Venezuela salvaguarda la ozonósfera
> El Gobierno Bolivariano aplica diversas normativas con el objetivo de cumplir las Metas del Milenio establecidas por la ONU
La destrucción de la capa de ozono y el calentamiento global son dos de los problemas ambientales más graves que el mundo enfrenta actualmente. A partir de 1987, los gobiernos de todos los países suscribieron el Protocolo de Montreal para intentar paliar estos males.
Desde entonces, Venezuela ha tomado medidas para cumplir con lo establecido en el citado compromiso y con los objetivos del Milenio establecidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el año 2000.
Con la llegada en el año 1999 del Gobierno Bolivariano fue que se comenzaron a tomar acciones concretas para disminuir y erradicar el uso de Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO).
Estas sustancias químicas, que dañan el ambiente, contienen una base de cloro y bromo que se usan en agentes de soplado en fabricación de espumas, propelentes en latas de aerosoles y refrigeración de aires acondicionados tanto industrial como de uso doméstico.
En este sentido, la Fundación Fondo Venezolano de Reconversión Industrial y Tecnológica (Fondoin) viene desarrollando diversos proyectos a fin de erradicar y/o sustituir los elementos que contienen clorofluorocarbonos (CFC) e hidroclorofluorocarbonos (HCFC) para cumplir con las metas establecidas en Montreal y por la ONU.
Gianfranco Ruggiero, ingeniero mecánico y técnico de dicho instituto, asegura que el país ha cumplido de manera satisfactoria la reducción del uso de los CFC, lo cual queda evidenciado en una drástica disminución de las toneladas consumidas anualmente.
El CFC, principio activo de propulsión de aerosoles, solventes, gases y extintores, desde 1999 fue sustituido casi en un 100% por el componente de hidrocarburo, el cual no tiene mayor incidencia en el calentamiento global ni en la capa de ozono.
“Desde entonces se implementó la sustitución directa en todos los aerosoles que utilizaban el CFC como propelente, reducimos el consumo de las 5 mil toneladas métricas por año, gracias a la implementación del Plan Nacional de Eliminación del Consumo del Clorofluorocarbonos (CFC), y el cierre de la planta de fluorcarbono, perteneciente a la empresa Productos Halogenados de Venezuela (Produven), única de su tipo en el país y la tercera en Latinoamérica”, explicó.
Actualmente se encuentra en ejecución la reducción y sustitución del componente HCFC o R22, refrigerante usado de manera doméstica e industrial, en aires acondicionados, línea blanca y otros productos. Años atrás en este ámbito se presentaba un promedio de 3 mil toneladas por consumo e importación al año, y actualmente su uso está en el orden de las mil 300 toneladas.
Ruggiero aseveró que el Gobierno Bolivariano ha cumplido estrictamente el calendario de disminución. Destacó que para este 2015 se debía reducir en un 10% el consumo de los HCFC, y que para el 2020 la reducción debe ser de 35%.
“Cumplimos nuestros compromisos, este año llegamos a la meta del 10% establecida por el Protocolo de Montreal y estamos trabajando progresivamente para a su completa erradicación en 2030 como dicta el calendario”, dijo.
PLANES DE ACCIÓN
Actualmente se encuentran activas cinco estrategias para el cumplimiento de los convenios internacionales en materia de SAO.
Como ejemplo, Ruggiero mencionó el plan de reconversión industrial, que incluye el desarrollo de proyectos de inversión en el sector de refrigeración y espumas de poliuretano para eliminar el uso de CFC 11 y 12. A la fecha se han reconvertido un total de 88 industrias.
En cuanto a la capacitación, Carmelina Flores, bióloga con Maestría en Contaminación Ambiental y asesora del Fondoin, explicó que desde la aplicación del plan se han capacitado y certificado a más de 8 mil técnicos venezolanos en las buenas prácticas para el uso de hidrocarburos como refrigerantes. Actualmente se está iniciando una nueva etapa en esta área, con el desarrollo de diversos foros y talleres en el territorio nacional.
En el ámbito de recuperación, reciclaje y destrucción de las SAO, destacó el avance en esta materia.
Aseguró que la destrucción de los refrigerantes con compuesto de CFC y HCFC que no tengan posibilidades de uso o que se van a desechar luego de su remoción o sustitución, se ejecutará de manera ecológica.
