EDITORIAL.- Desglobalización, ¿y
después, qué?
Posted on marzo 28, 2021
La Pandemia ha servido para mostrar que hay detrás del
ilusionismo de los capitalistas; aunque decenas de millones de personas,
inmersos en la supervivencia, no han tenido tiempo de descubrir cómo se
fabrican esas ilusiones.
La globalización es
un término que no debería asociarse a la dominación financiera que la
oligarquía transnacional forjó en las últimas décadas del siglo anterior y que
afianzó en estos años que van del siglo XXI.
Pero debido a la manera cómo el neoliberalismo, favorecido
por las tecnologías de la información y la comunicación, extendió su
dominio, tanto o más que en los años de colonialismo, la globalización, en vez
de propiciar la equidad, incrementó la desigualdad entre miles de millones de
desheredados mal recompensados, alrededor de un mundo sin fronteras
comerciales, porque las oligarquías hegemónicas ahora gobiernan el mundo a
control remoto a través de la financiarización de los mercados.
El modelo
neoliberal arrancó en USA y El Reino Unido en la penúltima década del siglo XX; y se impuso al resto del mundo a través del Consenso de
Washington al solo arrancar la última década.
Tenía como telón de fondo para animar la apuesta, la desintegración del bloque socialista y de la URSS.
Privatización de
empresas públicas a precio de gallo muerto o caballo viejo, desregulación de
los mercados para incrementar las inversiones, devaluaciones monetarias para
incentivar las exportaciones en la periferia; y, por último, deuda pública más
cara y de fondos de inversión privados; es decir, devaluación, humillación y
mayor pillaje del tiempo y la salud del campesinado, los obreros, las
enfermeras, las maestras, el personal de la salud, los artesano, las meseras y
meseros, etc.
Los nacientes oligarcas de la periferia también fueron
incorporados al festín de la carroña de las privatizaciones y pasaron a engrosar en los listados de los US $
milmillonarios.
La financiarización
provocó en menos de 4 décadas provocó que la capacidad de inversión estatal –a nivel mundial– pasara de la paridad en 1980, a ser
de 1 contra 4 a favor del capital privado dos años antes de la pandemia.
Está claro que esto se vio fortalecido por el nivel
alcanzado con las tecnologías de la información y la comunicación.
Sin embargo, no
olvidemos que toda esta financiarización se sustenta en las deudas públicas que
se universalizaron a partir de los acuerdos Brettom Wood (1944); que a su vez
se sustentan en la banca de reserva fraccionaria (1913, nacimiento de la Fed).
No es casualidad que la emisión monetaria en ee uu se
haya incrementado excesivamente; especialmente, en
el último año, y que su deuda pública resulte absurda, pero sólo en apariencia;
pues la realidad es que, con el dólar como principal moneda de referencia, USA, lleva décadas estafando al resto del
mundo.
Y de hecho, esa
financiarización ha favorecido mucho más a los multimillonarios de ee uu.
Son ellos los primeros favorecidos de la emisión
monetaria; y ese ese capital monetario (auténtica
voluntad política oligarca) ha sido invertido en los grupos corporativos
que controlan la producción, la industrialización, el comercio, los servicios
financieros, turísticos, de entretenimiento de la mayor parte del planeta.
La riqueza material de las naciones está, por ello, en
casi todas partes, en manos de estos oligarcas, a
través de las concesiones de inmensas zonas de explotación de recursos en el
subsuelo, en los bosques, en las plataformas continentales y en las aguas
internacionales; y, por último, con la deuda externa en manos de Fondos de
Inversión privados. Fondos
Buitres, la mayoría.
Una cosa debemos
tener clara, ya sea con la actual globalización de las últimas décadas o con
una nueva estrategia de desglobalización de parte de algunos países
hegemónicos: solamente se busca un cambio de estrategia; y ocultar, sobre todo
de forma ilusoria, las pudriciones capitalistas que
puso en evidencia la pandemia: Por ejemplo, que India ya no sea el productor de medicamentos ni China
el mayor fabricante de insumo y equipos médicos.
Sin embargo, el
totalitarismo financiero lo querrán mantener a toda costa.
A la clase
trabajadora, es decir, el 88% (6891 millones
de personas) de la población mundial, le queda la opción de organizarse,
resistir, debatir y asumir el control; construir su alternativa de poder.
Caso contrario, seguirá
como rebaño soportando el Imperio del Totalitarismo Financiero con sus mil y una
formas: capitalismo
amigable, verde, solidario, socialmente responsable, comprometido con la
naturaleza, ético…
Tomado de: https://elcomunista.net/
Y Publicado
en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
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