23 personas asesinadas por disparos y más de 25 heridos es hasta el momento el trágico balance de otro crimen masivo, esta vez perpetrado en un centro comercial de la ciudad de El Paso, en el estado de Texas.

Al parecer, según testimonios de decenas de testigos que pudieron huír del local, un hombre abrió fuego de forma indiscriminada contra quienes se encontraban realizando sus compras.

La policía local asegura que ha recibido múltiples informes sobre la existencia de más de un francotirador, mientras otros agentes confirman que ya hay tres detenidos, precisamente en el día en que se ha puesto en alerta a Occidente sobre 

“un riesgo inminente de que se 

multipliquen los actos terroristas de esta

 clase“.

Resulta en extremo sospechoso que el propio presidente Trump comunicara hoy a la Unión Europea que 

“pondrá en libertad” a 2.500 militantes del ISIS “que capturamos en Siria durante nuestra lucha por la libertad“, 

cuando sabemos por evidencias incontestables que, desde 2011, cuando Obama era mandatario, su gobierno protegió y financió, como desde 2016 lo hizo el actual presidente, a todos los grupos terroristas que aún actúan en Siria e Irak.

La amenaza del millonario neoyorquino tiene grandes posibilidades de cumplirse, dado que los atentados y matanzas de “falsa bandera”, son una de las estrategias del neoliberalismo, no solo en los EEUU sino en toda la comunidad europea.

Masacres dirigidas desde las cloacas de los gobiernos occidentales, que atenazan a la ciudadanía para evitar que las protestas generalizadas sigan poniendo en duda la calidad de las “democracias” neoliberales.