Lo público: malo, lo privado: bueno.
¿Quién dijo tamaña estupidez?
Hace años que esa machacona prédica privatista neoliberal nos inunda, habiendo convertido lo estatal en sinónimo de fracaso.
Pero no es así.
Posted: 13 Jun 2021
por
Marcelo Colussi
Desde hace ya algunas décadas, aproximadamente
alrededor de los 70/80 del siglo pasado, es decir: desde que se instaló en todo
el mundo la ideología neoliberal, hoy día entronizada globalmente con fuerza
apabullante, todo lo que
sea público pasó a
ser sinónimo de malo, deficiente, corrupto, incapaz, paquidérmico.
Junto a ello, lo privado se
exhibe como super eficiente, rápido, de alta calidad.
Las
generaciones crecidas en este caldo de cultivo identifican sin más
"Estado" con "despilfarro y corrupción, ineficiencia y
burocratismo extremo".
Idea, por cierto, que es muy difícil de criticar, dado
que la experiencia empírica confronta por todos lados con esa realidad: los servicios públicos son
deficientes.
¿Quién podría negarlo acaso? La realidad pintada por Franz Kafka hace un siglo
-la lentitud enfermante y los laberínticos procesos que se hacen interminables-
son la moneda corriente en cualquier trámite en una oficina pública.
¡¡Pero hay ahí una falacia bien montada!!
Si se quiere ejemplificar: Chile era el modelo por
antonomasia de "eficiencia" privatizadora.
Allí, supuestamente, las privatizaciones que impulsó
la sangrienta dictadura del general Augusto Pinochet convirtieron al país en un
"modelo
de éxito" (con Milton Friedman en persona supervisando las
políticas fondomonetaristas).
Según repetía insistente la corporación mediática
internacional, la nación trasandina había entrado ya en el selecto club del Primer
Mundo.
La experiencia del 2019, con formidables explosiones populares que demandaron el final de los planes
neoliberales, vino a demostrar que todo eso era un repugnante engaño, una
monstruosa campaña de desinformación mediática.
Hace años que esa machacona prédica
privatista neoliberal nos inunda, habiendo convertido lo estatal en
sinónimo de fracaso.
Pero no es así.
Si lo público quiere funcionar, si quienes deciden la
marcha de las cosas (los grandes capitales, tanto en lo interno de cada país
como a nivel planetario), desean que el Estado funcione, pues funciona.
Ejemplos al respecto sobran por todos lados.
¿Quién salvó a las grandes empresas en quiebra en los
países capitalistas dominantes (Estados Unidos y Europa Occidental)?: General
Motors, Lufthansa, Citigroup, Wells Fargo, Bank of America, Iberia, Alitalia,
Adidas, KLM, Boeing, Puma, American Airlines, etc.
¡Fondos públicos manejados por los Bancos
Centrales! Como
suele decirse: se
socializan las pérdidas, pero se privatizan las ganancias.
¿Quiénes llevaron adelante todas las guerras sucias
que enlutaron Latinoamérica estos últimos años para beneficiar a las clases
dominantes?
¡Los ejércitos estatales!
Y sin duda funcionaron.
Ejércitos públicos financiados con los impuestos que
pagan los ciudadanos.
Por eso se dijo -correctamente- que las tropelías
cometidas por esas fuerzas armadas a lo largo y ancho de América Latina
-cualquier nación latinoamericana puede ser un fiel ejemplo, con ejecuciones
extrajudiciales, cárceles clandestinas, desaparición forzada de personas,
torturas, masacres en poblaciones rurales, violaciones sexuales a granel- deben
considerarse "terrorismo de Estado".
Era el Estado, la cosa
pública, la que hizo funcionar la maquinaria bélica contra el enemigo interno, según rezaba
la Doctrina de Seguridad
Nacional -diseñada por Washington y fielmente cumplida por los gobiernos
latinoamericanos-.
Sin dudas, la
guerra contrainsurgente funcionó.
Y funcionó a la perfección.
Los países quedaron libres de la "amenaza
comunista".
En muchos sitios, no solo se terminó con el supuesto "cáncer
pro-soviético" (la militancia local, los activistas de izquierda)
sino con la población civil no combatiente que servía como su base de apoyo,
destinataria final del proceso revolucionario de transformación.
Las cosas no funcionan… cuando hay voluntad en que no
funcionen.
¿Acaso, por poner un ejemplo concreto, en Guatemala el
grupo Kaibil no funcionó a la perfección, pasando a
ser una referencia internacional por su profesionalismo?
¡Por supuesto que funcionó!, y es estatal.
Ese grupo militar es una vanguardia en la lucha
contrainsurgente… y lo paga la población con sus impuestos.
¿Cómo que no funciona bien?
¿Cuál es la avanzada científica del mundo capitalista,
la instancia que reúne lo más adelantado de la inteligencia creativa, con los
planes de investigaciones más osadas?
La NASA, una
empresa pública.
¡Y funciona!
Luego, muchos de los descubrimientos surgidos de esa
institución en su investigación espacial, son comercializados por la iniciativa
privada en nuestro planeta.
¿Cómo seguir
repitiendo entonces que lo público, por el solo hecho de ser tal, es
ineficiente?
En la República Popular China, modelo sin precedentes
de avance económico y científico-técnico que ha dejado atónito al Occidente
capitalista (preparando ya viajes no tripulados a Júpiter, un "sol"
artificial para reemplazar el petróleo, avanzada ya en tecnologías 6G), es el
Estado el que timonea ese crecimiento.
