Venezuela en la geopolítica de los alimentos
VENEZUELA EN LA GEOPOLÍTICA DE LOS ALIMENTOS
El
ciclo de la oligopolización y transnacionalización de la industria
“quien controla los alimentos,
controlará a la gente, quien controla el petróleo, controlará a las naciones”
Henry Kissinger
Exsecretario de Estado de los Estados Unidos y consejero de seguridad nacional,
durante los gobiernos de Richard
Nixón y Gerald Ford
Tomando en consideración que el tema de los
alimentos en Venezuela ha sido estudiado o analizado en su mayoría
individualmente, pudiendo ser desde el punto de vista de las consecuencias de
país petrolero, el funcionamiento del sistema agroalimentario en sus diferentes
subsistemas o actores, o de la aplicación de una u otra política de gobierno, o
el impacto sobre la población; pretendemos desde este espacio elevar el nivel
de importancia que debe tener para el Estado venezolano el sistema
agroalimentario, desde la condición de carácter estratégico, componente del
poder nacional y por ende de la seguridad de la nación, en el marco de la
competencia por los recursos naturales y las relaciones de poder; y en este
caso, cómo influye en la configuración del sector industrial oligopólico
nacional transnacionalizado y transnacional desde sus inicios a la actualidad.
LA
INDUSTRIALIZACIÓN VENEZOLANA, EL REFLEJO EN LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS
Existen diferentes posiciones sobre el tema de la
industrialización venezolana, aunque después de cada análisis todos coincidan
en la evidencia palpable, de la no concreción de un proceso exitoso.
Según, Gerardo Lucas[1], considera que en Venezuela se echaron las
bases conceptuales de la industrialización entre 1936 y 1945, que
posteriormente hasta 1979 se generó una etapa de políticas para la expansión de
la industria que podríamos llamar promoción del desarrollo industrial, que tuvo
una caída violenta en ese año por falta de inversión de capital y que desde
1980 a 1995 se generó la declinación de la industria y con ello la caída de PIB
industrial; además aclara que la aplicación acelerada de las políticas del Fondo
Monetario Internacional (FMI) en 1989 y la “apertura comercial” entre 1996 y
1997, llevó a la desaparición de más de la mitad de las empresas industriales
para el año 2000, mediante cierres, migraciones, desnacionalizaciones y
privatización de compañías en una magnitud nunca antes vista.
Por otra parte, Orlando Araujo[2] planteaba que la caracterización
histórica de nuestro desarrollo industrial, nos lleva a la conclusión de que
sólo falseando las palabras podemos hablar de una “industrialización nacional” o “propia”, y que el sendero por el cual
nos han llevado las circunstancias de nuestra realidad económica y política, es
un camino equivocado. (…) con una estructura dual caracterizada por un sector
precapitalista autóctono (…) especialmente subordinado a empresas
extranjeras establecidas en el país, a la importación de bienes y
servicios y al capital procedente del exterior (…) y un sector capitalista predominantemente
extranjero.
Otros, han planteados aspectos relacionado a las
tecnologías importadas, diseñada para el ahorro de mano de obra y mayor escala
de producción que la requerida por el mercado venezolano, lo que constituyeron
un verdadero obstáculo para la industrialización del país, con elevados
precios, alto nivel de desempleo, capacidad industrial ociosa (40%) y productos
de baja calidad que se resumen en una política de industrialización nacional de
pocos logros, dependiente en grado sumo y derivada en gran parte de la
existencia del Tratado de Reciprocidad Comercial con EEUU de 1952, con
antecedentes en 1939[3].
LOS
ALIMENTOS EN VENEZUELA, ENTRE OLIGOPOLIOS NACIONALES TRANSNACIONALIZADOS Y
TRANSNACIONALES
Lo que en Venezuela, no tiene discusión en la
actualidad y es costumbre afirmar, cuando hablamos de alimentos, que los mismos
están
controlados por oligopolios, de hecho el historiador Luis Britto García
iniciaba un artículo en el año 2018 comentando que “es
inaceptable que un oligopolio de doce empresarios irrespete tanto oferta como
demanda y regulaciones, y condene a morir de hambre a treinta millones de
compatriotas”[4]refiriéndose
a los indiscriminados aumentos de precios de los alimentos por la falta de
control estatal.
La explicación de la estructura oligopólica, proviene
de los conceptos de la teoría de los juegos y el equilibrio de Nash[5], donde un conjunto de 2 o más, llamemos
empresas, eligen cursos de acción o estrategia y se caracterizan por acuerdos
entre ellas; frecuentemente eliminan la competencia entre rivales,
beneficiándose todos; fijan precios por encima del costo de producción en
conjunto, con referencia a la cantidad de cada empresa, con ganancias de
acuerdo a su capacidad, pero no pierden; firman acuerdos para comportarse como
monopolios; existe preocupación por los nuevos competidores; colocan barreras
de entrada para impedir o reducir el riesgo producido de forma natural o fruto
de decisiones como eliminar la competencia, economías de escala, diferenciación
de costos y barreras legales[6].
Otra característica presente en el sistema agroalimentario venezolano, aparte de oligopólico, es “también dependiente del sector transnacional”[7].
En este sentido, una empresa transnacional es aquella de grandes dimensiones, dedicada a la producción de bienes o servicios, con al menos una filial de propiedad parcial o total en la economía nacional de otros países diferentes al originario (casa matriz)[8]; logrando expandir su influencia y gravitación económica a nivel mundial, controlando no sólo parte de la economía y el comercio internacional, sino la tecnología y desarrollo, cobrando enorme importancia en el mundo globalizado y capitalista[9].
Y es importante destacar, que “la
expansión de estas empresas en el extranjero es principalmente mediante la
inversión extranjera directa (IED), cuyo propósito es lograr el control parcial
o completo sobre marketing, producción, u otras instalaciones en otra
economía”; la cual “se acompaña con frecuencia de fusiones, absorciones, o
alianzas intercorporativas con empresas de otras nacionalidades”[10]
Del escenario del proceso de industrialización
venezolana, y en el marco de la geopolítica, echemos un vistazo al desarrollo
de la industria alimentaria.
ENTRE
LA PRIMERA Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Antes de la primera guerra mundial se registra que
en Venezuela existía no más que “un sector artesanal adscrito a la economía rural
latifundista”, y es hasta 1936 que se genera “sólo una lenta evolución de
aquella artesanía hacia formas de pequeña y mediana industria”, (…) con “cerca
de ocho mil establecimientos llamados industriales que no son otra cosa, en el
fondo, que aquellos pequeños talleres de artesanía y pequeña industria”;
relacionados en su mayoría en el campo de los alimentos a papelón, melaza,
quesos y fábricas de “cervecerías, mantequilla y chocolates”[11], configurándose en unos de los cuadros
industriales más pobres de América Latina.
Existen planteamientos que sostienen que en el
período de la segunda guerra mundial existieron mejores posibilidades de desarrollo
de la industria, no obstante que la misma no pudo aumentar su productividad por
las dificultades de importación durante este tiempo, que incluyó irregulares
importaciones desde EEUU para el abastecimiento de alimentos, cuya industria
alimentaria se había transformado en fábricas de guerra para desarrollos y
dotar en tiempo bélico a sus Fuerzas Armadas; por lo tanto es que surge en
Venezuela un proceso manufacturero que incluso, adquiere tasas comparativamente
superiores a la mayoría de países de la región entre 1950 y 1963 relacionado a
los ingresos petroleros y la entrada de divisas particularmente en el período
post guerra.
