El exvicepresidente del Gobierno, ex director gerente del FMI y expresidente
de Bankia, Rodrigo Rato. Uno de los artífices de los recortes y el austericidio
Rodrigo Rato, el nuevo nombre en los Papeles de Panamá
El exvicepresidente del Gobierno recurrió a Mossack Fonseca para cerrar dos 'offshore' en el paraíso fiscal tras sacar los 3,6 millones que ocultaban.
PÚBLICO - Publicado: 18.04.2016 00:13
MADRID.- El exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, es el último nombre en salir en los Papeles de Panamá. El número dos del Ejecutivo de Aznar cerró dos 'offshore' en el paraíso fiscal tras sacar los 3,6 millones que ocultaban, según han desvelado este domingo 'El Confidencial' y 'La Sexta'.
Para ello, recurrió a la firma de abogados Mossack Fonseca, el bufete especialista en paraísos fiscales, que está en el ojo del huracán tras la filtración de millones de documentos de su base de datos que revelan la creación de miles de empresas opacas para que políticos, celebridades y personajes reconocidos gestionaran su patrimonio. En España, las revelaciones ya se han cobrado como primera víctima al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que se vio obligado a renunciar a sus cargos el pasado viernes.
Red Rose Financial Enterprises comenzó a funcionar en noviembre de 2005, cuando Rato era director gerente del Fondo Monetario Internacional
Según los documentos, el bufete de Gibraltar que gestionaba las sociedades de Rato en el extranjero, Finsbury Trust & Corporate Services Limited, contrató a Mossack Fonseca en 2013 para liquidar Westcastle Corporation y Red Rose Financial Enterprises, las sociedades opacas que utilizó durante más de dos décadas el exvicepresidente del Gobierno para esconder su fortuna.
Tras mover los fondos, el expresidente de Bankia cerró esas sociedades para dificultar su localización, sin embargo el juzgado número 31 de Plaza de Castilla, que instruye el caso en su contra por blanqueo de capitales, corrupción entre particulares, delito contra la Hacienda Pública y administración desleal, ya está investigando dichas sociedades.
Según las nuevas informaciones periodísticas, Red Rose Financial Enterprises comenzó a funcionar en noviembre de 2005, cuando Rodrigo Rato era director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La aparición de los papeles de Panamá han supuesto una auténtica tromba informativa y se ha cobrado al ya exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que el pasado viernes tuvo que renunciar a ejercer el cargo que ya tenía sólo en funciones. Soria dejó también su acta de diputado y renunció a la presidencia autonómica del PP de Canarias tras conocerse su implicación en los Papeles de Panamá así como su firma en sociedades que radican en paraísos fiscales como Jersey, entre otras. No obstante, el ya exministro se limitó a reconocer simplemente errores de comunicación en sus explicaciones al respecto.
Para ello, recurrió a la firma de abogados Mossack Fonseca, el bufete especialista en paraísos fiscales, que está en el ojo del huracán tras la filtración de millones de documentos de su base de datos que revelan la creación de miles de empresas opacas para que políticos, celebridades y personajes reconocidos gestionaran su patrimonio. En España, las revelaciones ya se han cobrado como primera víctima al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que se vio obligado a renunciar a sus cargos el pasado viernes.
Red Rose Financial Enterprises comenzó a funcionar en noviembre de 2005, cuando Rato era director gerente del Fondo Monetario Internacional
Según los documentos, el bufete de Gibraltar que gestionaba las sociedades de Rato en el extranjero, Finsbury Trust & Corporate Services Limited, contrató a Mossack Fonseca en 2013 para liquidar Westcastle Corporation y Red Rose Financial Enterprises, las sociedades opacas que utilizó durante más de dos décadas el exvicepresidente del Gobierno para esconder su fortuna.
Tras mover los fondos, el expresidente de Bankia cerró esas sociedades para dificultar su localización, sin embargo el juzgado número 31 de Plaza de Castilla, que instruye el caso en su contra por blanqueo de capitales, corrupción entre particulares, delito contra la Hacienda Pública y administración desleal, ya está investigando dichas sociedades.
Según las nuevas informaciones periodísticas, Red Rose Financial Enterprises comenzó a funcionar en noviembre de 2005, cuando Rodrigo Rato era director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La aparición de los papeles de Panamá han supuesto una auténtica tromba informativa y se ha cobrado al ya exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que el pasado viernes tuvo que renunciar a ejercer el cargo que ya tenía sólo en funciones. Soria dejó también su acta de diputado y renunció a la presidencia autonómica del PP de Canarias tras conocerse su implicación en los Papeles de Panamá así como su firma en sociedades que radican en paraísos fiscales como Jersey, entre otras. No obstante, el ya exministro se limitó a reconocer simplemente errores de comunicación en sus explicaciones al respecto.
Panamá Papers hermanan narcos, terroristas y políticos
Publicado el 17 Abril 2016 Escrito por Paul Walder - “Punto Final” - El Clarín de Chile
Los Panamá Papers, la filtración que compromete a la elite mundial con cuentas en paraísos fiscales, no sólo es la mayor en la historia del periodismo de investigación, sino que con el curso de los días toma distintos derroteros e interpretaciones. Es una investigación realizada por 370 grupos periodísticos en 76 países sobre un cúmulo de información que ha superado varias veces a todas las pesquisas realizadas con anterioridad.
Para darnos una idea de la magnitud de este destape de información, los casos de WikiLeaks de 2010 se apoyaron en documentos que sumaban 1,7 Gigabytes. El Panamá Papers, que ha reunido 11,5 millones de documentos, supera los 2,6 Terabytes (un Terabytes corresponde a mil Gigabytes). La información, que hasta el momento ha dado varias vueltas al planeta, promete, según los investigadores, ser sólo la mitad de la obtenida.
Los millones de datos fueron extraídos de la firma Mossack y Fonseca, fundada en 1977 en Panamá, hoy en día, según ellos mismos destacan, “líder global en servicios integrales de carácter legal y fiduciario”. Con más de 500 agentes en el mundo, y oficinas de varios pisos y 600 empleados en el país canalero, ofrece un portafolio de negocios “en las jurisdicciones de Malta, Hong Kong, Chipre, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Panamá, Anguila Británica, Seychelles, Samoa, Nevada y Wyoming (Estados Unidos)”. Como puede observarse, varios de estos nombres, si no todos, están asociados con paraísos tributarios y legales. En síntesis, lo que los panameños ofrecen es un buen lavado de dinero.
Los documentos, que circulan por todos los medios de comunicación del mundo, constatan una realidad: cómo la elite política y financiera mundial, con la ayuda de costosos estudios de abogados y asesorados por las grandes corporaciones bancarias (como, por ejemplo, los españoles BBVA, Santander y Sabadell), coloca sus capitales en jurisdicciones que les prometen máxima confidencialidad y una nula tributación. En estos lugares confluyen los dineros de los traficantes de armas con las mafias de todas las latitudes, desde el narcotráfico a la trata de personas, desde los dólares y euros del terrorismo con los de los políticos, especuladores y empresarios hermanados todos por la corrupción. Esta corriente de capitales, que mezcla la sangre de las víctimas con la estafa neoliberal y cuyos orígenes son siempre oscuros, busca evitar la mano fiscal, las legislaciones nacionales y regionales para lo cual se hunde en el anonimato. Aquí nadie pregunta quién está detrás del dinero, ni su origen ni su destino.
