Aylan Kurdi, símbolo de la barbarie imperialista
- Viernes, 4 septiembre, 2015
Una imagen ha dado la vuelta al mundo. Las redes sociales y la prensa recogían
la instantánea en la que Aylan Kurdi, un niño sirio de apenas 3 años, yacía
muerto tras ahogarse en el mar, a pocos metros de la costa.
Muchos han sido los usuarios de las redes sociales que han mostrado su horror e
indignación ante tal tragedia. De repente, esa imagen ha entrado en las mentes
y hogares del “primer mundo”, abriendo los ojos y agitando las conciencias del
viejo continente.
A pesar de este aparente “despertar colectivo”, la mayoría de usuarios y grandes
medios de comunicación han obviado la principal causa que ha originado esta
oleada masiva de refugiados hacia las puertas de Europa, un hecho histórico sin
precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Exclamaciones contra las “guerras” y los “conflictos armados” y palabras y
manifestaciones en favor de la caridad, la atención y la acogida humanitaria han
sido la reacción habitual estos últimos días.
Sería bueno, sin embargo, destacar una serie de informaciones que pueden
ayudar a entender el origen de este éxodo.
Datos recientes de Acnur (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados) del
informe “Tendencias Globales 2013″ [1] indican que el nivel de desplazamiento
de personas en el año 2013 fue el más alto desde que se realizan estadísticas
globales sobre desplazamiento forzado en el mundo: 51,2 millones de personas
en total, de las cuales 16,7 millones son consideradas como refugiados.
El estudio señala, además, que los principales países
de origen de estos refugiados son Afganistán (2,56
millones), Siria (2,47 millones) y Somalia (1,12
millones), lo que significa que sumados más de la
mitad (53%) de los refugiados de todo el mundo
proceden de estos tres países.
Casualmente, estos territorios han sido víctima directa de agresiones
imperialistas muy variadas en los últimos años: invasiones, despliegue de tropas
foráneas, bombardeos con aviación convencional y drones (aviones no
tripulados), así como financiamiento de grupos armados de mercenarios con el
objetivo de derrocar el orden constitucional.
Afganistán, la guerra contra el terror
El 7 de octubre de 2001, Estados Unidos y sus aliados (Reino Unido y Canadá),
invadieron Afganistán en el marco de la llamada “Operación Libertad Duradera”,
usando como pretexto los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ese mismo
año el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas avaló la intervención
mandando tropas al país bajo el paraguas de la Fuerza Internacional de
Asistencia para la Seguridad (ISAF). En 2003 la OTAN se sumó a la invasión.
invadieron Afganistán en el marco de la llamada “Operación Libertad Duradera”,
usando como pretexto los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ese mismo
año el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas avaló la intervención
mandando tropas al país bajo el paraguas de la Fuerza Internacional de
Asistencia para la Seguridad (ISAF). En 2003 la OTAN se sumó a la invasión.
Desde 2006, Afganistán es claramente un país quebrado con un débil gobierno,
se ha disparado la producción y tráfico de drogas y se ha incrementado la
violencia fruto de las pugnas entre grupos armados.
Siria, la supuesta guerra civil
Desde el 15 de marzo de 2011, algunos países occidentales y monarquías árabes
absolutistas financian y arman a grupos terroristas en la República Árabe Siria
con el objetivo de derrocar al Presidente constitucional del país, Bashar Al
Assad, debido a su perfil antiimperialista y no afín a los intereses
geoestratégicos de Estados Unidos, la Unión Europea y otros actores de la
región como Israel, Turquía, Arabia Saudita o Qatar, entre otros.
absolutistas financian y arman a grupos terroristas en la República Árabe Siria
con el objetivo de derrocar al Presidente constitucional del país, Bashar Al
Assad, debido a su perfil antiimperialista y no afín a los intereses
geoestratégicos de Estados Unidos, la Unión Europea y otros actores de la
región como Israel, Turquía, Arabia Saudita o Qatar, entre otros.
Los grandes medios de comunicación occidentales venden esta nueva maniobra
imperialista como si se tratara de una guerra civil, un conflicto interno donde
una parte de la población se rebela frente al “tirano”. Sin embargo, la propia
Hillary Clinton, admitía recientemente que el Departamento de Defensa
estadounidense está financiando a la oposición armada siria, con adiestramiento
de tropas y entrega de dinero y armamento para el combate.
Somalia, la intervención humanitaria
Desde 1992, la presencia de tropas estadounidenses en suelo somalí bajo el
pretexto “humanitario” ha sido una constante. Pero tras esa misión de fachada
solidaria se esconde, como siempre, el interés por el control de los recursos
naturales y de zonas geoestratégicas. Es conocido que Somalia cuenta con
grandes reservas de gas y petróleo; en 1986 el gobierno concedió a 4 grandes
corporaciones el permiso para la extracción de crudo: Conoco, Amoco, Chevron
y Phillips, que controlaban el 75% de los campos petrolíferos. Además, tiene
reservas de uranio, hierro, estaño, bauxita, cobre y sal.
pretexto “humanitario” ha sido una constante. Pero tras esa misión de fachada
solidaria se esconde, como siempre, el interés por el control de los recursos
naturales y de zonas geoestratégicas. Es conocido que Somalia cuenta con
grandes reservas de gas y petróleo; en 1986 el gobierno concedió a 4 grandes
corporaciones el permiso para la extracción de crudo: Conoco, Amoco, Chevron
y Phillips, que controlaban el 75% de los campos petrolíferos. Además, tiene
reservas de uranio, hierro, estaño, bauxita, cobre y sal.
Por si fuera poco, por Somalia pasa el tráfico de mercancías del Mar Rojo, un
13% del tráfico marítimo mundial, que incluye el petróleo de Oriente Medio.
De ahí la intervención estadounidense: hay que evitar que el país caiga en
manos no afines a los intereses de la Casa Blanca.
Una conclusión inevitable
Resulta difícil, entonces, no vincular los datos ofrecidos por Acnur con las injerencias
extranjeras sufridas en los tres primeros países que figuran en el documento de Naciones
Unidas como principales exportadores de refugiados en el mundo.
extranjeras sufridas en los tres primeros países que figuran en el documento de Naciones
Unidas como principales exportadores de refugiados en el mundo.
Así, sería ingenuo, injusto y parcial limitarse a hablar de conflictos internos, guerras y
migraciones motivadas por cuestiones puramente económicas.
Este vergonzoso éxodo, que ha indignado a la opinión pública internacional, no puede ser
mal interpretado y respondido tan solo con una reacción paliativa.
La izquierda política, los movimientos sociales y las organizaciones internacionalistas deben
leer correctamente los hechos y denunciar con contundencia lo que es en realidad una
bochornosa evidencia: el mundo es hoy un polvorín fruto de las guerras de saqueo y
rapiña.
La solución no es exclusivamente humanitaria. Y la muerte de Aylan Kurdi es, en realidad,
el símbolo de la barbarie imperialista, la verdadera raíz del problema.
Oriol Sabata
TOMADO DE: http://www.librered.net/
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