Es durante la post guerra que se impulsa en Venezuela una política de fomento industrial, acompañada por una supuesta “sustitución de importaciones”, ligado a la disponibilidad de divisas, tecnología avanzada, importación subsidiaria de maquinaria, materias primas y protección arancelaria.
Los datos revelan que en efecto en el período entre
1941 – 1945 se importaban 340 millones de bolívares, el cual aumentó
vertiginosamente entre 1946 – 1948 a 1887 millones de bolívares[12], contradictoriamente relacionado a la
promoción de importaciones que alertaba incluso el Banco Central Venezuela
(BCV); así nace la Corporación Venezolana de Fomento en 1946, bajo la
influencia y experiencia a nivel internacional del Banco Mundial, otorgando
créditos con montos privilegiados para el sector industrial de alimentos y en
1947, se auspicia el establecimiento y traslado al país de nuevas empresas
industriales, acordando exoneración de los derechos de importación, en este
caso de unidades industriales completas, a través del impulso a la inversión
extranjera desarrollada de forma descontrolada en el sector, que resultó en la
elaboración de un número mayor de artículos, para sustituir los que antes se
importaban, mediante un desarrollo horizontal[13] de la industria, sin avances del
proceso productivo en el desarrollo vertical[14] de la misma.
VENEZUELA
ENTRE LA DOCTRINA TRUMAN Y LA REVOLUCIÓN VERDE
Ahora bien, la industria alimentaria en Venezuela, su condición oligopólica y transnacionalizada desde nuestro planteamiento, se configura de la mano del nacimiento de la política exterior de Food Power de EEUU impulsada a partir de 1940 con la firma del Tratado de Reciprocidad Comercial entre los dos países el 6 de noviembre de 1939, donde se concede reducción de las altas tarifas aduaneras de esa época[15] influyendo “en la sustitución de la dieta tradicional por alimentos importados de EEUU y Europa, así como la integración del sistema agroalimentario venezolano a los mercados internacionales”[16] y que se reafirma en el Tratado Modificado de Reciprocidad Comercial del 28 de agosto de 1952 donde se vuelve a conceder la reducción arancelaria a las tres cuartas partes de las importaciones de EEUU a cambio de “ciertas ventajas” preferenciales para el petróleo venezolano, con el fin de estimular la inversión extranjera en Venezuela.
En líneas gruesas se le concede a EEUU la exportación de 182 rubros
“desde garbanzos a aeroplanos”[17] y Venezuela apenas a 21 productos en
su mayoría petroleo y derivados de hierro, por lo tanto sólo obtiene la
eliminación de la cuota establecida en 1939 para sus productos petroleros, con
ventajas para los mismos intereses de los EEUU[18], manteniéndose hasta 1972.
En este contexto, las grandes compañías
estadounidenses de molienda y alimentos comenzaron a establecerse en el país
por las políticas adoptadas, y como consecuencia, el desarrollo de la industria
se realizó bajo la tutela generalmente de las corporaciones norteamericanas a
cambio de la oferta estable de alimentos baratos y el impulso del mercado para
la supuesta expansión de la agricultura local, en la cual estas industrias
preferían “importar granos, particularmente el trigo bajo el amparo de ley
LP-480”[19] que en 1954 se convertía en el
programa de asistencia alimentaria de EEUU para el extranjero, sentando las
bases para una expansión permanente de las exportaciones de sus productos
agrícolas como parte de la Doctrina Truman[20], para la contención del comunismo durante
la Guerra Fría, incrementando en Venezuela de manera considerable la
importación de granos con la obtención de tasas de cambio especiales, así como
la exención de aranceles a la importación.
La LP-480 no era mas que su posterior programa “alimentos para la paz”, concebido como un programa de ayuda, que permitió la venta de los excedentes agrícolas de EEUU “en términos concesionarios a los países menos desarrollados”, entre los cuales estaba Venezuela y (…) “reducía los retornos a la agricultura en los países que (la) recibían”.
Por lo tanto, se
aplicó como un subsidio de exportación utilizado incluso “en la grandes ventas
de trigo a la Unión Soviética en 1973”[21], mismo año en el cual Henry Kissinger,
exsecretario de Estado de los Estados Unidos y consejero de seguridad nacional
en plena crisis del petróleo, durante los gobiernos de Richard Nixón y Gerald Ford,
planteaba la relación de los alimentos y los recursos naturales estratégicos,
en la presentación de un proyecto de independencia energética para los Estados
Unidos en 1974, sosteniendo que “quien controla los alimentos, controlará a la
gente, quien controla el petróleo, controlará a las naciones”; por lo tanto, se
convirtió a los alimentos, en un tema de seguridad nacional.
Por otra parte, en el marco de la geopolítica mundial también se infiere, que las políticas desarrolladas en los países en vía de desarrollo, incluyendo a Venezuela fueron las destinadas para la aplicación de lo que se denominó la “Revolución Verde”, como máxima premisa de lo que se llamaría el incremento de la producción agrícola mundial y por ende de alimentos; en cierta medida en este período se inicia una mayor influencia que tenía como fin último el control del poder mundial, para ello EEUU crea en 1960 la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y lanza el Programa de alimentos para el mundo en 1963[22].
Es en 1968 que el director de la USAID[23] plantea, “estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes de una nueva revolución.
No es una violenta revolución roja como la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán.
Yo la llamo la revolución verde”,
de ahí se usaría por primera vez la terminología con la que se expande la
política Food Power de EEUU, para la contención de países durante la guerra
fría, a través de la asistencia extranjera que no es más que la expansión del
crecimiento de inversiones del sector privado norteamericano a nivel
internacional, llevando luego a los países a la transición del libre mercado en
los años 90 y por consiguiente mayores oportunidades para “los máximos
referentes y corporaciones de origen norteamericano del sistema
agroalimentario: productores de maquinaria, de semillas, insumos, energía,
créditos agrícolas, procesamiento y logística comercial (como Stándar Oil,
Chase Manhattan Bank, Cargill, Cartepillar, Jonh Deere, Monsanto, Dow, United
Fruit, Gerber y Ralston Purina entre otras)”[24] que la fundación Rockefeller
nucleaba desde 1940 e impulsaba finalmente a través de este programa,
relacionado a una matriz industrial de petróleo y gas del cual formaban parte,
representada en Venezuela por Creole Petroleum Corporation, filial de Stándar
Oil[25] (actual Exxon Mobil) que
poseía el 95 % de la propiedad y en los años 40, esta subsidiaria, era la mayor
productora de petróleo del mundo.
Por lo tanto, es evidente que Venezuela no escapó a
esta intervención, menos por su proximidad geográfica en cuanto a la proyección
de poder de EEUU, cuando todas las empresas referentes norteamericanas
relacionadas con el sistema agroalimentario e hidrocarburos se instalaron en el
mismo, además como ya mencionamos incidiendo en el cambio de la cultura
alimentaria nacional.
Uno de los casos más relevantes es el consumo de
trigo, y aunque desde 1826 se dice que introdujeron los primeros barriles de
trigo en Venezuela, por parte del inglés Jhon Boulton, y así se inició por el
mismo la instalación del primer molino en el país de forma incipiente, es hasta
1957 que la International Multifoods Corporation (EEUU) inicia la construcción
del primer molino de trigo y comienza la producción de harina “Robin Hood” para
el consumo de alimentos, que hasta la fecha como materia prima se sigue
importando en su totalidad, ver gráfica 1.
