Decreto de Obama es una amenaza poderosa e inminente
Carlos Mendoza Potellá:
Verónica Díaz Hung entrevista a Carlos Mendoza Potellá, experto petrolero y asesor del BCV
La innegable condición del petróleo como objeto y sujeto de la geopolítica de las grandes potencias, desde principios del Siglo XX hasta nuestros días, hoy se presenta dramáticamente ante nosotros en toda sus amenazantes proporciones”, reflexiona el profesor y experto petrolero, Carlos Mendoza Potellá, luego que el 9 de marzo de este año el presidente Barack Obama declarara una emergencia nacional en los Estados Unidos ante la “amenaza inusual y extraordinaria” que representa Venezuela para la seguridad de la mayor potencia armamentista del mundo.
Y aunque para algunos resulta insólito que Venezuela, que es un país democrático, que no ha agredido nunca a nadie, cuyo ejército solo ha salido a liberar a otros países, se le califique como amenaza para un país que ha lanzado dos bombas atómicas, Potellá, no obstante, no se sorprende, porque considera que se trata de un destino manifiesto, ya que los Estados Unidos se creen con el derecho a ser árbitros y rectores de las políticas mundiales, siempre en beneficio de sus grandes corporaciones, de su economía, y están dispuestos a remover de manera directa o indirecta cualquier obstáculo que se contraponga a sus intereses.
Somos olvidadizos
En mayo de 2014 Carlos Mendoza Potellá publicó en su blog (petroleovenezolano.blogspot.com) un artículo sobre la significación geopolítica del petróleo desde principios del siglo XX hasta el presente, donde analizaba cómo las grandes potencias, en aquella época Inglaterra y Estados Unidos, no dudaron en accionar los hilos del poder para obtener el control universal de las riquezas petroleras.
“En abril de 2014 ya se estaba desarrollando el conflicto sirio, Libia ya había sido destruida, y estaba en marcha la subrepticia intervención extranjera en Ucrania que promovió a las facciones fascistas ejecutoras del golpe de Estado en ese país. Desde entonces, continúa el proceso de destrucción de Irak como entidad nacional única y se avanza en su partición”, expondría en su blog el profesor Potellá, quien considera que la orden ejecutiva de Obama no hace sino confirmar la larga historia de agresiones e intervenciones en cualquier país del mundo que posea algo que apetezca el voraz imperio del norte.
Explica que este control a lo largo de los años ha estado condimentado por intervenciones en distintos países, amenazas, bloqueos, guerras, promoción de conflictos civiles y golpes de estado.
El profesor se remonta a los tiempos de Lázaro Cárdenas en México y de Cipriano Castro en Venezuela.
“México y Venezuela han sido escenarios receptores de la geopolítica petrolera desde sus inicios como productores y no es ocioso rememorar casos como el del financiamiento de la compañía asfaltera New York & Bermúdez a la “Revolución Libertadora” del banquero Manuel Antonio Matos contra Cipriano Castro, que desató la última y sangrienta guerra vivida por Venezuela, entre 1902 y 1903, aliñado ese conflicto por el bloqueo en 1902 de nuestros principales puertos por potencias Europeas (Alemania, Italia e Inglaterra) para cobrar deudas”.
También se refiere a los conflictos generados en México por la nacionalización petrolera del Presidente Lázaro Cárdenas en 1938, que entre presiones y amenazas internacionales, particularmente de Estados Unidos, Inglaterra y Holanda, países metropolitanos de las empresas expropiadas, fueron accionados sabotajes a las instalaciones nacionalizadas y boicots a la producción petrolera mexicana, llegaron hasta la ruptura de relaciones del Reino Unido con ese país.
Al tiempo que inserta en este macabro juego geopolítico, el golpe militar contra Rómulo Gallegos en 1948, también de factura petrolera, por el asomo de no otorgamiento de nuevas concesiones y el intento de cobrar la regalía petrolera en especie y su venta directa por el país –lo que hubiera significado una intervención en el mercado monopolizado por el cartel de la siete hermanas-, políticas impulsadas por el Ministro de Fomento de la época, Juan Pablo Pérez Alfonzo.
Tampoco fue del agrado de Washington la revolución iraní que en 1951, bajo el mandato de Mohammad Mosaddeq, nacionalizó la industria petrolera. No es por casualidad que desde 1979 Irán fue el primer sancionado con un decreto similar al que se dictó contra Venezuela, porque el imperio ha centrado su accionar para imponer gobiernos complacientes con las grandes transnacionales.
“La orden ejecutiva del presidente Barack Obama pone en evidencia una realidad que ya habíamos visto en Irak, Libia, que está ejecutándose en Ucrania, y nos llega de nuevo a nosotros, porque no es la primera vez que sucede. La historia siempre se repite, lo que pasa es que los seres humanos somos olvidadizos”.
Amenazante decreto
Carlos Mendoza Potellá considera que el tono de la amenaza del decreto de Obama es realmente preocupante.
“No es una amenaza cualquiera, no es una declaración cualquiera, es una Orden Ejecutiva que le da autoridad al presidente de los Estados Unidos para tomar decisiones en un espectro casi ilimitado”.
El profesor no visualiza en el futuro inmediato que tras el decreto los temibles marines gringos pisen territorio venezolano.
“Eso sería una bofetada al mundo entero. Es más factible que se tomen medidas de orden financiero, comercial, político, que se aplique un bloqueo o severas restricciones comerciales”.
Relata que el mismo día que se dictó el decreto, en la multinacional de noticias CNN algunos analistas comentaban cuáles serían los pasos que podría tomar el gobierno de los Estados Unidos en materia económica, y enumeraban entre los escenarios posibles que se le impidiese a Venezuela hacer transacciones en dólares, bloquear cualquier actividad económica y hasta embargar nuestros bienes en territorio norteamericano, entre ellos Citgo, cuyo valor ha sido estimado en 15 mil millones de dólares.
Potellá considera que el camino de los marines sería contraproducente para el mismo imperio.
“Sí creo que se trata de una amenaza poderosa e inminente. Yo siempre he dicho que Venezuela es un botín, es la primera acumulación de reservas petroleras en el mundo y está allí como un caramelo a las puertas de un colegio y cualquiera que tenga la suficiente fuerza puede venir a tratar de arrebatar ese caramelo, que serían esas reservas que tienen una importancia estratégica para la primera potencia del mundo, que está en este continente, por lo que ya no necesitaría estar atravesando océanos para garantizar su suministro, sino que lo tendría todo de Canadá, México y Venezuela, pero no lo tendría por vínculos comerciales, como ya los tiene, sino por adquisición forzada”.
TOMADO DE: http://www.eljoropo.com/
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