Mossack y Fonseca se especializa precisamente en esta actividad mediante la creación de sociedades y fideicomisos que esconden la titularidad de los depósitos. Esta estructura, sin embargo, se ha transparentado esparciendo a través del mundo la verdadera forma de actuar de los poderosos y sus corporaciones. Todas las explicaciones, las negaciones y rechazos de la elite, son simples balbuceos ante las toneladas de documentos.
La investigación, que ha abarcado un espacio de tiempo de varias décadas, ha estado centrada en el periódico bávaro Süddeutsche Zeitungy derivada, o tal vez de manera inversa -algo aún por definirse-, al Consorcio Internacional de Periodistas de Información (ICIJ), que se ha encargado de procesar los datos en los diferentes países. En el caso chileno, el centro que ha procesado e interpretado la información vinculada a figuras nacionales ha sido Ciper.
LIDERES MUNDIALES BAJO LA LUPA
Las primeras denuncias de los Panamá Papers apuntaron a doce líderes políticos mundiales, varios de ellos en el poder, cuyos efectos no se han hecho esperar. El primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, vinculado a depósitos en las Islas Vírgenes, tuvo que renunciar tras demandas populares a las pocas horas de estallado el caso; Mauricio Macri, cuya familia también tiene inversiones en paraísos fiscales caribeños, fue imputado la semana pasada por un fiscal argentino por haber “omitido maliciosamente” su participación en una empresaoffshore, y David Cameron, el primer ministro británico, está también en la estacada tras revelarse que su padre ha tenido inversiones en islas caribeñas de dudosa reputación.
Otros nombres abarcan desde el rey de Arabia, el primer ministro de Pakistán, los hijos del presidente de Azerbaiyán, la tía del rey de España, futbolistas como Leo Messi y figuras del cine como Jackie Chan y Pedro Almodóbar. Pero de todos ellos el más poderoso es sin duda Vladimir Putin, a quien se le atribuyen más de dos mil millones de dólares en inversiones offshore. Desde Rusia, sin embargo, la respuesta ha sido no sólo de una negación absoluta a la información, sino que se acusan intenciones políticas de Estados Unidos. Con los días una nueva arista ha comenzado a abrirse en este caso.
La forma de obtención de estos torrentes de información no ha sido aún revelada. Es posible que se trate de filtraciones realizadas por funcionarios de la firma panameña, pero también, como denunció Ramón Fonseca, uno de los socios fundadores, por hackersdesde Europa. Otras fuentes apuntan incluso a un complot mundial para hundir a adversarios. Un reportaje de la BBC se preguntaba por qué no aparecían nombres de millonarios estadounidenses en la larga lista.
CHILENOS EN LOS PANAMA PAPERS
Ciper reveló los nombres de los chilenos con inversiones en paraísos fiscales. Algunos de ellos han rechazado de plano la información, como Hernán Büchi, ex ministro de Pinochet. Otros han intentado dar torpes explicaciones, como el dueño de El Mercurio, el viejo golpista Agustín Edwards, y uno de ellos no resistió la vergüenza y presentó la renuncia a su alto cargo. Gonzalo Delaveau Sweet, presidente de Chile Transparente (capítulo local de Transparencia Internacional) a las pocas horas tuvo que dar un paso al costado ya que dirigía una institución cuya finalidad es cautelar la probidad y denunciar la corrupción. Este caso, no tan ventilado por la prensa nacional, constata lo bien conocido: la corrupción abarca en Chile incluso a aquellas instituciones que velan por la probidad.
El viejo Edwards respondió mediantes sus empleados. Pero vale la pena recordar aquí su historia económica y política, espejo del relato neoliberal y conservador levantado cada día por su matutino. Ciper narra que Felipe Lyon, abogado del dueño de El Mercurio, informó que su cliente es “beneficiario de la sociedad offshoreAladin Marine Corporation, domiciliada en Islas Vírgenes Británicas desde mayo de 1994. Aladin Marine Corporation sería la propietaria del yate Anakena(40 metros de eslora y 150 toneladas), propiedad de Edwards y construido por el prestigioso astillero holandés Royal Huisman”.
El abogado justificó estas inversiones porque Aladin Marine Corporation era “una sociedad holdingde inversiones” y que la totalidad de sus activos están radicados en Estados Unidos. Agregó además que las inversiones de la sociedad en el extranjero se habían financiado “con fondos tributados en Chile” y con ingresos provenientes de “su trabajo (de Edwards) en una empresa norteamericana, durante la época en que debió abandonar el país por razones de seguridad personal y de su familia”, dato que se hunde hasta sus años de activo conspirador y golpista.
Aquí es cuando sale la historia más pérfida de Edwards. Aquella “empresa norteamericana” es Pepsico Inc., de la cual fue vicepresidente entre 1970 y 1975. Como bien vale recordar, Edwards llegó a Estados Unidos en septiembre de 1970, pocos días después de que Salvador Allende fuese electo presidente. Archivos desclasificados en mayo de 2014 por Estados Unidos revelaron la reunión clave que tuvo Edwards con el jefe de la CIA, Richard Helms el 14 de septiembre de 1970, cita fundamental para el posterior golpe de 1973.
LA HIPOCRESIA DE LAS ELITES
Al observar los flujos de capitales en el mundo, los que han aumentado de manera vertiginosa durante los últimos años (un 105% durante lo que va del siglo), característica de la economía globalizada bajo los paradigmas neoliberales, y contrastarlos con las políticas de organismos como la OCDE, podemos atender a una creciente tensión y contradicción. Por un lado las transnacionales, organismos financieros internacionales y fundamentalistas del mercado, presionan por una mayor desregulación de los flujos, en tanto la OCDE e instancias de la Unión Europea buscan aplicar políticas para mantener un control sobre estas corrientes argumentando motivos de seguridad y control del terrorismo y las mafias.
Esta tensión ha venido aumentando durante las últimas décadas, con claros reclamos de países de estas mismas organizaciones que basan parte de sus ingresos en la cautela y administración de capitales de dudoso origen. Es el caso de Austria, Luxemburgo, y en especial de Suiza, que ven peligrar su negocio al eliminarse el secreto bancario.
Hacia finales de 2014, ante las nuevas políticas de la OCDE, 51 países del mundo abolieron el secreto bancario. Sin embargo, cien países no firmaron este acuerdo aun cuando apoyaron parte de las medidas. En el caso de Chile, miembro de la OCDE y país suscriptor del tratado desde antes de pertenecer al grupo, si bien el secreto bancario es una norma, éste puede levantarse para las investigaciones penales sobre lavado de activos.
Entre los países que no han aceptado las normas de la OCDE están, entre otros, Panamá y Estados Unidos, antecedente que hoy, con el escándalo de los paraísos fiscales, lleva este caso periodístico a otros escenarios. La agenda política se escora hacia espacios sumergidos.
