El inédito modelo de protesta ya se está expandiendo a otras ciudades como Chicago
El Muro de las Madres de Portland se levanta contra las tropas de Trump
"Federales manténganse alejados... Las madres han llegado", es el grito de guerra con el que las mujeres de Portland recorren las calles a pesar de la represión de las fuerzas federales.
Por Guido Miguel Vassallo
PÁGINA 12 - 29 de julio de 2020
Imagen: AFP
Sin más armadura que unos cascos de bicicleta y algún que otro paraguas, llevando en la mano girasoles y vistiendo remeras amarillas, miles de madres le están poniendo el cuerpo a los palos, las balas y los gases de los agentes federales desplegados en Portland , Estados Unidos. La sucesión de imágenes de oficiales camuflados reprimiendo y llevándose detenidos a manifestantes en autos sin chapa de identificación fue lo que movilizó a las mujeres de la ciudad más grande del estado de Oregon a formar de manera autogestiva y espontánea el Wall of Moms (Muro de las Madres). "Federales manténganse alejados... Las madres han llegado", es el grito de guerra con el que las mujeres recorren las calles de Portland. Este modelo horizontal de protesta ya se está expandiendo a otras ciudades del país como Chicago y las madres, a pesar de los palos, no están dispuestas a retroceder.
La fuerza de la maternidad
Agentes federales dispuestos como soldados de un ejército de ocupación golpeando a sus hijos o a jóvenes que tranquilamente podrían serlo. La escena fue suficiente para despertar la conciencia de las madres, y en especial la de Bev Barnum. "Fue un llamado a la acción. Fui honesta y dije que no sabía cómo protestar, pero sabía que había que hacer algo", explicó Barnum, de 35 años y madre de dos hijos."A menudo, las madres son subestimadas. Pero somos más fuertes de lo que creen. ¿Qué dicen? ¿Están conmigo? ¿Me ayudarían a crear un muro de madres?", se preguntó en sus redes sociales. La respuesta fue inmediata. El grupo de Facebook ya reúne a más de 18 mil usuarios y tienen un sitio web desde el que coordinan sus acciones diarias. Suelen avanzar hasta la Corte Federal, donde las espera un gigantesco dispositivo de seguridad.
"Queríamos lucir como si estuviéramos yendo al supermercado, como gente normal, con la esperanza de que esto sirviera como protección contra los agentes federales. No funcionó", le reveló Barnum al sitio Buzzfeed News . Los oficiales las reprimieron y llevaron detenidas al igual que a sus hijos e hijas.
Las máscaras de gas se tornaron esenciales y se agotaron rápidamente en Portland. Así nació la autogestión con la producción de máscaras caseras construidas con bidones de plástico cortados. Otras madres copian las tácticas de los manifestantes de Hong Kong usando paraguas como escudos. Pero tampoco es suficiente para repeler las balas de goma.
Manifestante detenida por fuerzas de seguridad, una escena que se repite a diario
Desgraciadamente no es el único caso. Faith Lightsy fue gaseada por fuerzas de seguridad días atrás. También atacaron a su hija embarazada con gas pimienta, y su sobrino fue rozado por una bala de goma.
"Dimos un par de pasos y tuvimos problemas... Dimos un par de pasos más y fuimos rescatados por alguien que literalmente apareció de la nada. Tenía toallitas, agua, leche, y tan rápido como nuestros ojos estaban ardiendo y luchábamos por respirar, nos estábamos recuperando", explica Lightsy, quien reivindica la organización y el espíritu solidario que moldea al Muro de las Madres.
Lightsy subió a sus redes sociales una imagen junto a sus dos hijas y su nieta en una de las primeras manifestaciones en Portland. "Por favor ayuden a que nuestras voces sean escuchadas y nuestras caras sean vistas. Tres generaciones de mujeres negras en la lucha. Una imagen poderosa teniendo en cuenta el entorno en el que crecí", es parte del texto con que esta madre acompañaba la publicación. "La razón por la que me uní al movimiento es porque yo también soy madre. Más específicamente, soy una madre negra y fui la única persona negra por el lado de la familia de mi madre hasta que tuve a mis hijos. Me uní al grupo porque creo que no hay fuerza en la tierra más poderosa que la maternidad", asegura Lightsy en diálogo con PáginaI12.
Faith Lightsy con sus hijas en una de las primeras protestas en Portland
"Ver a los federales reprimiendo me empujó a salir. Yo quería tomar medidas, actuar contra esa violencia estatal. Fue el Muro de las Madres lo que me permitió salir a la luz", agrega Ullman a la edición estadounidense de The Guardian . Es que la convocatoria también llevó a cuestionar los privilegios de los blancos, en una ciudad en la que, según el último censo nacional de 2019, los blancos representan al 77 por ciento de la población, y los negros apenas al 5,8. Sin embargo, el Black Lives Matter se hace sentir como en pocas ciudades del país. Y las mujeres motorizan ese proceso.
Buscando una salida
De la represión de las tropas de seguridad no se salvó ni siquiera el alcalde de Portland, Ted Wheeler. El político demócrata quiso darse un baño de realidad al participar de las movilizaciones del miércoles pasado. Tuvo que irse escoltado bajo una nube de gases lacrimógenos y enfrentando a los manifestantes que lo acusaban, en el mejor de los casos, de ser un hipócrita. Teressa Raiford, afroamericana y fundadora de la organización Don’t Shoot Portland, acusó al alcalde de utilizar la presencia de los agentes federales para encubrir su propio fracaso a la hora de abordar una necesaria reforma policial en la ciudad. "Nuestros líderes ahora dicen: 'Donald Trump te está atacando y nos preocupamos por ti'. Pero quienes estamos hace tiempo en la línea de combate nos damos cuenta de que estábamos siendo atacados por ellos antes de que Trump comenzara a atacarnos", dijo Raiford a The Guardian .El alcalde de Portland denuncia a Trump por utilizar a agentes federales como "su ejército personal" tras una ola de detenciones extrajudiciales
Publicado: 18 jul 2020 23:23 GMT - RT
Según videos y relatos, al menos desde el martes oficiales federales enmascarados en autos sin distintivos detienen a los manifestantes en la ciudad sin explicar la causa de la detención.
