01.- Cómo el diputado chileno Felipe Kast fue detenido en Cuba por protestar con las Damas de Blanco
lunes, 7 de septiembre de 2015
Todos sabemos como se las traen
las publicaciones del periódico de la
Derecha Española ABC, (01) luego les anexo una Publicacion sobre el
mismo
Tema en Descubriendo Verdades de http://percy-
francisco.blogspot.com/, (02)
y por ultimo el Historial del diputado chileno
Felipe Kast, (03)
Una marcha junto a las Damas de Blanco en La Habana le valió al diputado chileno Felipe Kast pasar dos horas y media detenido.
El parlamentario y presidente del conservador Evolución Política (Evópoli) conversó con BBC Mundo el lunes, minutos antes de reunirse con el canciller de Chile, Heraldo Muñoz.
"Yo creo que da lo mismo si soy diputado o si soy Juanito Pérez. Creo que lo que me pasó significa que hay un riesgo enorme de que todos los avances que se ven en Cuba sean simplemente en materia económica, para que el Estado recaude más dinero, y que no se traduzca en libertades civiles democráticas y de expresión", afirmó Kast.
El domingo, el diputado participó de una misa y una marcha junto a la agrupación disidente cubana Damas de Blanco.
Sin embargo, Kast aclaró que su viaje a la isla caribeña fue por razones personales.
"Fui a Cuba por motivos familiares. Yo estudié un año de la universidad en La Habana y mi esposa es cubana, y mis hijos medio cubanos", dijo.
"Yo informé al Congreso chileno de mi viaje a Cuba pero no a la Cancillería chilena, porque no me pareció prudente involucrarlos ya que era un viaje personal".
De acuerdo al relato del presidente de Evópoli, la movilización fue "emboscada" en el barrio habanero de Miramar poco después de mediodía.
"Me cayeron a golpes, me esposaron y me tuvieron incomunicado por aproximadamente dos horas y media".
Las damas de blanco
Las Damas de Blanco es un grupo disidente acusado desde hace tiempo por el gobierno cubano de ser financiado por Estados Unidos y de formar parte desde hace décadas de la "conspiración de la Casa Blanca contra la revolución".
Se conoce que la agrupación ha vivido un conflicto de liderazgo en los últimos meses debido a las diferentes posiciones ante el llamado "deshielo" con Washington, la implementación de los derechos humanos en Cuba después de la visita de John Kerry a la isla y ante de la llegada del papa Francisco.
A la salida de su entrevista con el canciller Muñoz, Kast dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país se comprometió a manifestar la molestia chilena por el incidente ante el gobierno de La Habana.
La Cancillería de Chile solicitará a Cuba todos los antecedentes de la detención de Felipe Kast, indicaron fuentes de ese despacho a diarios chilenos.
El gobierno cubano todavía no se ha referido al incidente.
lunes, 7 de septiembre de 2015
02.- Diputado chileno con pasado familiar nazi y vínculos con la DINA hace show anticubano en La Habana
El diputado chileno Felipe Kast participó sigilosamente en una marcha provocadora
del grupo contrarrevolucionario conocido por las Damas de Blanco el pasado
domingo, ocultando su identidad y violando su condición legal en Cuba como
miembro del Movimiento Evolución Política (Evópoli), organización de centro derecha
del congreso chileno.
Se le vio acompañando a los contrarrevolucionarios Berta Soler y Antonio Rodiles,
realizando una actividad antigubernamental, por lo que fue detenido y, posteriormente,
retenido por un breve tiempo hasta que se comprobó su identidad.
A todas luces, Kast usó un falso sentido de "solidaridad" con el propósito de
levantar un show mediático anticubano. Su cuestionable comportamiento e injerencia
en los asuntos internos de Cuba fue reprobable. No obstante, se respetó su condición
parlamentaria y se le solicitó marcharse del país.
Kast, como era de esperarse, procede de una familia de nazis y represores durante la
dictadura militar en Chile. Todo este pasado secreto familiar ponen en duda su buena
fe y sanas intenciones.
