¿Quiere
Hizbolah la destrucción de Israel?
“La realidad ahora no es esa”
Week in Review
Sayed Hasán Nasralah parece haber iniciado un giro
pragmático en la política de Hizbolah con respecto a Israel en un discurso
pronunciado el pasado 16 de febrero.
“Si ahora hay un consenso en Israel sobre esta
caracterización de la resistencia en Líbano, ¿significa esto que Hizbolah está
abriendo un frente y quiere eliminar a Israel de la faz de la tierra?”,
preguntaba el líder de Hizbolah. “La realidad ahora no es esa”.
Como era
de esperar, el discurso contenía también la consabida retórica anti-israelí y
toda suerte de amenazas. Nada nuevo en eso. Pero en esta ocasión Nasralah trazó
una línea de separación entre el establecimiento de un nuevo “frente” contra
Israel y amenazar la “existencia” misma de Israel. En términos prácticos, sus
comentarios implican que Hizbolah mantendrá tranquilas las fronteras libanesa y
siria con el estado judío.
Las palabras de Nasralah podrían entenderse como un giro pragmático, dado el número de víctimas que Hizbolah está sufriendo en la guerra siria, y un reflejo de una tendencia más moderada en la política exterior iraní.
Las palabras de Nasralah podrían entenderse como un giro pragmático, dado el número de víctimas que Hizbolah está sufriendo en la guerra siria, y un reflejo de una tendencia más moderada en la política exterior iraní.
No es una exageración
sugerir que lo que Nasralah dijo en Beirut fue aprobado por Teherán. En Al-Monitor hemos seguido la pista de las
políticas de contención entre Israel e Hizbolah en los dos últimos años.Ben Caspit escribió en diciembre que la evaluación en
Jerusalén era que “la guerra con Israel
es lo último que el líder supremo de Irán, el ayatolah Alí
Jamenei, necesita en estos momentos”.
Hace dos
años, esta misma columna sugirió que un compromiso de EEUU e
Irán sobre Siria, que está teniendo lugar ahora en el Grupo Internacional de
Apoyo, podría, con el tiempo, conducir a una discusión más amplia sobre
Hizbolah y su papel en la región. Un año después, en enero de 2015, escribimos:
“Podríamos, y probablemente deberíamos, imaginar una conversación más amplia
entre EEUU y sus aliados e Irán para desactivar la crisis en las fronteras de
Israel, Líbano y Siria, ya que esta podría poner en peligro el progreso,
arduamente logrado hasta la fecha, en las conversaciones sobre el programa
nuclear y el creciente alineamiento de EEUU, la coalición y las acciones
iraníes en su lucha contra ISIS y los
afiliados de Al Qaeda en
Siria e Irak”. Desde que escribimos esas palabras, las conversaciones nucleares
son un hecho y el secretario de estado de EEUU John Kerry ha dicho, el mes pasado, que el plan de Irán
para Siria “debe ser examinado” y que está “muy cerca de lo que Ginebra ha
intentado lograr”.
Irán será objeto de sanciones por ser un “estado
patrocinador del terrorismo”, según la ley de EEUU, hasta que haya
conversaciones sobre el papel de Hizbolah en la región. Israel, Líbano y la
Siria de la posguerra se beneficiarán de la existencia de fronteras seguras y
pacíficas. La tendencia en esa dirección puede ser frágil y precaria, pero
existe y depende, en última instancia, de Israel e Irán. Y todo comienza con
Siria.
Fehim Tastekin afirmó que “mientras continúan las
especulaciones sobre la participación directa de Turquía y Arabia Saudí en la
guerra siria, Turquía ya está combatiendo en dos frentes sin siquiera poner un
pie en Siria”.
“En el
primer frente, Turquía está lanzando fuego de artillería pesada contra las
Fuerzas Democráticas Sirias que avanzan hacia Azaz, en el noroeste de Siria,
mientras declara que el objetivo es detener los avances de las Unidades de Protección del
Pueblo Kurdo (YPG). En el segundo frente, Turquía está permitiendo que los
militantes crucen la frontera con Siria, ya que el ejército sirio cortó el
corredor Alepo-Kilis”, escribió Tastekin.
