Único oso de Sudamérica ya
cuenta con corredor biológico de casi 8.000 km en Venezuela
Posted on septiembre 9, 2021
El único oso autóctono de Sudamérica, el frontino, conocido
como el oso de anteojos y en peligro de extinción en Venezuela, ahora cuenta
con un corredor biológico de 8.000 kilómetros, luego de que el Gobierno declaró
como parque nacional al Ramal de Calderas, una zona montañosa ubicada entre los
estados Trujillo, Barinas y Mérida (en el oeste).
«Se logra concretar la
estrategia de corredores ecológicos de Venezuela presentada en el año 92 por el
profesor Edgard Yerena, que planteaba la interconexión protegida, y que es el
hábitat del oso frontino.
Finalmente, se decreta el Ramal de Caldera que era el
eslabón pendiente (que cuenta con una superficie de más de 500 kilómetros
cuadrados con bosques nublados y páramos andinos)», explicó a Sputnik el
ecologista Marcos Hidalgo.
El anuncio que hizo el
mandatario Nicolás Maduro el 1 de agosto durante una actividad presidencial, se
convirtió en un motivo de gran celebración para los ecologistas del país, pues
detrás hay un esfuerzo de expertos que buscaban desde hace más de 30 años la
creación de este corredor.
«Esta es la tercera vez
que se intentaba en 30 años, una fue entre 1992 y 1995, la otra en 2010, y mi
tesis de postgrado que fue a partir de 2015, y que finalmente se materializó en
una propuesta (…) que llegó al visto bueno del presidente del antiguo Inparques
(Instituto Nacional de Parques) Josué Lorca (ahora ministro de Ecosocialismo)»,
añadió Hidalgo.
Este espacio reseñado
por el profesor de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar, Edgar
Yerena, en su libro Corredores Ecológicos de Los Andes de Venezuela, cuenta con
casi 8.000 kilómetros cuadrados, y permite controlar la deforestación que ha
conllevado a la degradación de los ecosistemas, ocasionando pérdidas
importantes de la biodiversidad.
Esta protección del
Ramal de Calderas, ahora denominado Parque Nacional José Gregorio Hernández,
une la línea recta en la que están también los parques: Guaramacal (215 km2),
Sierra Nevada (2764 Km2), Sierra de la Culata (2004 km2), Tapo Caparo (2050
km2), todo en el oeste de Venezuela.
«Es una línea recta, un
territorio muy importante para la conservación de los osos en Venezuela.
Es un gran paso del país para proteger lo que es una
especie en peligro de extinción», indicó el ecologista.
OSO Y MUCHO MÁS
Hidalgo es fundador y
coordinador del Proyecto Oso Andino Guaramacal, que ha logrado impulsar y
visibilizar en el país la situación de esta especie, conocida también como el
oso, ucumari o jukumari.
La presencia de este
oso ha disminuido tanto en los últimos años que muchos de los pobladores de la
cordillera andina del estado Trujillo (oeste) dudaban de su existencia cuando
Hidalgo comenzó con su proyecto.
Por ahora, el único
censo que hay de la población de frontinos en Venezuela, refiere a 1.000 osos,
pero este fue realizado de acuerdo al territorio disponible, por lo que la
organización que Hildago coordina se ha propuesto realizar uno con el uso de
más cámaras trampas.
Esta especie de la
Cordillera Andina habita también en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
La protección de esta
zona es vital para la preservación del oso frontino en Venezuela, pero agrupa
otro sinfín de repercusiones positivas, porque se están protegiendo las cuencas
altas de los ríos Boconó, Masparro y Santo Domingo.
«Estos ríos surten
importantes embalses para la generación hidroeléctrica, como lo son el Boconó
Tucupido, la Central Hidroeléctrica Peña Larga, Masparro y José Antonio Páez,
que generan en conjunto 325 megavatios, lo que lo convierte en la segunda
región estratégica para la generación de energía hidroeléctrica después de la
Central Hidroeléctrica Guri» ubicada en el estado Bolívar, agregó el
ecologista.
El efecto protector que
tiene el oso, que es la especie más emblemática de este corredor, está seguido
por la protección de otro gran número de animales como tigrillos, pumas,
venados, lapas y cachicamos.
Al respecto, el
ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, destacó que el resguardo de estas áreas
está «garantizando la protección de fuentes de agua, la protección de nuestra
biodiversidad».
Uno de los sueños del
Proyecto Oso Andino Guaramacal era lograr la declaración del Ramal de Calderas
como parque, ahora siguen el camino que intentan trazar con gran esfuerzo para
que el frontino pase en Venezuela de especie en peligro de extinción a
vulnerable y tener las herramientas necesarias para conocer a detalle su
situación real, entre ellas, avanzar en el estudio sobre su desplazamiento a
través del uso de collares satelitales.
Sputnik
Tomado de: https://elcomunista.net/
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