Un artículo del periodista Rodrigo Alvarado, titulado "La historia oculta de la familia
Kast", aparecido en The Clinic Online de Chile, pone al desnudo este siniestro pasado.
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lunes, 7 de septiembre de 2015
03.- Diputado chileno con pasado familiar nazi y vínculos con la DINA hace show anticubano en La Habana
El diputado chileno Felipe Kast participó sigilosamente en una marcha provocadora
del grupo contrarrevolucionario conocido por las Damas de Blanco el pasado domingo,
ocultando su identidad y violando su condición legal en Cuba como miembro del
Movimiento Evolución Política (Evópoli), organización de centro derecha del congreso
chileno.
Se le vio acompañando a los contrarrevolucionarios Berta Soler y Antonio Rodiles,
realizando una actividad antigubernamental, por lo que fue detenido y, posteriormente,
retenido por un breve tiempo hasta que se comprobó su identidad.
A todas luces, Kast usó un falso sentido de "solidaridad" con el propósito de levantar
un show mediático anticubano. Su cuestionable comportamiento e injerencia en los
asuntos internos de Cuba fue reprobable. No obstante, se respetó su condición
parlamentaria y se le solicitó marcharse del país.
Kast, como era de esperarse, procede de una familia de nazis y represores durante la
dictadura militar en Chile. Todo este pasado secreto familiar ponen en duda su buena
fe y sanas intenciones.
Un artículo del periodista Rodrigo Alvarado, titulado "La historia oculta de la familia
Kast", aparecido en The Clinic Online de Chile, pone al desnudo este siniestro pasado.
Pinochet, vuelve con A la sombra de los cuervos, investigación que apunta a la
participación de civiles en dictadura. La mitad del libro está dedicada a la familia Kast,
desde que el ex oficial nazi, Michael Kast, se arraigara en Chile terminada la Segunda
Guerra. La participación de sus hijos Christian, en interrogatorios, y Miguel, en
asesorías a la DINA y en una cooperativa mientras era ministro de Odeplan, son parte
de la historia no contada de una de las familias más visibles de la política chilena.
Los orígenes de la familia Kast se pueden conocer por el libro Misión de amor,
volumen que se encuentra en las tiendas Mahringer, vinculadas al movimiento
católico Shoenstatt. Nadie podría decir que se trata de infamias, pues lo que allí se lee
es el testimonio de Olga Rist, viuda de Michael Kast y a quien no pareció incomodarle
documentar el pasado nazi del patriarca de la familia.
Olga Rist se refiere al rápido ascenso a la oficialidad que su marido -con quien tendría
10 hijos- logró a fines de 1942. Su experiencia en el ejército de Hitler incluyó, según el
libro, la invasión a Rusia, su escape de Crimea por el repunte de la milicia soviética,
su ascensión a cabo en Austria y luego a subteniente, antes de partir al norte de Italia,
donde fue detenido por el ejército estadounidense. El propio Kast contó en un artículo
en la revista Hacer Familia, que “mi salvación fue haber sido destinado a Italia”.
Cuando la guerra aún no concluía, Kast obtuvo documentos de la Cruz Roja.
“Un amigo lo convenció de que destruyera su carné de oficial del ejército y se
quedara con uno nuevo como oficial de la Cruz Roja. Presionado por la incertidumbre
y el temor de ese momento, Michael quemó sus papeles y aceptó los nuevos”,
continúa su viuda. Luego lo contactó con Erik Wünsch, un ex oficial del ejército nazi
que había emigrado a Chile tras la guerra, quien le ayudó a conseguir las visas. En
noviembre de 1950, comenzó el éxodo definitivo.
A partir de ese momento el libro de Javier Rebolledo A la sombra de los cuervos:
Los cómplices civiles de la dictadura (Ceibo Editores), sigue la línea histórica de los
Kast en Chile. Michael compró una parcela en Linderos (Buin) e inició negocios de
hortalizas, pollos, y finalmente una fábrica de cecinas, que coronó con la fuente de
soda Bavaria. Allí los colonos comenzaron a preparar lomitos con la ayuda de los
Vargas Barrientos, humilde familia del sector que el Golpe de 1973 pondría en la
vereda opuesta.