El alcalde de Portland, en el estado de Oregón, pidió este viernes que el presidente de EE.UU. retire de la ciudad a los agentes federales utilizados por Washington para sofocar las protestas del movimiento 'Black Lives Matter'.
Ted Wheeler comentó varios videos y relatos de cómo los oficiales enmascarados se acercan a manifestantes en autos sin distintivos y los meten dentro sin identificarse ni explicar la causa de detención. Al respecto, el alcalde Wheeler sostuvo en una conferencia de prensa en línea que esas acciones "deberían conmocionar a todos los estadounidenses".
"Durante la semana pasada, el presidente Trump ha utilizado nuestra ciudad como escenario para promover su agenda política", afirmó el alcalde, que calificó "las palabras y los actos" del mandatario y el Departamento de Seguridad Nacional como "un ataque contra nuestra democracia".
"Señor presidente, las agencias federales nunca deben usarse como su propio ejército personal. […] Háganos un favor: mantenga a sus tropas en sus propios edificios o haga que salgan de nuestra ciudad", se dirigió Wheeler a Trump. El alcalde prometió investigar "a fondo" cualquier abuso de las directivas de la Policía local sobre el uso de fuerza.
Más tarde, la procuradora general del estado de Oregón, Ellen Rosenblum, presentó una demanda judicial contra los agentes federales, acusándolos de utilizar tácticas ilegales y solicitar una orden de restricción. Asimismo, inició una investigación criminal de cómo resultó herido un manifestante cerca de una corte federal de la ciudad, recoge The New York Times.
Detenciones enmascaradas
La práctica denunciada por Wheeler es empleada por los agentes al menos desde el martes. En varias grabaciones se puede ver como personas camufladas salen de un coche civil, agarran a un manifestante y se lo llevan."Acaban de secuestrar a una persona", comenta una de esas detenciones un testigo en un video filmado en la ciudad.
Uno de los manifestantes, Mark Pettibone, contó al portal NPR que fue detenido de esa manera en las primeras horas del miércoles, cuando regresaba a casa junto con un amigo. En cierto momento se detuvo frente a ellos un minibús sin distintivos de las fuerzas del orden. "Veo a unos tipos vestidos de camuflaje. Cuatro o cinco de ellos salieron, abrieron la puerta y fue como, 'Oh, m****a. No sé quién eres o qué quieres de nosotros'", recuerda Pettibone.
Entretanto, en la red aparecen grabaciones en los que se ve a agentes federales dispersando a los manifestantes. En algunos videos, actúan junto con la Policía local.
"Es una ocupación inconstitucional": el alcalde de Portland es gaseado durante protestas contra agentes federales
Publicado: 23 jul 2020 14:18 GMT - RT
El lanzamiento de gas lacrimógeno tuvo lugar después de la reunión del político con los manifestantes de Portland, durante la cual manifestó su rechazo a la presencia de las fuerzas gubernamentales en la ciudad.
El alcalde de Portland (Oregón), Ted Wheeler, fue alcanzado la noche de este miércoles por gases lacrimógenos lazados por oficiales federales, enviados por el presidente Donald Trump para ayudar a la policía local a frenar los intensificados disturbios en la ciudad, algo que el propio Wheeler calificó como "una ocupación inconstitucional".
En los videos que circulan por la Red, se puede ver al alcalde, tosiendo fuertemente mientras se pone un par de gafas para protegerse del gas.
El despliegue de las fuerzas gubernamentales exacerbó aún más la situación en Portland, donde los manifestantes —que hace casi dos meses salieron a las calles para denunciar la brutalidad policial y la injusticia racial tras la muerte de George Floyd a manos de un policía— se opusieron a la presencia de los agentes federales, exigiendo su retirada. Según videos y testimonios, al menos desde el martes, oficiales federales enmascarados en autos sin distintivos detienen a los manifestantes sin explicar la causa.
Antes de que se produjeran los lanzamientos de gas lacrimógeno, el alcalde demócrata intentó reunirse con los manifestantes para expresar su apoyo al movimiento 'Black Lives Matter' y actitud contraria a la presencia de las fuerzas enviadas por el Gobierno, no obstante, fue repetidamente interrumpido y abucheado.
Cuando Wheeler le aseguró a la multitud reunida en el centro de la ciudad, que estaba haciendo todo lo posible para que los agentes federales se retiren de Portland, algunos de los manifestantes clamaron "¡Deja tu trabajo!" y "¡Renuncia ahora!", según describió en su Twitter la periodista Marissa J. Lang, de The Washington Post, quien presenció la escena.
"La razón por la que estoy aquí esta noche es para estar con ustedes, pase lo que pase", se oye declarar a Wheeler en otro video compartido por Lang. "Y si lanzan el gas lacrimógeno contra ustedes, están lanzando el gas lacrimógeno contra mí", agregó, provocando aplausos y gritos de apoyo.
Al término del discurso, el político se unió a los manifestantes fuera del edificio de la corte, donde después de las 23:00 (hora local) se disparó el gas. Wheeler se mantuvo allí con las gafas puestas hasta que el humo lo obligó a retroceder, según The Washington Post.