De partida, a diferencia de las filtraciones de WikiLeaks, esta información tiene cada día más apariencia de haber sido obtenida por hackers, lo que marca sin duda una gran diferencia. Los datos no han sido entregados a la esfera pública por funcionarios honestos al interior de esta u otra institución (como lo fue el caso de Edward Snowden durante su época en la CIA y la NSA), sino que ha sido copiada tras penetrar los sistemas informáticos por manos desconocidas. El siguiente paso, antes de llegar al Süddeutsche Zeitung, ha sido a través del ICIJ, lo que abre aún más interrogantes. Este centro de investigaciones internacional es financiado por think tanksconservadores y muy apegados al establishment, como Adessium Foundation, Open Society Foundations (George Soros), Sigrid Rausing Trust, el Fritt Ord Foundation, el Pulitzer Center y la Fundación Ford, entre otros. El ICIJ está relacionado con el Center for Public Integrity, organización que también promueve el periodismo y la libertad de expresión y es a su vez apoyada por más de un centenar de grandes fundaciones y fortunas de Estados Unidos. Con estos antecedentes es posible establecer un hilo conductor entre las grandes corporaciones, sus fundaciones y los grandes medios de comunicación.
Junto al sector privado y sus medios en los Panamá Papers están también presentes las agencias gubernamentales estadounidenses. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, admitió la semana pasada que la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) participó en el Proyecto de Reportajes sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP). El OCCRP recibió apoyo de varios donantes, incluido el gobierno estadounidense, explicó Toner, quien agregó que las autoridades norteamericanas aún revisan los Panama Papers y no tienen ninguna conclusión definitiva al respecto.
Por el momento, el resto del mundo tampoco. Sólo enormes interrogantes y una indignación que aumenta a medida que circula la información.
PAUL WALDER
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 849, 15 de abril 2016.
OPINIóN - HispanTV
El otro secreto de los papeles de Panamá
ERHARD MOSSACK. Es el primero por la derecha. En noviembre de 1942, fue adscrito a uno de los escuadrones de las temibles Totenkopf (cabeza de muerto), cuya insignia era una calavera. Estas unidades eran responsables, entre otros, de la custodia y gestión de los campos de concentración y exterminio.
Erhard Guenther Mossack (16 de abril de 1924), nacido en Grube-Ericka, el nazi, era un hombre de rostro adusto, 176 centímetros de estatura y varias cicatrices: en los dedos y debajo del brazo izquierdo, donde se cortó la piel para borrar un tatuaje que revelaba su vínculo con las SS.
Su oficio: cerrajero y miembro de la temible división Totenkopf (que se puede traducir literalmente como "cabeza de muerto"). Cuando lo atraparon las fuerzas aliadas vendería información para salvarse. A eso se dedicaría el resto de su vida.
Su hijo, Jürgen Rolf Dieter Mossack (20 de marzo de 1948), nacido en Fürth, ciudad de Baviera, unos 178 centímetros, piel sin marcas por heridas a simple vista. Su profesión: abogado creador de empresas offshore, protagonist a de los #PanamaPapers. Los 11,5 millones de archivos clasificados, procedentes del bufete que fundó (Mossack Fonseca), se consideran el mayor escándalo de filtración de documentos confidenciales de la historia. Jürgen Mossack, multimillonario, díscolo y vanidoso, buscaba ser una sombra para la sociedad panameña. Lo había aprendido de su padre, el nazi, quien llegaría incluso a ofrecerse como espía para Estados Unidos.
La mansión de Jürgen Mossack en los Altos del Golf, una urbanización en Panamá donde viven expresidentes, diplomáticos y magnates, la misma donde residía el dictador Manuel Antonio Noriega, está protegida. Alrededor circulan berlinas del máximo lujo y vigilantes de seguridad. Las cámaras siempre están grabando. A diferencia de su padre, él tiene varios sobrenombres, le llaman: El alemán, El teutón, El nazi. El último apelativo es más reciente. Desde que se desvelaron sus contactos internacionales ha pasado al escondite.
Antes, si bien apenas ha dado un puñado de entrevistas a lo largo de su existencia, se codeaba con la alta sociedad panameña. Sobre todo para lucir a sus hijas: Nicole y Andrea, ambas jinetes profesionales. Jürgen buscó ocultar el pasado de su padre. Quienes han visitado su ostentosa vivienda no recuerdan ver fotos suyas en las paredes. Cuando hablaba de él no se refería a su pasado como SS ni como agente secreto. "Nosotros pensábamos que era ingeniero", refiere una de nuestras fuentes periodísticas panameñas que no quiere ser citada. "Mossack tiene más poder que el presidente, decían, y yo ahora les creo". Lo que es indudable es que es multimillonario.
Erhard Mossack, el padre nazi, en cambio, tuvo una vida austera. En 1935, según documentos del FBI, con 11 años entró en la Jungvolk, sección infantil de las juventudes hitlerianas. Se fue a vivir con su tío Manfred, en 1938, a Dresden. Mientras iba a una escuela técnica, trabajaba como aprendiz en la empresa de lentes y equipos ópticos Zeiss-Ikon. Por sus habilidades, luego consiguió que le aceptaran en la residencia que tenían para sus trabajadores. Un año más tarde, el quinceañero Erhard volvió a caer seducido por el Führer y su mensaje de dominación mundial. En 1940, volvió a su localidad natal y laboraba en una empresa minera. Con la mayoría de edad se apuntó a las Waffen-SS. En noviembre de 1942, lo transfirieron a una ya disminuida división Totenkopf, de la que un 80% había muerto en Demyansk (Rusia). Al joven Erhard lo enviaron primero a Francia. Después al frente soviético. Sus siguientes destinos: Checoslovaquia, Finlandia y Noruega.
Es capturado por las tropas norteamericanas en marzo de 1945, dos meses antes de la caída del Berlín. Erhard estaba a punto de cumplir los 21 años...
Mucho tiempo después, al cumplir esa edad, su hijo Jürgen estaba estudiando Derecho en la primera universidad privada de Panamá, la Católica Santa María La Antigua. Se graduó algo tarde, en 1973, con 25 años. No tardó mucho en poner rumbo a Londres. Este viaje sería clave para que entendiera las finanzas globales. Fue admitido por la Law Society of England (Consejo de Colegios de Abogados de Inglaterra). Se codeó con lo más alto de los abogados del mundo. Y con los tiburones que forjarían la fama actual de la City. Regresó a Panamá en 1977 ya sabiendo que iba a fundar su propio despacho, Jürgen Mossack Lawfirm, bautizado en inglés. Apuntaba al derecho corporativo, naval, banca, inversiones extranjeras, fideicomisos, fundaciones privadas y gestión de inversiones... No había cumplido los 30 y era el orgullo de papá. Ya entonces Jürgen Mossack era un miembro selecto de la oligarquía panameña.