¿No funciona el Estado?
¿Por qué decir eso?
Y en Cuba
socialista, las vacunas contra el COVID-19 las produce el Estado (¡único
país del Sur global que lo está haciendo!).
Son numerosos los ejemplos que evidencian que lo
público puede funcionar, si
se desea hacerlo funcionar.
El mecanismo
COVAX, para distribuir las vacunas contra el COVID-19, es público para
financiar la investigación, pero privado para repartir las ganancias de las
farmacéuticas.
Su objetivo
final, no declarado, es impedir la expansión de las vacunas rusa, china y
cubana, lo que quitaría negocio a las farmacéuticas capitalistas occidentales.
¿Cómo que lo público no funciona?
Veamos esto con otro ejemplo de Guatemala.
Aquí los índices sanitarios son muy malos, no muy distintos
a los que presenta la población del África subsahariana -la región más
empobrecida del planeta-.
¿Por qué?
Por la desnutrición crónica (50% de la niñez) y por la
falta de agua potable.
Las enfermedades más recurrentes son las diarreicas y
las respiratorias, trastornos asociados indefectiblemente a las precarias
condiciones de vida.
Esa situación de empobrecimiento no lo puede arreglar
ni el sector salud público ni privado.
¡Es un tema político mucho más estructural! Hay que
cambiar de raíz el modelo socioeconómico vigente.
En todo caso, una política pública realmente efectiva
en el ámbito de la salud debe enfocarse en los aspectos preventivos.
Esa es la única clave; en otros términos: una
población bien alimentada, bien informada, y con las condiciones de
habitabilidad mínima suficientemente satisfechas, tal como pedía la Estrategia
Global de Salud 2000 surgida de Alma-Ata en 1978, priorizando la Atención
Primaria (preventiva) y no la asistencial (que sí es gran negocio para el sector
privado, que vende tecnología médica y fármacos).
¿Por qué Cuba socialista tiene los mejores índices
sanitarios del continente?
Porque el Estado se ocupa de ello con un criterio
preventivo.
La salud en manos de la iniciativa privada es
efectiva… ¡para la iniciativa privada!
El sector público en salud en Guatemala (que atiende
al 70% de la población, junto al seguro social que cubre al 18%) resuelve
positivamente el 99% de las consultas que recibe, pese a la falta de recursos y
precariedad con que trabaja. Importante remarcar eso: es exactamente la misma
proporción de "éxito", de eficiencia en la evacuación de consultas,
que presenta el sector privado en las atenciones que brinda, cubriendo solo a
un 12% de guatemaltecas y guatemaltecos.
En otros términos: el resultado final, más allá de lo
desembolsado por el público usuario y de "los buenos modales" de las
clínicas privadas, no
difiere.
Hay un
mito, maliciosamente mantenido por toda la ideología privatista dominante, que
muestra casi con obstinación que "ir a un hospital o un centro de salud público es la muerte".
Y no es así.
También sucede eso con la educación superior.
La Universidad de San Carlos, estatal, era de alta calidad (el pensamiento crítico más
excelso del país salió de sus aulas).
¿Por qué ahora
descendió tanto, atendiendo solo a la mitad del alumnado universitario?
Porque hay una voluntad explícita de que así suceda:
muchas autoridades de las privadas son la quinta columna en la estatal,
trayendo alumnos para sus "comercios".
No está de más decir que en Guatemala, con 18% de
población abiertamente analfabeta y donde solo el 3% de sus habitantes llega a
la educación superior, existen
11 universidades privadas.
Universidades
concebidas, ante todo, como negocio,
con discutible nivel académico.
El mito
de lo "privado = buena calidad" es insostenible.
También en Guatemala, la Policía Nacional Civil,
pública, pagada con los impuestos ciudadanos, es continuamente atacada por
corrupta, ineficiente, inservible.
Y sí, de hecho, se dan siempre casos de corrupción.
Ahora bien: el quíntuple de policías privados que
existe ¿acaso
brinda mayor seguridad ciudadana?
No, de ningún modo.
Es sabido que las agencias de seguridad privada -uno de los negocios que más han
crecido en Latinoamérica al final de las "guerras sucias"- se
alimentan de la inseguridad reinante.
En los países nórdicos, o en Cuba socialista, no son
necesarias esas agencias privadas.
Por el contrario, en la gran mayoría de países, y en
Latinoamérica ni se diga, se necesitan climas de violencia -ahí
está la delincuencia desatada- para justificar tantos policías privados.
Elocuentemente lo dijo un ex pandillero: "No hay que ser politólogo ni sociólogo para darse cuenta de esto: hay
una relación, una vinculación entre el chavo marero, al que mandan a
extorsionar a toda esta cuadra, y la agencia de seguridad que al día siguiente
pasa repartiendo la tarjeta para brindar servicios de seguridad."
A buen entendedor, pocas palabras.
Lo
privado, no importa en qué área sea, no es sinónimo de calidad: es sinónimo de buen negocio.
Por tanto: ¡¡terminemos de una vez con esa cantinela
que lo público no sirve!!
Nella diffusione e/o
ripubblicazione di questo articolo si prega di citare la fonte: www.utopiarossa.blogspot.com
Tomado de: http://utopiarossa.blogspot.com/
Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com
En Fecebook: adolfo
Leon libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario