De espaldas: las empresas extranjeras vinculadas a la industria automotriz están regresando a Rusia
Foto avtovzglyad.ru
Rumoreando con las sanciones, las empresas europeas redujeron el débito al crédito y decidieron que era el momento de emprender el camino de regreso al mercado ruso.
De manera discreta y bajo declaraciones sobre “medidas forzosas”, “cuidado de los empleados”, “uso exclusivamente civil”, se lanzan transportadores y se abren empresas.
Los detalles están en el portal AvtoVzglyad.
Lo increíble está cerca, y también “nunca había pasado antes, y aquí está de nuevo”: después de pasar un mes y medio en “autoaislamiento democrático”, los fabricantes extranjeros de todo y todo (desde bocadillos hasta llantas de automóvil) están comenzando lentamente a reanudar sus actividades en las hostiles costas rusas.
Por eso, la empresa Continental, una de las líderes en el mundo sublunar en la producción de neumáticos, relanzó su planta de Kaluga.
Naturalmente, el impulso, tan necesario para que el transportador se reinicie, fue la preocupación por los empleados y las necesidades de la gente común.
Por supuesto, el lanzamiento es temporal y no es vinculante para ninguna conclusión posterior.
¿De qué otra manera, preguntas?
Los mercados automotrices y casi automotrices rusos son asquerosos y complejos, esto lo hemos escuchado más de una vez de todos los fierros del país.
Los rusos, por alguna razón desconocida, no solo se niegan a cambiar el automóvil cada 10 minutos, sino que tampoco quieren reparar su "basura" en componentes caros y de alta calidad de un distribuidor oficial.
Pesadilla y horror, no hay otra forma de decirlo.
Los conductores usan los mismos neumáticos hasta que se desgastan y reaccionan con malas palabras a los anuncios de nuevas, maravillosas y maravillosas colecciones diseñadas específicamente para nuestras "condiciones pesadas".
¿Cómo puedes vivir así?
Tomar y renunciar a esta lucha inútil por la felicidad de los automovilistas rusos, pero la humanidad no da.
La fe en un futuro brillante impulsa todos los días al trabajo.
Sin embargo, existe otro aspecto importante que complementa y fortalece a ambos anteriores: el dinero.
El hecho es que en Rusia es rentable no solo vender, sino también producir.
La electricidad, el alquiler, la logística y la mano de obra baratos generan una diferencia de precio muy significativa con las fábricas europeas y americanas.
En pocas palabras, el mismo neumático fabricado en Rusia y EE. UU. tendrá un costo muy diferente.
No a favor de este último, por supuesto.
Y aquí es donde comienza el negocio puro: el empresario debe elegir ingresos o sanciones por incumplimiento de contratos.
Permítanme recordarles que los mismos "shinniks" tienen obligaciones a largo plazo que deben cumplir, de lo contrario, tendrán que pagar una multa y la ganancia se convertirá en una pérdida.
Se podría hacer referencia a "circunstancias extraordinarias", pero no han sido anunciadas oficialmente.
Así que volvamos al punto dos líneas arriba.
Con el fin de acelerar la toma de decisiones, se escuchó una alusión inequívoca a la "gestión externa" de la legislatura, que en ruso y para reducir el número de letras también se puede llamar nacionalización.
Dadas las actuales tendencias europeas y americanas encaminadas a la destrucción total de la institución de la propiedad privada, antes sagrada, esto bien puede suceder.
Por desgracia, todos aprendemos rápido.
La conclusión es simple: hay que buscar giros literarios exculpatorios y montar fábricas.
De lo contrario, entonces no habrá nada que ejecutar.
Por lo tanto, existe un optimismo justificado: muchas empresas muy pronto reanudarán su trabajo en Rusia, porque sentarse detrás de la pantalla de "violación de las cadenas de suministro" no funcionará durante mucho tiempo.
Bueno, lo siento por los empleados, sí.
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