La escapada de 1945
En diciembre de 1945, junto a otros siete, el nazi Erhard Mossack había robado un camión y escapaba de un campo de prisioneros de guerra en Le Havre (Francia). Se separó de los fugados, tras más de 600 kilómetros de viaje, al llegar a Colonia (Alemania). "Mossack ha tenido una muy extensa pero superficial educación política... Es un típico líder de las juventudes hitlerianas", se lee en el documento enviado desde la embajada de EEUU en Londres con destino al director del FBI, rubricado el 4 de diciembre de 1946. En este texto, de 20 páginas, se cuenta la historia completa hasta ese momento del exnazi Erhard Mossack, que, un año después de terminada la guerra, se ofrecía como informante. El tono era dubitativo. Los norteamericanos advierten que Erhard "estaba cerca de unirse a una organización clandestina, ya sea de los antiguos nazis ahora convertidos en comunistas... o de nazis no conversos que se encubrían a sí mismos como comunistas... Su oferta de convertirse en informante [la califican] como un posible astuto intento para salir de una situación incómoda". Lo cierto es que, con el tiempo, Erhard terminó en Baviera viviendo en libertad. ¿Ya espía? En la primavera de 1948 nació Jürgen Rolf Dieter Mossack Herzog.
Erhard se había enamorado de Luisa Herzog. Ella, fruto de una relación previa, tenía otro hijo. Su nombre: Horst, hermano mayor de Jürgen. Hoy Horst llena, con su testimonio, algunos vacíos en la vida del nazi, de su padrastro. Entrevistado por The Daily Mail, reconoce lo que sintió su madre por haberlo tenido fuera del matrimonio. "Era una vergüenza en esos días, así que me pusieron en adopción". Pero aporta un dato adicional que revela un acto de generosidad del SS. "Mi madre más tarde se casó con Erhard Mossack. Él me dio su apellido después".
¿Y de su hermanastro panameño, qué dice? Le perdió el rastro cuando estuvo en Londres estudiando. "Lo que ha salido de Panamá es una noticia impactante, sorprendente. Desconcertante, incluso, pero no puedo decir que siento vergüenza porque no tengo conexión en la realidad con él".
Lo más llamativo es que Horst revela que en un momento de su vida el que fuera cabo primero de los cabeza de muerto se hizo periodista. Según su versión, publicó en 1952 -cuando Jürgen tenía apenas cuatro años- un libro titulado Los últimos días de Nüremberg. Una reseña de esta obra señala que "Erhard Mossack describe el calvario de Nüremberg en los últimos meses de la II Guerra Mundial. Como editor de un periódico, amasó un amplio material de origen, en especial el análisis de numerosas declaraciones de testigos. Nos lleva a mirar detrás del telón de fondo histórico... de lo sucedido entre enero y mayo de 1945 allí".
El padre nazi de Mossack narra cómo cayó la ciudad. Son 160 páginas con fotos de edificios destruidos y de unidades militares. ¿Se hizo periodista tras aceptar los servicios secretos de EEUU su oferta de colaboración? ¿O más bien se unió a la inteligencia germana como otros sospechan? Si el propio héroe de guerra nazi Otto Skorzeny, según informaciones recientes del diario israelí Haaretz, terminó de sicario del Mossad, nada suena descabellado.
El nombre de Erhard, por cierto, no es desconocido para el BND (los servicios secretos alemanes), con sede en Pullach, cerca de Múnich. De hecho, han confirmado la existencia de documentos sobre él, aunque no los desclasificarán. Ésta es su respuesta oficial: "Porque podrían dañar a la República Federal de Alemania o alguno de sus estados federados".
DOCUMENTOS PROBATORIOS. Derecha y centro, dos páginas del informe del FBI, de noviembre de 1946, donde describen las acciones del nazi Erhard Mossack. A la izquierda, fichero de la CIA de 1963, sobre los contactos de Mossack con la inteligencia militar de EEUU.
Erhard fue capturado por las tropas estadounidenses en Baviera y en posesión de una lista de nombres de miembros de las unidades los Werwolf (hombres lobo), una fuerza irregular creada por el general nazi Heinrich Himmler, en 1944, para mermar el avance de los aliados con tácticas de guerrilla y actos de sabotaje en las zonas que iban ocupando.
Estas unidades de resistencia, que deben su nombre a una novela escrita en 1914 por Hermann Löns, autor reverenciado por el nacionalsocialismo, llegó a contar con hasta 5.000 hombres reclutados en las juventudes hitlerianas y miembros de las SS. A este movimiento se le atribuyen varias matanzas de civiles. Erhard fue posiblemente un hombre lobo que se batió en retirada con una información que supo utilizar en su favor y que, según los datos que se han ido recabando sobre él, le permitió acortar su cautiverio.
¿Doble espía?
Según documentos procedentes de los servicios estadounidenses de inteligencia citados por el Süddeutsche Zeitung en el marco de los #PanamaPapers, el padre de Mossack no sólo se prestó a colaborar sino también a recabar información para los aliados. Sorteó el proceso de Nüremberg y comenzó una vida trabajando como redactor para varios medios, incluido el 8 Uhr-Abendblatt de Nüremberg. Este periódico fue fundado en octubre de 1919 por una editorial ultracatólica. Fue, junto al diario del partido nazi, el único periódico que circulaba durante la II Guerra Mundial, entre 1939 y abril de 1945. Fue prohibido por los estadounidenses al terminar la guerra. En 1949 el diario volvió a aparecer, hasta su desaparición, en 2012.
Erhard, en 1960, se va con su familia a Panamá, donde trabajó para Lufthansa, al tiempo que -se especula- colaboró con la CIA desenmascarando comunistas. La pista de Mossack padre se retoma en octubre de 1963. En un documento de la agencia, explican que desde 1961 Erhard ha intentado establecer contacto con la inteligencia militar de EEUU. Su área de acción la sitúan desde Frankfurt, pasando por Panamá, hasta Santiago de Chile y Cuba.
Jürgen era adolescente. Tenía dos hermanos más: Peter, actual cónsul honorario de Panamá en Frankfurt, y Marian, también residente en Alemania... Erhard poco a poco se va desvaneciendo como personaje. Se sabe que regresó a Múnich, cual retiro dorado, durante los 70, para establecerse allí. Era la década en que su Jürgen se iba haciendo fuerte en Ciudad de Panamá y Londres. Su bufete funcionaba. Era el germen inicial de lo que después sería Mossack Fonseca.
La unión con Fonseca
Los propios documentos internos de Mossack Fonseca sitúan el nacimiento de la firma en 1977, cuando no existía como tal sino sólo la Jürgen Mossack Lawfirm. Es en 1986 cuando se establece el nexo que cambia su vida. El teutón se une a Ramón Fonseca Mora, su socio a partir de entonces. Ramón era el perfecto complemento para sus fines. No sólo conocía el mercado internacional. Era el carisma que el hijo del nazi no tenía, las sonrisas que le faltaban.
Le gustaban a Mossack los vínculos que había establecido Fonseca con sus compañeros de la London School of Economics, donde se graduó. Además, su nuevo socio, cuatro años menor que Jürgen, disfrutaba del beneplácito de la clase política panameña. En los tiempos en que Manuel Antonio Noriega, alias Cara de Piña, gobernaba, eso era un filón invalorable. Jürgen ya sabía cuál era el futuro. En 1988, sólo dos años después de su unión con Fonseca, escribió un texto premonitorio: Panamá paraíso fiscal. Padre e hijo Mossack, escritores, ambos contando sus vivencias. Los estragos de la guerra uno. El otro, sus batallas financieras.
