Indexar
con el petro equivale a estabilizar los valores del paciente que necesita
operación: Valdez.
12/05/2021
Juan Carlos Valdez G, uno de los padres de la idea, aclara que la medida no implica “emitir dinero a lo loco”. Foto Internet.
VEA / Ildegar Gil
El análisis titulado
«¿De dónde saldrá el
dinero para los salarios? «,
publicado en Diario Vea en horas de la noche del martes 11 de mayo, causó revuelo entre usuarios y usuarios desde el primer momento. Su autor, Juan Carlos Valdez G., consultado al respecto, esgrime una tesis en aras de explicar estas reacciones:
“La gente tiene necesidad de que
se le presenten propuestas para salir de la crisis.
Crisis que
se expresa con más fuerza en el deterioro del ingreso del trabajador, y la
Indexación de la economía es una propuesta seria, con sustento, teórico,
científico, y empírico.
Pero cuando
sus detractores la ponen en tela de juicio, nos vemos obligados a responder lo
que para nuestros detractores son debilidades de la propuesta y la gente va
verificando así su seriedad y factibilidad”.
Profesor de Economía Política, afirma no ser amigo
de rehuir a las críticas en torno a sus ideas en la materia.
Asevera que las recibe con agrado “porque nos obligan a revisar
permanentemente”.
Sin reservas, quien modera el espacio Boza con
Valdez (junto al diputado Tony Boza, a través
de Venezolana de Televisión),
aceptó la presente entrevista consecuencia directa del agite virtual
generado –igualmente-, en las redes digitales Twitter y Face Book.
En el párrafo con el que concluye su entrega,
afirma que “la demanda está muy por debajo de la
oferta».
Justo por allí iniciamos las preguntas, vía correo electrónico.
-¿Significa
que estamos produciendo?
-La producción ha caído de manera importante desde
el 2013 aproximadamente y eso se evidencia en la caída del PIB, pero resulta
que la demanda ha caído en mayor proporción y esta caída de la demanda está afectando
mucho más el derrumbe de la producción, ya que los productores no consiguen
demanda suficiente para lo poco que producen.
Eso desestimula la producción.
Actualmente,
la oferta supera abiertamente a la demanda de productos y la principal causa son los bajos ingresos de los
trabajadores.
-Supongamos que hoy mismo el Gobierno acoge la
propuesta de indexar el salario a promedio de un petro.
¿En cuánto tiempo se puede poner en práctica tal
decisión?
-Desde el mismo día que lo decrete el ejecutivo.
Esta política es
de aplicación inmediata y de efectos inmediatos.
Pero debemos diferenciar entre indexar la economía
y aumentar los salarios reales que, es en conjunto, la propuesta que hacemos.
Indexar es ajustar los valores rezagados (salarios, presupuestos públicos, tributos y cuentas
bancarias, entre otros) al nivel de la inflación.
Esto va a suponer incrementos nominales de los
valores indexados; vale decir, en la medida que suba la inflación, su salario (y los otros valores indexados) subirán nominalmente en
la misma proporción que la inflación, pero ese incremento no le va a dar más
poder adquisitivo al salario ni a los otros valores indexados, sólo va a evitar
que sigan perdiendo poder adquisitivo.
Pero nosotros proponemos además un incremento
salarial y del ingreso de jubilados y pensionados, en promedio, equivalente a
un ($60).
Esta medida sí
aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores del sector público y de los
pensionados y jubilados.
Estamos
conscientes que ese incremento es insuficiente, en la actualidad, para cubrir
siquiera la canasta alimentaria, pero el actual tamaño de la economía no
permite un incremento que cubra todas las necesidades de nuestros trabajadores
y pensionados.
Es aquí donde la producción juega un papel
fundamental, ya que en la medida que se incremente la oferta de bienes y
servicios, se podrán incrementar los ingresos de los trabajadores para mantener
el equilibrio entre la oferta y la demanda interna.
