ARISTÓBULO HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

 

ARISTÓBULO HASTA LA VICTORIA SIEMPRE 

Dijo una vez José Martí que “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. 

Nada más ajustado a la realidad que la vida de nuestro hermano y camarada Aristóbulo Istúriz Almeida, quien acaba de pasar a la inmortalidad en el corazón y la conciencia de nuestro pueblo. 

No hay duda que la desaparición física de Aristóbulo representa un duro golpe para el Partido Socialista Unido de Venezuela y la Revolución Bolivariana. 

Un dirigente fundamental, de amplia trayectoria, de cultura profunda, de gran sensibilidad, dotado de gran capacidad organizativa; un hombre de diálogo, excelentemente dotado para la discusión, para lograr acuerdos y consensos con fuerzas aliadas y también con fuerzas adversarias, comprometido profundamente con la democracia y el Socialismo Bolivariano; un maestro de revolucionarios y revolucionarias de varias generaciones. 

En el año 1968, Aristóbulo rompe con Acción Democrática y acompaña al Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, Paz Galarraga y otros en la fundación del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), convirtiéndose en uno de los líderes principales de la juventud de dicho partido de izquierda. 

Ya en ese momento era maestro normalista, daba clases en primaria y había comenzado sus estudios en el Pedagógico de Caracas, de donde saldría en 1975 con el título de Profesor de Historia. 

Desde ese tiempo Aristóbulo destacó como líder en el movimiento estudiantil y también en el movimiento sindical del magisterio en la Federación Venezolana de Maestros. 

Cuando esta organización se desvió de sus propósitos y principios originales y se puso al servicio de los intereses antinacionales y antipopulares, Aristóbulo y un grupo de dirigentes magisteriales de izquierda fundaron FETRAMAGISTERIO (Federación de Trabajadores del Magisterio) y Aristóbulo asume la presidencia de su sindicato en Caracas (SUMA Caracas), desde donde comenzó a descollar liderando las luchas de los maestros y educadores desde finales de los años 70 y los 80. 

Por la vía de las luchas sindicales del magisterio, Aristóbulo también se desarrolló como dirigente político; primero en el MEP y luego se incorporó a la Causa R, la cual abandonó cuando la cúpula dirigente de esta organización -que fue una esperanza para el pueblo y la clase obrera- traicionó el pensamiento revolucionario de su fundador, Alfredo Maneiro y se subordinó a los intereses de la burguesía y el imperialismo. 

Aristóbulo con Alí Rodríguez Araque, Rodolfo Sanz, otros y otras ex militantes de la Causa R, funda Patria Para Todos (PPT) y en este tránsito va confluyendo en la teoría y en la práctica con el Comandante Hugo Chávez, al punto que no dudó en incorporarse al PSUV cuando el Comandante Supremo llamó a su conformación.

 Fue uno de sus más entusiastas impulsores y organizadores desde el principio en todo el país y miembro de la Dirección Nacional desde el primer momento. 

Si algo amaba Aristóbulo, y lo entusiasmaba, era la vida partidaria: el debate, la organización, la agitación y la propaganda, entre otras. 

Ocupó Aristóbulo importantes responsabilidades en el Estado y el gobierno. Desde concejal y Alcalde de Caracas en la IV República. 

Fue, de hecho, el primer Alcalde de izquierda que tuvo Caracas, entre 1993 y 1998. 

En la revolución Bolivariana fue Constituyente en 1999 y 2017, ministro de Educación en varias oportunidades, tanto con el Comandante Chávez como con el presidente Nicolás Maduro; gobernador del estado Anzoátegui; Ministro de Comunas, fue Vicepresidente Ejecutivo de la República y Vicepresidente para el Desarrollo del Socialismo en lo Social y Territorial y Ministro del Poder Popular para la Educación, que eran las responsabilidades de gobierno que tenía en el momento de su desaparición física. 

Ni que decir, que Aristóbulo fue un gran comunicador, un gran orador; en la tribuna parlamentaria y en la calle. 

Siempre prestó atención a este aspecto de la lucha, incluso desde los años 80 y 90 del siglo pasado, con programas de radio y televisión (el último de ellos “Dando y Dando” con nuestra hermana y camarada Tania Díaz) y creando o estimulando otros medios de comunicación y redes sociales. 

Pero lo que sintetiza esa vida rica en matices, en experiencias, en vertientes, es que Aristóbulo fue – y esesencialmente, un Maestro. 

Discípulo de los más grandes maestros de nuestra tierra; de Robinson (Simón Rodríguez), del Libertador Simón Bolívar, de Luís Beltrán Prieto Figueroa, a quien conoció y trató personalmente y del cual captó y llevó a su magisterio sus tesis pedagógicas y político pedagógicas principales. 

Y con todo ese bagaje, con toda esa trayectoria, no dudó en convertirse en un discípulo del Comandante Chávez y ponerse bajo su mando, igual que lo hizo con el camarada presidente Nicolás Maduro y eso forma parte de su grandeza. 

Con Bolívar y otros (y otras) grandes revolucionarios de la historia, aprendimos que la militancia revolucionaria, la militancia socialista, es un magisterio; porque el socialismo no es solo un modo de producción, es un modo de vida.

 Como alguna vez dijo el Che, refiriéndose a que no le interesaba el socialismo visto solo como un método de reparto de la riqueza (justa y todo), si no estaba acompañada de la formación del hombre (y la mujer) comunista y eso implica una nueva conciencia; solidaria, de cooperación, del deber social; antagónica a la conciencia y los anti valores del capitalismo. 

Esa conciencia debe ser formada en nuestro pueblo, por el partido y por el sistema educativo formal; por los cuadros, que debemos predicar y formar con el ejemplo. 

Finalmente, Aristóbulo todo eso lo hizo con alegría, con su sonrisa luminosa, con su permanente chanza, con los chistes siempre presente. 

Aristóbulo practicó la sentencia de Julius Fucik, el gran luchador antifascista checo, al final de su libro “Reportaje al Pie del Patíbulo”: “Por la alegría vivimos, por la alegría hemos ido al combate y por ella morimos, que la tristeza jamás sea unida a mi nombre” y la del grande Argimiro Gabaldón: “Somos la vida y la alegría en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”. 

Hasta la victoria siempre Aristóbulo. 

Venceremos.

Tomado de: http://www.psuv.org.ve/

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