© REUTERS / Caitlin Ochs
21:03 GMT 27.07.2020 - SPUTNIK NEWS
WASHINGTON (Sputnik) — Varios alcaldes de EEUU enviaron una carta a los líderes del Congreso para solicitarles que aprobaran una ley que prohibiría que agentes federales ingresen a las ciudades sin la aprobación de los funcionarios locales.
"Escribimos para expresar nuestra continua preocupación y objeción al despliegue amenazado de tropas federales o fuerzas antidisturbios en las calles de nuestras ciudades, sin consultar con los funcionarios locales y en contra de nuestra solicitud explícita (...) Hacemos un llamado al Congreso para que apruebe legislación para dejar en claro que estas acciones son ilegales y repugnantes", indica el texto.
La carta fue firmada por los alcaldes de las ciudades de Chicago, Seattle, Portland, Albuquerque, Washington, DC y Kansas City.
© AP Photo / Jose Luis Magana
Unos 200 agentes federales serán enviados a Chicago y otros 35 a Albuquerque.
Hay más de 200 agentes federales que ya operan en Kansas City.
Las protestas contra la brutalidad policial y el racismo estallaron en Washington, Portland y otras ciudades del país después de la muerte del hombre afroestadounidense George Floyd bajo custodia policial el 25 de mayo.
Se cumplen más de 50 días de protestas contra el racismo y la violencia
La justicia de Estados Unidos investigará la represión policial en Portland
Las manifestaciones son reprimidas a diario con palos, balas de goma y gases lacrimógenos. El miércoles por la noche, su alcalde sintió en carne propia los efectos del accionar de las fuerzas de seguridad.
PÀGINA 12 - 24 de julio de 2020
Imagen: AFP
A casi dos meses del inicio de las protestas contra el racismo y la violencia policial en la ciudad de Portland, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que investigará el uso indebido de la fuerza por parte de agentes federales contra manifestantes.
La investigación responde al pedido del fiscal de Estados Unidos en Oregon, Billy Williams, y a varias quejas formuladas por miembros del Congreso.
Las manifestaciones se repiten a diario en esta ciudad del noroeste del país, y todos los días terminan de la misma forma: represión con palos, balas de goma y gases lacrimógenos.
El miércoles por la noche, el alcalde Ted Wheeler, que quiso participar de las protestas, sintió en carne propia los efectos del accionar policial.
A los reclamos surgidos tras el asesinato del afroamericano George Floyd, se sumó la preocupación por el despliegue de agentes federales ordenado por el presidente Donald Trump.
"En respuesta a solicitudes de miembros del Congreso y del público, la oficina del inspector general del Departamento de Justicia está iniciando una revisión (...) debido a las protestas y disturbios civiles ocurridos en Portland", establece el comunicado de la oficina a cargo del inspector Michael Horowitz.
La revisión incluirá el "cumplimiento de las políticas del Departamento de Justicia respecto al uso de municiones menos letales, agentes químicos y otros usos de la fuerza".
Con sus sombreros característicos, el jueves se sumaron las Raging Grannies (Abuelas Furiosas), un colectivo de activistas que se suma a los reclamos sociales en varias ciudades del país.
EE.UU.: Las protestas contra el racismo nunca cesaron en Oregon. Trump amenaza con enviar militares
El estado de la costa oeste, ubicado en el medio de los progresistas California y Washington, no ha visto descanso desde que estallaron las protestas por la muerte de George Floyd.
BLACK LIVES MATTER 22 de julio de 2020, 18:32hs - LR21
La capital del estado de Oregon, Portland, no ha parado de protestas desde hace varias semanas, en las cuales prácticamente todos los días se ve alguna marcha, manifestación o reunión de personas que siguen pidiendo justicia por la muerte de George Floyd y de otras víctimas de la violencia policial en Estados Unidos.
Los «portlanders», como se les dice, no se olvidan de cómo el policía Derek Chauvin puso su rodilla en el cuello de de Floyd y que, aunque la víctima dijo que no podía respirar, no se inmutó y le causó la muerte. Esto desató miles de marchas en todo el país y más allá de sus fronteras, viéndose manifestaciones en una gran cantidad de naciones en prácticamente todos los continentes.
En el centro de Portland, manifestantes derribaron una estatua de George Washington e incendiaron un recinto policial días atrás. El fin de semana pasado, tiraron abajo barricadas e intentaron ingresar a algunos edificios de la ciudad para protestar.
«La historia te dirá que es una ciudad que es y ha sido racista. Oregon fue creado como utopía blanca», dijo a la prensa Sam Sachs, uno de los miembros de la comunidad que protestaba. Y esto lo dice porque los conflictos raciales se remonta hasta la década de 1800, cuando las leyes aún prohibían a los afrodescendientes permanecer fuera de la ciudad. Incluso cerca al 1900 la Junta de Bienes Raíces de la ciudad estableció un reglamento para prohibir que los agentes inmobiliarios blancos le vendieran a los afrodescendientes, incluso aquellos que ya habían nacido en territorio estadounidense.
Recordando ese momento histórico, el pastor Matt Henneessee dijo el domingo pasado en una congregación: «¿Quieres saber cómo se ve el cansancio? Pregúntanos cómo se ve el cansancio. Porque somos nosotros quienes no pudimos comprar una casa o alquilar un lugar cerca de cierta zona porque nadie quería que personas como nosotros estuviéramos allí. No podíamos ir a esta o aquella escuela o no podíamos hacer cosas diferentes».