No obstante, con el tamaño que tenemos de nuestra
economía, es factible mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores del
sector público y de los pensionados y jubilados.
Actualmente la oferta supera abiertamente a la
demanda debido a los bajos ingresos de la mayoría de nuestros habitantes; eso
afecta la posibilidad de aumentar la producción, porque con una demanda tan
baja como la que tenemos, no hay estímulo para subir la producción.
Es por eso que
el incremento salarial debe ser previo al esfuerzo de incrementar la producción
en estas condiciones.
-Entendemos que esta medida sería aplicable para
quienes prestan servicio a la Administración Pública. ¿Cómo quedan quienes
trabajan en el sector privado?
-El sector privado está otorgándole compensaciones
salariales a sus trabajadores, que promedian, junto con su salario, unos
sesenta dólares.
Es la forma que encontró el empresario venezolano
de evitar la migración de sus trabajadores.
Pero la situación de los trabajadores del sector público y de los pensionados es realmente precaria.
Debate
y confusión
-En el caso de la gestión pública
¿el Estado está en capacidad de hacer frente a lo
que eso significa en materia de desembolso?
-Sobre este punto ha habido el mayor debate, ya que
algunos que adversan la propuesta de indexación, confunden las
riquezas del Estado con el medio de pago que permite la circulación de esas
riquezas. Entonces dicen cosas como esta: ‘¿Cómo se puede distribuir una riqueza
que no se ha creado?’
Esa
expresión evidencia la confusión.
El dinero que el Estado crea es una herramienta que
el mismo Estado emplea para equilibrar algunas variables de la economía,
fundamentalmente la oferta y la demanda.
Es por eso que en el artículo 318 de nuestra
Constitución Nacional, se le impone al Banco Central de Venezuela la tarea de
mantener estable los precios; precisamente porque a través de la emisión o
restricción de dinero, el banco puede estimular o desestimular tanto la oferta
como la demanda agregada.
Eso evidencia que el dinero, para los Estados con
soberanía monetaria, es una herramienta económica.
Entonces, al
existir una insuficiencia en la demanda actual, debido a los bajos ingresos de
los trabajadores, se hace necesario políticas monetarias y fiscales expansivas.
Eso lo hacen todos los países del mundo; y los
mecanismos para hacerlo están ya establecidos en distintos instrumentos
legales.
¿Se trata de
emitir dinero a lo loco? No.
Porque esa facultad que tienen los Estados de
emitir su propio dinero, encuentra sus límites en las necesidades de liquidez
que tienen los mercados internos.
No se puede inyectar más dinero que el que es
necesario para equilibrar variables de la economía real, como lo son la oferta
y la demanda.
Encuentra su límite definitivo en el tamaño de la economía, que no supone sólo la producción sino también su capacidad productiva.
Autoridad
contra los abusos
-Usted y quienes le acompañan
en la idea, han desmitificado las implicaciones reales que los ajustes
salariales tienen en los precios y en la inflación, pero
¿Cómo hacer con quienes viven
de la terrible cultura de la especulación día tras días en mercados, bodegas y
supermercados?
-Una vez implementada la indexación de los
salarios, la especulación generalizada no afectará el poder adquisitivo de los
trabajadores, porque como ya expliqué, la indexación es el ajuste, en este
caso, del salario a la inflación, y la inflación es un aumento general de los
precios en un período determinado.
Pero aumentos de determinados productos, que no suponen un aumento general
de precios, no es inflación, pero si ese aumento
obedece a una conducta especulativa de ese comerciante o grupo de ellos, lo que
debe imperar es el poder de la Ley.
Para eso todos los ciudadanos le permitimos al
Estado el monopolio de la fuerza, para que la ejerza evitando el abuso de
algunos miembros de la sociedad en perjuicio del resto de los conciudadanos.