GRÁFICA 1. Relación
de producción-importación en el incremento del consumo de trigo en Venezuela
(1998 – 2014)
Fuente: csánchezyg, SAV componente del poder
nacional. Cálculos propios con datos de Saber.ula.ve Hojas de balance de
alimentos INN 1998 – 2013
EL
CONTROL DE LOS ALIMENTOS EN VENEZUELA: PRINCIPALES EMPRESAS
En este caso, las llamadas “tres grandes de EEUU” en referencia a la International Milling (ahora International Multifoods Corporation), General Mills y Pillsburg se establecieron en Venezuela, además de la Ralston Purina, principalmente a través de la instalación de molinos y procesamiento de alimentos; que amparadas en la LP-480, realizaron las mayores importaciones de trigo.
Entre el año 1961 – 1965 ejecutaron compras que “promediaron el 80 % de la producción interna de cereales” y el trigo correspondía “al 90 % de esas adquisiciones”.
Y de 1981 – 1985 “las compras totales de granos representaban el 174 % de la producción interna”; que en comparación con México, durante estos períodos fueron de 2, 6 % a 25,7 % y en Colombia 12 % a 25 %, respectivamente.
Esto permitió el aumento rápido de la
concentración y el dominio extranjero de la industria alimentaria[26].
En los 70[27], “la International Multifoods Corporation y la General Mills procesaron más del 50 % del trigo importado” en la industria de alimentos para animales “La Raltson Purina, International Foods Monarca, Polar y el Grupo Mendoza-Boulton (la más importante firma nacional) controlaban el 85 % de la oferta.
En la rama avícola Raltson Purina, General Mills y
Eugenio Mendoza aportaron el 60 % de la producción”; y con esto “el sector
agrícola caía en el estancamiento”.
En la actualidad las máximas empresas
manufactureras, referentes importadoras y procesadoras de trigo y otros
alimentos en Venezuela de consumo masivo y control de la dieta nacional son
Monaca y Cargill; dentro de las cuales se encuentra Empresas Polar. Ver imagen
1.
IMAGÉN 1. Principales
empresas oligopólicas nacionales y transnacionales presentes en el sistema
agroalimentario venezolano.
Fuente: Elaborado por csánchezyg (2019)
INTERNATIONAL
MULTIFOODS CORPORATION (EEUU) LLEGA A VENEZUELA CON MONACA
En Venezuela, Molinos Nacionales C.A. (MONACA) se
abrió bajo la subsidiaria Robin Hood Flour Mills Limited en los años 1956
-1957, perteneciente a la entonces International Milling (EEUU), que en los
años 1990 paso a llamarse Internacional Multifoods Corporation, ampliándose de
sólo una empresa de molienda de harina y alimentos de consumo a una empresa de
distribución, fabricación y servicios alimentarios, estructurándose en tres
unidades de negocio denominadas Multifoods Distribution Group, América del
Norte Alimentos y Venezuela Alimentos, por lo tanto, MONACA representaba la
tercera dependencia de la familia Internacional Multifoods Corporation.
Desde el establecimiento en el país de MONACA, se
convirtió rápidamente en una “compañía líder de alimentos”, (…) “rentable desde
el principio” y a finales de 1990, representó aproximadamente el “14 por ciento
de las ventas locales de la empresa y el 25 por ciento de los ingresos de
explotación” según un documento de Internacional Multifoods[28].
En el año 1999, se convierte en filial del Grupo
Maseca (GRUMA), la corporación Mexicana líder del mundo en harina de maíz y
tortillas, cuya presencia en el país la hace con DEMASECA operando desde el año
1993, con el procesamiento de derivados de maíz, cuyo accionista mayoritario
era el grupo empresarial; en 1995 abre DEMASA para harina de maíz y DECASA para
procesamiento de harina de arroz y maíz. En el 2007, integra MONACA y DEMASECA
y en la actualidad es manufacturera y comercializadora de productos alimenticios
como harina de maíz, de trigo, arroz y avena y otros productos industriales, en
12 plantas y 10 centros de distribución. Según, GRUMA dio de baja sus acciones
en el año 2015.
Entre los productos, posee harina de trigo, mezclas
de postres, panadería y pastelería Robin Hodd, harina de maíz y mezclas Juana,
avena Lassie, especies La Comadre, Harina de trigo empresas Polar, Harina
galletera Loro Rojo, Harina de maíz precocida Demasa y arroz Mónica.
En resumen, la International Multifoods Corporation
fue una de las tres grandes de EEUU que se instaló en Venezuela, según algunas
correlaciones desde 1953, hasta la instalación de su primer molino en 1957,
coincidiendo con la época de industrialización y política de sustitución de
importaciones de alimentos y materia prima barata para la industria naciente.
Situación presente aún en el año 2011, cuando GRUMA hace público en su informe
de fin de año que podían tener dificultades en la importación de requerimientos
de materia prima como resultado del control cambiario; y enfrentar mayores
costos debido a la implementación de tarifas a la importación, aunado a la
repatriación de dividendos de GRUMA Venezuela”[29].
CARGILL,
HEREDERA DE GENERAL MILLS, PILLSBURY Y RALSTON PURINA (EEUU)
CARGILL es una empresa transnacional de compra, venta, procesado y distribución de granos y cultivos que inició sus operaciones en Venezuela en el año 1986, a través de una asociación estratégica con Mimesa C.A, empresa de fabricación de harinas y pastas alimenticias, según puede leerse en su página principal sobre la historia de CARGILL Venezuela[30], adquiriendo en 1990 todas las acciones de la empresa venezolana y con ella apropiándose de la marca Mimesa.
Desde que se estableció en el país hasta el año 2006 se consolidó con la compra de Pastificio Universal (1988) y Pillsbury (1989); incorporándose en el negocio de los aceites refinados y grasas con la compra de La Torre del Oro (1990) y las plantas aceiteras de Mavesa (1993) mediante transacción de activos; entrando al negocio del arroz con la adquisición de la planta productora de arroz Santa Ana (1994).
En 1995, se asocia con PEQUIVEN para la creación de PRODUSAL convirtiéndose en la principal productora de sal del país, categoría que también ostenta CARGILL a nivel mundial. Con la adquisición de Gramoven (Grandes Molinos de Venezuela/subsidiaria de Bunge y Born) (1998), se convertía en la mayor referencia de harinas y pastas alimenticias.
En el año 2001 ingresaba al
negocio de los alimentos para mascotas con la adquisición de Agribrands
International Inc, propiedad de la Ralston Purina, transnacional que ese año
escinde el negocio internacional, pasando a llamarse Agribands CARGILL[31] y convirtiéndose en una de las
mayores empresas del mundo en nutrición animal. Una de las últimas
adquisiciones, durante el 2006 corresponde a Molinos de Trigo (Molinarca) de
Alfonso Rivas & Cia.
Relacionado con todas las adquisiciones realizadas desde su establecimiento en 1986, CARGILL pasa a controlar varias de las principales marcas de consumo masivo venezolano, directamente proporcional a su configuración de empresa transnacional que, a través de asociaciones, logró expandir su influencia, llegando a controlar parcial o totalmente la política de marketing; es así que posee la Harina de trigo Blancaflor (Propiedad de Molinos del Río del Plata–Argentina), Pasta Ronco, Pasta Milani, Mimesa, Aceite Vatel, Aceite Purilev (canola) y Los Tres Cochinitos; en ingredientes de comida tiene a Gramoven, Rey del Norte, Branca (girasol y soya), aceite de soya para mayonesa, aceite de palma, aceite de girasol, mantecas y harinas TRESCO, margarina La Rendidora, levaduras: Mauripan (propiedad de ConAgra Foods (otra transnacional de EEUU)) y sémola Durum para pastas; en alimentos para animales posee licencia de la marca Purina y Chow, la cual comparte con Nestlé luego de fusionarse la Ralston Purina con la subsidiaria Friskies Nestle PetCare Company pasando a denominarse Nestle Purina PetCare Company; además de ser la principal productora de sal en Venezuela para consumo humano, animal, industrial (petrolera, químico y petroquímico).
