Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica e incurable.
Pese a ello, las personas que la
sufren pueden
llevar una vida más o menos normal y de calidad si siguen una serie de pautas y
tratamientos para su adecuado control.
- ¿Qué
es la diabetes?
- ¿Qué
tipos de diabetes hay?
- ¿Cuáles
son los síntomas de la diabetes?
- ¿Cómo
se detecta la diabetes?
- ¿Por
qué es peligroso tener el azúcar alto?
- ¿Cuál
es el tratamiento de la diabetes?
- Medicación
para la diabetes
- Más
información sobre la diabetes
Por Blanca Rodríguez Ayala, Medicina
general
¿Qué es la diabetes?
La glucosa
es la principal fuente de energía del organismo y se
obtiene a través de la ingesta de los alimentos.
Para que
las células puedan utilizarla, necesitan de la acción de una hormona llamada
insulina, que es secretada por el páncreas.
La
diabetes aparece debido a una anomalía
en la producción de la insulina por el páncreas o en su funcionamiento.
Si esto sucede, los niveles de azúcar
en la sangre permanecen elevados, lo que puede originar diversos problemas de
salud.
- Nombres alternativos: Diabetes mellitus;
Diabetes gestacional; Diabetes tipo 1; Diabetes tipo 2
¿Qué tipos de diabetes hay?
- La enfermedad puede deberse a la ausencia de insulina, lo que se conoce como diabetes tipo 1, que puede
aparecer en la infancia; o a un mal funcionamiento de la misma, diabetes tipo 2, llamada
también diabetes del adulto porque es más frecuente a partir de los 40 años.
- En este enlace de la Fundación Diabetes puedes
consultar tu riesgo de
padecerla.
- Existe otro tipo de diabetes que puede aparecer durante el embarazo, la llamada diabetes gestacional.
- Lo normal es que desaparezca tras dar a luz sin mayores
consecuencias.
- Sin embargo, el problema es que la diabetes gestacional no da síntomas, por lo que hay que llevar un estrecho control
glucémico durante la gestación para su detección precoz y
evitar problemas en el bebé.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes?
Los
principales síntomas que pueden avisar de una diabetes son estos tres:
1. Micciones muy largas, abundantes
y frecuentes, trastorno llamado poliuria.
2. Sed excesiva o
polidipsia.
3. Hambre voraz o
polifagia.
Pero también son habituales estos otros
síntomas:
- Pérdida de peso, aun comiendo más de lo habitual.
- Cansancio excesivo e irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Hormigueos en manos y
pies.
- Heridas que tardan en curar, infecciones frecuentes y hematomas, sobre todo en la diabetes
tipo 2.
¿Cómo se detecta la diabetes?
Un simple análisis de sangre revelará
si existen valores elevados de glucosa.
Los valores de glucosa
considerados normales están entre 70-100 mg/dl.
Se llama glucemia a la glucosa que
circula por el torrente sanguíneo, por lo que se habla de hiperglucemia cuando estos valores de glucemia están
anormalmente aumentados; de hipoglucemia si, por el contrario, están
excesivamente bajos; y de normoglucemia si los valores de glucosa en sangre se
encuentran dentro del rango normal.
En el caso
de la diabetes, la glucemia es alta.
¿Por qué es peligroso tener el azúcar alto?
Si los valores de glucosa se mantienen
excesivamente altos y no se pone remedio, aparecen complicaciones que pueden llegar a ser muy graves, e
incluso provocar la muerte.
Las más frecuentes son estas:
- Afecciones de la piel, como infecciones, heridas y úlceras que tardan más de lo
habitual en curar.
- Problemas en los ojos, como retinopatía, que
puede llegar a causar ceguera.
- Daño en los nervios periféricos (neuropatía), incluso
afectaciones neurológicas que pueden acabar con la amputación de algún
miembro, sobre todo de los inferiores (pies y
dedos).
¿Cuál es el tratamiento de la diabetes?
Seguir una
dieta sana y equilibrada es muy importante.
Es necesario mantener las siguientes
pautas para conseguir un buen control de la enfermedad:
- Limitar al máximo los azúcares de rápida
absorción, como dulces, refrescos, bebidas
alcohólicas, frutas en almíbar, chocolate y miel.
- Aumentar el
consumo de fibra, ya que hace que disminuya la absorción de los azúcares.
- Realizar 4-5 comidas al día, más o menos siempre a la misma hora para mantener un mejor control
glucémico.
Aunque es necesario seguir un control
dietético riguroso, se debe garantizar una nutrición adecuada para que no haya
carencias de ningún tipo.
Asimismo, es muy importante mantener un
peso saludable y evitar factores de riesgo cardiovascular.
Practicar
ejercicio físico a diario, además de ayudar a controlar el peso, reduce los
niveles de glucosa en sangre, aumentando la acción
de la insulina.
Medicación para la diabetes
Existen
dos tipos de fármacos para el tratamiento de la diabetes que
siempre deben ser pautados por el médico: la insulina y los antidiabéticos
orales.
- La insulina se utiliza
siempre que esta no es producida por el organismo, como en el caso de
la diabetes tipo 1.
- Los antidiabéticos orales se prescriben para regular
la secreción de insulina, mejorar el uso de la glucosa en los
diferentes órganos y tejidos, y para ralentizar la absorción de los
azúcares a nivel intestinal.
El objetivo de estos tratamientos es
conseguir unos niveles de glucosa normales y mantenerlos constantes, evitando las bajadas bruscas de azúcar o hipoglucemias (menos de 60 mg/dl).
Tomado de: https://www.sabervivirtv.com/
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