martes, 13 de abril de 2021

Las putas de los medios

 


Las putas

de los medios

Medios de comunicación o ideas de la 


clase dominante. Parodiando a Carlos


 Marx, podemos decir que las ideas 


de los medios dominantes son las ideas 


dominantes en cada época.

es otra vez ese terrorismo magistralmente diseñado en los laboratorios de las televisoras privadas, encajando dentro de la estrategia que les ha ordenado el Departamento de Estado estadounidense. 

Que como el paro ya no iba a ser indefinido, en razón de la derrota que se llevaron, entonces era necesario crear otros escenarios turbulentos, sobre todo con ruidos de sables, que es lo que más suena. 


© José Sant Roz


© Fundación Editorial El perro y la rana, 2019 (digital)

 

Nota:  Me permití copiar un par de paginas de este magnifico libro en el


 cual podrán disfrutar haciendo memoria de los hechos acontecidos;


 antes, durante y después del golpe de estado contra el Comandante


 Hugo Chavez, así mismo les anexo la obra completa en PDEF. 



Nota editorial

La presente edición de Las putas de los medios (la primera se
publicó en septiembre de 2002) se justifica por dos razones: en
primer lugar, el libro es un testimonio que activa la memoria sobre los procedimientos violentos con los que se ha atacado a Venezuela desde el comienzo de la Revolución Bolivariana y en particular del papel de los medios de “comunicación” en aquella violencia, pero también nos recuerda lo que ha costado a la voluntad popular prevalecer sobre sus enemigos.


En segundo lugar, y más importante aún, el libro conserva

actualidad en tanto que la realidad de las relaciones de producción inherentes a los grandes medios de “comunicación” privados “nacionales” no ha cambiado y se dirá que se ha hecho más macabra desde la primera publicación del libro hasta nuestros días. 

Dicho de otra manera, la máxima que está escrita en el cartel colocado sobre la entrada de cada uno de esos gigantescos aparatos de explotación, control y dominación sigue siendo: “No se admite la entrada excepto para la sumisión incondicional”. 


A su vez, en la actualidad es más cínica y glotona, aunque también disimulada, la pretensión de los pranes de las telecomunicaciones de manipular a la población para sus fines políticos y económicos. 


Esto es evidente hoy cuando Venezuela y la Revolución Bolivariana enfrentan un nuevo ataquea  genciado en buena parte por los magnates de las comunicaciones  y sus socios políticos


Medios de comunicación o ideas de la 


clase dominante

 

Parodiando a Carlos Marx, podemos decir que las ideas de los medios dominantes son las ideas dominantes en cada época.

De tal modo, que en el intento por cambiar estas ideas nos vemos obligados a destruir un mundo. 
Ese animal de costumbre que es la gente no hace sino repetir, aceptar como indiscutible, cierto e infalible, cuanto ve y escucha por los medios poderosos de comunicación. 


Esos medios dictan la infalibilidad del quehacer diario.


En tal sentido, podría decirse que la verdadera historia es cuanto los medios se han negado a recoger, publicar y reseñar.


       Las ideas dominantes de esta época son las que sostiene  
la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, que luego repiten: 


CNN, los fascistas periódicos españoles 

(El País, El Mundo, ABC, La Razón) y latinoamericanos 

(El Mercurio de Santiago de Chile, El Comercio de Lima, Nuevo Herald de Miami, El Tiempo de Bogotá, Clarín de Buenos Aires…).


Han sido las ideas de estos medios dominantes las que acabaron imponiéndose luego de las revoluciones en cada continente; estigmatizaron y escarnecieron a los libertadores de América Latina:

 “Bolívar, San Martín y Dorrego fueron unos locos y desubicados”,

 “Morazán un traidor”, 

“Pancho Villa o Sandino, unos simples bandoleros”.


 En cambio, paradigmas de demócratas han

sido para los medios poderosos, personajes como Francisco de Paula Santander, José Antonio Páez, Juan Manuel Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, Juan Vicente Gómez, Augusto Pinochet, Alfredo

Strossner, Anastasio Somoza, François Duvalier, 

todos rastreros lacayitos del imperio euroamericano.

 

 

De cómo nos secuestraron los medios

 

La televisión es el opio del pueblo.


Nino Maccari

 

La democracia venezolana siempre estuvo secuestrada por el sector empresarial y los dueños de los medios de comunicación.

No se ha conocido una profesión más servil y deprimente en Venezuela que la Del periodista, desde que Pío Gil lo recogiera en sus memorias y documentos, desde que Antonio Leocadio Guzmán
montara su pasquín Argos con el que acabó desintegrando a la Gran Colombia.

Cada periódico que se fundó en Venezuela desde la muerte Del Libertador no fue sino para adular al poderoso, para denigrar de aquél que se negaba a ser adulado o se negaba a comprar conciencias.

En cada periodista próspero había UN vendido, un maula meloso del vencedor, un cabrón; Carlos Croes, Jorge Olavarría y Rafael Poleo fueron cabrones de Jaime Lusinchi y Roberto Giusti lo fue de Carlos Andrés Pérez (CAP).

Los poderosos oligopolios de Gustavo Cisneros y Marcel Granier fueron las madres de todos los desfalcos de la Nación, sostenedores Del actual estado colonial que vive Venezuela, y quienes realmente han gobernado durante cuarenta años no fueron Acción Democrática y Copei sino Gustavo Cisneros y Marcel Granier;

Fueron estos quienes impidieron con sus campañas mediáticas, ejemplares sanciones a Carlos Andrés Pérez (por lo de Sierra Nevada y la espantosa crisis financiera),

a Luis Herrera (por el caos económico que concluyó con el Viernes Negro),

a Jamie Lusinchi (por lo de Recadi y su barragana Blanca Ibáñez),

a Rafael Caldera (por sus estafas financieras y sus ridículos lloros por la patria llenos de falsedad y
de hipocresía).

El periódico El Constitucional, nos recuerda Pío Gil, fue la gran cloaca en la que se recolectaron las inmundicias de La Restauración: por allí desfilaban hombres desvergonzados y tenaces que en este país siempre han triunfado, y que buscaban proyectarse a través de los medios para mantenerse en la cresta de los robos y crímenes.

Pero nada en estos niveles se obtiene gratuitamente.

Si Venezuela alcanzó a finales del siglo xx, un desquiciante estado de corrupción incontrolable, se lo debe a ese estilo de “dando y dando”,
que aquí impusieron los dueños de los medios:

“Yo te elevo, pero eso cuesta dinero y para mantenerte en la cresta, de eso hablaremos después”.

Desde aquella Venezuela de El Constitucional a la de hoy puede decirse que UN periodista es por excelencia UN cortesano de los dueños de los medios.

Alguien que debe adivinar el pensamiento y los intereses de los dueños y trabajar única y exclusivamente en función de ellos.

Si se sale de la norma, está fuera.


Tomado de:  comunicacionesperroyrana@gmail.com

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
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En Fecebook: adolfo Leon liberta

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