Neoliberalismo,
fake news y procesos electorales
Por: Fernando Buen Abad
Flósofo y
escritor mexicano.
25 mayo 2021 | CUBADEBATE
Es
un error enorme suponer que el neoliberalismo es
solo una canallada burguesa exclusiva del campo económico-financiero.
Es
un error grave que, de existir así en algunas cabezas, debe corregirse de
inmediato.
El neoliberalismo es,
patéticamente, una emboscada ideológica (en el sentido de la “falsa conciencia” que explicó Marx)
desarrollada para disputar e imponer el “sentido común”
de ciertos intereses capitalistas en su fase imperial.
Verbigracia: es una máquina trituradora de
derechos sociales adquiridos; una demoledora de los principios humanistas solidarios;
una “picadora de carne humana” en los centros laborales, educativos y
sanitarios; es una aplanadora de instituciones y una fenomenal maquinaria de
humillaciones, depresiones y desmoralización…
todo eso al servicio de un sector
peligrosamente desquiciado por la usura, el individualismo más tóxico y la meritocracia supremacista de los amos en alianza con
sus cómplices.
Un infierno de corrupción y
crimen que debe ser tipificado como etapa histórica “de lesa humanidad”.
La mezcla explosiva de neoliberalismo,
Fake News y procesos electorales es una industria de la destrucción social
altamente sofisticada.
Uno de los instrumentos predilectos, para
camuflar la perversidad del neoliberalismo, han sido los “procesos
electorales” intoxicados
por la democracia burguesa.
Se han fabricado leyes,
instituciones y funcionarios formateados mercenariamente para convertir en “legal” lo ilegítimo y para venderlo como salto de
modernidad decorado con “Chicago boys and girls”,
recurrentemente zopencos, capacitados para artilugios administrativos y
bancarios pero sin mínima dotación de Cultura general elemental.
Inteligencia paupérrima para
eficiencia mercachifle.
Les llaman “tecnócratas” y se
enorgullecen.
No pocos son paridos en
universidades creadas ex profeso.
Ese patrón funcional al neoliberalismo,
está adosado con capas generosas de mal gusto de supermercado y todo un
inventario de mercancías fetichizadas convertidas en valores éticos, morales y
estéticos en la religión del consumismo chatarra para mentalidades chatarra.
A todo eso, batido con avaricia y
canalladas, le llaman éxito.
Y pretenden que, además de
financiárselos mansamente, se los envidiemos, se lo aplaudamos y lo heredemos a
nuestra prole como si fuese “un gran tesoro”.
Quieren que el proletariado se
vuelva albacea, cómplice de la policía y verdugo de sí mismo y a distancia.
Big data.
Con ese formato fabrican a sus gerentes
represores, de usos múltiples, que sirven lo mismo para “administrar” un negocio más grande o más pequeño, que para amaestrarlos
como “candidatos políticos”.
Y hemos debido padecer versiones
aberrantes, (con antecedentes, en versiones militares y sus cómplices
“civiles”) proto-neoliberales del Plan Cóndor, encarnando la lista monstruosa
de hocicones tales como Salinas de Gortari, Menem, Fujimori,… y una no menos
monstruosa lista de intelectuales arrodillados ante las migajas que les han
otorgado sus amos, verbigracia: Octavio Paz, Vargas Llosa, Krause y sus jaurías
múltiples de “periodistas” que son una “fauna de
acompañamiento” rentada.
Eso hemos debido tragarnos como “normalidad
política”, desde que fue impuesta la dictadura del “Consenso
de Washington”, en un período de 40 años (1989) que nos ha dejado
infiltradas todo género de alimañas reformistas, oportunistas, arribistas y
traidoras que deben ser caracterizadas y denunciadas permanentemente por
razones de defensa; de vida o muerte.
Una de las joyas más perfeccionadas
y cotizadas, en paraíso neoliberal globalizado, son las operaciones masivas de
engaño: Armas de Distorsión Masiva que ha proliferado con gran velocidad y
ubicuidad.
Se desplazan globalmente con la
protección, la unilateralidad discursiva, las nulas trincheras de réplica y las
masas de corifeos que repiten, en simultáneo, cualquier ficción que les
disfracen de noticias.
Fake News a toda hora, con modalidades diversas, en horarios discriminados y
efectos rentables.
Con la bendición de los gobiernos
neoliberales y un no pequeño público anestesiado bajo los placeres del engaño
que ahorran el trabajo de pensar y se envuelven en emociones mórbidas y
morbosas.
Y mientras tanto, cuando los
pueblos han encontrado fuerzas y caminos para derrotar al neoliberalismo, a sus
engendrados empresariales y gubernamentales, a sus máquinas de guerra
ideológica disfrazadas como “medios de comunicación”, nos
abruma una pandemia planetaria aprovechada jugosamente por el neoliberalismo y
que no cesa en el maltrato burgués contra la humanidad.
Nunca
la avaricia de las cloacas financieras arremetió con tanta furia racista como
lo han hecho con las vacunas y los instrumentos médicos para atender a los
miles de millones de personas contagiadas o fallecidas.
El capitalismo exhibiendo la náusea
neoliberal.
Sin atenuantes.
¿Cómo ordenar la salida de la
especie humana de este infierno apabullante y multiforme?
¿Cómo recuperar fuerza y
confianza organizada para articular las fuerzas que la coyuntura demanda en la
actual fase de la lucha de clases?
A estas horas el camino indica
que es por abajo.
Desde las raíces y las bases.
Con un proyecto organizativo superador
de los formatos escleróticos de aquellos partidos y movimientos sociales
intoxicados de burocracia reformista y aislamientos ahítos de
intermediariarismo de cúpulas.
Ya basta.
Están bajo examen las capacidades
organizativas de la dirección revolucionaria que está naciendo constantemente
en el fragor de las luchas sociales.
Pero hace falta, urgente, una
Revolución de las Conciencias en simultáneo con la modificación del orden
ideológico y económico sobre la propiedad privada burguesa.
Organizarse para no volver a
quedarse en los márgenes, ganando sólo poderes periféricos pero sin tocarle un
pelo a la industria, a la banca ni a las iglesias reconvertidas al escarceo
neoliberal por obra y gracia del “estiércol del
diablo”. Así estamos.
¿Qué hacer?.
Es preciso transparentar
(auditoría de los pueblos) el financiamiento del neoliberalismo, de todos los
procesos electorales en los que ha infiltrado sus intereses.
Indagar las fortunas de todos sus
esbirros y transparentar minuciosamente el financiamiento de las fake news, de los dueños de los (mal llamados) “medios de comunicación” y de los intelectuales
proveedores de chatarra ideológica organizados en “fundaciones”,
ONG´S, foros y congresos constituidos en catedrales neoliberales de la
estulticia.
Y esto urge.
Tomado de: http://noticiasuruguayas.blogspot.com/
Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com
En Fecebook: adolfo
Leon libertad
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