La foto en blanco y negro del momento de la firma del acuerdo la conservan en los archivos de Mossack Fonseca. El alemán y Fonseca juntos, con un trago en vaso de tubo en sus manos. Uno con traje con raya diplomática, Jürgen; el otro, con atuendo gris. De esa oficina discreta, a poseer más de 40 sedes en todo el orbe. De Panamá a Niue, una isla remota en Oceanía que Mossack convirtió en paraíso fiscal.
Lo cuenta bien Michael J. Field, autor de Nadando con tiburones: Historias de la primera línea de Pacífico Sur y corresponsal para AFP. Según él, Jürgen buscaba un terreno nuevo, lejos de Panamá, para las empresas. Y descubrió Niue, un estado libre asociado a Nueva Zelanda, no parte de la ONU. Una isla celestial ideal para ser paraíso fiscal. Field, como representante de la prensa en la zona, comenzó a informar de los andares de Jürgen.
Sus informaciones desesperaron al germano de rostro impenetrable. "A finales de 1990 tuve un encuentro con Jürgen Mossack; llegó a Auckland sólo para amenazarme", señala Field. "Me dijo que antes de ese momento nunca había oído hablar de Niue... Quería un lugar fuera del Caribe y en una zona horaria de Asia y el Pacífico...".
Total secreto y anonimato
Era un acuerdo de exclusividad por dos décadas. La isla de 260 km2, 1.200 habitantes, recibía un millón de dólares anuales por las 6.000 empresas que se asentaron. "Mossack Fonseca designó a un agente local para cuidar de los archivos. Su nombre era Peleni Talagi. Su padre, Toke Talagi, es ahora el primer ministro de Niue...". Mossack Fonseca describía las ventajas: "Total secreto y el anonimato... completa privacidad y confidencialidad de negocios". Uno de los quecreyó en la publicidad fue el actor español Imanol Arias. O su gestor.
"Arrancó su primer pelotazo televisivo con una sociedad en Niue", titula El Confidencial. El intérprete fue uno de los que apostó por crear una offshore con los Mossack Fonseca, bufete que es la pieza principal de la exclusiva periodística denominada #PanamaPapers, un trabajo del periódico germano Süddeutsche Zeitung y del ICIJ, siglas en inglés del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, del cual en España forman parte La Sexta y el citado diario online Y no es el único famoso español señalado.
Se añaden a la enorme lista el cineasta manchego Pedro Almodovar; Pilar de Borbón, hermana del rey emérito; miembros de la trama Gürtel; los Pujol; los Domecq; Marina Ruiz-Picasso, heredera del pintor malagueño; el excampeón mundial de motos Alex Crivillé; el hispano-peruano y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa... la familia Escarrer (Sol Meliá); los hoteleros Riu y Enrique Martinon; el promotor inmobiliario y expresidente del FC Barcelona José Luis Núñez Clemente; Demetrio Carceller; la familia Thyssen-Bornemisza; el financiero Javier De la Rosa, dos nietos de Franco...
Son, "al menos, 1.200 sociedades, 558 accionistas, 166 clientes intermediarios y 89 beneficiarios con dirección postal española los que aparecen en los documentos secretos", confirma el socio español del ICIJ. Un colofón terrible: "La mayoría de los españoles que aparecen en los papeles de Panamá se acogió a la amnistía fiscal de 2012 y disolvió las sociedades, por lo que no sufrirán consecuencias".
Aparecen más nombres propios vinculados a este destape: Vladimir Putin; Silvio Berlusconi; el presidente argentino Mauricio Macri; Lionel Messi; el dimitido primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson; el rey saudí Salman Abdulaziz; Michel Platini, el hijo de Kofi Annan, exsecretario de la ONU; el padre del premier británico David Cameron... Hasta Jackie Chan ha dejado de reír. Ni siquiera se libra el genial Stanley Kubrick...
Jürgen Mossack ha salido en defensa de su bufete, de sus clientes, de su obra. "No vamos a suspender nuestros servicios para ir a sembrar bananas. La gente comete errores. Nosotros también", respondió a Kejal Vyas de The Wall Street Journal,desde la segunda planta de la sede de su compañía, un edificio ubicado en la calle Marbella, en el distrito financiero de Ciudad de Panamá. "Las compañías offshoretienen un montón de usos legítimos, dijo el señor Mossack, incluyendo evitar el pago de los impuestos por duplicado, proporcionar privacidad y la protección de los regímenes criminales y los delincuentes", escribe Vyas. Sobre las 240.000 sociedades fantasma investigadas, con orgullo ario, el hijo del SS afirma: "No habrá consecuencias... Ninguna".
Su escudo: La familia
El jueves 7 de abril, Jürgen Mossack renunció al prestigioso Consejo Nacional de Relaciones Exteriores de Panamá. La familia en pleno ha salido a defenderle en su círculo social. Se apoya en su mujer, la cubana nacionalizada panameña en 2007 Leydelises Pérez de Mossack. En su hija Nicole Mossack Acoca, casada con Tomas Altamirano (fundador de Futurad / Mivtech Inc). Y en la modelo Andrea Mossack Acoca, cuya pareja, Daniel Sessa, trabaja en el Programa Mundial de Alimentos, agencia especializada de la ONU. Estas últimas son hijas de un anterior matrimonio del alemán. Curiosamente, todas ellas figuran en distintas sociedades que aparecen en los registros mercantiles en Panamá. Así como hizo su padre, Jürgen ha aceptado al hijo de Leydelesis como propio. El adolescente comparte con Nicole y Andrea el gusto por la equitación y ha sido seleccionado, por Panamá, en esta disciplina. El patriarca de los Mossack murió en los 90, en Múnich. Su mujer, cinco años más tarde. Se llevó a la tumba secretos, de esos que "podrían dañar a Alemania". Jürgen, su querido heredero, tras sobrevivirle, carga con otros, aún más enigmáticos.
-Con información de Carmen Valero (Berlín) / @carmenvalero20
-Los datos de este reportaje se basan en investigación y entrevistas propias; así como en la documentación obtenida por el ICIJ, archivos del FBI e inteligencia norteamericana, y los textos periodísticos citados. Jürgen Mossack no aceptó la entrevista con Crónica.
Escrito por Martín Mucha
Las opiniones y conclusiones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de HispanTV.
Su oficio: cerrajero y miembro de la temible división Totenkopf (que se puede traducir literalmente como "cabeza de muerto"). Cuando lo atraparon las fuerzas aliadas vendería información para salvarse. A eso se dedicaría el resto de su vida.
