EL TRASFONDO DE LA LEY DE AMNISTÍA
Lunes, 04 Abril 2016
Históricamente, las
amnistías han sido herramientas jurídicas utilizadas en situaciones de alta
conflictividad social o política, como un mecanismo que busca tender puentes
para la reconciliación entre las partes.
El objetivo fundamental
de estas es el logro de la paz y la calma nacional a través del perdón;
entendiendo que los resultados serán mucho más importantes para el país que los
delitos a amnistiar.
Recientemente la mayoría
opositora de la Asamblea Nacional ha aprobado un proyecto de ley de amnistía y
reconciliación nacional, que parece cualquier cosa menos una ley de amnistía, y
en el que el término “reconciliación nacional” está totalmente fuera de lugar. Como diputado a la Asamblea
Nacional, pero antes como patriota, me urge la necesidad de explicar y alertar
sobre el verdadero trasfondo de este adefesio jurídico.
La amplísima ley de amnistía
En primer lugar el
proyecto de ley es en exceso amplio y turbio, no con6ene artículos que
establezcan de manera clara y estructurada el objeto de la ley ni su ámbito de
aplicación tanto subjetivo como material.
Esto es de vital
importancia, toda vez que, históricamente, las leyes de amnistía han estado
circunscritas a un ámbito de aplicación restringido y sumamente específico.
Ejemplo de una verdadera
amnistía fue la ley decretada por el Presidente Chávez en el año 2007.
La ley contiene sólo 6
artículos y el propósito es sumamente claro, los hechos ocurridos y
subsecuentes al golpe de estado de abril de 2002.
En esta ley se nombran
específicamente los delitos que se están amnistiando. El espíritu de la misma
es el de perdonar los delitos cometidos en el golpe de estado, con la clara
intención de buscar la paz nacional y el avance armónico de la política.
En la aberración
jurídica en cuestión, nos encontramos con cosas como la concesión de amnistía “de los hechos
presuntamente constitutivos de los delitos de fraude, estafa y usura vinculados
a la actividad privada de la construcción de viviendas”. De manera similar, en su artículo 12 concede el perdón a
directivos, empleados o representantes de empresas que hayan incurrido en
delitos económicos como la especulación o el acaparamiento.
Aunque en apariencia tiene
por objeto perdonar delitos enmarcado en las manifestaciones políticas de
oposición, este proyecto incluye en mayor medida delitos de carácter económicos y esto no puede ser aceptado.
Esta amplísima amnistía
recae sobre una basta cantidad de delitos de distinta naturaleza, es un saco
roto donde entran prácticamente todas las personas (y personajes) que atentaron
contra la estabilidad nacional de diferentes maneras, muchas veces por medio de
la violencia, durante todos los años de los gobiernos de Chávez y Maduro pueden
salir en libertad y en completa impunidad.
Entiendo que una
amnistía se trata de olvidar el pasado y perdonar delitos relacionados al
problema socio-político en cuestión, en búsqueda de la paz pensando en futuro.
Lo que no entiendo es por
que este
proyecto quiere amnistiar cosas como la estafa inmobiliaria más grande que se
haya conocido en la nación, o el robo que cometieron banqueros al Pueblo
venezolano y que hoy son prófugos de la justicia.
Una violación constitucional con
propósito
No pretendo hacer un
análisis jurídico ya que ni siquiera soy experto en la materia, pero no hay que
hacer mucho esfuerzo para evidenciar las violaciones a la constitución que se
establecen en este proyecto.
Por citar un solo
ejemplo, sin el mínimo esfuerzo de disimulo, en el artículo 3 del proyecto, se
exceptúa de la amnistía de violaciones a los derechos humanos a funcionarios
públicos.
Lo que establece un
supuesto de discriminación, que por supuesto viola flagrantemente la
Constitución.
Recuerdo además, que la amnistía debe estar
dirigida en términos generales a cierta clase de hechos, y no a un grupo
específico de personas.
Ahora bien, me permito
asumir que la oposición sabe lo que hace.
Si en efecto es así,
entonces el cuestionamiento inmediato es: ¿por qué están violando la constitución?, ¿qué es
lo que buscan?, ¿será seguir provocando el enfrentamiento de poderes? Porque es obvio que la sala constitucional rechazará este
adefesio jurídico.