EL CONSULTOR DE LA DINA
El libro de Rebolledo salta luego a la figura del economista gremialista Miguel Kast,
“una especie de santo para la UDI”, dice. Fallecido tempranamente en 1983, el hijo
mayor de Michael y Olga, llegó a Chile a los 2 años de edad. Luego de estudiar en el
colegio Hispano Americano y Administración de Empresas en la Universidad Católica,
sus excelentes calificaciones le valieron, en 1971, una beca de la Fundación Ford para
seguir un postgrado en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago.
Cercano a Jaime Guzmán, desde que fue presidente del Centro de Alumnos y luego
secretario general de la FEUC, volvió a Chile en noviembre de 1973 para integrarse al
Departamento de Estudios de la Oficina de Planificación Nacional (Odeplan), cuyo
ministro era el capitán de navío en retiro Roberto Kelly Vásquez. Ese fue el ministerio
donde se pensaron gran parte de las que serían las reformas económicas de la
dictadura.
Pero según Rebolledo, aparte del cargo en Odeplan, Kast asumió tareas en algunos
de los aparatos secretos del mundo militar. En 2011, a través de una declaración
judicial, Luis Humberto Olavarría Aranguren -oficial de marina y jefe de las unidades
psicológica y económica de la DINA-, declaró al ministro Alejandro Solís que en la
unidad “‘no contábamos con tantos economistas’. Consultado respecto a quiénes
trabajaban con él, recordó a dos: ‘Miguel Kast y Carlos Cáceres’”.
“Contacté a Olavarría. Con 90 años y una memoria privilegiada, me contó que
efectivamente había trabajado en la DINA a cargo del área económica. Consultado
sobre la forma en que Kast llegó a colaborar en los trabajos de información para la
DINA, Olavarría afirmó que lo hizo a través de Roberto Kelly y que, en cuanto a la
labor que cumplía en ese organismo, no era la de un funcionario regular, sino que
hacía consultorías”, dice el autor.
Otro testimonio, desconocido hasta ahora, que vincula directamente a Miguel Kast
con la DINA lo revela en exclusiva el libro. Lo entregó en 2004 el fallecido director
general de la institución entre 1975 y 1976, contraalmirante Rolando García Le-Blanc.
Según él, parte de sus labores consistió en elaborar información dirigida a Pinochet:
“En cuanto a la asesoría económica que yo presté al general Pinochet, consistía en
recabar informaciones de la marcha de la economía en el ámbito mundial y nacional,
que yo obtenía de la prensa. En esta función económica yo trabajaba directamente
con un señor de Odeplan de nombre Miguel Kast”, declaró.
Javier Rebolledo en conversación con The Clinic es claro en afirmar que las reformas
económicas de la época no habrían podido realizarse sin la dictadura. “El supuesto
milagro económico y la violación de los derechos humanos no se pueden separar.
Para mí, quienes dijeron que tienen anteojeras ideológicas están mintiendo, como
muestra el caso de Guillermo Beausire, militante del MIR secuestrado y desaparecido,
y por quien Inglaterra solicitó información en dos oportunidades a Miguel Kast”.
A LOS DOS LADOS DEL MOSTRADOR
La investigación de Javier Rebolledo también revisita una antigua causa judicial.
Se trata de la Cooperativa de Ahorro y Crédito La Familia, -“la Cutufa de los
gremialistas”, dice- y que tuvo un rol central en el financiamiento del Frente Juvenil
de Unidad Nacional, organización que contaba con un Consejo Nacional compuesto
por 18 personas, entre ellos Miguel Kast. Muchos de los socios fundadores y
miembros del directorio eran importantes dirigentes del Frente Juvenil, de la FEUC y
del Movimiento Gremial.
Dos meses después de la creación del Frente Juvenil, el 24 de septiembre de 1975,
se inscribió la cooperativa en el Diario Oficial. En esta, personas de escasos recursos
entregaron sus ahorros y pidieron créditos confiados en la cercanía que la cooperativa
tenía con la Universidad Católica y el respaldo de Canal 13 que sacó al aire el
programa Fa-Mi-Lia en Familia -conducido por Benjamín Mackenna- y los spots con el
periodista Claudio Sánchez y el tenista Patricio Cornejo que promovían la Cooperativa.
