Comentario
acerca de “Venezuela: la joya de la corona” (+ libro)
-
Agosto 18, 2020
Por Nahir González
El libro Venezuela:
la joya de la corona (Pinves, 2020) es una compilación de seis
artículos, escritos por seis autoras venezolanas que analizan la crisis de su
país con una mirada crítica, femenina y desde la izquierda.
La obra fue
presentada el jueves 13 de agosto, en formato virtual, con la ponencia cinco de
las seis autora, quienes hicieron un resumen del contenido del libro,
anunciándose una edición impresa para la Feria del Libro de La Habana 2021.
Cris González, política,
diplomática y directora de la revista Correo del Alba explicó
que su escrito es sobre “El ensañamiento contra Venezuela y su Revolución”, la
amenaza de guerra en medio de la pandemia, la disputa en el territorio que para
la autora tiene que ver con acabar con el proceso bolivariano, clasificando el
asedio en tres ejes fundamentales:
1) Geopolítico, que tiene que
ver con el deseo de manejo de la llamada Cuenca del Caribe, la ubicación de
Venezuela, así como la extensión marítima que la sitúa como puerta de América
del Sur, en un hito histórico desde la Colonia;
2) Económico, porque
Venezuela posee una amplia gama de reservas minerales y naturales, más
importantes y grandes del planeta;
3) Razones ideológicas, que
tienen que ver con la instalación de un proceso socialista, la propuesta
liberadora bolivariana que se hizo de la región desde la época en que se gesta
la emancipación de América con nuestros movimientos indígenas también y que
siglos después Hugo Chávez la rescata y actualiza a este tiempo, en
contraposición al colonialismo; Bolívar y el Ejército Libertador, que lucharon
por emancipar el continente de la corona española, y luego esas mismas ansias
imperialistas se transformaron en el proyecto avasallador capitalista y
neoliberal del país hegemón, Estados Unidos, que ha intentado fracturar el
proceso venezolano con diferentes ataques que buscan resquebrajar la moral y la
integridad del pueblo y están acompañados de grandes campañas mediáticas,
además de la injerencia de países que se alinean al mandato de Washington.
González hace un recuento del
asedio a Venezuela en plena pandemia de Covid-19 que ha estado asolando al
mundo: “No somos ajenos a esto, a pesar que en Venezuela desde la primera hora
se dictaron medidas urgentes, de los primeros países donde se determinó una
cuarentena estricta, acciones contundentes, entre eso encuestas para entender
ver la población que había estado expuesta a riesgo de contagio y fue efectivo
para hacer un mapa y controlar los casos; en mayo teníamos aplanada la curva,
sin embargo, el retorno de los migrantes que habían salido engañados del país,
producto de esa guerra para desestabilizar y que luego fueron rechazados por
los gobiernos de derecha que incitaron esa salida, muchos de los que ingresaron
al país venían ya contagiados y pese a que se logró contener, empezó la situación
con trocheros ilegales que se prestaban a ingresar por zonas ilegales a los
connacionales, lo que trajo una serie de contagios locales por coronavirus,
casos que también están recibiendo atención totalmente gratis. En este panorama
los Estados Unidos incrementa la cantidad de medidas coercitivas contra
Venezuela, no conforme con eso impulsa una invasión contra el país en mayo de
este año, la incursión armada para intentar asesinar al presidente Nicolás
Maduro y derrocar la Revolución bolivariana, la denominada Operación Gedeón,
que fue detenida por pescadores y los movimientos sociales en conjunto con la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)”.
“Hugo Chávez, con otros
líderes como Fidel Castro, Lula da Silva, Evo Morales en Bolivia, a los que luego
de suman otros más, logran crear un bloque, una coraza, que logró tener
voz propia, es así que vemos que Unasur por lo menos detuvo intentos de golpe
de Estado en la región, enfrentando situaciones de riesgo. Bueno, lo primero
que atacaron cuando muere Chávez, es esta arquitectura de integración, asimismo
la propuesta económica que buscaba esa independencia del dólar, esos bloques de
unidad significaban un poder si seguían avanzando. A la llegada de Nicolás
Maduro esas acciones se recrudecieron, bloqueos y campañas individuales y
colectivas, pretenden borrar los logros de la Revolución bolivariana,
desprestigiar el liderazgo para invisibilizar la lucha popular y la resistencia
alternativa al neoliberalismo”, explicó como cierre de ponencia Cris González.