Su hijo, Jürgen Rolf Dieter Mossack (20 de marzo de 1948), nacido en Fürth, ciudad de Baviera, unos 178 centímetros, piel sin marcas por heridas a simple vista. Su profesión: abogado creador de empresas offshore, protagonist
La mansión de Jürgen Mossack en los Altos del Golf, una urbanización en Panamá donde viven expresidentes, diplomáticos y magnates, la misma donde residía el dictador Manuel Antonio Noriega, está protegida. Alrededor circulan berlinas del máximo lujo y vigilantes de seguridad. Las cámaras siempre están grabando. A diferencia de su padre, él tiene varios sobrenombres, le llaman: El alemán, El teutón, El nazi. El último apelativo es más reciente. Desde que se desvelaron sus contactos internacionales ha pasado al escondite.
Antes, si bien apenas ha dado un puñado de entrevistas a lo largo de su existencia, se codeaba con la alta sociedad panameña. Sobre todo para lucir a sus hijas: Nicole y Andrea, ambas jinetes profesionales. Jürgen buscó ocultar el pasado de su padre. Quienes han visitado su ostentosa vivienda no recuerdan ver fotos suyas en las paredes. Cuando hablaba de él no se refería a su pasado como SS ni como agente secreto. "Nosotros pensábamos que era ingeniero", refiere una de nuestras fuentes periodísticas panameñas que no quiere ser citada. "Mossack tiene más poder que el presidente, decían, y yo ahora les creo". Lo que es indudable es que es multimillonario.
Erhard Mossack, el padre nazi, en cambio, tuvo una vida austera. En 1935, según documentos del FBI, con 11 años entró en la Jungvolk, sección infantil de las juventudes hitlerianas. Se fue a vivir con su tío Manfred, en 1938, a Dresden. Mientras iba a una escuela técnica, trabajaba como aprendiz en la empresa de lentes y equipos ópticos Zeiss-Ikon. Por sus habilidades, luego consiguió que le aceptaran en la residencia que tenían para sus trabajadores. Un año más tarde, el quinceañero Erhard volvió a caer seducido por el Führer y su mensaje de dominación mundial. En 1940, volvió a su localidad natal y laboraba en una empresa minera. Con la mayoría de edad se apuntó a las Waffen-SS. En noviembre de 1942, lo transfirieron a una ya disminuida división Totenkopf, de la que un 80% había muerto en Demyansk (Rusia). Al joven Erhard lo enviaron primero a Francia. Después al frente soviético. Sus siguientes destinos: Checoslovaquia, Finlandia y Noruega.
Es capturado por las tropas norteamericanas en marzo de 1945, dos meses antes de la caída del Berlín. Erhard estaba a punto de cumplir los 21 años...
Mucho tiempo después, al cumplir esa edad, su hijo Jürgen estaba estudiando Derecho en la primera universidad privada de Panamá, la Católica Santa María La Antigua. Se graduó algo tarde, en 1973, con 25 años. No tardó mucho en poner rumbo a Londres. Este viaje sería clave para que entendiera las finanzas globales. Fue admitido por la Law Society of England (Consejo de Colegios de Abogados de Inglaterra). Se codeó con lo más alto de los abogados del mundo. Y con los tiburones que forjarían la fama actual de la City. Regresó a Panamá en 1977 ya sabiendo que iba a fundar su propio despacho, Jürgen Mossack Lawfirm, bautizado en inglés. Apuntaba al derecho corporativo, naval, banca, inversiones extranjeras, fideicomisos, fundaciones privadas y gestión de inversiones... No había cumplido los 30 y era el orgullo de papá. Ya entonces Jürgen Mossack era un miembro selecto de la oligarquía panameña.
La escapada de 1945
En diciembre de 1945, junto a otros siete, el nazi Erhard Mossack había robado un camión y escapaba de un campo de prisioneros de guerra en Le Havre (Francia). Se separó de los fugados, tras más de 600 kilómetros de viaje, al llegar a Colonia (Alemania). "Mossack ha tenido una muy extensa pero superficial educación política... Es un típico líder de las juventudes hitlerianas", se lee en el documento enviado desde la embajada de EEUU en Londres con destino al director del FBI, rubricado el 4 de diciembre de 1946. En este texto, de 20 páginas, se cuenta la historia completa hasta ese momento del exnazi Erhard Mossack, que, un año después de terminada la guerra, se ofrecía como informante. El tono era dubitativo. Los norteamericanos advierten que Erhard "estaba cerca de unirse a una organización clandestina, ya sea de los antiguos nazis ahora convertidos en comunistas... o de nazis no conversos que se encubrían a sí mismos como comunistas... Su oferta de convertirse en informante [la califican] como un posible astuto intento para salir de una situación incómoda". Lo cierto es que, con el tiempo, Erhard terminó en Baviera viviendo en libertad. ¿Ya espía? En la primavera de 1948 nació Jürgen Rolf Dieter Mossack Herzog.
Erhard se había enamorado de Luisa Herzog. Ella, fruto de una relación previa, tenía otro hijo. Su nombre: Horst, hermano mayor de Jürgen. Hoy Horst llena, con su testimonio, algunos vacíos en la vida del nazi, de su padrastro. Entrevistado por The Daily Mail, reconoce lo que sintió su madre por haberlo tenido fuera del matrimonio. "Era una vergüenza en esos días, así que me pusieron en adopción". Pero aporta un dato adicional que revela un acto de generosidad del SS. "Mi madre más tarde se casó con Erhard Mossack. Él me dio su apellido después".
¿Y de su hermanastro panameño, qué dice? Le perdió el rastro cuando estuvo en Londres estudiando. "Lo que ha salido de Panamá es una noticia impactante, sorprendente. Desconcertante, incluso, pero no puedo decir que siento vergüenza porque no tengo conexión en la realidad con él".
Lo más llamativo es que Horst revela que en un momento de su vida el que fuera cabo primero de los cabeza de muerto se hizo periodista. Según su versión, publicó en 1952 -cuando Jürgen tenía apenas cuatro años- un libro titulado Los últimos días de Nüremberg. Una reseña de esta obra señala que "Erhard Mossack describe el calvario de Nüremberg en los últimos meses de la II Guerra Mundial. Como editor de un periódico, amasó un amplio material de origen, en especial el análisis de numerosas declaraciones de testigos. Nos lleva a mirar detrás del telón de fondo histórico... de lo sucedido entre enero y mayo de 1945 allí".
El padre nazi de Mossack narra cómo cayó la ciudad. Son 160 páginas con fotos de edificios destruidos y de unidades militares. ¿Se hizo periodista tras aceptar los servicios secretos de EEUU su oferta de colaboración? ¿O más bien se unió a la inteligencia germana como otros sospechan? Si el propio héroe de guerra nazi Otto Skorzeny, según informaciones recientes del diario israelí Haaretz, terminó de sicario del Mossad, nada suena descabellado.
El nombre de Erhard, por cierto, no es desconocido para el BND (los servicios secretos alemanes), con sede en Pullach, cerca de Múnich. De hecho, han confirmado la existencia de documentos sobre él, aunque no los desclasificarán. Ésta es su respuesta oficial: "Porque podrían dañar a la República Federal de Alemania o alguno de sus estados federados".