Con estos movimientos, pasaron a controlar
el 51 % de pastas en Venezuela, al absorber a Gramoven y otras empresas y
controlar el 38 % de aceite, generando una concentración de mercado”[32]
La construcción de la cartelización oligopólica en este caso, puede evidenciarse con sólo citar algunos ejemplos; mediante una “alianza de intercambio de activos” con MAVESA, obtuvo “la línea de aceites industriales así como sus marcas de aceite comestible (dentro de los cuales se encontraba la acreditada marca Vatel); por su parte, Cargill traspasó a Mavesa la línea de productos denominada “La Torre del Oro” (que pertenecía a Laurak y que antes había sido adquirida por Cargill)” (…) incluyendo la misma “el compromiso de abastecimiento de materias primas por parte de Cargill a Mavesa”[33].
Mismo compromiso que asume la
transnacional con Alfonso Rivas & Cia en 2006 cuando adquiere Molinos de
Trigo, prescindiendo esta última de “un área que (para ellos) representaba
menos de 6% de los ingresos totales de la empresa”[34], dejando a su sucesor “como suplidor de
harinas de la compañía”[35], a través de la cual, abandonaba el área
industrial y se concentraba en “productos de consumo masivo”.
Esto es, que la transnacional ligada al
empresariado nacional cartelizado y oligopolizado, copó las líneas de harina de
trigo (panificación, pastelería y pastas), aceite y arroz, los cuales son tres
de los alimentos de mayor importancia en la dieta nacional.
POLAR:
DE CERVECERÍA A INTERNATIONAL GRAINS & CEREAL (VENEZUELA)
De POLAR bastante se ha escrito, y su relación oligopólica directa en el sector de alimentos.
Esta empresa entre sus negocios
y marcas, posee Cervecería Polar, Alimentos Polar y Pepsicola Venezuela,
considerándose “conglomerado industrial dedicado a la producción y
distribución de alimentos en Venezuela, la cual posee marcas líderes
reconocidas en cada segmento del mercado”, según su página principal en
internet donde confiere su fundación al año 1940 en la producción de cervezas,
además coincide con el proceso de extranjerización del sistema agroalimentario
nacional, sin embargo, no es hasta 1960, veinte años más tarde que realmente
entra al negocio de los alimentos de importancia en la dieta nacional, con el
lanzamiento de la harina de maíz para consumo humano, más allá de los alimentos
para animales; en 1986 entra al negocio del arroz a través de la Corporación
Corina; en 1987 un año más tarde que la Cargill entra al de pastas alimenticias
con Mosaca; en el mismo año adquieren helados EFE; y en el 2001, realizan la
adquisición del 100 % de las acciones de Mavesa (grasas) y es en el 2003 que
crea “Alimentos Polar”, en los inicios de la Revolución Bolivariana.
En el año 1989, POLAR en una asociación Joint Venture con Frito Lay, empresa de PepsiCo como forma de esta última posicionarse en el mercado nacional, crean Snack América Latina, de la cual adquiere el 100 % de propiedad PepsiCo en el año 2007 pasando a denominarse PepsiCo Alimentos.
En el área de refrescos ingresa con la compra de Golden Cup en el año 1993, y en 1996 en medio de la “guerra de los refrescos” entre Coca Cola y PepsiCo, con la Organización Cisneros, es que realiza una alianza con PepsiCo, y nace PepsiCo Venezuela, Joint Venture mantenida hasta el presente.
Así mismo, es su relación con Quaker y Gatorade, a través de PepsiCo, cuando
este gigante de bebidas y alimentos las adquiere en el año 2001.
Por último, entra al área de lácteos en el año
2012, específicamente con la instalación de una planta de yogures en asociación
con el Grupo Leche Pascual de España, y nace MiGurt, la cual es denominada a
partir del 2015 Migurt Andina Holdings, con la adquisición completa de las
acciones por parte de POLAR.
Más allá de Alimentos POLAR Colombia S.A.S, donde
se estableció en 1996; se incorpora en el año 2013, en Estados Unidos (Texas),
a través de International Grains & Cereal, la cual se supone es una
división de Empresas Polar[36], desde donde realiza las exportaciones de
Harina Pan en diferentes presentaciones para los mercados internacionales,
aunque también sigue utilizando su manufacturera colombiana.
La posición de dominio de POLAR está directamente
relacionada a las marcas de alimentos como cualquier empresa, por lo tanto,
cuenta con PAN, Primor, Mazeite, Mavesa, Riquesa, Pampero, Atun Margarita,
adicionalmente a las marcas de bebidas propias o por derechos otorgados generalmente
de PepsiCo como Quaker, Toddy y Liptón.
Con estos productos, forma parte de las tres
empresas que controlan el consumo nacional de alimentos de la cesta básica, y
otras presentaciones de carácter industrial y alimentos para mascotas, de hecho
en el resumen del dictamen de calificación de riesgo de PROVENCESA[37] (negocio de Polar) del 2010 y 2014,
refiere que la participación en el mercado de los productos alimenticios Polar,
en su mayoría está por encima al 50 %, donde se destacan las harina de maíz,
avenas, margarina, mayonesa y atún; y por otra parte, destacan a sus
competidores, por categoría, de los cuales especifican a MONACA (harina de
maíz, margarina y avena) y CARGILL (en pastas y aceites), Kraft y Heinz (sólo
en Ketchup y Mayonesa).
Por último, en el análisis de riesgo del informe
sobre la empresa, destaca como primer punto, la política de regulación de
productos de la cesta básica, así como la fijación de cuotas de producción de
los mismos, a lo cual la empresa plantea que para superar la misma divide los
productos en regulados (aclara que son la harina de maíz, pasta, aceite y
arroz) y no regulados para garantizar las ganancias; en segundo lugar ubica el
riesgo de mercado, y afirma que la red de distribución del Estado comercializa
a menor precio los productos de consumo masivo lo cual “ha incidido sobre las
ventas y márgenes de rentabilidad de la empresa” y en tercer lugar, el riesgo
cambiario por la “dependencia y vulnerabilidad ante las autorizaciones de
adquisición y liquidación de divisas” relacionado a la importación de materias
primas, en el cual el negocio de Bebidas Polar es altamente dependiente, donde
se reconoce que este mercado está caracterizado por estructuras oligopólicas y
duopólicas, con un control de mercado de 80 % en cervezas, 97 % en maltas y 44
% en gaseosas.
En otro orden de ideas, también se relaciona a POLAR con acciones en la privatización de PDVSA y transnacionalización de PEQUIVEN.
Siendo uno de los casos particulares de esta empresa, su
participación directa a partir del año 1997 en el sector petrolero,
específicamente en la tercera (III) y última Ronda de convenios operativos de
la “Apertura petrolera”, en la cual gana la segunda licitación de la jornada,
para operar en primera instancia dos campos petroleros en el oriente del país
(estado Anzoátegui), en asociación con Atlantic Richfield Company (Arco),
compañía petrolera estadounidense e Inemaka S.A y con operación de Inelectra
S.A; que con la promulgación de leyes y decretos a partir de la Ley de
hidrocarburos de 2001, vio afectada su participación. Ver imagen 2.
IMAGEN 2. Reseña
del ingreso de Polar al sector petrolero en el proceso de apertura petrolera,
1997.
Fuente: Diario 2001 de Venezuela del 3 de junio de
1997.
