"Dueño de la fiesta" del coronavirus montó consorcio petrolero en EEUU tras autoproclamación de Guaidó
¿Se acuerdan del "dueño de la fiesta" del Covid19 en la quinta
E3 de Los Palos Grandes la semana pasada? Realmente no nos interesan sus
amistades ni sus adicciones, pero si los "negocios" en los que participa
y que, según informó el
Ministerio Publico en noviembre de 2018, le causaron daño al
patrimonio publico a través del mecanismo de obtención fraudulenta de divisas,
por un monto superior a los 14 millones de dólares, de Cadivi y Cencoex.
En este caso La Tabla ha localizado datos que demuestran el interés de Jorge
Echenagucia Vallenilla, ya no en las importaciones sino en el petróleo, lo cual
es absolutamente consistente pues finalmente las divisas que son su objetivo
provienen de esa fuente. Sin embargo este proceso ocurre en medio de un
prolongado y cada vez más estricto bloqueo comercial que impide los negocios
entre entidades creadas en EEUU y el gobierno de Venezuela.
Resulta que hace 13 meses el exitoso
"emprendedor" creó una compañía en los Estados Unidos. Su nombre, Hot Oil
Engineering LLC, indica claramente el área de negocios a la que está
orientada, aunque su documento de constitución dice que se puede de dedicar a
cualquier tipo de actividad permitida, pero en realidad se trata de una frase
rutinaria en éste tipo de gestión.
El mismo día que se inscribió la compañía unipersonal de
Echenagucia, que fue el 5 de marzo de 2019, también lo hizo una denominada JV
Integral Services LLC, cuyo único directivo u oficial es Jesus Vera. Mientras 10
días después se inscribió otra llamada Confab
Petroleum Solution LLC, al frente de la cual figuran Gerardo Casco Bosco, Mario
Bosco y Christiaan Soto.
Estos son puntualmente lo datos de esas compañias registradas
en el estado de Florida y cuya información es de consulta publica.
1) Hot Oil Engineering LLC con el documento
2) JV Integral Services LLC con el documento L19000063574
3) Confab Petroleum Solutions LLC con el documento
L19000079311
El 5 de marzo también se creó una cuarta compañia, Crude
Oil Integral Solutions LLC, con el documento L19000063731 que como una especie de
consorcio reúne a las tres entidades citadas y a un cuarto participante como
persona natural.
Se trata de Ali Sosa, un ingeniero de petroleo de dilatada
experiencia (incluida Pdvsa) y alto perfil técnico, cuyas experiencias
laborales mas recientes fueron en Vetra (creada por Humberto Calderón Berti en
Colombia) y la venezolana Suelopetrol, socia de la estatal de energía en la
empresa mixta Petrocabimas.
Todos los asociados, y el "consorcio",
establecieron como domicilio una vivienda ubicada en Orlando, propiedad de
Gerardo Bosco. Esta es su ubicación precisa: 11905 Yellow Fin Trail, Orlando,
Florida 32827
Sobre Confab y sus representantes vale comentar que se trata
de una
vieja compañía (desde 1987 al menos) dedicada a la distribución de
productos metalmecánicos y servicios de ingeniería en esa misma especialidad,
todo esto enfocado al diseño de equipos y plantas para la produción de crudo y
gas. Su ubicación en Caracas remite al Centro Profesional Santa Paula en El
Cafetal, municipio Baruta y posee una planta de envergadura en el estado Aragua.
Confab desarrolla equipos y plantas para producción de crudo y gas
Por su parte Bosco, quien funge como presidente, es un
ingeniero mecánico egresado de la privada Universidad Metropolitana y todo
indica (al relacionar apellidos y edades) que es el heredero de la compañía.
Mientras que Soto es ingeniero eléctrico de la misma universidad. Ambos
muestran en sus perfiles sociales que su formación secundaria transcurrió en el
Colegio Champagnat (Hermanos Maristas) de Caurimare.
Lo llamativo del asunto es que evidentemente la creación de
las entidades no obedece al desarrollo natural de un negocio sino al
cumplimiento de requerimientos legales y comerciales para abordar una
contratación preestablecida.
