CAMBIA DE OPINIÓN:
Por un lado en Venezuela, en unas elecciones prácticamente impecables, el “antidemocrático” gobierno de Maduro reconoció su aplastante derrota de inmediato.
Por el otro el mismísimo New York Times (para nada proclive a veleidades antimperialistas) demitifica las elecciones en Haití, dónde el fraude fue rampante.
Tradujimos el correpondiente artículo de hoy con la (casi seguramente vana) esperanza de que este lacayo tome nota y actúe en consecuencia.
Espero que le llegue.
La negrita corre de nuestra cuenta
William Yohai
DEL NEW YORK TIMES
CONSEJO EDITORIAL:
13 DE DICIEMBRE DE 2015.
Hay una crisis electoral en Haití. La elección de octubre para elegir un sucesor a al presidente Michel Martelly fue tan contaminada por denuncias de manipulación de votaciones, votos ilegales y otros abusos que el resultado ha sido ampliamente denunciado como ilegítimo.
No sólo por las docenas de candidatos perdedores (había 54 de ellos en las listas) sino también por observadores independientes, grupos de derechos humanos, líderes religiosos haitianos, organizaciones de la diáspora haitiana y ciudadanos comunes que han salido, enojados, a las calles en manifestaciones a veces violentas.
Se supone que habrá una segunda vuelta el 27 de diciembre entre el que Jovenel Moïse obtuvo el primer lugar y Jude Célestin el segundo:. Sin embargo, el Sr. Célestin ha calificado los resultados de octubre como una “farsa ridícula” y amenazado con retirarse del balotaje. Ha formado una coalición de 8 candidatos presidenciales que exigen una investigación independiente de la primera elección y reformas para asegurar la corrección de la segunda.
Casi todo lo que se puede decir en favor de la votación de octubre (para presidente pero también para el parlamento y alcaldes locales) es que fue menos violenta que de costumbre.
Pero según otros parámetros de credibilidad fue, de acuerdo a observadores escépticos, un fracaso colosal.
El porcentaje de votantes fue bajo, 26%. Los observadores denunciaron votos alterados y que la tinta supuestamente indeleble se borraba rápidamente de los pulgares de los votantes.
El consejo provisional electoral (órgano del gobierno que administra las elecciones) distribuyó más de 900.000 carnés de acreditación a representantes de los partidos políticos.
Se suponía que estos iban a ser garantías contra el fraude.
En lugar de ello probablemente contribuyeron a éste ya que aquellos que los tenían en su poder podían entrar a los lugares de votación y votar aunque sus nombres no estuvieran en las listas de votación. Según observadores se generó un mercado negro permitiendo potencialmente a muchos compradores votar pronto y frecuentemente.
El sucesor electo por Martelly, el Sr. Moïse se ha declarado satisfecho con los resultados de octubre.
Lo mismo han hecho la OEA y el departamento de estado (de EEUU) que ha enviado al coordinador especial para Haití, Kenneth Merthen para tratar de persuadir al Sr. Célestin para que participe en el balotaje tal cual fue planeado, con promesas de una elección mejor.
Pero los EEUU deberían saber que es imposible construir un gobierno legítimo sobre unas bases podridas. Debería en cambio presionar para una investigación independiente, dirigida desde Haití para examinar la elección de octubre. El balotaje debería ser postergado de forma que los votos de octubre puedan ser contados en forma pública y los resultados de legitimicen. Si es que esto fuera posible dadas las irregularidades. Además, cualquier esfuerzo dirigido a efectuar una elección creíble debería incluir la reforma del consejo electoral que ha sido acusado de incompetencia y partidización.
Desde que fue víctima del terremoto hace casi seis años Haití a ido levantándose de a poco. Este camino ha sido complicado por la lucha para reconstruir un gobierno casi anulado y establecer intituciones sólidas conducidas por haitianos.
Los votantes en Haití están, con razón, desconfiados y descorazonados. El país no tiene un parlamento que funcione. Éste fue desmantelado en enero cuando los períodos de sus miembros se terminaron
Martelly ha estado gobernando por decreto. Incluso dejando de lado la crisis de legitimidad presidencial, Haití tiene problemas serios (un gobierno disfuncional, apatía de los electores, falta de empleo, pobreza y cólera). Su emergencia actual puede estar lejos del centro de atención mundial.
Pero cualquiera que se preocupa por la democracia en un país cuyo destino está tan estrechamente ligado a las volubles y a veces malignas atenciones de EEUU y el resto del mundo debería prestar atención. Los haitianos se merecen algo mejor que esto.
http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
En la misma onda el susodicho Luis Almagro,
secretario general de la Organización de
Estados Americanos, si le "preocupa" al típico estilo de
todos los funcionarios del Imperio, cuando hablan u
opinas de Venezuela, e igualmente al inmiscuirse en los
asuntos Interno de un País Soberano como la Patria de
Bolívar.
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Almagro pide absoluto apego "constitucional" y mucho diálogo en Venezuela
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, pidió ayer absoluto apego constitucional y mucho diálogo en Venezuela, luego de que el presidente saliente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, instaló un Parlamento Comunal Nacional, una vez obtenida la victoria electoral que le dio a la oposición el control de la AN.
“Los caminos que tienen que seguir los venezolanos tienen que ser absolutamente constitucionales, tienen que pegarse a la Constitución y dentro de ella tener toda su acción política. Donde existan medidas cuya constitucionalidad no sea muy coherente, entonces los venezolanos pueden llegar a entrar en dificultades”, afirmó en una entrevista a la agencia EFE.
Almagro pidió tanto al gobierno como a la oposición que las leyes que impulsen no alteren el funcionamiento de la democracia, y no afecten a la transparencia y legitimidad del sistema político y de los representantes del pueblo.
“Si cada uno empieza a tironear de sus facultades constitucionales para estirarlas a ver hasta dónde llegan, con ánimo de confrontación, entonces lamentablemente las soluciones que Venezuela necesita en lo social y económico van a quedar muy supeditadas a estos forcejeos políticos”, advirtió.
Para el ex canciller uruguayo es demasiado pronto para emitir un juicio con respecto al Parlamento Comunal por lo que esperará que baje la “polvareda” en el sistema político venezolano.
“Nunca lo tomé como un enfrentamiento. Nuestra lógica de trabajo es marcar el deber ser y señalar los problemas, no esconderlos debajo de una alfombra”, dijo Almagro, en relación con las acusaciones del gobierno de Venezuela contra él, luego de que escribió una carta en la que denunciaba irregularidades en el CNE.
TOMADOS DE: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/, y http://noticiaaldia.com/
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