De hecho, Polar es acusada de haber paralizado sus
plantas de procesamiento de alimentos durante el paro petrolero del 2002; sin
embargo en el año 2006, mediante el proceso de migración se crea Petrolera
Kaki, en la cual PDVSA asume el 60 % de la participación, Inemaka el 22,6 %
(empresa perteneciente a Inepetrol, sueca de hidrocarburos en exploración y
producción) y Polar con el 17,3 %.
En el caso de PEQUIVEN, tenía participación en
Fertinitro (empresa mixta) por la que Gambrinus Corporation de Barbados, una
asociación a la que Polar supuestamente le traspasó en el 2008 el 10 % de las
acciones, demandó a Venezuela invocando el Tratado de Inversión Internacional
entre la República Bolivariana de Venezuela y Barbados buscando la garantía de
“una justa compensación a los inversores por los terrenos expropiados y
nacionalizados” sustentado en que Grambrinus era una empresa debidamente
registrada en Barbados, filial de Empresas Polar de Venezuela[38], quedando claro posteriormente que la
demandante no era la propietaria de las acciones[39].
Otro dato señalado en anteriores investigaciones[40] es que POLAR continúa afianzando sus
lazos a las grandes corporaciones transnacionales, esta vez con el Credit
Suisse Group (a través de Clariden Leu Ltd) y el Deustche Bank (a través de su
subsidiaria Amidala, B.V.), poseen en conjunto la mayoría accionaria de la
empresa Alimentos Polar, C.A., por la cual es clasificada por la
Superintendencia de Inversiones Extranjeras de Venezuela (SIEX) como empresa
extranjera.
Volviendo
al tema de MONACA, CARGILL y POLAR:
Volviendo al tema de Monaca, Cargill y Polar, estas tres empresas se dividen en la presentación de sus productos, la mayoría del consumo masivo de alimentos en cuanto a, las preferencias y presentaciones de marcas; en las cuales podemos incluir a Industrias Alimenticia Nacional de Cereales y Harinas C.A (Iancarina C.A), empresa establecida según registros en 1960 para la molienda de arroz y harinas, naciendo la marca Mary en 1980, y es en 1995 que en una fusión de IANCA (trilla) e Iancarina, nace Arroz Mary, ocupando un lugar entre las primeras dos marcas existente de arroz, después de Arroz Primor de POLAR, además de algunos otros alimentos de consumo masivo, que en comparación con las tres primeras, no afecta la relación de dominio. Ver cuadro 1.
CUADRO 1. Principales
empresas oligopólicas nacionales y transnacionales presentes en el sistema
agroalimentario venezolano que controlan el consumo masivo de alimentos de la
dieta nacional.
Fuente: Elaborado por csanchezyg (2019)
OTRAS
TRANSNACIONALES DE LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS EN VENEZUELA
Como es bien sabido, existen a nivel mundial
alrededor de 10 grandes transnacionales que controlan el mercado mundial de
alimentos; esto quiere decir que adicional a la posición de dominio que ejercen
en Venezuela MONACA, CARGILL y POLAR, debe sumarsele la presencia de Nestlé,
General Mills, Associated British Foods (ABS), Unilever, PepsiCo, Coca Cola, y
Mondelez Internacional Inc, cómo algunas de los ejemplos más palpables de la
configuración de la industria de alimentos en Venezuela y su influencia en el
sistema agroalimentario venezolano. Ver imagén 3.
IMAGEN 3. Otras
transnacionales que controlan el sistema agroalimentario en Venezuela
Fuente: Elaborado por csanchezyg (2019)
NESTLE (Suiza),
considerada la mas grande de las transnacionales de alimentos en la actualidad,
tiene alta presencia en Venezuela desde el año 1941 con la instalación de la
primera planta pulverizadora de leche[41] y la puesta en marcha del secado
para leche en polvo, cuya patente había adquirido en 1916 a través de la compra
de Egron[42], empresa Noruega que patentó el proceso,
poniendo en marcha en el país otro ejemplo de sustitución del consumo
tradicional; y si usted quiere saber porque en Venezuela existe preferencia por
la leche en polvo, esta es la respuesta.
Entre 1957 y 1961 crece con dos nuevas plantas en
El Tocuyo y La Encrucijada y a partir de 1987 inicia un proceso de
adquisiciones, en primer lugar de SAVOY, importante empresa lider chocolatera
venezolana y con ella las famosas marcas Toronto, Ping Pong, Bolero, Susy,
Candy, Cocosette, Samba y Cri Cri; compra El Piñal[43] (1996), PROTINAL en 1997 y con ellas
sus marcas Perrarina y otras del segmento de alimentos para mascotas, que
fortalece con las marcas Purina y Chow en Venezuela con la adquisición de la
transnacional Ralston Purina en el 2001; adquiere Cadipro Milk Products C.A e
INLACA en el 2003; y en el 2007 a nivel mundial Novartis Medical (Gerber) y con
ella el control de los productos de colados y compotas posicionados en Venezuela.
NESTÉ realizó alianza en el año 1991 con la General Mills (EEUU), cuya presencia en Venezuela ya hemos mencionado a través de los Molinos Nacionales para la manufactura del trigo desde 1961 y que con la adquisición de la Pillsbury (EEUU) en el 2001 por parte de esta, también absorvió en el país a DIVE C.A- Diablitos Underwood (1961) con su producto alimenticio altamente posicionado en el mercado nacional; de esta asociación nació NESTEA Cereal Partners Wolwide y con ellas las marcas Nesquik y Fitness, entre otras muy conocidas nacionalmente, y cuya propiedad es total de Nestlé desde el 2018.
Con Coca Cola, también en alianza, nace NESTEA Beverage Partners
Wolwide (1991) y con ella la popular bebida NESTEA, comercializada en Venezuela
y con ello Nestlé Venezuela, controla Camprolac, Cerelac, Maggi, NESTLE Milo,
Nescafé, Nesfruta, NESTEA, NESTLE (Choco), Rica Chicha, Svetty, Tu bebe sano,
NESTLE Savoy.
Por otra parte, Associated British Foods
(SBF) de Gran Bretaña, comparte la propiedad de Ovomaltine (Ovaltine)
con Nestlé; producto elaborado en Venezuela por Alfonso Rivas & Cia quien
posee derechos para explotar la marca y elaborar productos de la transnacional,
al igual que lo hace con Mc Cormick & Company Inc[44], a través de sus condimentos,
saborizadores y Té Listo desde 1999, cuando la transancional liquida sus
operaciones directas en el país desde 1964 y realiza el traspaso.
A Unilever[45] (Gran Bretaña y Holanda) en Venezuela cualquiera pudiera relacionarla sólo con su línea de hogar e higiene personal, sin embargo, además de ser dueño de Knorr, posee negocios en té y helados; es por ello que a través de su empresa Heartbrand creada en 1986, tiene en su poder Helados Tío Rico[46], la segunda preferencia de helados después de EFE en el país, la cual compró en el año 1995 a la Organización Cisneros.
Y por otra parte, en alianza desde 1991 con PepsiCo, crearon PepsiCo
Lipton International, cuya marca es la reconocida Liptón té.
PepsiCo[47] (EEUU) en Venezuela tiene presencia
desde 1939, a través de la representación de la marca y franquicia para
embotellar, comercializar y distribuir la Pepsi Cola por parte de la
Organización Cisneros, cuya asociación se mantuvo hasta 1996, cuando rompe con
la transnacional para asociarse con la Coca Cola.
Es entonces, que una vez retirado el aparato
industrial a disposición de Pepsi por parte de la Organización Cisneros a favor
de Coca Cola; está realiza una alianza en 1997 con Polar para crear PepsiCola
Venezuela, la cual se mantiene hasta la fecha; ampliando la asociación que se
había iniciado en 1989 con el nacimiento de PepsiCo alimentos, sólo que esta
desde el 2007 es propiedad 100 % PepsiCo, como se mencionó anteriormente.