“A fines de 1976, una corrida financiera llevó a que la entidad no tuviera caja suficiente
para devolver los dineros invertidos por más de 500 personas, quienes se estima,
perdieron cerca de $ 5.500 millones actuales”, explica Rebolledo en el libro.
Intervenida por la Superintendencia de Bancos, se declaró su quiebra y se nombró
como ministro en visita a Sergio Dunlop.
Los abogados Pablo Rodríguez y Hernán Bosselín patrocinaron a cerca de 400
víctimas en querellas contra los ejecutivos de La Familia. La tesis del fundador de
Patria y Libertad, contrario a la línea liberal y privatizadora del gremialismo, apuntó a
que La Familia vivía una situación delicada que no fue comunicada a los afectados:
“Se fingió crédito, seriedad y estabilidad, para incentivar a los ahorrantes, que
hasta el día 21 de diciembre a dejar sus recursos”.
En medio de la polémica, Miguel Kast, entonces subdirector de Odeplan, fue citado a
declarar. Según la investigación del periodista, éste reconoció que cuando la
cooperativa privada pasaba por sus peores momentos, intentó tenderle una mano
desde el sector público, haciendo una solicitud de encaje al Banco Central. El 24 de
diciembre de 1976, Kast había asistido a un almuerzo donde participaron los ejecutivos
de la cooperativa y el presidente del Banco Central, en ese momento Pablo Baraona
Urzúa, uno de sus mentores en la UC.
Rodrigo Mujica, gerente general de La Familia, fundador del Movimiento Gremialista y
ex director de la Oficina de Planificación Agrícola, declaró el 17 de enero de 1977 y
habló de la existencia de dos libros de contabilidad paralelos. Explicó que Cristián
López, su predecesor, había actuado a espaldas del directorio y que dio con el otro
cuaderno, el Libro Rojo, en diciembre de 1976. Ahí se había encontrado con préstamos
al Frente Juvenil de Unidad Nacional, a Jaime Guzmán, Hernán Larraín y Sergio
Tuteleers (director de asuntos estudiantiles de la UC), entre otros.
En el libro Rebolledo hace varios incisos sobre el rol actual de los civiles involucrados
en este caso. “Intento hacer un continuo histórico de la gente que trabajó con Kast u
ocupó cargos en momentos que se violaban los derechos humanos. Muchos de ellos
participaron en La Familia y homenajearon a Pinochet en el Cerro Chacarillas. Algunos
han seguido cometiendo delitos financieros”, dice Rebolledo.
Miguel Kast no se vio afectado por el escándalo y pronto pasaría a ser director de
Odeplan. Más tarde, en 1980, fue designado ministro del Trabajo y Previsión Social y
en 1982, fue nombrado presidente del Banco Central. Padre de cinco hijos, entre ellos
el ex ministro de Sebastián Piñera, Felipe Kast, falleció aquejado por un fulminante
cáncer óseo en 1983.
EL INTERROGADOR
La historia de los Kast que cuenta Rebolledo, autor de los libros La danza de los
cuervos (sobre el centro de exterminio Simón Bolívar) y El despertar de los cuervos
(acerca del origen de la DINA), vuelve a los pasajes más oscuros de la dictadura.
Específicamente a Paine, la comuna con mayor cantidad de víctimas a nivel nacional
en proporción a la densidad de su población, y donde al menos uno de los integrantes
del clan no habría sido un cómplice pasivo.
En 1963, la familia Vargas Barrientos encontró trabajo en el Bavaria. En 1973, uno de
los hijos del matrimonio, Pedro Vargas, militaba en el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR). Según testimonio de su hermana, Pedro “descubrió que los
Kast no estaban pagando a sus trabajadores un porcentaje de las ventas, su
obligación legal. Organizó un sindicato y don Miguel lo castigó, bajándolo a rondín de
vigilancia en la fábrica de cecinas, pero renunció. Alcanzó a trabajar durante tres años
en el Bavaria”.
