Pero la personalidad que finalmente emerge está determinada en gran
parte por el ambiente en el cual un hombre se encuentra durante su desarrollo,
por la estructura de la sociedad en la que crece, por la tradición de esa
sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento.
El concepto abstracto ’sociedad’ significa para el ser humano individual
la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y
con todas las personas de generaciones anteriores.
El individuo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por sí
mismo; pero él depende tanto de la sociedad –en su existencia física,
intelectual, y emocional– que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del
marco de la sociedad.
Es la ’sociedad’ la que provee al hombre de alimento, hogar,
herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del
contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las
realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se
ocultan detrás de la pequeña palabra ’sociedad’.
(…) Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud
cultural del hombre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan
satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del
hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar.
Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para todos
los efectos prácticos, inmodificable.
Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos
han creado condiciones que están aquí para quedarse.
En poblaciones relativamente densas asentadas con bienes que son
imprescindibles para su existencia continuada, una división del trabajo extrema
y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos
–que, mirando hacia atrás, parecen tan idílicos– en los que individuos o grupos
relativamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para
siempre.
Es sólo una leve exageración decir que la humanidad ahora constituye
incluso una comunidad planetaria de producción y consumo.
Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para
mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo.
Se refiere a la relación del individuo con la sociedad.
El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad.
Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo
orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos
naturales, o incluso su existencia económica.
Por otra parte, su posición en la
sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente,
mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se
deterioran progresivamente.
Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad,
están sufriendo este proceso de deterioro.
Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros,
solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida.
El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada
como es, dedicándose a la sociedad.
La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es,
en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad
enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los
frutos de su trabajo colectivo, –no por la fuerza, sino en general en
conformidad fiel con reglas legalmente establecidas.
A este respecto, es importante señalar que los medios de producción –es
decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de
consumo tanto como capital adicional – puede legalmente ser, y en su mayor
parte es, propiedad privada de particulares.
En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré
’trabajadores’ a todos los que no compartan la propiedad de los medios de
producción – aunque esto no corresponda al uso habitual del término.
Los propietarios de los medios de producción están en posición de
comprar la fuerza de trabajo del trabajador.
Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que
se convierten en propiedad del capitalista.
El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el
trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el
contrato de trabajo es ’libre’, lo que el trabajador recibe está determinado no
por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y
por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el
número de trabajadores compitiendo por trabajar.
Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador
no está determinado por el valor de su producto.
El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido
a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo
tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de
unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas.
El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo
enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad
organizada políticamente de forma democrática.
Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son
seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos
de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos
prácticos, separan al electorado de la legislatura.
La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no
protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la
población.
Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas
privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes
principales de información (prensa, radio, educación).
Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos
absolutamente imposible para el ciudadano individual obtener conclusiones
objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos.
La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad
privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios
de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios
disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de
trabajo es libre.
Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido.
En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas
políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo
mejorada de ’contrato de trabajo libre’ para ciertas categorías de
trabajadores.
Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho
del capitalismo ’puro’.
La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el
uso.
No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran
trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un ’ejército de parados’.
El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo.
Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado
rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la
consecuencia es una gran privación.
El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de
facilitar la carga del trabajo para todos.
La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre
capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la
utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas.
La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a
ése amputar la conciencia social de los individuos que mencioné antes.
Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo.
Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal.
Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es
entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera
futura.
Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos
graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un
sistema educativo orientado hacia metas sociales.
En una economía así, los medios de producción son poseídos por la
sociedad y utilizados de una forma planificada.
Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la
comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para
trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño.
La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades
naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para
sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que
se da en nuestra sociedad actual.
Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es
todavía socialismo.
Una economía planificada puede estar acompañada de la completa
esclavitud del individuo.
La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas
sociopolíticos extremadamente difíciles:
¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político
y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante?
¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar
un contrapeso democrático al poder de la burocracia?
La claridad sobre los objetivos y los problemas del socialismo es de
suma importancia en nuestra época de transición.
Dado que, en las circunstancias actuales, la discusión libre y sin
trabas de estos problemas ha estado sometida a un poderoso tabú, considero que
la fundación de esta revista es un importante servicio rendido al público.
Yorgos
Mitralias, periodista, es uno de los fundadores y animadores del Comité
griego contra la deuda, miembro de la red internacional CADTM.
Notas:
[1] . Albert
Einstein nacido el 4 de marzo de 1879 en Ulm, en Wurtemberg (Imperio alemán) y
muerto el 18 de abril de 1955 en Princeton, en New Jersey (EEUU), es un físico
teórico. Publica su teoría de la relatividad especial en 1905 y su teoría de la
gravedad, conocida como relatividad general, en 1915. Contribuye en gran medida
al desarrollo de la mecánica cuántica y la cosmología y recibe el premio Nobel
de física en 1921 por su explicación del efecto fotoeléctrico. Su trabajo es
muy conocido por el gran público por la ecuación E=mc2, que estableció una
equivalencia entre la masa y la energía de un sistema. Hoy es considerado como uno
de los grandes científicos de la historia y su celebridad sobrepasa de largo el
medio científico. Es la personalidad del XX sigue, según ‘Time’. En la cultura
popular, su nombre y su persona son directamente ligados a las nociones de
inteligencia, de saber y de genio (fuente: Wikipedia)
[2] . Lev
Davidovich Landau (en ruso: Лев Давидович Ландау, lʲɛv dɐˈvidəvʲitɕlɐnˈ[da.u] Écouter),
nacido el 22 de enero de 1908 en Bakou /Imperio ruso) y muerto el 1 de abril de
1968 en Moscú (Unión Soviética), es un físico teórico soviético. Es laureado
con el premio Nobel de física en 1962 “por sus teorías pioneras a propósito del
estado condensado de la materia, particularmente, el helio líquido”, pero sus
contribuciones a la física van mucho más allá y cubren numerosas ramas donde
aporta formulaciones teóricas de los fenómenos de la mecánica de los fluidos a
la teoría cuántica de los campos. Elabora así una formulación teórica de las
transiciones de fase de segundo orden, de la superconductividad (teoría de
Ginzburg-Landau), del diamagnetismo, de los líquidos de Fermi, etc. También
está acreditado que anticipó la existencia de estrellas de neutrones (o, al
menos, de estrellas densas de partículas subatómicas sin carga eléctrica) antes
incluso del descubrimiento de los neutrones en 1932. (fuente: Wikipedia)
(Tomado
de CADTM)
Tomado de: https://socialismorevolucionario.cl/
Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com
En Fecebook: adolfo
Leon libertad
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