lunes, 5 de agosto de 2019

Veneno brasilero


sábado, 3 de agosto de 2019

Gobierno de Bolsonaro autorizó más de 
150 pesticidas Cancerígeno
  • Tras solo 100 días en el gobierno, la administración de Bolsonaro ya había aprobado 152 nuevos pesticidas, un récord para un periodo de tiempo tan corto. 
  • Además hay 1300 peticiones de empresas multinacionales para otros pesticidas que esperan aprobación. 
  • La mayoría de son de Estados Unidos, Alemanas  y chinas.
  • Brasil ya es el país que utiliza más pesticidas del mundo y tiene un problema reconocido de envenenamiento por pesticidas. 
  • Se informa de unos 100 000 casos al año y seguramente haya muchos más casos que no se conocen. 
  • La ministra de agricultura Tereza Cristina niega que acelerar la aprobación de estos pesticidas pueda causar daños graves al medio ambiente o a la salud.

Se espera que este año entren al mercado incluso más, ya que el Ministerio de Agricultura está considerando la aprobación de unos 1300 pesticidas más.
 La mayoría de las solicitudes provienen de empresas multinacionales extranjeras, la mayoría de Estados Unidos, Alemania o China, que es un proveedor cada vez más importante.



 

>>>>  Químicos ajenos

El Pais 3 Aug 2019 

Burocracia” en los procesos de registro, en la academia uruguaya miran con desconfianza estas nuevas medidas.
Heinzen explica: “Lo que sorprende de esto fue la rapidez con la que se autorizaron. 
Para registrar algo hay que evaluarlo muy concienzudamente, acá se hace así. 
Hay que estudiarlos mucho, ver sus composiciones, su estabilidad, su capacidad de degradarse. 
Todo eso lleva un tiempo por parte de la autoridad que evalúa y por más que algunos lo califiquen de burocracia, es lo que hay que hacer”.
Las autoridades no saben bien qué pasó en Brasil. 
Federico Montes, titular de la Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Agricultura (MGAP), pidió información a sus pares norteños, pero aún no la recibió. 
Dice que está “expectante” por saber cuáles fueron las sustancias que se autorizaron, aunque a él también le llama la atención la rapidez con la que fueron aprobadas.
 Salvo que el gobierno anterior tuviera los permisos “en las gateras”, dice, es difícil que en tan pocos meses pudieran evaluar semejante cantidad.

PATRIA SOBERANA. La soberanía funciona así: Uruguay no tiene que conversar con sus vecinos antes de registrar un compuesto nuevo y lo mismo les pasa a los demás.
 Montes destaca que nuestro país, en relación con Argentina y Brasil, es el que menos principios activos autorizados tiene. 
De acuerdo con el registro del MGAP, aquí hay 2.032 pesticidas permitidos, aunque la inmensa mayoría corresponde a marcas comerciales que repiten moléculas y solo 250 son sustancias en sí mismas. 
La agencia brasileña informa en su página web que allí hay 645 químicos en uso; casi tres veces más que acá.
Entonces, ¿estamos condenados a recibir compuestos ajenos?
 Montes revela que en los próximos meses se reunirá el Consejo Agropecuario del Sur, en donde el titular del MGAP, Enzo Benech, podría cuestionar los registros brasileños. 
Para que eso ocurra, no obstante, deben enviarle la lista de los nuevos químicos autorizados y así hablar “con conocimiento de causa”. 
También se encontrarán los encargados de los registros de pesticidas de los países del bloque, un lugar en el que el director uruguayo espera hacer valer su opinión. Habrá que ver cuánto pesa la postura del socio más pequeño del grupo.