Tastekin
siguió explicando cómo Yabhat al Nusra está infiltrado en muchos grupos
salafistas que operan en estas regiones: “En cuanto a las afirmaciones de que
Yabhat al Nusra no está presente en Azaz, hay que tener en cuenta que desde que
este grupo fue incluido en la lista de organizaciones terroristas de la ONU, no
ha ondeado sus banderas en áreas próximas a la frontera turca. Además de su
concentración en la zona rural de Idlib, Yabhat al Nusra también tiene
presencia en el norte de Alepo, en las regiones turcomanas de Latakia y Azaz.
El grupo tiene una importante capacidad de movilización en estas áreas. Todos
los que siguen los acontecimientos en la región saben que Yabhat al Nusra es activo
no solo en el lado sirio de la frontera, sino también en las ciudades turcas de
Kilis y Hatay. Según un miembro de una organización humanitaria de Yayladag,
‘la gente de Nusra son considerados residentes locales. Pueden cruzar la
frontera en cualquier momento’. Yabhat al Nusra opera generalmente con Ahrar al Sham en
estas áreas”.
Mohamed al Jatib informó desde Alepo sobre las batallas por el
control de la ciudad y dijo que “no se parecen a ninguna otra. Son más feroces
y sangrientas todavía, pues las fuerzas del régimen están atacando a los
rebeldes en el corazón de sus áreas bajo control, empujándoles a una defensa en
toda regla”.
“Los aviones de combate rusos nunca abandonan el espacio
aéreo de Alepo”, escribió Jatib. “La importancia de este avance reside en el
hecho de que las fuerzas rebeldes han perdido un paso estratégico que comunica
el norte de Alepo con el resto de sus áreas bajo control. En consecuencia, los
combatientes del Ejército Sirio Libre que se encuentran en la zona rural del
norte de Alepo están ahora aislados y rodeados por el ISIS al este, las fuerzas
del régimen y sus aliados al sur y las Fuerzas Democráticas Sirias al oeste”.
Mustafá al Hach informó desde Siria que “el régimen sirio y sus aliados han tomado el control de todo el área
que se encuentra entre las ciudades de Moadamiyet al Sham y Daraya, en la
provincia de Rif Dimashq, tras una extensa ofensiva militar y un intenso bombardeo aéreo que comenzó en diciembre de 2015. La
ofensiva pretende aislar la ciudad de Daraya,
que ha permanecido sitiada durante tres años, cortando la línea de suministros
humanitarios y debilitando a la oposición y a los civiles, en preparación del asalto
definitivo de la ciudad. […] Merece la pena señalar que en 2010,
Daraya era el hogar de 250.000 personas y que hoy ese número ha quedado
reducido a 12.000, incluyendo civiles y efectivos militares. Como la carretera
a Moadamiyet al Sham ha sido cortada, estas personas se enfrentan a un
empeoramiento de sus condiciones de vida, mientras el régimen sigue
bombardeando intensamente, lo que ha provocado que la gente busque refugios
bajo tierra”.
Bruce Riedel sugirió que una intervención militar de gran
envergadura puede servir como distracción frente a los muchos problemas
domésticos y regionales que tiene Arabia Saudí.
“Irán ya no está sufriendo las sanciones de la ONU y está
preparada para bombear más petróleo en un mercado mundial ya saciado. El ISIS y
Al Qaeda están operando dentro del reino y tienen bases en el norte y el sur
del país. La guerra de Yemen no tiene un final a la vista. Los rumores sobre
luchas intestinas en el seno de la familia real son persistentes. [Las
maniobras militares a gran escala de la operación] Trueno del Norte está
fortaleciendo la idea y atrayendo apoyo internacional, pero el rey necesita
salvar las apariencias ante el rompecabezas de Yemen”, escribió Riedel.
Traducción: Javier Villate (@bouleusis)
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TOMADO DE: http://blog.disenso.net/
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