Así que en la actualidad, a través de diferentes
sociedades y adquisiciones PepsiCo pasó de sólo tener presencia a través de las
colas y refrescos a poseer las marcas Pepsi, Quaker, Lays, Gatorade, 7up,
Tropicana, Doritos, Cheetos, Ruffles, y el popular Toddy, entre otras, así sean
distribuidas por POLAR.
La otra grande de los refrescos es Coca Cola (EEUU), empresa transnacional que en 1905 le compra para sus bebidas, la totalidad del primer gran éxito de Monsanto, la sacarina.
Su presencia en Venezuela es desde 1922, cuando Boulton[48], importaba la bebida particularmente a Maracaibo para satisfacer a su clientela norteamericana, ligada a la industria petrolera; sin embargo aterriza en el país formalmente en el año 1996 de la mano de la Organización Cisneros, la cual le vende las marcas de bebidas Hit, Chinotto y Frescolita creadas desde 1955 y así en el 2003 inicia operaciones Coca Cola FEMSA hasta la actualidad.
Las marcas son reconocidas, abundan en
cualquier establecimiento del país.
Mondelez Internacional Inc (EEUU), otra gigante del mercado de alimentos, es desde 2012 la heredera de los productos snacks de Kraft Foods Group, presente en Venezuela con reconocidas marcas cómo Oreo, Club Social, Ritz, Chip&Hoy, Tang, entre otras.
La segunda división del negocio de Kraft correspondiente a alimentos,
es desde el 2013 Kraft Heinz Company (EEUU), resultado de la fusión de ambas
transnacionales, que agrupan desde entoces las marcas de los productos
altamente reconocidos en el país Kraft, Heinz, Philadelfhia y Oscar Mayer,
representadas a traves de Heinz Venezuela.
Como vemos, estas transnacionales no sólo están
entre las 10 empresas que controlan los alimentos en el mundo, es que entre
ellas existen estrechas alianzas para controlar el mercado, y no es
precisamente Venezuela quien escapa a esa posición de dominio. En el caso
particular, es desconocido inclusive por venezolanos, que promueven un falso
venezolanismo, a través de marcas que desde 1987, no son nacionales, como se
muestran en la siguiente imagen.
Fuente: Carola Chávez (2018)[49]
LAS
TRANSNACIONALES DE ALIMENTOS Y LA COMPETENCIA POR LOS RECURSOS NATURALES
VENEZOLANOS
Vale la pena aclarar, que es la industrialización
dentro de la globalización[50], la generadora de mayor demanda y
utilización de recursos básicos como la energía (petróleo y gas), minerales, y
en el caso de los alimentos se suma la tierra, el agua y otros; en la cual las
empresas transnacionales se convierten en el principal actor en la búsqueda
cada vez mayor de la maximización de sus ganancias, y por tanto, en hacerse con
el control a través de la inversión extranjera de la economía, el comercio
internacional, la tecnología y desarrollo; en sus diferentes asociaciones,
fusiones o alianzas, con empresas nacionales, que al final terminan obsequiando
a estas, el control total del marketing, la producción y las instalaciones y
como es evidente en la industria nacional de alimentos, aumentando las
vulnerabilidades en torno al sistema agroalimentario venezolano.
Un ejemplo concreto, de porque se establecen las empresas transnacionales en Venezuela, en primer lugar, la ubicación geográfica privilegiada del país; además de las condiciones históricas del suministro de energía como unos de los más baratos del mundo, para el movimiento de todo el aparato industrial, provenga esta de la hidroeléctrica o de los derivados del petróleo y gas.
Así como, para todo el parque automotor que necesita, sin olvidar el suministro de agua potable.
Por otra parte, la importación siempre
privilegiada de materias primas generalmente desde sus casas matrices, para la
posterior repatriación de dividendos e inclusive de exportación de productos,
cuyas divisas también pertenecen a su país originario, a lo que cabe
preguntarse si lo que queda de la llamada industria nacional, efectivamente
utiliza a Venezuela como su casa matriz, en este caso POLAR u otra.
Pero no sólo es energía, aunque parezca imposible, cuentan en el país con la capacidad de producción agrícola, como el caso de Nestlé que en cuanto a sus prioridades, debe lograr sus suministros de materia prima, por lo que ejecuta en Brasil, Ecuador, Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, México y Venezuela, su llamado Plan Cacao Nestlé[51].
Esto es, que los principales siete países con el mejor cacao del mundo, son considerados fuentes proveedoras para la explotación de recursos naturales.
A los que se puede mencionar también, la
ejecución del plan de fomento lechero y de café. O el caso de Cargill, que en
2017, realizaba junto a la Cooperativa BioAgro una investigación “para crear y
desarrollar una variedad tropical de trigo por medio de la obtención de
materiales genéticos locales, con el fin de mejorar e incrementar la producción
industrial del país”[52]; pues en semillas, es tener control sobre
el material genético que está enmarcado en el desarrollo del ámbito científico
tecnológico, punta de lanza de las transnacionales del know–how del sector
agrícola; que pueden llegar a controlar los territorios a través de la posesión
de las patentes y desarrollos biotecnológicos de semillas y otros recursos.
Planteamientos
finales
Evidentemente, Venezuela desde sus inicios no pudo
desarrollar una industria alimentaria independiente de la transnacionalización
y los intereses del capital extranjero, de materias primas importadas, así como
de las tecnologías[53], alcanzando su máximo nivel de
“crecimiento” en 1979[54], y a partir de allí, el declive de la
misma, coincidente con el arranque por parte de la USAID de “una nueva decada”[55] orientada a aumentar “el poder de
expansión de crecimiento de inversiones del sector privado a nivel nacional e
internacional”[56], en la cual la industria de alimentos
venezolana profundizó su extranjerización, coincidente además, con la caída de
los precios del petróleo en los años 80, que llevó al sector privado a las
desnacionalizaciones, cómo en el público a las privatizaciones de la industria
estatal, siendo el caso de Indulac[57] – Parmalat unos de los más
relevantes.
En la actualidad, ese panorama no ha cambiado, en Venezuela el control de la industria de alimentos está en manos de oligopolios nacionales transnacionalizados y transnacionales mayoritariamente con casas matrices en EEUU, Suiza y Gran Bretaña; por lo tanto,
es importante, destacar
que cualquier estrategia nacional que se lleve a cabo en el sector industrial
de alimentos, debe hacerse tomando en consideración que el sistema
agroalimentario es constituyente del poder nacional[58], o sea el autoabastecimiento de
alimentos, pero también lo es la industrialización; sobre todo en este período
de evidente bloqueo económico, financiero y comercial a través de la aplicación
de sanciones por parte de EEUU, con el fin de desmejorar las condiciones de
vida de la población venezolana, buscando el colapso del gobierno “aunque se
produzca un período de sufrimiento en términos de meses o años”[59], y que en el marco de la caída abrupta de
los precios de petróleo (2014) y la actual baja de producción, termina
“inhabilitando” al Estado para seguir financiando o invirtiendo tanto en la
industria estatal como privada; en la cual destacamos “la instalación desde
cero de infraestructura relacionada a los procesos productivos, diseminada a
nivel nacional, relacionada a fábricas o plantas agroindustriales hasta en los
sitios más inhóspitos del país”[60] configurándose en una industria
alimentaria pública, nacida al amparo del Estado durante los últimos 20 años,
como parte de un impulso estatal[61]con el fin de alcanzar el
desarrollo nacional, asociadas en su mayoría a la manufactura de productos de
consumo masivo de la dieta básica alimentaria, que con el tiempo fueron tomando
espacio en el mercado de alimentos, aunque no suficiente para acabar la
posición de dominio al oligopolio descrito, evidenciándose la necesidad de
mayor participación de otros actores, y que en estos momentos entra a una etapa
de promoción de “alianzas con actores privados”.