«Es muy importante que nos unamos, y no estoy tan preocupado porque estemos cansados, estoy muy preocupado por el mundo que podemos hacer juntos», agregó el líder religioso.
Trump amenaza
El presidente estadounidense, Donald Trump, hace caso omiso a las peticiones de hacer cambios radicales en las fuerzas policiales y, más bien, sigue tratando a los manifestantes como «alborotadores».El pasado lunes, elevó el tono y amenazó con enviar fuerzas federales a ciudades como Nueva York, Chicago, Oregon, Filadelfia y Baltimore, entre otras, para tratar de contener lo que considera «violencia» que es «peor que la de Afganistán».
«No vamos a dejar que Nueva York, Chicago, Filadelfia, Detroit y Baltimore, Oregon y todo esto, Oakland, sean un desastre. No vamos a dejar que esto suceda en nuestro país», dijo el mandatario en rueda de prensa en la Casa Blanca el martes.
Por su parte, el gobierno estatal de Oregon rechazó la decisión de Trump de enviar militares a Portlan y demandó a varias agencias federales por «violar los derechos civiles» de los manifestantes.
Diferentes autoridades de la ciudad de Oregon han inervenido para oponerse el presidente. De hecho, el pasado domingo se supo que la fiscal general de Oregon, Ellen Rosenblum, exigió que el Gobierno federal detenga sus polémicas tácticas para hacer frente a las protestas en Portland.
Demandan a la administración Trump por usar gases lacrimógenos y balas de goma contra "manifestantes pacíficos" en Portland
Publicado: 28 jul 2020 01:07 GMT - RT
El presidente estadounidense, Donald Trump, envió un centenar de agentes federales a esa urbe para dispersar las protestas antirracistas, que se intensificaron este fin de semana.
Varios grupos de activistas de Portland (Oregón), entre ellos 'Don't Shoot Portland' y 'Wall of Moms', presentaron este lunes ante el Tribunal de Distrito de Columbia una demanda contra la administración Trump, argumentando que los agentes federales enviados para controlar los violentos disturbios de este fin de semana en la ciudad actuaron contra "manifestantes pacíficos".
La demanda acusa a la administración Trump de idear un "esquema de pretexto" para desplegar en Portland "un ejército de más de 100 agentes federales" en calidad de "fuerza policial nacional".
Sin mencionar los disturbios en la urbe, la demanda alega que los agentes federales, "vestidos con uniformes militares y equipo militar, lanzaron gases lacrimógenos [...] realizaron arrestos ilegales sin causa probable, y de otras maneras usaron la violencia en un esfuerzo para acabar con los manifestantes pacíficos y protegidos constitucionalmente".
El texto del documento afirma que los afectados quedaron "incapacitados para comer o dormir debido al veneno tóxico", "fueron baleados con balas de goma, 'bean bags', gas pimienta y una serie de otros proyectiles a corta distancia y con un efecto brutal".
El presidente estadounidense, Donald Trump, envió un centenar de agentes federales a Portland, en el marco de su campaña de "ley y orden", para dispersar las protestas antirracistas, que se intensificaron este fin de semana. De este modo, aumenta su confrontación tanto con los activistas como con las autoridades locales, en su mayoría demócratas.
Por su parte, el fiscal general de EE.UU., William Barr, destacó este lunes que el ataque contra la sede del Juzgado federal durante las protestas en Portland representa "un ataque contra el Gobierno de Estados Unidos".
La Policía califica de "revueltas" las protestas en Portland tras el derribo de la cerca del tribunal
Publicado: 26 jul 2020 14:59 GMT - RT
La barrera que rodeaba la sede judicial fue erigida por fuerzas federales enviadas por el presidente Donald Trump.
Las calles de Portland (EE.UU.) han vuelto a ser escenario de enfrentamientos entre manifestantes y agentes de Policía, después de que cientos de personas se reunieran la noche de este sábado para participar en diversas protestas contra el racismo y la brutalidad policial.
Las manifestaciones derivaron en disturbios y, justo después de la medianoche, la Policía las calificó de revueltas. "La conducta violenta de las personas en el centro está creando graves riesgos de alarma pública. La Policía de Portland ha declarado revueltas en la tercera Avenida. Salga del área hacia el oeste", escribió en Twitter.
Varios videos en redes sociales muestran como los agentes intentan dispersar a los manifestantes del Tribunal Federal de Portland después de que derribaran una cerca que rodeaba el edificio.
La cerca fue levantada el pasado miércoles por fuerzas gubernamentales enviadas por el presidente Donald Trump, con el objetivo de brindar protección al palacio de justicia. Sin embargo, desde ese momento la valla se convirtió en el foco de atención de los manifestantes, que intentaron derribarla, lanzando fuegos artificiales sobre el perímetro.
Uno de los videos muestra a un grupo de manifestantes zarandeando la barrera y, en última instancia, derribándola.
Los agentes federales dispararon gases lacrimógenos contra la multitud, mientras intentaban alejarlos del edificio. Cientos de manifestantes permanecieron en el centro de la ciudad pese a los intentos de la Policía por desalojarlos.
Entretanto, las autoridades de Portland han pedido al Gobierno que elimine las barreras de concreto y de metal instaladas "ilegalmente" por agentes federales no identificados en torno al tribunal federal.
Trump envía 100 oficiales federales más a Portland para aplacar protestas
© Sputnik / Stringer
18:36 GMT 27.07.2020 - SPUTNIK NEWS
WASHINGTON (Sputnik) — El presidente de EEUU, Donald Trump, envió 100 oficiales federales más a Portland (Oregon, noroeste) para sofocar las protestas en curso en la ciudad y está considerando enviar 50 más, informó el Washington Post citando a funcionarios estadounidenses y documentos gubernamentales.