DOCUMENTOS PROBATORIOS. Derecha y centro, dos páginas del informe del FBI, de noviembre de 1946, donde describen las acciones del nazi Erhard Mossack. A la izquierda, fichero de la CIA de 1963, sobre los contactos de Mossack con la inteligencia militar de EEUU.
Estas unidades de resistencia, que deben su nombre a una novela escrita en 1914 por Hermann Löns, autor reverenciado por el nacionalsocialismo, llegó a contar con hasta 5.000 hombres reclutados en las juventudes hitlerianas y miembros de las SS. A este movimiento se le atribuyen varias matanzas de civiles. Erhard fue posiblemente un hombre lobo que se batió en retirada con una información que supo utilizar en su favor y que, según los datos que se han ido recabando sobre él, le permitió acortar su cautiverio.
¿Doble espía?
Según documentos procedentes de los servicios estadounidenses de inteligencia citados por el Süddeutsche Zeitung en el marco de los #PanamaPapers, el padre de Mossack no sólo se prestó a colaborar sino también a recabar información para los aliados. Sorteó el proceso de Nüremberg y comenzó una vida trabajando como redactor para varios medios, incluido el 8 Uhr-Abendblatt de Nüremberg. Este periódico fue fundado en octubre de 1919 por una editorial ultracatólica. Fue, junto al diario del partido nazi, el único periódico que circulaba durante la II Guerra Mundial, entre 1939 y abril de 1945. Fue prohibido por los estadounidenses al terminar la guerra. En 1949 el diario volvió a aparecer, hasta su desaparición, en 2012.
Erhard, en 1960, se va con su familia a Panamá, donde trabajó para Lufthansa, al tiempo que -se especula- colaboró con la CIA desenmascarando comunistas. La pista de Mossack padre se retoma en octubre de 1963. En un documento de la agencia, explican que desde 1961 Erhard ha intentado establecer contacto con la inteligencia militar de EEUU. Su área de acción la sitúan desde Frankfurt, pasando por Panamá, hasta Santiago de Chile y Cuba.
Jürgen era adolescente. Tenía dos hermanos más: Peter, actual cónsul honorario de Panamá en Frankfurt, y Marian, también residente en Alemania... Erhard poco a poco se va desvaneciendo como personaje. Se sabe que regresó a Múnich, cual retiro dorado, durante los 70, para establecerse allí. Era la década en que su Jürgen se iba haciendo fuerte en Ciudad de Panamá y Londres. Su bufete funcionaba. Era el germen inicial de lo que después sería Mossack Fonseca.
La unión con Fonseca
Los propios documentos internos de Mossack Fonseca sitúan el nacimiento de la firma en 1977, cuando no existía como tal sino sólo la Jürgen Mossack Lawfirm. Es en 1986 cuando se establece el nexo que cambia su vida. El teutón se une a Ramón Fonseca Mora, su socio a partir de entonces. Ramón era el perfecto complemento para sus fines. No sólo conocía el mercado internacional. Era el carisma que el hijo del nazi no tenía, las sonrisas que le faltaban.
Le gustaban a Mossack los vínculos que había establecido Fonseca con sus compañeros de la London School of Economics, donde se graduó. Además, su nuevo socio, cuatro años menor que Jürgen, disfrutaba del beneplácito de la clase política panameña. En los tiempos en que Manuel Antonio Noriega, alias Cara de Piña, gobernaba, eso era un filón invalorable. Jürgen ya sabía cuál era el futuro. En 1988, sólo dos años después de su unión con Fonseca, escribió un texto premonitorio: Panamá paraíso fiscal. Padre e hijo Mossack, escritores, ambos contando sus vivencias. Los estragos de la guerra uno. El otro, sus batallas financieras.
La foto en blanco y negro del momento de la firma del acuerdo la conservan en los archivos de Mossack Fonseca. El alemán y Fonseca juntos, con un trago en vaso de tubo en sus manos. Uno con traje con raya diplomática, Jürgen; el otro, con atuendo gris. De esa oficina discreta, a poseer más de 40 sedes en todo el orbe. De Panamá a Niue, una isla remota en Oceanía que Mossack convirtió en paraíso fiscal.
Lo cuenta bien Michael J. Field, autor de Nadando con tiburones: Historias de la primera línea de Pacífico Sur y corresponsal para AFP. Según él, Jürgen buscaba un terreno nuevo, lejos de Panamá, para las empresas. Y descubrió Niue, un estado libre asociado a Nueva Zelanda, no parte de la ONU. Una isla celestial ideal para ser paraíso fiscal. Field, como representante de la prensa en la zona, comenzó a informar de los andares de Jürgen.
Sus informaciones desesperaron al germano de rostro impenetrable. "A finales de 1990 tuve un encuentro con Jürgen Mossack; llegó a Auckland sólo para amenazarme", señala Field. "Me dijo que antes de ese momento nunca había oído hablar de Niue... Quería un lugar fuera del Caribe y en una zona horaria de Asia y el Pacífico...".
Total secreto y anonimato
Era un acuerdo de exclusividad por dos décadas. La isla de 260 km2, 1.200 habitantes, recibía un millón de dólares anuales por las 6.000 empresas que se asentaron. "Mossack Fonseca designó a un agente local para cuidar de los archivos. Su nombre era Peleni Talagi. Su padre, Toke Talagi, es ahora el primer ministro de Niue...". Mossack Fonseca describía las ventajas: "Total secreto y el anonimato... completa privacidad y confidencialidad de negocios". Uno de los quecreyó en la publicidad fue el actor español Imanol Arias. O su gestor.
"Arrancó su primer pelotazo televisivo con una sociedad en Niue", titula El Confidencial. El intérprete fue uno de los que apostó por crear una offshore con los Mossack Fonseca, bufete que es la pieza principal de la exclusiva periodística denominada #PanamaPapers, un trabajo del periódico germano Süddeutsche Zeitung y del ICIJ, siglas en inglés del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, del cual en España forman parte La Sexta y el citado diario online Y no es el único famoso español señalado.
Se añaden a la enorme lista el cineasta manchego Pedro Almodovar; Pilar de Borbón, hermana del rey emérito; miembros de la trama Gürtel; los Pujol; los Domecq; Marina Ruiz-Picasso, heredera del pintor malagueño; el excampeón mundial de motos Alex Crivillé; el hispano-peruano y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa... la familia Escarrer (Sol Meliá); los hoteleros Riu y Enrique Martinon; el promotor inmobiliario y expresidente del FC Barcelona José Luis Núñez Clemente; Demetrio Carceller; la familia Thyssen-Bornemisza; el financiero Javier De la Rosa, dos nietos de Franco...
Son, "al menos, 1.200 sociedades, 558 accionistas, 166 clientes intermediarios y 89 beneficiarios con dirección postal española los que aparecen en los documentos secretos", confirma el socio español del ICIJ. Un colofón terrible: "La mayoría de los españoles que aparecen en los papeles de Panamá se acogió a la amnistía fiscal de 2012 y disolvió las sociedades, por lo que no sufrirán consecuencias".
