lunes, 12 de abril de 2021

Así peleaba el Libertador

 



















Correo de Carabobo 

Así peleaba el Libertador

Unas se ganan, otras se pierden: la Independencia no fue un camino derechito y sabroso de puras victorias (tampoco podía serlo la Revolución de este tiempo)

11 marzo 2021

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 Bolívar, Páez y el grueso de la oficialidad independentista con sus tropas desbarataron en Calabozo al ejército realista a las órdenes de Morillo, el más ilustre general español que pisó estas tierras. 

El realista huyó con su contingente hacia el este, buscando la población de El Sombrero, y hasta allá fueron a perseguirlos los patriotas. Morillo y su gente pasaron por San Juan de Los Morros, Villa de Cura y La Victoria, y siguieron avanzando, presumible o aparentemente hacia Caracas.

En La Victoria los patriotas se sintieron seguros y triunfantes, y organizaron un fiestón de los buenos, junto con los habitantes del pueblo, patriotas a rabiar.

El 15 de marzo de 1818 Bolívar se enteró de que Morales y de la Torre habían contragolpeado a la caballería de Zaraza y Cedeño más allá de San Mateo, y de que la masacre no había sido normal.

 Los realistas venían entonces repotenciados y arrasando con todo, bajo tremendo palo de agua, y mientras Bolívar y su Estado Mayor emprendían una retirada estratégica, el pajú de Urdaneta prolongaba la parranda en La Victoria. Llega Bolívar, le cuenta de la gravedad de la situación y a correr, hermano.

Buena parte de la población emparrandada decidió seguir al Ejército Libertador, que se replegaba hacia los Llanos, hacia el sur, y ahí comenzó un éxodo del que casi no se habla: la gente de La Victoria muriendo en el camino por agotamiento, frío, desesperación, y en el peor de los casos capturada por los españoles que venían a vengar sus derrotas. 

Los patriotas corrieron todo el día 16, y cuando ya los españoles alcanzaban y despedazaban a la retaguardia, Bolívar tomó la decisión de pararse y combatir.

La Puerta

El lugar en el que Bolívar decidió plantear pelea, con su ejército diezmado por el cansancio y los imprevistos, fue La Puerta, donde ya antes había sufrido derrotas ante Boves. 

El lugar es un valle estrecho, donde no había ninguna posibilidad de desplegar la caballería, lo mejor de los republicanos, así que había que fajarse. 

Y pues se fajaron. 

Ocurrió el 17 de marzo.

Españoles de uniforme y llaneros semidesnudos: la coñaza tenía por objeto cruzar el pequeño río (los realistas) o impedir ese cruce (los patriotas). 

Los patriotas, aparte de precariamente calzados y vestidos, llevaban en su mayoría armas improvisadas. 

El legionario inglés Robert Vowell relata: “ni siquiera teníamos instrumentos de música militar para animar a nuestros hombres”.

Bolívar llevaba, según el mismo testigo y protagonista, una gorra de piel de leopardo, y una pequeña lanza en cuya punta destacaba una bandera negra con una calavera blanca dibujada. 

Así vestido y armado Bolívar corría a lo largo de la línea de sus soldados participando en la pelea, animando, dando el ejemplo, incluso cuando estaba claro que los patriotas iban a perder esa batalla absurda. 

Y de pronto ocurrió un episodio muy revelador.

En las batallas siempre hay un abanderado, alguien encargado de portar el estandarte o bandera de su ejército, y es importante que ese personaje se mantenga firme, porque es el portador de la insignia de su equipo.

 Parece que en un momento el abanderado patriota entró en pánico y decidió huir del alcance del enemigo, y Bolívar en persona lo paró en seco con un golpe de su lanza. 

Agarró la bandera republicana, la lanzó en medio de las tropas enemigas y les dio a sus hombres una orden terrible: “Vayan a buscar esa mierda, y más vale que la traigan”

Era la máxima prueba para el honor de sus hombres.

Varios de ellos obedecieron la orden, mataron en combate a varios españoles y algunos murieron. 

Pero trajeron la bandera de regreso a las filas patriotas.

A las pocas horas del combate los patriotas que quedaron con vida debieron abandonar el valle y replegarse hacia el sur, hacia Parapara. 

Unas se ganan, otras se pierden: la Independencia no fue un camino derechito y sabroso de puras victorias (tampoco podía serlo la Revolución de este tiempo).

DATOS SUELTOS

De La Puerta a Angostura

La nueva derrota en La Puerta dejó claro el inmenso poder de recuperacion de los patriotas; el repliegue hacia los Llanos fue rápido y efectivo, y en menos de un año se celebraba en Angostura el renombrado Congreso que creaba a Colombia.

El martirio de Cedeño

Después de esta acción, Manuel Cedeño participó en una infructuosa defensa de Calabozo y luego en la Batalla de Los Cerritos, donde fue también derrotado. 

Perdía, se levantaba, volvía a la pelea: así se enrumbaba a su pelea final, en Carabobo.

El aprendizaje

Lo “mejor” de esas acciones infructuosas era que iban forjando el temple de soldados y oficiales, además de servirles de aprendizaje de la geografía, las gentes, los temperamentos y el clima. 

Carabobo fue la cumbre de toda esa escuela.

Ciudad Ccs / José Roberto Duque
 / Equipo de investigación

Tomado de:  http://ciudadccs.info/

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En Fecebook: adolfo Leon libertad

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