Ana Cristina Bracho, abogada,
evalúa en su artículo la contingencia del “Covid-19: una Guerra Fría
sanitaria”, explicando que no se trata de una terminología creada por ella,
sino de “visión que se ha estado planteando en diferentes editoriales”. Asegura
Bracho que en el proceso por tratar de conseguir una vacuna surge el
enfrentamiento entre los bloques, de los Estados Unidos y aliados y el de
países emergentes.
En su investigación la autora
explica sobre la influencia de “Estados Unidos en instituciones como la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que durante la Guerra Fría, fue visada
por ese país como una agencia que debía seguir sus instrucciones y que no debía
favorecer las necesidades y los planteamientos desde estos bloques emergentes y
de los países que estaban en proceso de búsqueda de liberación e
independencia”.
En su escrito habla sobre el
sabotaje a países bloqueados por Estados Unidos, el esfuerzo que han tenido que
emprender para que sus mercancías, insumos médicos y otras compras y ventas,
lleguen a puertos de destino, porque son retenidos ilegalmente: “En este
contexto hay dos elementos: el primero relacionado con el uso amplio de las
funciones, en el mundo del Derecho, la existencia de funciones es una
herramienta del Consejo de seguridad de la Organización de Naciones Unidas
(ONU), que tiene mecanismos que puede utilizar como medida de presión sobre
algunos países, sin embargo, no ha podido controlar las sanciones unilaterales
de los Estados Unidos contra naciones soberanas, que son parte del sufrimiento
de los pueblos, un poder fáctico externo, ajeno a lo que se ha conocido en todo
este proceso de evolución tanto de los Estados como de los organismos
supranacionales. En segundo punto están las acciones coercitivas unilaterales,
que no forman parte de las sanciones, pero que se presentan como tal y que
dicen ‘yo tengo el poder de hacer que otros Estados tomen la decisión que a mí
me favorezca (refiriéndose a la hegemonía estadounidense) aún en contra de su
voluntad’. Es una manera sofisticada de hacer la guerra, porque se utiliza para
crear daño y no queda evidencia que son armas de destrucción, que crean muerte,
daño a la infraestructura, perdida de espacio internacional de un país”.
DESCARGAR GRATIS EL LIBRO AQUÍ
Bracho saludó la idea de que el libro fuese escrito por mujeres,
que basaron su investigación en la experiencia histórica, pero además, ampliada
a la vivencia cotidiana y a los acontecimientos políticos, económicos y
sociales de esta última etapa bolivariana en Venezuela: “lo que significa para
cada persona en el país”. Explicó que la pandemia dejará, según estimaciones de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una huella
profunda de daño en América, que en el caso de nuestro país afecta la dualidad
impuesta también desde el exterior de reconocer un gobierno autonombrado sobre
uno legitimado en elecciones, con actores e intereses implícitos en la debacle
del proceso que vive el país”, concluyó la expositora.
Pasqualina Curcio,
economista, escribe el artículo del cual se extrae el nombre al libro: “En
tiempos de pandemia y de nuevo orden económico mundial. Venezuela: la joya de
la corona”, en el cual registra datos estadísticos sobre el aspecto económico
en Venezuela, el asedio al país, lo que ha significado el bloqueo y el saldo
que ha arrojado “justamente mostrar porqué Venezuela en estos momentos de un
nuevo orden económico mundial, es la joya de la corona”. También describe
la forma en cómo durante la pandemia aumentó la escalada violenta contra
Venezuela: “Estados Unidos intensifica el bloqueo a pesar que varios países de
la Organización de Naciones Unidas (ONU) se opusieron a estas medidas. El
desespero por consolidar el nuevo orden económico es parte de esta argucia
estadounidense, la decadencia de ese país que ha venido perdiendo espacio en la
geopolítica mundial, ahora es uno de los países con la mayor deuda externa del
mundo, impagable si se contrasta con las reservas internacionales, no cubren ni
el 2% del monto adeudado, versus China en el otro bloque, pero que tiene deuda
también, pero a diferencia mantiene reservas de un 89%, es decir, pagan la
deuda y aún les queda dinero”, explica Curcio. Vale destacar que las cifras que
la autora presenta son tomadas del Banco Mundial y de otras instituciones que
han ahondado en los temas económicos a profundidad y que cuya línea en absoluto
es afín a regímenes de carácter progresista.
