"La actual locura digital es un veneno para los niños".
El científico enojado
Ya hace años que asistimos a un fenómeno curioso: los estudios científicos serios pasan por alarmistas y le damos crédito a los estudios de chichinabo, ocurrió con el cambio climático, nadie se lo tomó en serio, y está ocurriendo con el efecto que produce el uso de las pantallas.
Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia, basándose en un corpus de investigaciones fuera de toda sospecha nos advierte: “Cuanto más invierten los países en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) aplicadas a la educación, más baja el rendimiento de los estudiantes.
Cuanto más tiempo pasan los alumnos con estas tecnologías, más empeoran sus calificaciones.
Lo explica en La fábrica de cretinos digitales (Península).
19/09/2020
La juventud actual, ¿la más
tonta de todos los tiempos?
Durante décadas, las puntuaciones de las pruebas de inteligencia han aumentado de una generación a la siguiente.
Esto se llama
efecto Flynn.
¿Y ya no?
Hoy en día, en muchos países desarrollados este
efecto se invierte y los millennials son la primera generación en tener un CI
promedio más bajo que la generación anterior, y las pantallas tienen una
responsabilidad incontestable.
¿Y la consabida superioridad del nativo digital?
¡Pura fantasía! Toda la investigación destaca la baja capacidad de nuestros niños para procesar, comprender y sintetizar la información presente en la red.
La actual locura digital es veneno.
¿Neurológicamente hablando?
Todo lo que hacemos cambia la estructura y
función de nuestro cerebro. En respuesta al uso de pantallas, ciertas regiones
relacionadas con el procesamiento de señales visuales se espesan; a la inversa,
las redes lingüísticas experimentan retrasos en la maduración.
Hay estudios que afirman que los videojuegos
mejoran el rendimiento académico.
Estos estudios, publicados en revistas académicas de tercera clase, se basan unánimemente en valores atípicos y o metodologías defectuosas.
A pesar de esto, se les ofrece una cobertura mediática increíble.
Ahí radica el problema.
¿Cuál es la realidad de la exposición a las
pantallas de niños y adolescentes?
El tiempo de recreación frente a la pantalla
(fuera de la escuela y las tareas) para las nuevas generaciones es
extravagante.
¿Extravagante?
Son casi 3 horas diarias para los niños de 2 años, casi 5 horas para los escolares de 8 años y más de 7 horas para los adolescentes.
Esto significa que entre los 2 y los 18 años, que es el período
más crucial de desarrollo, dedican a estas prácticas el equivalente a 30 años
escolares.
¿Cree que hay una voluntad deliberada de
idiotizar a las masas?
La lógica es puramente económica.
No importa el impacto en la salud, siempre que entre el dinero.
Tabaco, medicinas, comida,
pesticidas, calentamiento global, la lista es larga.
Le veo enojado.
Lo peor es ver devastado el desarrollo de nuestros hijos de esta manera.
Bueno, no todos ellos, los altos ejecutivos de
las industrias digitales tienen especial cuidado en proteger a sus hijos de los
productos que nos venden.
Qué feo.
La orgía digital actual está arrasando con los cimientos más esenciales de nuestra humanidad: el lenguaje, la concentración, la capacidad de memoria, la creatividad, la cultura (en el sentido de un cuerpo de conocimiento que permite comprender y pensar el mundo).
Tienes razón, esto
me enoja profundamente.
La tendencia es sustituir a los profesores por
clases digitales.
El software de aprendizaje es mejor que nada,
pero es infinitamente peor que un maestro competente.
Los maestros salen más caros.
La tecnología digital parece ser una necesidad
presupuestaria, pero sería deseable que se dijera con claridad, sin intentar
hacer pasar esta renuncia educativa como progreso educativo.
¿La inteligencia es la primera víctima?
Cuando pones pantallas (tabletas, ordenadores,
smartphones, etcétera) en manos de un niño o adolescente, casi siempre son las
recreaciones más factibles las que ganan la guerra de los usos.
¿Y?
Estos contenidos tienen efectos deletéreos claramente identificados con el desarrollo somático (por ejemplo, obesidad, maduración cardiovascular), emocional (ansiedad, agresividad) y cognitivo (lenguaje, concentración).
Varios estudios han comprobado, además, que el CI
desciende cuando el tiempo de uso de las pantallas recreativas aumenta.
¿Lo mejor para el desarrollo de un niño?
No son pantallas, sino personas y acción.
Necesitan palabras, sonrisas, abrazos.
Necesitan aburrirse, soñar, jugar, imaginar, correr, tocar, manipular, que les lean cuentos.
Mirar el mundo que los rodea, interactuar.
En el corazón de estas necesidades, la pantalla es una
corriente de hielo que congela el desarrollo.
¿Cómo serán esos nativos digitales cuando sean
adultos?
Privados de lenguaje, concentración, cultura; de
las herramientas fundamentales del pensamiento, se convertirán en una casta
subordinada de artistas entusiastas, estupefactos por el entretenimiento tonto
y felices con su destino.
¿Su consejo para padres y educadores?
La edad importa. Antes de los 6 años, lo ideal es cero pantallas.
Cuanto antes se exponen los niños, más severos son los impactos.
A partir de los 6 años, si los contenidos son los adecuados y si se
respeta el sueño, media hora al día sin influencia negativa detectable.
¿Y cuál es su esperanza?
Es como el calentamiento global: “está empezando a mostrarse”. Nuestros hijos tienen problemas de atención, lenguaje, memorización, agresividad.
Espero que la toma de conciencia siente las bases de
una política de prevención verdaderamente protectora.
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