¿Con quien seria tal contratación? Obviamente el
"mercado" objetivo de todas las personas o empresas participantes en
el consorcio es el gobierno de Venezuela y la estatal petrolera PDVSA. De hecho
todos tienen antecedentes como proveedores del Estado y según el registro de
contratistas Confab (como grupo empresarial venezolano) esta autorizado a
contratar con entidades públicas.
Y aquí comienzan las inconsistencias: pretender hacer un
negocio con el gobierno de Venezuela o su petrolera, con compañías recién
formadas en jurisdicción estadounidense, en medio del esquema de sanciones, es
simplemente imposible. "No tiene sentido", nos dijeron dos
diplomáticos conocedores del tema, consultados para ésta nota.
Por su parte la abogada Maria Lucrecia Hernandez, quien forma
parte de la organización SURES, de investigación y estudios en DDHH, le explicó
a La Tabla que el principal instrumento jurídico estadounidense que restringe
las relaciones comerciales con Venezuela es la “Ley Pública de Defensa de los
Derechos Humanos y la Sociedad Civil” Nº 113-278 publicada el 18 de diciembre
de 2014 por el Congreso de ese país, y que prohíbe taxativamente a las
ciudadanas y ciudadanos norteamericanos y demás personas en jurisdicción
estadounidenses (empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil,
instituciones de beneficencia, entre otras) realizar cualquier tipo de
transacción o negocio con alguna persona o entidad del Estado venezolano, al
tiempo que prevé amplias sanciones a quien así lo hiciere. Esta Ley hace
especial referencia al BCV y a PDVSA.
A la ley hay que sumar las siete órdenes ejecutivas dictadas
con posterioridad por los mandatarios Barack Obama y Donald Trump, que son:
Orden Ejecutiva Nº 13692-2015: Venezuela como “amenaza
inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional y la política exterior de
EEUU”, Orden Ejecutiva Nº 13808-2017 prohíbe al sistema financiero
internacional participar en cualquier operación de compra, venta, negociación o
renegociación de deuda, Orden Ejecutiva Nº 13827-2018 contra la criptomoneda
Petro, Orden Ejecutiva Nº 13835-2018 contra las cuentas por cobrar y otras
operaciones de Venezuela, Orden Ejecutiva Nº 13850-2018 contra las operaciones
de comercialización del oro de Venezuela, Orden Ejecutiva Nº 13857-2019, que
establece el bloqueo de los activos de PDVSA (CITGO) en EEUU, Orden Ejecutiva
Nº 13884-2019, que decreta el bloqueo general de todas las propiedades del
Estado venezolano en EEUU.
A su vez ese marco legal (ley y órdenes ejecutivas) han
permitido (según el registro de SURES) 43 actos administrativos de la OFAC
desde 2017 hasta marzo de 2020 que son los que establecen las prohibiciones
expresas de comercialización de personas y entidades/empresas con Venezuela.
Otro tipo de disposición administrativa a cargo de la OFAC
son las llamadas licencias, que es una especie de flexibilización de las
prohibiciones generales para casos específicos. Es lo que ha ocurrido con
Chevron, Rosneft o los operadores de tarjetas de crédito entre otras 28
licencias hechas públicas hasta la fecha.
A la interrogante sobre el interés de Echenagucia y el
"consorcio" Crude Oil Integrated Solutions en crear esas entidades en
medio del bloqueo, la jurista plantea tres posibilidades. ,
Uno, que esperan que se les adjudique alguna licencia que
emite la OFAC o alguna otra figura que autorice algunas operaciones
comerciales. Sin embargo eso dependerá del interés de EE.UU. o de sus aliados
comerciales, y no es algo que puede ser solicitado como un derecho (a través de
un "procedimiento contradictorio" con pruebas y alegatos) pues tiene
carácter discrecional.
Dos, que intenten superar el bloqueo económico esperando que
el gobierno de EE.UU. permita informalmente las transacciones sin tener que
reconocerlo formalmente en público. Esto (agregamos nosotros) implica un gran
riesgo comercial y financiero pues las restricciones seguirían en vigencia.