“Estas sustancias van a ser destruidas en hornos de la Industria Venezolana de Cementos, en la planta de San Sebastián de los Reyes, esa es nuestra meta”, indicó.
Hizo hincapié en que aún se están tramitando los permisos sanitarios para iniciar el proceso de destrucción. Estima que para 2016 se pueda dar inicio a este proceso mediante un mecanismo cónsono con el medio ambiente.
En cuanto a las campañas de sensibilización, explicó que el Gobierno Bolivariano se despliega en instituciones públicas y privadas, así como en los centros educativos a escala nacional. “Hemos impartido charlas, foros y talleres para sensibilizar a la población, incluso en el Museo de los Niños creamos una exposición permanente”, señaló Flores.
Asimismo destacó la continua capacitación ofrecida a funcionarios del Seniat y organismos de seguridad del Estado a fin de prevenir el contrabando de refrigerantes importados.
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Carrera para salvar el escudo natural de la Tierra
El Protocolo de Montreal es un tratado internacional creado en 1987 cuyo objetivo principal es reducir y eventualmente eliminar la producción y el uso de sustancias que agotan la capa de ozono.
El documento ha sido ajustado y enmendado con el paso del tiempo para acelerar los calendarios de eliminación, introducir otros tipos de medidas de control y agregar nuevas sustancias a la lista.
El protocolo exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo el tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo.
Este instrumento divide a los países en dos grandes grupos: los desarrollados (Art. 2 o No Art. 5) y en desarrollo (Art. 5), sobre esta base los países asumen compromisos, con diferencia de 10 años entre unos y otros, de reducción en producción y consumo de las sustancias agotadoras de la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), halones, hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y el bromuro de metilo, entre otros.
El protocolo ha generado instancias como el Fondo Multilateral destinado a brindar apoyo financiero a los países en desarrollo para el reemplazo tecnológico requerido para dejar de usar productos que dañan la capa de ozono. BA
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Refrigerantes hidrocarburos, suplentes ecológicos de las SAO
Desde que se adquirió el compromiso global de erradicar las Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO) como los clorofluorocarbonos (CFC) y sus sustitutos directos como los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), se inició una campaña de investigación para la elaboración de refrigerantes que puedan reemplazar a estos productos vinculados con el deterioro de la capa de ozono.
Hace 15 años, la industria mundial de la refrigeración comenzó a enfrentarse con la necesidad de una reconversión forzada, a causa de que los refrigerantes utilizados (CFC, HFC y HCFC) resultan sumamente dañinos para la capa de ozono y además contribuyen en exceso con el efecto invernadero.
En este sentido, el ingeniero mecánico y técnico del Fondo de Reconversión Industrial, Gianpiero Ruggiano, afirma que actualmente hay diversas alternativas que se están investigando para incorporarlas en los sistemas de enfriamiento, tales como compuestos a base de hidrocarburos y el dióxido de carbono (CO2).
“La tarea que tenemos es sustituir, porque no podemos quedarnos sin sistemas al frío. Dentro de las opciones que se desarrollan está el CO2, que se considera como una buena alternativa para suplir a los HFC (hidrofluorocarbonos) porque no daña la capa de ozono, es un fluido inodoro, incoloro y más pesado que el aire y los refrigerantes hidrocarburos, que tiene las primeras dos características y no contribuyen al calentamiento global”, señaló el experto.
Según Ruggiero, la alternativa más usada y que ya se están comercializando en China son los hidrocarburos, puesto que otorgan muchos más beneficios al medio ambiente, “este refrigerante es económico, su uso permite una reducción significativa del consumo eléctrico, además de que los equipos que tenemos actualmente permiten una sustitución simple, es decir, no hay necesidad de desechar el equipo completo, tan solo se debe hacer la reconversión”.
Aseguró que en Venezuela se está tratando de implementar este cambio y que se encuentran desarrollando un proyecto para masificar la reconversión.
“China e India ya adoptaron la reconversión de los equipos de sus fábricas que utilizaban el HCFC, puesto que desarrollaron la tecnología para hacerlo. Nosotros tenemos la ventaja de que Venezuela es un país petrolero, por lo que sería más rentable económicamente que desarrollemos la tecnología para reconvertir que importarla. Esa es nuestra meta, estamos trabajando en un proyecto para poner a disposición el uso de este sustituto”, explicó Ruggiero.
