Si no tomas ‘moringa’, ya tardas
La globalización en cuestiones alimentarias propicia que productos originarios de una parte del mundo se conozcan y empiecen a consumir en la otra punta del globo, lo que extiende sus potenciales beneficios a toda la población. Es el caso de la moringa, una planta muy importante en India, Etiopía, Filipinas y Sudán cuyo consumo cada vez tiene más peso en España.
Actualmente, la moringa "se está cultivando en África oriental, occidental y austral, Asia tropical, América Latina, el Caribe, Florida y las islas del Pacífico", especifica la Fundación Española de la Nutrición (FEN) a Infosalus. De hecho, "pueden encontrarse hasta nueve especies al este de Etiopía, al norte de Kenia y en Somalia, siendo ocho de ellas endémicas en África", según la FEN.
La entidad concreta que la variante oleifera es la especie de la familia Moringaceae más cultivada."Es la económicamente más valiosa y procede de Asia meridional, donde crece en las estribaciones del Himalaya, pero se cultiva extensamente en los trópicos", agrega la FEN.
Por otra parte, la moringa se ha introducido y naturalizado en otros países. La fundación destaca Afganistán, Bangladesh, Sri Lanka, Península Arábiga. A otras zonas, como países del este y oeste de África, Florida, México, Perú, Paraguay y Brasil también empieza a llegar.
En España, el consumo de moringa "ha aumentado en los últimos años", precisa la FEN, que añade que hay varias empresas españolas interesadas en su producción.
Hay que remontarse al año 1999 y están en la zona de Andalucía. Sevilla, Málaga y Almería, concretamente. La moringa es especial porque sus "beneficios potenciales son muchos y por sus bajos niveles de sustancias antinutritivas", informa la FEN, por lo que "no se encuentran en este momento argumentos en contra del consumo de la planta".
De hecho, "contiene todos los aminoácidos esenciales", puntualiza la FEN, que matiza que esto es "algo raro en una única especie".
La entidad manifiesta que su valor nutricional es alto, 324 kilocalorías por 100 gramos.
En cuanto a los macronutrientes, "un 25 por ciento de su composición es de proteínas, un 18 por ciento de hidratos de carbono de bajo índice glucémico y un 10 por ciento lípidos donde el ácido graso más abundante es el oleico, principalmente en las semillas", continúa la FEN.
Además, el aporte de la fibra, "un 11,8 por ciento y principalmente soluble, contribuye al crecimiento de la microbiota en el colon por la riqueza de las sustancias que la componen, provenientes de una proteína completa y los compuestos antioxidantes", explica la FEN.
Asimismo, la fundación destaca vitaminas del grupo B, como tiamina, B6, ácido fólico y B12, vitamina C, A, E y K. Respecto a los minerales, su contenido es relevante en calcio, magnesio, hierro, potasio, fósforo y zinc. Por último, la fundación hace hincapié en que las semillas de la oleifera contienen entre un 33 y un 41 por ciento de aceite, con una importante proporción de ácido oleico: entre un 68 y un 85 por ciento.
Muchas variantes de consumo
La moringa, además, puede consumirse de maneras muy diversas.
La FEN pone de relevancia que puede hacerse a través de hojas frescas o en polvo, como condimento, añadiéndolo en distintos platos.
También las hojas "se han utilizado en infusión para caldo, para rebozar, espolvoreado o mezclado con la masa". La fundación explica que "las hojas frescas son de sabor agradable ligeramente picante, intermedio entre el rábano y el puerro".
Además, también se pueden ingerir simplemente hervidas o utilizadas en potajes, entre otras formas. La FEN se refiere, asimismo, a las vainas frescas de la planta, que se exportan de países como Sri Lanka o Kenia a Europa para su venta en envases, se consumen tiernas, frescas o cocidas en India y otros lugares. "La moringa se combina con todo tipo de alimentos: frutas y verduras desecadas, pescados, pasta, pizza o huevos, añadiendo valor nutricional a los mismos", enfatiza la FEN. Sus flores también son importantes. "Constituyen una excelente fuente de néctar y polen para la producción de miel.
Contras del consumo de moringa
De la moringa, normalmente suele alertarse de varios aspectos.
En primer lugar, la FEN menciona efectos abortivos. A estos le sigue, según la entidad, que no es beneficiosa para los hipoglucémicos, para los propensos al insomnio y que en ayunas puede producir acidez gástrica.
También puede tener un efecto laxante. Por otra parte, antes de tomar preparados de plantas "hay que asegurarse que son de fuentes fiables de compra y que no se toman en exceso", avisa la FEN.
"Las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos si se consumen en cantidad o tiempo exagerados", clarifica la FEN. En el caso de la moringa, "existen estudios que indican que su consumo no presenta riesgo, pues contiene niveles bajísimos de factores antinutritivos, como inhibidores de proteasas, taninos, saponinas, oxalato de calcio o glucosinolatos, mientras que en otros se asocia a posibles efectos adversos en la salud, como la infertilidad", revela la fundación.
"Por tanto, contamos con resultados contradictorios", lamenta la FEN.
No obstante, a su juicio, "el estudio clínico de los beneficios de la moringa es un campo abierto que aportará información muy útil a la hora de especificar las dosis necesarias para producir algún efecto benéfico".
"La información sobre el efecto de las propiedades de la moringa en seres humanos no cuenta con evidencia apoyada en pruebas clínicas aleatorizadas y controladas con placebo: sus efectos se han comprobado en células o animales", precisa la entidad.
"Se deben continuar con el desarrollo de pruebas clínicas bien controladas y documentadas en humanos para verificar cuál es su efecto y a qué dosis, adaptándolas a las condiciones del país y reflejándolo en guías o informes de consumo con sus dosis adecuadas", insiste la FEN.
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