En este mismo orden de ideas, estas “alianzas con
actores privados” amparados suponemos, en el Decreto 39.945 del 2012,
relacionado a “alianzas estratégicas, empresas conjuntas o conglomerados”,
deben tener en cuenta ante todo un plan estructurado, que le reste al sector
oligopólico nacional transnacionalizado y transnacional su posición de dominio;
evidenciándose por el contrario, que todo este entramado industrial del Estado
esta pasando por una etapa de fraccionamiento, en multiplicidad de
asociaciones, sin un intento estratégico por ejemplo de posicionamiento de
marcas, pues cada industria por separado acuña un producto y nombre distinto
por fábrica, incluso en el mismo rubro, respondiendo a los intereses de cada
empresa o actor con la que se realiza la misma, por lo que a simple vista
demuestra que es sólo una jugada para activar o mantener a costa de cualquier
precio la infraestructura, sin embargo advertimos que mediante este formato,
entraran en la “trituradora” transnacional; en primer lugar, de manos del
Estado pasarán a un proceso de privatización de acuerdo a la participación
accionaria y el peso en la toma de decisiones; y una vez retirado el Estado
protector, se asociará con el capital extranjero en la búsqueda de inversiones
para capital y materia prima importada; para posarse al final en manos
transnacionales, controlando el marketing, si es que algún producto llega a
posicionarse o en todo caso hacerse de la infraestructura. Así que más temprano
que tarde por omisión o ingenuidad, serán privatizadas y transnacionalizadas,
cumpliendo el ciclo histórico venezolano de las manufactureras de alimentos,
reproduciéndose la vulnerabilidad para los intereses y la seguridad de la
nación; y donde la participación del Estado es primordial en la consolidación
de una estrategia nacional que rompa definitivamente el ciclo del proceso de
oligopolización y transnacionalización de la industria alimentaria nacional
pública o privada.
[1] (Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006), (Primera edición ed.).
Caracas: https://books.google.com.ar/books?id=IV9JKv7IDmIC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false.
Presidente Emérito del Consejo Industrial de Venezuela. (CONINDUSTRIA)
[2] (Araujo, 2010) Referente intelectual,
economista, docente, investigador, escritor y crítico literario
venezolano. La industrialización en Venezuela. Recuperado el
21 de 05 de 2019, de Revista del Banco Central de Venezuela. Biblioteca del
pensamiento económico. Volumen XXIV. N° 1: http://200.74.197.130/Upload/Publicaciones/rbcvs012010.pdf
[3] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez,
1997) El tratado modificado de reciprocidad comercial. Recuperado
el 22 de 05 de 2019, de https://revistaei.uchile.cl/index.php/REI/article/download/17697/19634/
[4] (Britto García, 2018) Referente
escritor, historiador, ensayista y dramaturgo venezolano. VTactual. Recuperado
el 22 de 05 de 2019, de 12 empresarios hacen el oligopolio venezolano: https://www.vtactual.com/es/luis-britto-garcia-12-empresarios-hacen-el-oligopolio-venezolano/
[5] Jhon Forbes Nash, matemático
estadounidense.
[6] (Sánchez, Sistema agroalimentario
venezolano, componente del poder nacional, 2016) Buenos Aires, Argentina:
Instituto de Enseñanza Superior del Ejército. 162 p
[7] (Morales, 2005) Reconfiguración del
sector agroalimentario venezolano en el contexto de la globalización. Revista
Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, vol. 11, núm. 3,
septiembre-diciembre, 2005, pp. 63-85,, 63 – 85.
[8] (Gilpin, 2001) The State and the
Multinationals. En R. Gilpin, Global political economy: Understanding
the international economic order (págs. 278 – 304). Princeton.
[9] (DeConceptos.com, 2016) Recuperado el
02 de 05 de 2016, de http://deconceptos.com/ciencias-juridicas/empresa-transnacional#ixzz47bIb0wXD
[10] (Gilpin, 2001) Op cit
[11] (Araujo, 2010) Op cit.
[12] (Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006)
[13] El desarrollo horizontal no es más
que la elaboración de un número mayor de artículos, para sustituir a los que
antes se importaban.
[14] El desarrollo vertical se refiere a
fases anteriores y básicas a la producción industrial correspondiente a los
bienes intermedios y de capital.
[15] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991)
tomado de Jaffé Carbonell y Rothman (1977)
[16] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991)
ibid p 65
[17] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez,
1997) OP Cit.
[18] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez,
1997) Ibid p 92
[19] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991)
tomado de Jaffé Carbonell y Rothman (1977)
[20] Harry Truman Presidente de los EEUU
entre 1945 y 1953, puso en marcha políticas para contener la expansión del
comunismo después de la II Guerra Mundial, firmó la Ley Agrícola de 1949
(PL-439), en la cual los excedentes de alimentos podían ser donados a países
amigos y aliados. En 1954 el presidente Dwight Eisenhower firma la Ley de
Desarrollo y Asistencia del Comercio Agrícola LP-480, convirtiéndose en el
principal programa de asistencia alimentaria de EEUU en el extranjero sentando
las bases para una expansión permanente de las exportaciones de productos
agrícolas con beneficios para EEUU y creando la oficina de Alimentos para la
paz. En 1961, Jhon F. Kennedy refiriéndose al programa, comentaba que había que
agradecerle a Dios por la abundancia de alimentos y utilizar el exceso de
oferta en el extranjero y con respecto a George Mc Goven director del programa
decía que había convertido a alimentos para la paz “en una fuerza vital en el
mundo” y se firmó la LP-808 en la cual, se pasaba de la eliminación de
excedentes, a la producción planificada para la exportación, para satisfacer
las necesidades mundiales de alimentos. En 1990, George Hw. Bush firma la ley
de alimentos, agricultura y conservación, como una reforma a la LP-480 en la
cual se comienza a considerar pasar de sólo política exterior al tema de la
“seguridad alimentaria”, terminología aprobada por la FAO en 1996 en la cumbre
mundial de alimentación y que se utiliza hasta el presente.
[21] IICA – OEA, 1977
[22] (USAID, 2013) USAID’S LEGACY
IN AGRICULTURE DEVELOPMENT. 50 Years of progress. Recuperado el
22 de 05 de 2019, de https://www.usaid.gov/sites/default/files/documents/1867/USAID-Legacy-in-Agricultural-Development.PDF
[23] Willians Gaud, Director de la USAID
desde 1966 al 1969.
[24] (Borrell J. , 2013) Alimentos y
poder: Relaciones para una aproximación teórica desde el realismo. Conjuntura
Internacional. Belo Horizonte. Vol 10. Nº 2, 3 – 62.
[25] El fundador de la Fundación
Rockefeller era Jhon D. Rockefeller dueño de Stándar Oil, ahora Exxol Mobil.