La siguiente
interrogante lógica sería: ¿cuál es el propósito de hacer esto?, ¿será crear mayor
malestar en un país que se encuentra en una situación tan compleja?, ¿será esto
parte de su planteamiento para salir del gobierno en seis meses de manera
“constitucional”?
Esta ley reta a las
instituciones del Estado y se suma a la espiral de revancha que inició la
oposición desde que asumió el poder legislativo.
Entrega de la Nación
Como si fuera poco, hay
cosas más graves, y si se quiere aterradoras, en esta gran estafa de amnistía.
La promulgación de esta
ley representaría un salvaje acto de entrega de la nación.
La consecuencia más
grave sería la creación de un precedente jurídico que afirme la inexistencia de
imparcialidad en el poder judicial venezolano.
Apoyando la tesis que
desde hace años busca la oposición venezolana, dentro y fuera de nuestras
fronteras, de catalogar a Venezuela como un Estado forajido.
La promulgación de esta ley llevaría a la pérdida de
decenas de arbitrajes internacionales donde la
república siempre ha hecho valer su soberanía.
En otras palabras, la
Asamblea Nacional al promulgar una ley que señala, afirma y sostiene que su
razón de ser es la inexistencia de imparcialidad en el poder judicial
venezolano, se está firmando un cheque en blanco para que organismos
internacionales puedan enjuiciar a la república fuera de su jurisdicción.
Esta ley entrega al país
al mejor postor y sepan que hay mucho dinero de por medio, en arbitrajes
internacionales estamos hablando de entre 30 y 50 mil millones de dólares.
Esto sin contar los artículos que parecen
trajes hechos a la medida de cada banquero, estafador, ladrón y traidor a la
patria que se encuentran hoy prófugos de la justicia venezolana, pareciera que
cada uno compró y mandó a hacer su propio artículo.
Se les nota la mala intención
Es ahora cuando se hace
evidente el verdadero trasfondo de esta ley, la ley de amnistía más larga,
amplia y difusa de la historia; la amnistía que a todas luces está hecha para violar la
constitución con plena intención de
seguir el camino del enfrentamiento político que derive en violencia; la amnistía que
perdona más delitos económicos que políticos; la
amnistía más apátrida que se haya redactado alguna vez.
Los verdaderos propósitos de la oposición que redactó este proyecto son:
• Seguir provocando el enfrentamiento de poderes, para usarlo como
argumento que alimente la ira de sus seguidores en el derrocamiento del
gobierno, y que sirva para su campaña internacional de que Venezuela es un
estado forajido.
• El enriquecimiento de
algunos dirigentes de oposición que se dedicaron a vender artículos de esta ley
a los ladrones prófugos de la justicia venezolana.
• La entrega de la
soberanía jurídica nacional a intereses extranjeros, que promueva la activación
de la carta democrática interamericana, con lo cual ya habrían cumplido todos
los pasos para provocar una intervención extranjera a Venezuela.
En este sentido, la Ley
de amnistía difícilmente puede contribuir a la paz en el país, y muchísimo
menos a la reconciliación nacional.
Su propósito es diametralmente opuesto al que debería y
su trasfondo es tan oscuro que a muchos le costará creerlo.
Quienes me conocen saben
que no comparto la politiquería que practica la mayoría en la Asamblea
Nacional, y que no hablo cuando no debo.
Si me he tomado el
tiempo para escribir estas palabras, es porque me preocupa enormemente el rumbo
que ha tomado la oposición venezolana que hoy se orquesta desde el hemiciclo, y
porque sé bien de lo que estoy hablando y me hago responsable por ello.
Si quieren hacer una ley de amnistía háganla, pero
háganla bien y por el bien de la república, no en contra de ella. Comencemos por retomar la propuesta de una Comisión de la
Verdad, hecha por el presidente Nicolás Maduro en su discurso anual ante la
Asamblea el 5 de Enero, propuesta que hasta ahora ha sido ignorada por la
oposición venezolana.
Si queremos el camino del perdón y la reconciliación
busquemos la verdad con justicia y sin intenciones ocultas. Encontremos el camino correcto para la política que nuestro
país necesita, esa que es conducida por los valores y principios que hacen
grandes a los ciudadanos y al país.
(Hugo Carvajal)
Y PUBLICADO EN: http://victorianoysocialist.blogspot.com/
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