Los hijos de la guerra
Somos herederos de un sistema
violento y deshumanizante del cual ignoramos casi todo.
Quizá esta es una de las consecuencias de la degradación ética y moral de las organizaciones políticas, pero sobre todo es resultado de las estrategias de inteligencia impuestas desde el extranjero,
12 abril 2021
La gran contradicción de nuestros tiempos es cómo, a pesar de la globalización,
el acceso a la información y a los sistemas de comunicación eficientes y
accesibles, los pueblos se encierran en la protección de su entorno cotidiano
y, de manera progresiva y con profundo escepticismo, van perdiendo la capacidad
de reflexión y análisis.
Quizá esta es una de
las consecuencias de la degradación ética y moral de las organizaciones
políticas, pero sobre todo es resultado de las
estrategias de inteligencia impuestas desde el extranjero, cuyo objetivo es entorpecer la participación popular en
decisiones que le competen y centralizar estas en función de otros
intereses.
Desde el siglo pasado, la eliminación de
líderes carismáticos y comprometidos con el desarrollo de sus pueblos fue
ganando impulso en los países latinoamericanos al extremo de cercenar los
movimientos populares, abriendo paso a las más crueles dictaduras y
obstaculizando cualquier intento de independencia de nuestros países.
Al mismo
tiempo, y mientras el imperio estadounidense daba un golpe de puño sobre la
mesa para imponer sus intereses y los de sus consorcios, los gobernantes corruptos recibían
prebendas y se les abrían las bóvedas de los bancos del primer mundo para
depositar en ellas la riqueza de los pueblos.
La capacidad ciudadana para intervenir en la
toma de decisiones trascendentales, de las cuales depende su presente y su
futuro, fue derivando en una peligrosa apatía que permitió el traspaso de
bienes públicos hacia grupos empresariales que se enriquecieron de manera
grotesca con su explotación.
De ese modo, se consolidaron tanto la debilidad de los Estados como el
poder de los grupos económicos, favorecidos gracias a su influencia en
los ámbitos político y judicial.
A partir de ello,
todas las políticas públicas se asociaron al nuevo sistema y, bajo la consigna
de un nuevo modo de concebir el desarrollo –un neoliberalismo tropicalizado- perdieron terreno la educación, los sistemas de salud
pública y las iniciativas de protección del territorio y sus riquezas.
Este nuevo modelo ha intentado apagar –con
métodos violentos y también solapados- la chispa de resistencia que todavía
brilla en algunos pueblos del continente.
Muchos de los
gobiernos, instalados en el poder por obra y gracia de los fondos recibidos de
quienes se han beneficiado de la corrupción y del crimen organizado, han regido
a nuestros países de manera ilegítima aunque legal –gracias a la manipulación
legislativa- y han terminado por degradar hasta la idea
misma de una democracia real, participativa e incluyente.
Somos hijos de la guerra.
De una guerra cruel y solapada que ha condenado a las dos
terceras partes de la población de nuestro continente a una miseria injusta, a
la desnutrición crónica y a la pérdida de su dignidad humana.
Esta masacre lenta y
progresiva se ha perpetrado gracias a la eliminación física y moral de los
verdaderos líderes populares; de aquellos hombres y mujeres que han puesto el
pecho ante las balas y no han retrocedido ante las tácticas de desinformación y
desprestigio elaboradas y divulgadas por quienes se han apropiado de nuestras
tierras y de nuestras vidas.
Los discursos populistas de las campañas que
hoy culminan con elecciones de nuevos líderes en
algunos países del continente no han cambiado en más de un siglo: son
los cantos de sirena de un sistema deshumanizado cuyo poder se consolida a
pasos agigantados, confiado en la certeza de que a la ciudadanía le han quitado
todo: el último aliento de esperanza y el último arresto de
rebeldía.
El discurso populista no ha
cambiado: es la mentira institucionalizada.
Tomado de: https://www.telesurtv.net/
Y
Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
En: Twtter@victorianoysocialista
En:Google; libertadbermeja..victorianoysocialista@gmail.com
En Fecebook: adolfo Leon libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario