Indexación de los
banqueros
Pasqualina Curcio
Pasqualina Curcio
Esa Indexación a los banqueros me hace recordar mucho a las cuotas balón y a los créditos mexicanos que Chávez logró eliminar hace unos cuantos años atrás. En pocas palabras, como que volveremos a la situación anterior a 1999
Es sorprendente
escuchar a quienes, profesando el monetarismo, critican la propuesta de indexar
toda la economía de manera que no sean solo los precios de los bienes y
servicios los que aumenten cada vez que criminalmente atacan el bolívar, sino
que, en la misma proporción se ajusten automáticamente los salarios, el
presupuesto público de gastos, los impuestos sobre la renta y como condición
necesaria, la cantidad de dinero.
Decimos que sorprende por lo contradictorio entre
su discurso y su accionar.
Dicen que no es
posible ajustar/indexar los salarios ni el presupuesto público porque no hay
dinero para hacerlo y por supuesto recalcan su principal dogma que reza que el
incremento de dinero “inorgánico” causaría inflación, como si los precios no hubiesen incrementado previamente
a consecuencia del ataque al bolívar.
De hecho ¿no es acaso y justamente por ese aumento previo de los precios de los
bienes que se solicita el aumento del salario y del gasto e inversión públicos?
Sin embargo, ¡0h sorpresa! Los mismos que repiten que no es conveniente
indexar los salarios son los que acaban de indexar los créditos de la banca.
Aprobaron en enero de
este año fijar los montos de los créditos e intereses a una “unidad de cuenta” que depende
del tipo de cambio (Resolución del BCV publicada en la Gaceta Oficial
N°42.050, 19-01-2021).
Veamos un ejemplo para
explicar en qué consiste esa medida.
Si un productor pide
un préstamo de 100 Bs hoy y debe pagarlo en 6 meses, lo que va a devolver al
banco no son los 100 Bs, sino que debe calcular a cuánto equivalen, en dólares,
esos 100 Bs hoy en día (para eso utiliza la unidad de cuenta que aprobó el BCV para los
banqueros la cual a su vez depende del tipo de cambio) y devolver esa
cantidad de dólares convertidos en bolívares, pero al tipo de cambio que habrá
en 6 meses.
Supongamos que hoy es
1 BS/US$, entonces su crédito es por 100 US$, por lo tanto, en 6 meses debe
regresarle al banco 100 US$.
Pero si de repente el imperialismo arremete contra el bolívar y en 6
meses este es 1.000.000 Bs/U$, ese productor debe devolver a la entidad
financiera no 100Bs sino 1.000.000Bs.
¿De dónde sacará el
productor ese 1.000.000 de bolívares para honrar su crédito bancario? Obviamente del aumento de los
precios de las mercancías que vende, claro está, si logra que se las compren
dados los bajos salarios reales.
Ante tamaña deuda repentina en bolívares,
necesariamente el BCV deberá aumentar la cantidad de dinero.
Le preguntamos a los
monetaristas ¿Por qué este
dinero adicional amarrado a la indexación de los créditos bancarios no
generaría inflación, en cambio la indexación salarial y del resto de la
economía si implicaría un aumento de los precios?
¿Tiene ese dinero
alguna particularidad por el hecho de que protege al banquero y no al
trabajador?
¿El dogma monetarista discrimina entre burgueses y obreros?
¿Entrampados en su
propia teoría?
Por lo menos un
mínimo de coherencia entre el discurso y la acción sería conveniente.
Mientras continué el ataque al bolívar es necesario
indexar la economía y establecer una unidad de cuenta, pero no solo a los banqueros.
Premisas
y aclaratorias
Partimos del hecho
público y notorio que los precios de todos los bienes se están ajustando de
acuerdo con las variaciones del tipo de cambio, a su vez sometido a un ataque permanente, sistemático y
criminal por parte del imperialismo.
La indexación de la economía no necesariamente detiene el ataque al
bolívar, pero impide el deterioro de las condiciones de vida del pueblo
trabajador venezolano que es el principal objetivo del imperialismo en el marco
de la guerra económica.
Ante cada ataque al bolívar habría una respuesta y
ajuste automáticos del salario real y del gasto del Estado impidiendo la caída
del consumo en los hogares y del gasto del gobierno.
Esta propuesta requiere, necesariamente revertir la decisión del BCV de
disminuir la cantidad de bolívares en la economía, que dicho sea de paso ha
caído más del 90% desde 2013 en términos reales.
Por el contrario, es necesario ampliarla, lo que nos
permitiría, además, reconquistar los espacios cedidos con respecto a la
circulación del dólar (soldado estadounidense de las guerras no convencionales) que sigue avanzando
y ocupando nuestro territorio.
Somos conscientes de
que habrá contra ataques del imperialismo que pudiesen reflejarse en más ceros
a la derecha.
Pero insistimos:
entre la decisión de los ceros a la derecha y el deterioro de las condiciones
de vida no hay disyuntiva, por lo menos no en
revolución.
Es una estrategia de degaste por parte de los
gringos, pero es menos probable que, en esta guerra, nuestros soldados, es decir, la clase obrera y el pueblo trabajador todo, se cansen teniendo
cubiertas sus necesidades materiales a que, por el contrario, tengan un poder
adquisitivo que tiende a cero.
Además de indexar la
economía, sigue siendo estratégico tomar medidas paralelas para derrotar
definitivamente el ataque al bolívar, principal arma de la guerra económica
contra el pueblo venezolano, incluso más poderosa que el propio bloqueo financiero.
Desde el 2015 estamos
haciendo propuestas al respecto.
¿Indexar
al tipo de cambio o a los precios? Preguntemos a la burguesía
En términos
estrictos, la indexación salarial y del resto de la economía debería hacer
usando como referencia la inflación, es decir la variación de los precios, en
lugar de hacerlo con respecto al tipo de cambio.
Sin embargo, hay dos problemas que se nos
presentan.
En primer lugar, un
subregistro de la inflación por parte del BCV que no está reflejando la
verdadera variación de los precios.
Está muy por debajo y
se correría el riesgo de nuevos rezagos de salarios y gasto público.
Segundo, los precios
de los bienes y servicios varían inmediatamente una vez que el imperialismo
publica el tipo de cambio manipulado en sus portales web, mientras que, el BCV, en el mejor de
los casos, publica los datos de inflación cada 3 meses.
Con el propósito de
que el resto de la economía (salarios, gasto público, impuestos y dinero) se
mueva en la misma proporción y velocidad que los precios de los bienes y
servicios, la unidad de cuenta que se establezca debe basarse en la
misma variable que utiliza el burgués para ajustar el precio de sus productos, es decir, el tipo de
cambio. Y si no, preguntemos a los banqueros que, tontos no son.
El BCV no indexó el
crédito bancario al índice de precios, lo hizo referenciándose al tipo de
cambio. Por algo sería.
Estamos ante la presencia de una clara
manifestación de la lucha de clases.
Por un lado, los asalariados batallando por un ajuste del poder
adquisitivo que ha caído 99% desde 2013 y por otra parte, la clase burguesa en
su máxima expresión, el capital financiero representado por los teóricos
monetaristas, que ya lograron la indexación de sus ingresos (los créditos
bancarios).
En cuanto al capital corporativo, desde hace rato, desde que lo
alertamos en 2015, se está indexando al tipo de cambio.
En la próxima entrega
detallaremos la propuesta de la indexación de la economía en Venezuela que,
como hemos mencionado, en esencia coincide con la
de Tony Boza y Juan Carlos Valdez.
Tomado de: https://ultimasnoticias.com.ve/
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