La guerra comercial de
Estados Unidos contra China inicia no solo por la parte tecnológica, sino por
las acciones del país asiático de implementar el yuan como moneda de pago para
las transacciones internacionales, explica la economista, esta apertura a otras
monedas desplaza al dólar y su poder hegemónico como principal forma de pago y
tiene que ver en parte con el respaldo de las reservas naturales y en patrón
oro, además de las posibilidades de competencia del bloque de países
emergentes. Con respecto a la reservas, Venezuela es “la joya de la corona”,
porque tiene las mayores en petróleo y oro del mundo, este último que en la
actualidad se perfila dentro del nuevo orden económico, amén de la posición
geoestratégica del país que le vale una posición dentro de ese orden, por lo
cual entra en la disputa económica, concluyó Curcio.
María Fernanda Barreto,
investigadora, analista política colombo-venezolana, escribió la implicación
del país vecino en la avanzada guerrerista y de desestabilización contra la
Revolución bolivariana que impulsa los Estados Unidos: “Colombia, cabeza de
playa para el ataque imperialista contra Venezuela”, a raíz del fracaso del
golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez, Estados Unidos “concentra sus
esfuerzos para que Colombia haga todas las operaciones contra Venezuela, para
acciones militares irregulares en este territorio, por ejemplo la Operación
Daktari (2004), en la cual se detectan ciento cincuenta paramilitares en la
finca del mismo nombre, ubicada a dos horas de Caracas, y se pone en evidencia
la participación de la ultraderecha colombiana con la venia de Álvaro Uribe,
los Estados Unidos y la mafia cubana-estadounidense, para derrocar al
presidente Chávez. Esa invasión paramilitar desde entonces no se han detenido
en los puntos álgidos de frontera que son Táchira, Zulia y Apure por el lado
venezolano”.
Parte de esa guerra, aclara
Barreto, se ha reflejado en el ataque a la moneda con la “creación de casas de
cambio en la frontera, la ley promulgada por Uribe para legalizar el
contrabando de extracción proveniente de Venezuela, a los que se suman el
asedio político y cultural contra la Revolución bolivariana, con la distorsión
mediática en la que está implicada no solo Colombia, sino también Estados
Unidos y España. ¿La intención? Una guerra fratricida entre ambos países, con
falsos positivos que intenten justificar esos intentos, la Batalla de los
Puentes es un ejemplo claro, pero Colombia se ha encontrado frente a una unión
cívico-militar-policial, que impide que estos ataque se concreten. La ubicación
geoestratégica de la cuenca del sur del Lago de Maracaibo es un aliciente para
el narcotráfico de Colombia, que es el mayor productor de cocaína del mundo y
un corredor de fácil acceso y menos costos en envío y distribución de la droga
a los Estados Unidos que es el mayor consumidor también”, concluyó
Barreto en su exposición.
El cierre de la presentación
virtual estuvo a cargo de la comunicadora y analista internacional Larissa
Costas, su aporte tiene que ver con los “Apuntes para abordar la fascismofilia
en Estados Unidos en tiempos de distopía”, que explica los artilugios de los
cuales se ha valido el país hegemón para “proteger su régimen corporativista”.
Es un tema que he estudiado y
he investigado desde hace tres años aproximadamente, dice Costas, el fascismo
como concepto y categoría política, que Dimitrov y Clara Zetkin advertían que
surgía como “una forma de reorganización de la burguesía internacional, en el
momento geopolítico que nos ha tocado, estamos viendo esa característica, una
reorganización de la burguesía o corporatocracia internacional para la
dominación de los pueblos. Desde el punto de vista ideológico mi intención era
visualizar lo que comprende las características de definición del fascismo y su
comportamiento político que se define a sí mismo o de sus contrarios como:
autoritarista, antimarxista, antidemocrático y antiproletario”.
Estas características,
explica la investigadora, están presentes en las formas de gobierno que
históricamente han mandado en los Estados Unidos, “pasando por encima del mito
que es la cuna de la democracia y la libertad”, y esa es otro de los rasgos del
fascismo que se consolida en sociedades en las que la democracia está
profundamente arraigada, asegura Costas.
Tomado de: https://correodelalba.org/
En: Twtter@victorianoysocialista
En: Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com
En: Facebook; //Adolfo León Libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario