martes, 23 de febrero de 2016

¿Quiere Hizbolah la destrucción de Israel?


“La realidad ahora no es esa”

Week in Review

Sayed Hasán Nasralah, líder de Hizbolah, se dirige a sus seguidores a través de una pantalla gigante en el curso de una manifestación en el sur de Beirut, el 16 de febrero de 2016. (Foto: REUTERS / Aziz Taher)

Sayed Hasán Nasralah parece haber iniciado un giro pragmático en la política de Hizbolah con respecto a Israel en un discurso pronunciado el pasado 16 de febrero.
“Si ahora hay un consenso en Israel sobre esta caracterización de la resistencia en Líbano, ¿significa esto que Hizbolah está abriendo un frente y quiere eliminar a Israel de la faz de la tierra?”, preguntaba el líder de Hizbolah. “La realidad ahora no es esa”.
Como era de esperar, el discurso contenía también la consabida retórica anti-israelí y toda suerte de amenazas. Nada nuevo en eso. Pero en esta ocasión Nasralah trazó una línea de separación entre el establecimiento de un nuevo “frente” contra Israel y amenazar la “existencia” misma de Israel. En términos prácticos, sus comentarios implican que Hizbolah mantendrá tranquilas las fronteras libanesa y siria con el estado judío.

Las palabras de Nasralah podrían entenderse como un giro pragmático, dado el número de víctimas que Hizbolah está sufriendo en la guerra siria, y un reflejo de una tendencia más moderada en la política exterior iraní.

No es una exageración sugerir que lo que Nasralah dijo en Beirut fue aprobado por Teherán. En Al-Monitor hemos seguido la pista de las políticas de contención entre Israel e Hizbolah en los dos últimos años.Ben Caspit escribió en diciembre que la evaluación en Jerusalén era que “la guerra con Israel es lo último que el líder supremo de Irán, el ayatolah Alí Jamenei, necesita en estos momentos”.

Hace dos años, esta misma columna sugirió que un compromiso de EEUU e Irán sobre Siria, que está teniendo lugar ahora en el Grupo Internacional de Apoyo, podría, con el tiempo, conducir a una discusión más amplia sobre Hizbolah y su papel en la región. Un año después, en enero de 2015, escribimos: “Podríamos, y probablemente deberíamos, imaginar una conversación más amplia entre EEUU y sus aliados e Irán para desactivar la crisis en las fronteras de Israel, Líbano y Siria, ya que esta podría poner en peligro el progreso, arduamente logrado hasta la fecha, en las conversaciones sobre el programa nuclear y el creciente alineamiento de EEUU, la coalición y las acciones iraníes en su lucha contra ISIS y los afiliados de Al Qaeda en Siria e Irak”. Desde que escribimos esas palabras, las conversaciones nucleares son un hecho y el secretario de estado de EEUU John Kerry ha dicho, el mes pasado, que el plan de Irán para Siria “debe ser examinado” y que está “muy cerca de lo que Ginebra ha intentado lograr”.

Irán será objeto de sanciones por ser un “estado patrocinador del terrorismo”, según la ley de EEUU, hasta que haya conversaciones sobre el papel de Hizbolah en la región. Israel, Líbano y la Siria de la posguerra se beneficiarán de la existencia de fronteras seguras y pacíficas. La tendencia en esa dirección puede ser frágil y precaria, pero existe y depende, en última instancia, de Israel e Irán. Y todo comienza con Siria.
Fehim Tastekin afirmó que “mientras continúan las especulaciones sobre la participación directa de Turquía y Arabia Saudí en la guerra siria, Turquía ya está combatiendo en dos frentes sin siquiera poner un pie en Siria”.

“En el primer frente, Turquía está lanzando fuego de artillería pesada contra las Fuerzas Democráticas Sirias que avanzan hacia Azaz, en el noroeste de Siria, mientras declara que el objetivo es detener los avances de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG). En el segundo frente, Turquía está permitiendo que los militantes crucen la frontera con Siria, ya que el ejército sirio cortó el corredor Alepo-Kilis”, escribió Tastekin.

Tastekin siguió explicando cómo Yabhat al Nusra está infiltrado en muchos grupos salafistas que operan en estas regiones: “En cuanto a las afirmaciones de que Yabhat al Nusra no está presente en Azaz, hay que tener en cuenta que desde que este grupo fue incluido en la lista de organizaciones terroristas de la ONU, no ha ondeado sus banderas en áreas próximas a la frontera turca. Además de su concentración en la zona rural de Idlib, Yabhat al Nusra también tiene presencia en el norte de Alepo, en las regiones turcomanas de Latakia y Azaz. El grupo tiene una importante capacidad de movilización en estas áreas. Todos los que siguen los acontecimientos en la región saben que Yabhat al Nusra es activo no solo en el lado sirio de la frontera, sino también en las ciudades turcas de Kilis y Hatay. Según un miembro de una organización humanitaria de Yayladag, ‘la gente de Nusra son considerados residentes locales. Pueden cruzar la frontera en cualquier momento’. Yabhat al Nusra opera generalmente con Ahrar al Sham en estas áreas”.

Mohamed al Jatib informó desde Alepo sobre las batallas por el control de la ciudad y dijo que “no se parecen a ninguna otra. Son más feroces y sangrientas todavía, pues las fuerzas del régimen están atacando a los rebeldes en el corazón de sus áreas bajo control, empujándoles a una defensa en toda regla”.

“Los aviones de combate rusos nunca abandonan el espacio aéreo de Alepo”, escribió Jatib. “La importancia de este avance reside en el hecho de que las fuerzas rebeldes han perdido un paso estratégico que comunica el norte de Alepo con el resto de sus áreas bajo control. En consecuencia, los combatientes del Ejército Sirio Libre que se encuentran en la zona rural del norte de Alepo están ahora aislados y rodeados por el ISIS al este, las fuerzas del régimen y sus aliados al sur y las Fuerzas Democráticas Sirias al oeste”.
Mustafá al Hach informó desde Siria que “el régimen sirio y sus aliados han tomado el control de todo el área que se encuentra entre las ciudades de Moadamiyet al Sham y Daraya, en la provincia de Rif Dimashq, tras una extensa ofensiva militar y un intenso bombardeo aéreo que comenzó en diciembre de 2015. La ofensiva pretende aislar la ciudad de Daraya, que ha permanecido sitiada durante tres años, cortando la línea de suministros humanitarios y debilitando a la oposición y a los civiles, en preparación del asalto definitivo de la ciudad. […] Merece la pena señalar que en 2010, Daraya era el hogar de 250.000 personas y que hoy ese número ha quedado reducido a 12.000, incluyendo civiles y efectivos militares. Como la carretera a Moadamiyet al Sham ha sido cortada, estas personas se enfrentan a un empeoramiento de sus condiciones de vida, mientras el régimen sigue bombardeando intensamente, lo que ha provocado que la gente busque refugios bajo tierra”.

Bruce Riedel sugirió que una intervención militar de gran envergadura puede servir como distracción frente a los muchos problemas domésticos y regionales que tiene Arabia Saudí.

“Irán ya no está sufriendo las sanciones de la ONU y está preparada para bombear más petróleo en un mercado mundial ya saciado. El ISIS y Al Qaeda están operando dentro del reino y tienen bases en el norte y el sur del país. La guerra de Yemen no tiene un final a la vista. Los rumores sobre luchas intestinas en el seno de la familia real son persistentes. [Las maniobras militares a gran escala de la operación] Trueno del Norte está fortaleciendo la idea y atrayendo apoyo internacional, pero el rey necesita salvar las apariencias ante el rompecabezas de Yemen”, escribió Riedel.
Traducción: Javier Villate (@bouleusis)
©2016 Al-Monitor. All rights reserved.
TOMADO DE: http://blog.disenso.net/

No hay comentarios:

Publicar un comentario