De hecho, Uruguay no utiliza ningún agroquímico prohibido en otros puntos de la región, pero esta “buena conducta” no siempre es correspondida: 
“Sí pasa a la inversa: que ellos —sobre todo Argentina y Brasil— registren algunos que nosotros no tenemos. 
El fiprodim, por ejemplo, está prohibido acá desde hace muchísimos años y en los demás países está completamente autorizado”,  dice.
Pero tampoco es todo tan lineal. 
El clima en Brasil es muy diverso, por lo que desarrollan cultivos que por estas latitudes serían impensados. 
Pasa con las frutas tropicales, que requieren una cantidad importante de agroquímicos que en Uruguay no están permitidos. 
Por eso, advierte Montes, que los demás países tengan registros distintos no es malo de por sí; el problema aparece cuando los agroquímicos prohibidos en un sitio debido a su alta toxicidad se utilizan en otro.
“No puede haber asimetrías muy grandes”, sintetiza el jerarca. 
Además del tema sanitario y medioambiental, también hay que prestarles atención a los negocios. 
El Mercosur acaba de firmar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea —el paso previo al tratado— y resultaría “conveniente”, dice Montes, que se aunaran los criterios entre los países del bloque americano.
Por eso Uruguay promueve la creación de un grupo —integrado también por los demás socios— que armonice los pesticidas que se utilizan en toda la región.
 Esto recién comienza y por ahora no hubo demasiados avances, pero Montes confía que en algún momento funcione.
 “O producimos en sintonía con el ambiente y con la salud, o vamos a tener conflictos internos cada vez mayores. 
Yo creo que es evidente que tenemos que transitar un camino común”, asevera.
En ese sentido, Pedro Mondino, titular del departamento de Protección Vegetal de la Facultad de Agronomía, sostiene que  Unión Europea deberían tomarse más en cuenta en Algunos agroquímicos son “igual de nocivos para todos”, por lo que las prohibiciones de Estados Unidos y de la América Latina. “No existen razones por las que los consumidores uruguayos o brasileños seamos más resistentes a los plaguicidas que los alemanes o los suizos. 
Lo que pasa es que hay países que tienen normas más severas para proteger a sus consumidores y al medio ambiente”, señala.
Y agrega: “A veces se trata de sacarle importancia al hecho, como si la prohibición fuese no sé por qué. Te podés imaginar.
Uruguay no utiliza ningún agroquímico prohibido en la región. Hay 250 sustancias en el registro nacional.


Efecto contagio del norte.

Bolsonaro autorizó 290 agroquímicos nuevos en siete meses, una cifra que asusta a expertos y autoridades uruguayas.
 De este lado de la frontera se preguntan qué impactos tendrán estos compuestos en el medio ambiente: prevén consecuencias en el suelo, el agua y la salud.


BOLSONARO, EL PRESIDENTE SIN 

INTERÉS AMBIENTAL

▃ El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha dejado en claro que la protección del medio ambiente no es una prioridad para él. 
La reciente aprobación de 290 pesticidas fue una de las señales, pero también tomó otras medidas que van en el mismo camino. 
El mandatario puso en duda las cifras oficiales sobre destrucción de bosques que elaboran las propias organizaciones gubernamentales, amenaza con desmantelar reservas indígenas y no declaró nuevas áreas protegidas. 
También sostuvo: “Cuando se acaben las materias primas, ¿de qué vamos a vivir? ¿Nos vamos a hacer veganos? ¿Vamos a vivir del medio ambiente?”.
 Durante la campaña había anunciado que retiraría a Brasil del Acuerdo de París, algo que no ha concretado.

Impactos y riesgos del herbicida 2,4D


El herbicida 2,4-D es uno de los pesticidas sintéticos más antiguos. 
Salió al mercado en los años cuarenta y se convirtió tristemente célebre gracias a que formaba parte del compuesto químico defoliante “Agente Naranja” en la guerra de Vietnam.
 2,4-D es hasta el día de hoy, utilizado ampliamente alrededor del mundo.

En el 2011, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recibió una propuesta de uno de los mayores productores del 2,4-D, la empresa DowAgroSciences referente a los granos de soya y maíz que han sido modificados genéticamente para tolerar el 2,4-D y otros herbicidas. 
Estas plantas modificadas han sido propuestas como una solución contra las “supermalezas” que se han vuelto resistentes al herbicida glifosato.

Esta propuesta, especialmente sobre los granos de soya, puede incrementar tremendamente el uso de 2,4-D y consecuentemente incrementar los efectos adversos en la salud humana y el ambiente.
 Este informe identifica varias fallas en la evaluación actual (y en curso) del herbicida 2,4-D:
– No es claro si los productos 2,4-D contienen o no impurezas de dioxinas y furanos altamente tóxicos
 y de ser así, en qué medida.

– La absorción dérmica ha sido muy subestimada e incluso desconocida para el caso de los ésteres usados ampliamente, lo que conduce ana subestimación de la exposición de los usuarios de 2,4-D.

Estas fallas son realmente preocupantes. 
Las dioxinas y los furanos son carcinógenos humanos; disruptores endocrinos; permanecen en el ambiente y se acumulan en la cadena alimenticia.

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