Manipulación de
conciencias
EDITORIAL
Posted on abril 25, 2021
Que los valores de nuestros
antepasados han desaparecido, no es ninguna novedad, y ello es así porque de
forma progresiva la sociedad moderna ha transmutado el ámbito familiar, como marco
de referencia para enfrentar el mundo, alienando al individuo a través de los
medios de comunicación de masas, inmovilizando al sujeto e impidiendo que su capacidad de raciocinio
se despliegue con carácter crítico hacia la sociedad y oponerse así al sistema
capitalista.
Para Herbert Marcuse, filósofo
alemán, en su ensayo
“El Hombre
Unidimensional”,
la sociedad industrial avanzada crea falsas necesidades para someter al individuo al
sistema de producción y consumo existente, se fabrican sus anhelos, sueños y
valores, mediante una potente campaña de marketing a
la que resulta difícil sustraerse.
Y es que, con frecuencia, ya sea
mediante el cine, la televisión, etc., nos vemos inmersos en una implacable
campaña consumista para
parecernos a determinados estereotipos.
Es el pueblo adormecido por el
sistema el que lo eterniza inmerso en los desvalores
que desde el gran imperio trasladan a las conciencias en su gran carrera
globalizadora.
Desde la ética a la estética que nos imponen desde allí, con pensamientos prefabricados,
y conductas derivadas de ese Think Tank que se proyecta desde una indigesta
gastronomía, festividades paganas en las que todo vale; violencia a
destajo, sexo encaminado a la exclusiva genitalidad; el “sueño” americano –con su monopoly-, las
grandes mentiras del imperio, hasta la dictadura de los mercados.
En definitiva, los intereses de
un orden económico salvaje que ahora sobre pone las ganancias de las grandes empresas, a la salud
pública; los intereses de las multinacionales y el insano consumo impuesto como
forma de vida a la lucha contra el cambio climático que exige precisamente otro
modelo económico, antagónico a la economía de mercado.
El planeta está enfermo por la
dinámica consumista las clases populares sufren también las consecuencia, que
se agravan en la actualidad con
una pandemia que engorda los bolsillos de las farmacéuticas y la de los
gigantes digitales.
Wilhelm Reich, médico y pensador
alemán alcanzó la conclusión de que el capitalismo es incompatible con la
salud mental de la población, que sólo se podrá lograr de
la mano de la abolición de la sociedad de clases.
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