Aparecen más nombres propios vinculados a este destape: Vladimir Putin; Silvio Berlusconi; el presidente argentino Mauricio Macri; Lionel Messi; el dimitido primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson; el rey saudí Salman Abdulaziz; Michel Platini, el hijo de Kofi Annan, exsecretario de la ONU; el padre del premier británico David Cameron... Hasta Jackie Chan ha dejado de reír. Ni siquiera se libra el genial Stanley Kubrick...
Jürgen Mossack ha salido en defensa de su bufete, de sus clientes, de su obra. "No vamos a suspender nuestros servicios para ir a sembrar bananas. La gente comete errores. Nosotros también", respondió a Kejal Vyas de The Wall Street Journal,desde la segunda planta de la sede de su compañía, un edificio ubicado en la calle Marbella, en el distrito financiero de Ciudad de Panamá. "Las compañías offshoretienen un montón de usos legítimos, dijo el señor Mossack, incluyendo evitar el pago de los impuestos por duplicado, proporcionar privacidad y la protección de los regímenes criminales y los delincuentes", escribe Vyas. Sobre las 240.000 sociedades fantasma investigadas, con orgullo ario, el hijo del SS afirma: "No habrá consecuencias... Ninguna".
Su escudo: La familia
El jueves 7 de abril, Jürgen Mossack renunció al prestigioso Consejo Nacional de Relaciones Exteriores de Panamá. La familia en pleno ha salido a defenderle en su círculo social. Se apoya en su mujer, la cubana nacionalizada panameña en 2007 Leydelises Pérez de Mossack. En su hija Nicole Mossack Acoca, casada con Tomas Altamirano (fundador de Futurad / Mivtech Inc). Y en la modelo Andrea Mossack Acoca, cuya pareja, Daniel Sessa, trabaja en el Programa Mundial de Alimentos, agencia especializada de la ONU. Estas últimas son hijas de un anterior matrimonio del alemán. Curiosamente, todas ellas figuran en distintas sociedades que aparecen en los registros mercantiles en Panamá. Así como hizo su padre, Jürgen ha aceptado al hijo de Leydelesis como propio. El adolescente comparte con Nicole y Andrea el gusto por la equitación y ha sido seleccionado, por Panamá, en esta disciplina. El patriarca de los Mossack murió en los 90, en Múnich. Su mujer, cinco años más tarde. Se llevó a la tumba secretos, de esos que "podrían dañar a Alemania". Jürgen, su querido heredero, tras sobrevivirle, carga con otros, aún más enigmáticos.
-Con información de Carmen Valero (Berlín) / @carmenvalero20
-Los datos de este reportaje se basan en investigación y entrevistas propias; así como en la documentación obtenida por el ICIJ, archivos del FBI e inteligencia norteamericana, y los textos periodísticos citados. Jürgen Mossack no aceptó la entrevista con Crónica.
Escrito por Martín Mucha
Las opiniones y conclusiones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de HispanTV.
domingo, 10 de abril de 2016 10:04
Enviado por Liber¿Y ahora qué? Las consecuencias de 'la mayor filtración de la historía'
Publicado: 8 abr 2016 04:35 GMT | Última actualización: 8 abr 2016 14:20 GMT . RT
Cinco días después de darse a conocer, personalidades del mundo entero se han visto en mayor o menor medida salpicados por el escándalo de los paraísos fiscales. Repasamos lo acontecido.
El pasado 3 de abril los medios de comunicación y la opinión pública del mundo entero quedaron escandalizados al conocerse la filtración de 11,5 millones de documentos financieros sobre empresas en paraísos fiscales del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca, los cuales revelaron la vinculación de varios jefes de Estado y numerosas personalidades del ámbito político, cultural y deportivo con paraísos fiscales, filtrados presuntamente a razón de un posible 'hackeo' informático. Así fueron las reacciones y acontecimientos posteriores a esta revelación:Acusados, dimisiones y cobertura mediática
Los datos filtrados cubren el periodo comprendido entre 1977 y finales de 2015, que muestran cómo funcionan los paraísos fiscales y cómo se mueve el dinero de manera secreta por todo el planeta. El nombre que más sonó al principio y fue el centro de discusión en la prensa internacional fue el del presidente de Rusia, Vladímir Putin, vinculado al escándalo por el simple hecho de que amigos suyos son mencionados en los documentos, aunque el nombre del presidente ruso no aparece ni una sola vez, lo que se catalogó rápidamente como un ataque mediático de desprestigio contra Putin.De nuevo en España, sonó el nombre del cineasta Pedro Almodóvar, así como el de dos bisnietos del dictador Francisco Franco. También en los documentos se nombra al expresidente de la UEFA Michel Platini y al actual presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, entre varias otras personalidades.
No ajena a lo que ocurría, la revista satírica francesa 'Charlie Hebdo' dedicó su nueva portada al escándalo sobre los 'offshores' con un característico "Je suis Panama" bajo la portada "Terrorismo fiscal".
El primero en dimitir fue el primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, el día 5 de abril después de saberse que su nombre figuraba entre los de varios políticos y personas famosas vinculadas a paraísos fiscales. Las protestas en Reikiavik sirvieron de presión para que el política renunciara.
Ese mismo día, la Fiscalía panameña anunció el inicio de una investigación respecto a los documentos filtrados.
Durante las siguientes jornadas se produjeron otras dimisiones, como la de Michael Grahammer, director ejecutivo del banco hipotecario del estado de Vorarlberg, Austria, y el abogado uruguayo Juan Pedro Damiani, quien presentó su renuncia al Comité de ética de la FIFA por su supuesta vinculación con Eugenio Figueredo, alto cargo futbolístico investigado por corrupción al aparecer su nombre entre los 'papeles de Panamá'.
Reacciones
Tres días después de las revelaciones, el portal WikiLeaks solicitó a los autores de la investigación que publiquen todos documentos panameños en Internet y no solo para un concreto grupo de periodistas, de tal forma que cualquier persona pueda consultarlos. Por su parte, Wikileaks se adelantó a revelar que "EE.UU. financió el ataque de los 'papeles de Panamá' contra Rusia y Vladímir Putin", hecho que Washington reconoció posteriorA su vez, Putin apareció en un foro mediático en San Petersburgo, Rusia, donde habló por primera vez de los 'papeles de Panamá', calificando la difusión de un "intento de desestabilizar la situación de Rusia desde dentro, de introducir desconfianza en la sociedad".
Por otra parte, Pakistán creó una comisión para investigar las vinculaciones de la familia y confidentes del primer ministro del país, Nawaz Sharif.
Mientras tanto, en el otro hemisferio del mundo, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, fue imputado ante la Fiscalía Penal por el escándalo de los 'offshores'. El presidente explicó públicamente en su defensa que él fue puesto como director de la sociedad anónima que dejó de existir en 2008 sin hacer ninguna inversión ni recibir ganancias.
El periodista internacional Alberto Rabilotta opina que la fuga de los 'papeles de Panamá' fue "legítima". A su juicio, es evidente que tanto tiempo gastado para investigar los documentos "no puede pasar desapercibido por los servicios de inteligencia de Alemania y EE.UU.".
TOMADO DE: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
Y
PUBLICADO EN: http://victorianoysocialist.blogspot.com/
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