Cuando llegó el Golpe de Estado, sigue el libro, Pedro Vargas se presentó en la
subcomisaría de Carabineros de Paine para preguntar si existía algún cargo en su
contra. El capitán Nelson Bravo le dijo que todo estaba en orden. Pero el 13 de
septiembre, Pedro fue detenido en la calle por el carabinero Jorge Enrique González y
los civiles Claudio Oregón Tudela, Hugo y Fernando Aguilera y Carlos Escobedo,
quien lo identificó.
Sylvia y su padre, comprobaron que Pedro estaba detenido en la subcomisaría.
Embarazada, Sylvia decidió caminar de vuelta a Buin para pedir ayuda a su patrón
Michael Kast. “Estaba molesto. Me dijo: ‘Cómo se ve, Sylvia, que usted no sabe lo
que es una guerra’. Le respondí: ‘Pero ¿qué guerra, don Miguel? Cuando detuvieron a
Pedro andaba con una malla para el pan y la plata, nada más’. Él insistió: ‘No, Sylvia,
esto es grave, usted no tiene idea. Esto es de vida o muerte’”, relata en el libro.
Como consta en la declaración judicial de 2002, del carabinero Osvaldo Domínguez
Muller en la causa Paine, durante el 11 de septiembre de 1973 “en el exterior del
cuartel se estacionaban vehículos con civiles, los que entraban a hablar con el
capitán Bravo o el suboficial Reyes. No sé qué tema tratarían, nosotros habíamos
recibido la orden que cuando llegaran ‘civiles amigos’, los dejáramos entrar y
estacionar en el cuartel. De esos amigos puedo recordar a uno de los hermanos
Tagle, que era gordo, a don Ramón Huidobro, al “Perico” Jara, a Francisco Luzoro, a
Oregón y a Michael Kast, pero no sé si ellos participaron en detenciones y patrullajes”.
Según Rebolledo, Michael nunca reconoció que ayudaba a la subcomisaría. Sin
embargo, Alejandro del Carmen Bustos reconoció a su hijo Christian, actual gerente
general de empresas Bavaria. “Kast andaba más encachadito. Joven, bien arregladito,
medio rubio. Una persona más educada. Él hablaba más finito”, testimonia Alejandro.
Lo sentaron en una silla, rodeado de civiles y de carabineros armados con metralletas.
Le preguntaron por armas, por nombres. “Kast también hacía preguntas”, agrega.
En 2003, Kast fue citado a declarar. Rebolledo explica en el libro que la noche del 11
de septiembre, el hijo de Michael y Olga condujo hasta ahí el Datsun 1500 color verde
de su familia, cargado con alimentos del Bavaria para los carabineros, según su propia
declaración judicial, “porque los funcionarios tenían una olla común. Fui invitado a
quedarme en el lugar hasta el día siguiente”.
Pedro Vargas Barrientos nunca volvió a ser visto por sus familiares. En su declaración
, Christian Kast recordó que al mediodía del 12 de septiembre, cuando Pedro ya estaba
detenido en el calabozo del recinto, “se hizo un asado en el sitio indicado (patio de la
subcomisaría) y retorné a mi casa, momento en que mi madre me prohibió seguir
yendo a la subcomisaría. A pesar de ello, en los días posteriores volví a la
subcomisaría a dejar cecinas en dos o tres ocasiones y en horas de la tarde”.
Según consigna el libro, actualmente Christian Kast es investigado por los crímenes
de Paine, vive junto a su familia en la parcela de Buin donde se ubica la fábrica de
cecinas y antes estuvo la población creada para sus trabajadores. Entre ellos la
familia Vargas Barrientos que hasta el día de hoy clama por el paradero de su hijo.
A la sombra de los cuervos; Los cómplices civiles de la dictadura 2015,
Ceibo Ediciones -
TOMADOS DE:(1) http://www.bbc.com/ ,(2) y (3) http://percy-francisco.blogspot.com/
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