El informe señala que la administración envió la semana pasada a 100 oficiales federales con el servicio de Alguaciles de EEUU y está considerando enviar 50 integrantes de Protección de Fronteras y Aduanas de EEUU (CBP).
El informe agregó que el Servicio de Alguaciles de EEUU y CBP no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre el asunto.
© AP Photo / Elaine Thompson
La administración Trump desplegó 114 agentes federales en Portland a mediados de julio para proteger el Palacio de Justicia Federal en el centro de la ciudad, según documentos judiciales.
Los oficiales federales en Portland han usado gases lacrimógenos y la fuerza contra los manifestantes, incluidos los periodistas del Canal Uno de Rusia que la semana pasada sufrieron heridas y destrucciones de sus equipos mientras cubrían los disturbios cerca del tribunal federal.
Las protestas contra la brutalidad policial y el racismo estallaron en Portland y otras ciudades de EEUU después de la muerte del hombre afroestadounidense George Floyd bajo custodia policial el 25 de mayo.
Sin embargo, muchas de las protestas se han convertido en disturbios con violencia contra la Policía y los civiles, así como actos de vandalismo, saqueo e incendio provocado.
Portland protesta contra el despliegue de los oficiales federales
© Sputnik / Artur Gabdrahmanov
07:34 GMT 28.07.2020 - SPUTNIK NEWS
Los manifestantes se reúnen en la ciudad estadounidense de Portland para una nueva ronda de protestas por la presencia y los métodos de las fuerzas federales para detener las manifestaciones.
Las protestas, que surgieron como resultado de la muerte de George Floyd, cobraron fuerza en los últimos días por el aumento de las tensiones entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
El 27 de julio el mandatario del país, Donald Trump, ordenó enviar 100 oficiales federales más a Portland para sofocar la violencia y está considerando enviar 50 oficiales más, según Washington Post que cita a funcionarios estadounidenses y documentos gubernamentales. Así, a mediados de julio la Administración Trump desplegó 114 agentes federales en Portland para proteger el Palacio de Justicia Federal en el centro de la ciudad.
La portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Kerri Kupec, afirmó que más de 70 personas fueron detenidas durante los disturbios en Portland.
"El número actualizado de los detenidos (...) en Portland es de 74", escribió Kupec en su cuenta de Twitter al agregar que a 60 de los acusados se les presentaron cargos.
Protestas en Portland: dos meses de furia en las calles
© REUTERS / Caitlin Ochs
12:34 GMT 29.07.2020 - Por Santi Pueyo - SPUTNIK NEWS
MOSCÚ (Sputnik) — Portland cumple dos meses de protestas en las calles después de que el 29 de mayo la gente saliera a reclamar tras la muerte por asfixia a manos de la policía del ciudadano afroamericano George Floyd.
A la protesta del 29 de mayo le siguieron otras como la del 3 de junio, que congregó a unas 10.000 personas que se manifestaron pacíficamente hasta que el 5 de junio la Policía empezó a disparar pelotas de goma, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra una multitud que había lanzado agua, frutas y botellas contra las fuerzas del orden.
Tras una semana de amplio uso por parte de la Policía de gas lacrimógeno y diversos tipos de municiones de impacto para dispersar las, en su mayoría, manifestaciones pacíficas, un juez federal se vio obligado a emitir una orden temporal de restricción sobre el uso de gases lacrimógenos para limitarlo solo a casos en los que la vida y la seguridad de las personas o la Policía corrían peligro. Que es como si fuera una forma legal de confirmar que el Departamento de Policía de Portland hizo un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes. El juez de distrito encargado, Marco Hernández, incluso llegó a declarar que la Policía violó la cuarta enmienda que prohíbe las pesquisas y aprehensiones arbitrarias.
Los federales al servicio del presidente
El derribo de estatuas, que tras el decreto de Trump se convirtió en delito federal, sirvió para que en julio los agentes federales pudieran tomar "de manera legal" cartas en el asunto de Portland.La intervención federal más sonada ocurrió en la corte de justicia de Multnomah, donde los agentes dispararon bolas pimienta contra los manifestantes que se estaban acercando demasiado a la corte. A partir de ese momento todo cambió. Para el 4 de julio, día de la independencia, algunos manifestantes se armaron con fuegos artificiales y atacaron un juzgado federal, los federales respondieron con cañones de spray de pimienta. La Policía de Portland reconoce que no tiene autoridad sobre los agentes federales que siguen sus propios procedimientos y responden solo al Gobierno federal, el presidente. Trump hizo entonces la siguiente declaración para justificar el envío de federales: "Estaba todo fuera de control (…) la policía local no podía controlarlo".
El número de agentes federales enviados a Portland por el Departamento de Seguridad Nacional está conformado por Patrullas de Fronteras, Guardacostas, U.S Marshalls y otras agencias, y cada vez aumentan su número en una ciudad que parece estar cada vez más sitiada.
Primera tragedia
A mediados de julio, un manifestante de 26 años, llamado Donovan La Bella, recibió el disparo de una bola de impacto en la cabeza que le dejó el cráneo fracturado y en estado grave, el responsable de la tragedia: un agente U.S Marshall.Por la misma fecha varios videos circularon en Twitter que mostraban una furgoneta sin ninguna marca de identificación de la que salían agentes de camuflaje para sustraer manifestantes en lo que testigos y víctimas califican de detenciones ilegales practicadas por fuerzas federales.