CAPACITACIÓN EN SEGURIDAD
El experto señala que a pesar de que los hidrocarburos son los sustitutos ideales de las SAO, quienes trabajen con estos productos deben seguir estrictos protocolos de seguridad por tratarse de productos inflamables.
“Hay medidas de seguridad que se deben tener presentes en su manejo, aunque las cantidades que se usan son reducidas, siempre se deben tener presente lineamientos de seguridad para trabajar con ellos, por eso, nosotros en Fondoin nos estamos enfocando en enseñar a los técnicos buenas prácticas para trabajar con el producto”, subrayó. BA
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Amoniaco y CO2 otros sustitutos
El Dióxido de carbono (CO2) se considera como una buena alternativa para sustituir a los HFC (hidrofluorocarbonos) porque no daña la capa de ozono. Ya ha sido utilizado como refrigerante desde hace más de un siglo. Su potencial de calentamiento global es bajo y su valor, en lo que respecta al agotamiento de la capa de ozono, es nulo. No obstante, aunque el CO2 es necesario para la vida en la Tierra también es un gas de efecto invernadero que puede modificar el medio ambiente si su concentración en la atmósfera se incrementa considerablemente.
Por su parte, el amoniaco (NH3) tiene sus valores en cero en lo que atañe al daño a la capa de ozono y para el calentamiento global. Debido a sus propiedades termodinámicas es un buen candidato para ser utilizado como fluido refrigerante en sistemas de refrigeración por compresión de vapor, lo cual implica menor consumo de energía. Sin embargo, por su alta toxicidad, todas las instalaciones que lo usen deben estar construidas con elevadas especificaciones y normas de seguridad.
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Descontaminación del aire mediante ozono es dañina
Pese a que el ozono es un elemento esencial en la atmósfera, es un contaminante si se usa industrialmente en la superficie terrestre.
Actualmente hay compañías que se encargan de ofrecer el servicio de ozonización del aire en sitios como aeropuertos, con la premisa de que sus filtros especiales tienen la capacidad de oxidar los contaminantes del aire “dejando solo dióxido de carbono, agua, y oxígeno respirable”.
De acuerdo con la bióloga Carmelina Flores, el ozono es una sustancia que es perjudicial para la salud humana, ya que puede causar irritación en ojos, nariz, garganta y afecciones en la piel, por lo que las actividades de ozonificación deben cesar.
“Los filtros de ozono solo sirven para purificar el agua siempre y cuando actúen conjuntamente con un proceso de cloración. El ozono es tóxico para la salud cuando se usa a nivel doméstico y atmosférico, es un gas invernadero muy fuerte. No hay ningún motivo para que el aire sea ozonizado”, explica Flores.
“Las empresas ahora tienen la tendencia de ofrecer este producto como una solución maravillosa, pero lo que produce es un ambiente nocivo”, añade.
Explica además que estudios realizados en diversos institutos internacionales han demostrado que los referidos generadores de ozono no limpian los contaminantes del aire.
Flores subraya que se necesitarían muchos meses o incluso años de generación de ozono para contrarrestar los contaminantes del aire en interiores. Agrega que tampoco existe evidencia de que este proceso puedan destruir virus u hongos. BA
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Marco jurídico ambiental venezolano
Venezuela ha establecido un amplio marco jurídico para fortalecer y continuar con la protección del medio ambiente.
Comenzando por la Constitución Bolivariana, que desde el punto de vista ecológico es un instrumento pionero en reconocer el derecho de los ciudadanos a vivir en un ambiente sano y equilibrado. El Capítulo IX y sus tres artículos (127, 128 y 129) se enfocan en desarrollar políticas para preservar el ambiente.
De igual manera en el año 2012, el Comandante Hugo Chávez estableció el Plan de La Patria; el Quinto Objetivo de este documento especifica que se debe contribuir con la preservación de la vida en el Planeta y la salvación de la especie humana.
La nación también cuenta con la Ley Orgánica del Ambiente y la Ley Sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos para establecer disposiciones que rigen la gestión ambiental. Asimismo está el decreto para la creación de Fondoin, ente encargado de crear proyectos de protección, el Decreto 3220 que contiene Normas de Control de Sustancias Agotadoras del Ozono y su respectiva modificación en Decreto 3328 y Decreto 4335. De igual manera se estableció un Arancel de Aduana en Decreto 3679.
BEATRIZ ARIAS/CIUDAD CCS
TOMADO DE: http://www.ciudadccs.info/
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