Y tres, que sea parte de un esfuerzo por rebasar el el
bloqueo a través de una arquitectura jurídica que evada las regulaciones, lo
que sería poco probable debido a la forma en que aparentemente se articuló
Una cuarta posibilidad, (visualizada apenas hicimos el
hallazgo), es que los negocios previstos no eran con el gobierno que encabeza
Nicolas Maduro, sino con el hipotético de Juan Guaidó, que a pesar de ser de
"fantasía" tiene el control del principal activo venezolano en EEUU,
la corporacion de refinacion y distribucion de combustibles, Citgo. Vale
recordar que antiguos proveedores de PDVSA desde el primer momento comenzaron a
ser contratados por la "administración Guaidó" que controla desde
febrero de 2019 a Citgo.
O que simplemente los asociados jugaron posición adelantada y
compraron la promesa de un rápido derrocamiento de Nicolás Maduro.
Ahora eso lo tendrá que determinar la investigación que
debería desarrollarse a partir del descubrimiento que se expone en esta nota.
El interés
petrolero de la familia Echenagucia
Pero el de marzo de 2019 no ha sido el único ensayo de Jorge
Echenagucia para entrar al negocio petrolero. Lo hizo en 2016 en dos
oportunidades con la creación de dos compañías en Panamá.
Una llamada Gasport International Company, S.A., creada el 11
de julio de ese año, presidida por el propio Echenagucia, y en cuya directiva
figuran Mario Orlando Gatto y Alexandra Basso (residenciados en el norte de
Anzoategui), y (¡oh suprise!) Eduardo Capriles Gonzalo, primo hermano de
Henrique Capriles Radonski, excandidato presidencial de la oposición en 2012
(es hijo de Armando Capriles García, hermano de Henrique Capriles García).
No hemos localizado registros de operaciones de esta entidad
o referencia a contrataciones con PDVSA o cualquier otro componente de la
República Bolivariana de Venezuela.
La otra iniciativa corresponde a la firma Bettoil
International Company, Inc., inscrita el 11 de octubre de 2016 y también
presidida por el "dueño de la fiesta". Lo acompañan en la directiva
Marcel Eduardo Mancera y Rafael David Moros Gámez. Este último aparece
mencionado en noviembre de 2018 en la "presentación en sociedad" que
hizo el Ministerio Público sobre el fraude por más de 14 millones de dólares a
través de cuatro compañias (Produquiven entre otras) que recibieron divisas a
tasa oficial de Cadivi y Cencoex.
Sin embargo lo más interesante de Bettoil es que en realidad
es una compañía creada para comercializar un "invento" del padre de
Echenagucia, para procesar crudos pesados y extrapesados.
Jorge Echenagucia Cioppa es un ingeniero químico de 71 años
que trabajó en PDVSA y que llegó a ser, entre 1998 y 2000, el gerente general
del Terminal de Embarque de Jose, por dónde se exporta el mayor volumen de
crudo pesado de Venezuela.
3
La técnica que Echenagucia padre propone la denomina
transformación térmica rápida (TTR), y según algunas consultas preliminares se
aleja de las tecnologías más desarrolladas como la coquificación retardada, que
permite una recuperación del 60 por ciento, o la conversión profunda, que lleva
esa tasa al 90 por ciento. Si bien la cantidad de información en la web de Bettoil es muy
escueta, puede aportar algunas pistas que deberían ser evaluadas por expertos.
El hecho es que en este caso la incursión parece haber sido
exitoso, al menos en la concreción de alguna contratación con PDVSA, al menos
en forma de experimento. La misma página muestra que Bettoil instaló y opera (o
al menos lo hizo en algún momento) una planta piloto en el patio de tanques F6
del Campo Tía Juana Pesado, en la División Occidente (Costa Oriental del Lago)
con una capacidad de 240 barriles/día.
No se ha ubicado otra referencia sobre la experiencia (ni
documental ni testimonial) y conocedores del tema advierten que lo lógico sería
un ensayo sobre la Faja, donde se procesa el mayor volumen de crudos pesados y
extrapesados, y no en la cuenca del Lago, donde prevalecen petróleos livianos y
medianos.
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