Ejército de ocupación
© REUTERS / Nathan Howard
Protestas en Portland (EE.UU.), ocupación federal y resistencia local
Por Laura Carlsen | 28/07/2020 | EE.UU. / REBELIÓN
Fuentes: Americas Program
Oregon tiene una fuerte y fea historia de racismo. Es una historia en que nuestros ancestros participaron, como pioneros en la etapa más brutal del colonialismo, cuando arrebataron estas tierras a los pueblos indígenas. A pesar de ser una ciudad progresista en un estado demócrata, el abuso de la fuerza por parte de la policía ha sido una constante y ha cobrado muchas vidas, sobre todo entre la relativamente pequeña población afroamericana.
Portland, Oregon, una ciudad conocida más bien por sus paisajes lluviosos y su cultura eco-hippie, es actualmente el epicentro del enfrentamiento entre las manifestaciones contra la violencia policial racista, y un presidente decidido a reprimirlas.
Las protestas en Portland empezaron, como en todo el país, a raíz del homicidio de George Floyd, por policías de la ciudad de Minneapolis acaecido el 25 de mayo. Floyd murió asfixiado, con una rodilla uniformada en el cuello, mientras él y la gente a su alrededor suplicaban por su vida y una mujer grababa la escena. Desde entonces, Portland ha sido diariamente escenario de protestas en apoyo al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) contra la brutalidad impune de la policía.
Una semana atrás, Trump decretó que ya era hora de que la gente rebelde de Portland sintiera la rodilla. Para ello envió cientos de agentes del Departamento de Seguridad Nacional (entre ellos, la omnipresente Patrulla Fronteriza) a la ciudad. Con vestimentas de camuflaje y portando armas “menos letales”, se desplegaron frente a la Corte Federal, ubicada en el centro, Se pusieron en formación militar para “proteger” el edificio contra daños, mientras golpearon, arrojaron gases dispararon contra seres humanos.
Frente a la demanda popular de frenar la violencia policial, el presidente ordenó invadir a la ciudad con paramilitares federales armados con garrotes, gases lacrimógenos, proyectiles y las denominadas “Flash Bangs” – granadas explosivas que con fuertes luces y sonidos dejan temporalmente ciegos y sordos a sus blancos, las cuales pueden causar secuelas permanentes e incluso la muerte.
No sé si calcularon bien o mal el desenlace, es decir, si realmente querían provocar una respuesta mayor, o pensaron que con su presencia la gente iba a volver a sus casas y a lidear con la pandemiael caso es que las movilizaciones crecieron más que nunca. Frente a los disparos, se disparó la creatividad y la voluntad del movimiento. Las noches de verano en las que normalmente los lugareños se sientan en sus patios para observar el lento ocaso del día, se transformaron en marchas de protestar por la ocupación cuasi-militar de su ciudad por el gobierno federal.
Una de las tácticas innovadoras puestas en marcha durante las manifestaciones es el “Muro de Madres” –madres de todas las edades que se forman en línea frente a los agentes federales para proteger a sus hijas e hijos que protestan detrás. Las madres se auto-convocaron por Facebook, después de que los agentes de Trump dispararon en la cara a un joven de 26 años. En un video se ve como la madre de Donovan La Bella confronta a los policías federales, mientras su hijo era sometido a una cirugía de reconstrucción facial. Donovan sigue hospitalizado, con lesiones severas. El día siguiente, las madres llegaron en masa con pancartas, cascos y cantos. Transformaron canciones de cuna en canciones de protesta.
Otra protesta con performance estilo Portland es la mujer conocida como la “Athena desnuda” que, en un video ya famoso, camina tranquilamente hacia una línea de policías, desnuda, con una máscara negra cubriendo la cara, y empieza hacer poses de baile. Los agentes federales responden con una ráfaga de balas de pimienta hacia sus pies.
Yo nací y crecí en Portland. Recibo información directa de mis parientes, amigas y amigos que también ponen sus mascarillas, escriben sus pancartas y van a la zona ocupada, para exigir las libertades de asamblea y expresión, y el anhelo más grande—la paz con justicia. Sin embargo, se encuentran cara a cara con la representación viva y armada de nuestra peor pesadilla: un estado policiaco.
Y no es por idealizar el estado o la ciudad. El movimiento ha señalado, correctamente, que Oregon tiene una fuerte y fea historia de racismo. Es una historia en que nuestros ancestros también participaron, como pioneros en la etapa más brutal del colonialismo, cuando arrebataron estas tierras fértiles a los pueblos indígenas. Además, a pesar de ser una ciudad progresista en un estado azul (demócrata), el abuso de la fuerza por parte de la policía ha sido una constante y ha cobrado muchas vidas, sobre todo entre la relativamente pequeña población afroamericana.
Mi ciudad, como casi todas en EE.UU., está construida sobre mitos, complacencias y mentiras. Pero también es capaz de grandes resistencias.
Portland hoy en día es el proyecto piloto de Trump en su afán de mostrar fuerza cuando está particularmente débil. Su campaña de reelección va de mal en peor. Necesitaba un nuevo blanco. Buscaba un pleito.
El 26 de junio, el presidente autorizó el envió de fuerzas especiales militarizadas mediante una orden ejecutiva dirigida supuestamente a la protección de estatuas. La orden autoriza el uso de fuerza contra quien intenta dañar a a estas o a un monumento público. La orden permite la intervención de fuerzas federales, incluso cuando el gobierno del estado rechaza su presencia, como es el caso del estado de Oregon ahora.
Esta “Ley Estatua” responde no tanto a la conservación de emblemas de bronce, sino a lo que muchos están llamando una “guerra cultural” entre dos formas de entender el país, su historia y su futuro. El movimiento de Black Lives Matter empezó a raíz de los asesinatos de afrodescendientes por policías racistas, y se fue ampliando y profundizando, hasta abarcar todas las estructuras opresivas de la sociedad estadounidense. Argumentan que el racismo no es solo una reliquia de la esclavitud, sino una estructura constantemente reproducida por las leyes, prácticas e instituciones contemporáneas.