[26] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991)
Op cit
[27] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991)
Ibid p 65 – 66
[28] (Encyclopedia.com, 2006) Encyclopedia.com. Recuperado
el 22 de 05 de 2019, de Corporación Internacional Multifoods: https://www.encyclopedia.com/social-sciences-and-law/economics-business-and-labor/businesses-and-occupations/international-multifoods-corp
[29] (GRUMA, 2011) GRUMA. Recuperado
el 22 de 05 de 2019, de REPORTE ANUAL : https://www.gruma.com/media/150193/2011_gruma_20f0.pdf
[30] (Cargill, 2017) History in
Venezuela. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.cargill.com.ve/en/history-in-venezuela
[31] (El PAÍS, 2000) Recuperado el 17 de
05 de 2019, de Cargill compra Agribrands y crea la primera empresa de nutrición
animal: https://elpais.com/diario/2000/12/05/economia/975970804_850215.html
[32] (Gamboa, Meleán, & López,
2008) SCielo. Recuperado el 29 de 05 de 2009, de Estrategias
económicas y políticas de las grandes empresas alimenticias privadas
venezolanas y sus efectos en trabajadores, consumidores y pequeñas
empresas: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-85972008000200003
[33] (Agustín Morales, 2001)
Estrategias empresariales en la era global: el caso del complejo
sectorial venezolano de grasas y aceites. Agroalimentaria, 75 – 85.
[34] (Maxx Coi 2006 – 2010, 2006) Alfonzo
Rivas se queda en Venezuela dispuesto a duplicar sus ventas. Recuperado
el 24 de 05 de 2019, de http://maxxcoi.zoomblog.com/archivo/2006/07/15/alfonzo-Rivas-se-queda-en-Venezuela-di.html
[35] (Maxx Coi 2006 – 2010, 2006) Op Cit.
[36] (APICS, 2016) Plant
Tour of International Grains and Cereal. Recuperado el 28 de 05 de
2019, de https://ntxapics.org/images/downloads/apics_march_2016_newsletter.pdf
[37]SOFTLINE(Ratings, 2010) Dictamen
PROVENCESA PC 2010.
[38] (Businnes Ware, 2012)
[39] (Arismendi, 2015)
[40] (GAVAZUT, 2015) ¿CONSPIRACIÓN
CORPORATIVA EN VENEZUELA? PROCTER & GAMBLE Y SUS VINCULACIONES CON EMPRESAS
POLAR, FARMATODO Y LA ULTRADERECHA. Recuperado el 01 de 05 de 2016,
de http://www.aporrea.org/contraloria/n287096.html
[41] (Nestle a gusto con la vida,
2013) Nestle en Venezuela. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.nestle.com.ve/aboutus/nestleenvenezuela INDULAC,
en el año 1979 es nacionalizada por el Estado, pero pasa a manos de Parmalat
(transnacional italiana) en 1995 cuando el Estado le vende el 45 % de las
acciones y posteriormente compró el paquete al sector ganadero y los
trabajadores.
[42] (Nestle, 2019) La historia
de Nestle. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de Supervivencia en tiempos de
guerra: https://www.nestle.com.ve/aboutus/150history#tab-1914
[43] (NESTLÉ, 2014) Creación de
valor compartido . Recuperado el 30 de 05 de 2019, de https://www.nestle.com.ve/asset-library/documents/informecvc-2014.pdf
[44] (Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006) Op cit.
[45] Opera en Venezuela a través de
Unilever Andina, mediante la fusión de operaciones en Colombia y Venezuela en
1993.
[46] (Inter Press service Agencia de
noticias, 1995) VENEZUELA: Unilever inaugura fabrica de helados. Recuperado
el 23 de 05 de 2019, de http://www.ipsnoticias.net/1995/10/venezuela-unilever-inaugura-fabrica-de-helados/
[47] (PEPSICO, 2019) Sobre la
compañía. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.pepsico.com/about/about-the-company
[48] (Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006) Op Cit.
[49] (Chávez, 2018) Venezolanidad
con logotipo y mascota. Recuperado el 31 de 05 de 2019, de https://sardina1047fm.blogspot.com/2018/05/venezolanidad-con-logotipo-y-mascota.html?m=1
[50] (Klare, 2008) Resource Competition
and World Politics in the Twenty-First Century. EEAS, From early
warning to early action, Bruselas: European Union External Action, 293 –
301. La globlalización forma parte de los factores geopolíticos, que ejercen
presión e impactan sobre la competencia de los recursos naturales,
desencadenando o exacerbando conflictos.
[51] (NESTLÉ, 2014) Op Cit
[52] (Cargill, 2017) Cargill. Recuperado
el 02 de 06 de 2019, de https://www.facebook.com/CargillVenezuela/videos/cultivan-trigo-casiquiare-en-los-valles-de-tucutunemo/1922166701356661/
[53] pues el sector industrial privado
está covencido que “un país pequeño como el nuestro, no debe desarrollar
tecnologías propias sino, usar a tiempo las existentes”(Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006)
[54] (Lucas, Industrialización
contemporánea de Venezuela. Política, 2006)
[55] (USAID, 2013) Op Cit.
[56] (USAID, 2013) Ibid p 2.
[57] Indulac es una empresa de lácteos
venezolana, que se inicia a través de la instalación de la primera planta de
leche, en 1941 en Venezuela, por parte de Nestlé, siendo la misma nacionalizada
en 1979. En el 1995 Parmalat había adquirido el 45 % de Indulac, la cual le fue
vendida por el Estado, y posteriormente compró el paquete accionario del sector
ganadero y el de los trabajadores, pasando en su totalidad a manos
transnacionales.
[58] (Sánchez, ALIMENTOS Y PODER, 2019)
tomado de (Morgenthau, 1973 (ed 2006)) Política entre las naciones. La
lucha por el poder y la paz. Buenos Aires: GEL. El Poder de las
Naciones está conformado por diferentes factores como el geográfico; seguido de
la posibilidad de autoabastecerse de alimentos; los recursos naturales o
materias primas que posee; luego la producción industrial; así como la
infraestructura militar; dándole importancia al tamaño y calidad de la
población y; agrega el carácter, la moral nacional, y la calidad de gobierno,
como conformadores de ese poder, en resumen, “todos los factores o componentes
tangibles e intangibles; que implican al pueblo y al gobierno, así como lo
público y lo privado, que permitan dar a una nación proyección de poder, o más
quantum de poder con respecto a otra nación”[58]; en este caso de Venezuela o
cualquier otra. Recuperado el 04 de 05 de 2019, de Chávez y sus opciones sobre
la mesa:
csanchezyg.wordpress.com/2019/04/28/chavez-y-sus-opciones-sobre-la-mesa/
[59] (TERCERA INFORMACIÓN, 2019) Exembajador
sugiere “acelerar el colapso” de Venezuela. Recuperado el 18 de 04 de 2019,
de https://www.tercerainformacion.es/video/2019/01/30/william-brownfield-ex-embajador-de-eeuu-en-caracas-durante-una-entrevista-de-octubre-de-2018-en-este-momento-quizas-la-mejor-resolucion-seria-acelerar.
En entrevista en octubre de 2018 a William Bronwfield, exembajador de EEUU en
Caracas, en relación a las sanciones que aplica EEUU contra Venezuela y
particularmente contra PDVSA afirma: “es la única empresa que produce en estos
momentos divisas, ingresos, para el pueblo venezolano. Si vamos a sancionarla,
el impacto será contra todo el pueblo, el ciudadano común y corriente de las
comunidades […] en este momento quizás la mejor resolución sería acelerar
el colapso aunque produzca un período de sufrimiento mayor en términos de meses
o años […]Ese es el argumento por qué no hoy, por qué hemos esperado
tanto, por qué no lo hacemos mañana”. A la fecha ya ha sido sancionada PDVSA en
varios aspectos.
[60] (Sánchez, ALIMENTOS Y PODER,
2019) Op Cit
[61] (Gullo, 2014) La
insubordinación fundante (3ª ed.). Buenos Aires: Biblos. 186 p
http://csanchezyg.com/2019/06/05/venezuela-en-la-geopolitica-de-los-alimentos/…
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