Ese es otro punto: el Estado debe ejercer su autoridad y frenar los abusos que
a diario recibe la población consumidora.
-¿No
teme a que la propuesta de la indexación fracase, y represente luego una dura
decepción para el pueblo?
-No.
Si analizamos los elementos esenciales que la
componen, podemos evidenciar que tales elementos son del dominio del Estado.
No dependen de factores externos (que incuestionablemente nos están haciendo la guerra).
Lo que debemos hacer es afinar los mecanismos y
sobre todo, a quienes se les de la responsabilidad de ejecutar esa política, no
pueden ser a sus detractores.
Tampoco es que estamos inventando el agua tibia.
Esta medida ha
sido aplicada con éxito en las mayorías de las economías que han sufrido hiperinflaciones
altas y de larga duración en el tiempo.
La indexación vuelve a sincronizar el sistema de
valores en nuestra economía.
La hiperinflación desincroniza ese sistema haciendo
que unos valores se eleven con mucha rapidez y en gran magnitud (bienes y servicios), a diferencia de otros valores,
que por su naturaleza, no se pueden mover tan rápido y quedan rezagados (salarios, presupuestos públicos, tributos, algunos contratos
bancarios, etc.).
Esa desincronización afecta la demanda, la oferta,
la prestación de los servicios del Estado, la salud familiar de los
trabajadores, en definitiva, enferma al Estado en su conjunto.
La
indexación viene siendo la estabilización de los valores que requiere un
paciente que necesita operación.
Para curar la economía nacional, es necesario
estabilizar (resincronizar) el sistema de
valores para que sea más fácil trabajar en las variables que estabilicen la
economía en términos generales.
Si se ha
entendido el símil, podemos llegar a la conclusión
cierta, de que la indexación no es una panacea.
Es sólo el primer paso para curar la
economía venezolana.
Se van a requerir otras políticas complementarias
para salir totalmente de la crisis.
Será indispensable el incremento de la producción, el desarrollo de tecnologías propias que nos vayan deslastrando de la dependencia tecnológica, el fortalecimiento de nuestras relaciones internacionales con actores emergentes que respeten nuestra soberanía y con quienes podamos tener alianzas de ganar ganar, entre otras.
No
hay contradicción
-Si llegase a fracasar, ¿qué
diría a quienes apuestan por impulsar la producción antes de tomar otra medida?
-Estamos seguros que esa política no
fracasaría.
Pero es importante aclarar que no son
contradictorias la política de indexación y la política de incremento
productivo.
Es un error verlo como si son dos políticas
antagónicas, son ineludiblemente complementarias.
-De ser la indexación la
fórmula idónea para contrarrestar la crisis inducida y no materializarse,
¿qué pasaría?
¿por cuánto tiempo más
tendríamos que arrastrar esta situación?
-De no aplicarse políticas idóneas que surtan
efecto y mantenerse las políticas monetarias y fiscales actuales de búsqueda de
la reducción de la hiperinflación por la vía de la restricción de la liquidez,
cuando nuestra inflación es de costos y no de demanda, la situación puede
tender a empeorar.
No se puede esperar resultados
diferentes si se sigue haciendo lo mismo.
-Políticamente
¿es conveniente la indexación al petro?
-Claro, el petro es un instrumento financiero que
ya existe y que tiene todas las características para que funcione como moneda indexada y se pueda utilizar como unidad de
cuenta, referenciando en él, los valores que queremos indexar.
Se pudiese
crear otro instrumento para indexar, que a
diferencia del petro, su variación respecto al Bolívar no dependa de la
variación del dólar sino de la inflación directamente, con lo cual no sería necesario hacer el ajuste por inflación que
proponemos en virtud de que la variación del tipo de cambio explica en aproximadamente
un 70% la variación de los precios y el resto es un factor especulativo que en
nuestra propuesta lo cubrimos con el ajuste por inflación.
Tomado
de: http://diariovea.com.ve/
Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En:
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