La muerte de Floyd, y tantas otras que le precedieron, y años de organización de base, llevó a un parteaguas en EE.UU. Para desarraigar el racismo en ciudades y pueblos a lo largo y ancho del país, tumban estatuas de los dueños de esclavos, los misioneros genocidas, y los violadores que antes fueron los héroes de la historia. Insisten en la necesidad de cambiar los nombres de lugares y calles que honran opresores.
Por esta visión/revisión histórica profunda, el movimiento no se limita a exigir el castigo a policías abusivos o asesinos, ya no busca reformas sino que exige la abolición de la policía como un aparato de control social violento y patriarcal, la abolición de las prisiones que encarcelan a la digna rabia contra las injusticias, la emancipación de las mujeres después de siglos de retórica, así como los derechos de las personas LGBTQ. Conectan todo, porque todo está interrelacionado.
La opinión publica, esta figura amorfa que en momentos clave puede registrar cambios históricos, apoya las demandas de Black Lives Matter con una mayoría amplia, y acepta cada vez más posturas consideradas demasiado radicales hasta hace apenas un año.
En este contexto, Trump ha declarado la guerra. Reprime, dicta reglas y leyes que criminalizan a los opositores, los hostiga y calumnia. Aviva la división y el conflicto para justificar avances hacia un régimen autoritario y para movilizar a su base, apelando abiertamente al racismo y la misoginia.
Actualmente, el grupo al cual Trump aplica la estrategia de criminalización y deshumanización (detrás de las personas migrantes, las mujeres y los refugiados) son los manifestantes etiquetados como anarquistas. Según el gobierno, ser manifestante es ser anarquista o antifa (anti-fascista) y eso representa una amenaza a la seguridad nacional. En múltiples ocasiones, el presidente ha amagado con incluir el movimiento antifa (parece como si fuera ayer que oponerse al fascismo fue un acto noble y civilizado) en la lista de grupos terroristas. La propuesta es legalmente imposible, pero mediáticamente efectivo para ir construyendo una asociación mental entre sus opositores y el terrorismo—a pesar de que las personas que se manifiestan están protestando contra la violencia.
Por si fuera poco, hace unos días empezaron a circular testimonios y videos que muestran que los agentes federales están patrullando las calles en vehículos sin identificación, secuestrando a personas sin ordenes de detención ni causa,con los ojos blindados, y dejándolos en la calle sin cargos. Es una operación característica de una dictadura, diseñada para intimidar y torturar sicológicamente a las y los opositores.
Frente a todo esto, era predecible que el movimiento reaccionara con indignación y una intensificación de la protesta. Lo que sorprende en el caso de Portland es que una parte importante del estado también se opone y lo ha dicho claramente. Trump no solo ha declarado la guerra contra la protesta social en la calle, también contra los gobiernos del estado y de la ciudad, así como contra los congresistas que representan a Oregon, quienes han expresado su rechazo a la invasión federal.
El alcalde de Portland, Ted Wheeler ha dicho que, “su presencia aquí está causando más violencia y más vandalismo. No son bienvenidos aquí, no pedimos su presencia, De hecho, queremos que salgan.” La gobernadora, Kate Brown, ha calificado el despliegue como “puro teatro político” y también ha exigido su salida inmediata. La fiscalía del estado ha demandado al gobierno federal por detenciones arbitrarias y ha pedido un amparo para frenar los arrestos. En una carta al Presidente Trump, los congresistas afirman que lo que pasa en Portland se asemeja a tacticas de un dictador y terminan exigiendo el retiro de las fuerzas: No vamos a tolerar que se utilice a la gente de Oregon como accesorios en el abuso del poder del presidente Trup, que coresponde a sus intereses electorales.”
El Secretario de Seguridad Nacional, Chad Wolf dijo que las fuerzas federales no saldrán de la ciudad, a pesar de las demandas de los gobernantes locales. Escribió en su cuenta de twitter: “Ofrecí el apoyo del Departamento de Seguridad Nacional para manejar localmente la situacion en Portland y su única repuesta fue: ‘por favor, agarren sus cosas y regresen a casa’. Esto no va a pasar mientras yo estoy a cargo.” Trump salió diciendo que van a aplicar el modelo Portland a otras ciudades, entre ellas Chicago.
Lo cierto es que el modelo Portland de resistencia se extenderá y alimentará una insurrección en EE.UU. que parece dispuesta a superar la represión y la pandemia, para lograr el cambio.
Fuente: https://www.americas.org/es/
Fuerzas federales de EE.UU. están en alerta para entrar en Seattle si las protestas se vuelven violentas
Publicado: 24 jul 2020 04:08 GMT - RT
Las autoridades locales no quieren que los agentes federales emprendan acciones contra los manifestantes.
La Administración de Donald Trump ha enviado este jueves un equipo táctico de agentes federales a Seattle (Washington), que están en alerta para ayudar a la Policía local a proteger la propiedad federal y dispersar a los manifestantes en el caso de que las protestas deriven en disturbios, reporta The New York Times.
El Equipo de Respuesta Especial enviado como medida de precaución opera bajo la autoridad del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP). "El equipo de Aduanas y Protección Fronteriza estará en alerta en la zona, por si resulta necesario", comentaron desde el Servicio de Protección Federal sobre el despliegue de los efectivos en Seattle.
Por su parte, los funcionarios de Seattle señalaron que no quieren que los agentes federales emprendan acciones contra los manifestantes, igual que las autoridades locales en Portland (Oregón), que se opusieron con vehemencia a los intentos de los equipos tácticos de dispersar las protestas.
La alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, afirmó haber hablado el jueves con el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dejándole claro que la ciudad no necesita ayuda de fuerzas federales que, a su modo de ver, solo "socavarían la seguridad pública".
En Portland, el despliegue de las fuerzas gubernamentales exacerbó aún más la situación. Los manifestantes —que hace casi dos meses salieron a las calles para denunciar la brutalidad policial y la injusticia racial tras la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco— se opusieron a la presencia de los agentes federales, exigiendo su retirada.
Resistencia
Por David Brooks | 29/07/2020 | EE.UU. / REBELIÓN
Fuentes: La Jornada
A 100 días de lo que algunos sabios aseguran es la elección más importante en la historia de Estados Unidos, cuyas consecuencias no se limitarán a este lado de los muros fronterizos y las costas, el futuro depende de la resistencia popular contra las políticas y fuerzas antidemocráticas del régimen en Washington y sus cómplices.
Durante los últimos 58 días el movimiento descentralizado y horizontal de Black Lives Matter se ha convertido en la protesta social más grande en la historia estadunidense transformando el centro del debate público nacional. Trump y sus cómplices han declarado que son anarquistas, terroristas e izquierda radical quienes amenazan al país y su respuesta represiva, que incluye el envío de fuerzas federales paramilitares a varias ciudades, ha sido denunciada como autoritarismo por un amplísimo abanico de voces reconocidas que advierten que esto no tiene precedente en la historia del país.
La resistencia contra este atentado antidemocrático se ha expresado de múltiples maneras desde la elección de Trump, pero ahora está encabezado por Black Lives Matter, el cual está evolucionando en un movimiento multitemático y multirracial, o sea, se está volviendo cada vez más peligroso. Peligroso porque ya no es sólo una protesta contra la brutalidad policiaca hacia los afroestadunidenses, sino que empieza a cuestionar los fundamentos del sistema estadunidense y su injusticia económica, social y política protegida a través de la violencia racista oficial.
La resistencia contra este atentado antidemocrático se ha expresado de múltiples maneras desde la elección de Trump, pero ahora está encabezado por Black Lives Matter, el cual está evolucionando en un movimiento multitemático y multirracial, o sea, se está volviendo cada vez más peligroso. Peligroso porque ya no es sólo una protesta contra la brutalidad policiaca hacia los afroestadunidenses, sino que empieza a cuestionar los fundamentos del sistema estadunidense y su injusticia económica, social y política protegida a través de la violencia racista oficial.
Es una de esas coyunturas en la que todo queda al descubierto –en gran parte por la pandemia y sus consecuencias económicas como una catástrofe creada por cuatro décadas de neoliberalismo– y eso está abriendo la posibilidad de una respuesta social colectiva que surge del encuentro de diversos movimientos, la recuperación de la memoria histórica de los de abajo, y con ello, la insistencia en un futuro progresista.
Por ahora su expresión más visual está en las calles, donde lo más espectacular no son las nubes de gas lacrimógeno, arrestos y sangre, sino las movilizaciones incesantes, las asambleas y encuentros, la música y los actos de dignidad ante la violencia oficial, actos que en su abrumadora mayoría son realizados de manera pacífica (para no caer en la trampa de Trump que busca una reacción violenta, argumentan algunos organizadores).
En Portland, Oregon, en respuesta al envío de fuerzas paramilitares federales y un par de noches de represión violenta, de repente aparecieron brigadas de madres para ser escudos humanos –el muro de madres– de jóvenes activistas.
Poco después se presentó una brigada de padres contra el fascismo, algunos armados con máquinas portátiles sopla-hojas para dispersar el gas lacrimógeno.
Pocos días despues, apareció una columna de veteranos de guerra que se pusieron cara a cara, con las manos atrás, frente a las fuerzas federales, algunos con la bandera estadunidense boca abajo, señal oficial de socorro; uno llevaba una pancarta que exhibió a las fuerzas federales en camuflaje en que se leía: estás viendo hacia el lado equivocado, voltea (https://twitter.com/ hashtag/ WallOfVets?src=hashtag_click). También llegaron enfermeras en sus uniformes de trabajo.
Con estas imágenes, entre otras, se rompe la imagen oficial pintada por Trump y su gente de que anarquistas y otros están buscando destruir el país.
Con estas imágenes, entre otras, se rompe la imagen oficial pintada por Trump y su gente de que anarquistas y otros están buscando destruir el país.
De hecho, se está mostrando que la amenaza y la provocación del caos proviene de Trump para sus fines electorales.
Estas escenas se empiezan a repetir en otras ciudades en solidaridad con Portland y sumándose a la resistencia contra las medidas represivas de Trump en los últimos días.
El futuro de la superpotencia al otro lado del muro está en juego en las calles y otras trincheras de la resistencia contra el asalto antidemocrático en Estados Unidos. (https://blacklivesmatter.com; https://m4bl.org).
Estas escenas se empiezan a repetir en otras ciudades en solidaridad con Portland y sumándose a la resistencia contra las medidas represivas de Trump en los últimos días.
El futuro de la superpotencia al otro lado del muro está en juego en las calles y otras trincheras de la resistencia contra el asalto antidemocrático en Estados Unidos. (https://blacklivesmatter.com;
¿Tal vez es hora de una Brigada Abraham Lincoln para asistir en la defensa de los principios democráticos, pero esta vez en la república de ese presidente?
Fuente: https://www.jornada.com.mx/
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