SOBRE LAS RAZONES DE LA REPENTINA «RUSOFOBIA» DE ISRAEL (Igor Levitas)
Millones de personas, especialmente las que viven en Rusia, no comprenden la posición adoptada por el actual liderazgo de Israel, en relación con el conflicto ruso-ucraniano.
Aunque en realidad todo es muy simple. Especialmente para aquellos que entienden qué tipo de gobierno está en el poder.
Por lo tanto, permítanme mirar un poco hacia atrás, cuando finalizaron las elecciones más recientes en Israel, porque sin este somero análisis es imposible entender la situación actual.
Algunos políticos se refieren a ella como una «política de unidad nacional«, pero en realidad es una política de negación nacional.
Benjamin Netanyahu se desempeñó como primer ministro durante más de 15 años.
Él, como todo político, tenía ventajas y desventajas en su trabajo.
Pero fue consecuente en sus acciones, trató de luchar contra los dictados de Estados Unidos y supo encontrar un término medio en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, incluso cuando comenzaron los ataques contra Siria.
Francamente, su trabajo en política exterior tuvo mucho más éxito que en política interior.
Pero la gente se ocupa mucho más lo que pasa dentro del país, y por eso la insatisfacción con Netanyahu crecía cada día.
El resultado de esto fueron los resultados de las últimas elecciones.
Para formar una coalición contra Netanyahu, se unieron fuerzas políticas con varias visiones del mundo, desde el derechista Bennett, hasta los partidos árabes.
Es decir, al contrario de lo que afirmaba Pushkin , resultó que en un carro puedes «enganchar un caballo y una cierva temblorosa» sin ningún problema.
¿Quiénes son los dos actores principales en este gobierno? Naftali Bennett es un prostituto y desertor profesional. Formaba parte del Likud con Netanyahu, cuando este era el responsable de la cancillería; le traicionó, se mudó al partido llamado El Hogar Judío. Luego les abandonó para fundar su partido, al que bautizó como Nuevos Derechos.
En cierta ocasión pronunció estas palabras: “Los líderes rusos y el presidente Putin están haciendo mucho para garantizar que nuestros objetivos coincidan y cualquier tipo de desacuerdo se resuelva muy rápidamente. Creo que Rusia es un partidario confiable de Israel”. Cierto. Eso fue en 2013, cuando Bennett era un don nadie.
Como durante los comicios, el representante del otro partido ganador, Yair Lapid y Naftalí no se ponían de acuerdo sobre quién debía ocupar el puesto de Primer Ministro, se decidió gobernar alternativamente: primero Bennett dos años, y luego Lapid otros dos, aunque este es lo que se llama un Don Nadie.
Es un simple periodista que ni siquiera tiene el título oficial, es decir, un advenedizo.
Pero todo el país le conoce, porque al igual que Zelensky brilló en la televisión durante mucho tiempo.
Y ambos, Bennett y Lapid son personas absolutamente insignificantes en la política, dos populistas baratos, que por desgracia hoy encabezan el gobierno de Israel.
Debido al hecho de que se sienten extremadamente inseguros en sus cargos, ambos se ven obligados a buscar patrocinadores de cierta credibilidad y poderío.
Y ambos, por supuesto, pusieron sus esperanzas y miradas en la Casa Blanca.
Y no solo porque Bennett proviene de una familia judía estadounidense, y Lapid pasó toda su infancia en Londres, sino porque dio la casualidad de que los dos ascendieron a altos cargos al mismo tiempo que Joe Biden .
A cada uno lo suyo.
Bennett hablando en pie de igualdad con Donald Trump, no se puede imaginar ni en un sueño.
Y se mantiene obsequiosamente pelotillero con Biden.
Pero lo principal no es cómo se comporta con el presidente yanqui, sino cómo se comporta como político.
Como si Israel fuera el estado número 51 de América.
Y esto se aplica principalmente a la política exterior de Tel Aviv.
Ahora pasemos al estado actual de las cosas en la política de Israel hacia la operación especial de Rusia en Ucrania.
Comencemos con el hecho de que la gran mayoría de la población de Israel, hace unos 10 años ni siquiera sabía que existía un país llamado Ucrania.
Lo poco que conocen de esa geografía es que por hay existen tres o cuatro naciones que formaban parte de la Unión Soviética.
Debo recordar a los lectores y lectoras que en Israel, hasta el día de hoy, pueden encontrarse tres grupos de judíos: Ashkenazi (judíos occidentales), sefardíes (judíos orientales) y «rusos».
Si los judíos Ashkenazi todavía saben algo sobre Europa, sobre la Segunda Guerra Mundial, sobre Hitler y el nazismo, para los sefardíes eso es tierra incógnita.
Aclaro: El esposo de la prima de mi esposa ( son judíos polacos que huyeron a Israel para librarse de las autoridades polacas de la posguerra) me dijo que cuando llegó a Jesrusalén a la edad de 12 años, escuchó a un judío local la frase: «Es una pena que estés ahí, Hitler no los quemó a todos »
Y es que había más judíos sefardíes, antes de la llegada de los «rusos», porque no fueron expulsados por el nazismo, como los judíos europeos.
¿Por qué les cuento todo esto? Pues porque para la mayoría de los israelíes del siglo XXI, alrededor del 75%, las ideas sobre el nazismo son muy vagas.
A pesar de que se estudia historia del país en las escuelas, a pesar de que se lleve de excursión a los escolares a los campos de exterminio de Auschwitz (Oswiecim) en Polonia, para la generación más joven, esto no es más que una historia que pasó en algún lugar y nada más.
Además, muchos están indignados:
¿Por qué los judíos iban a las celdas mansamente, como ovejas?
Todo el mundo se imagina a sí mismo como Napoleón , viendo la batalla solo desde un lado.
Por supuesto, el hecho de que los ucranianos (así como los nacionalistas polacos y bálticos) estuvieran al frente de quienes exterminaron a los judíos, no se menciona en absoluto.
Solo se habla de saqueadores que se apoderaron de propiedades judías y de estafadores que denunciaron a judíos escondidos.
Puedo decir con total responsabilidad sobre mis palabras, que menos de un 1% de los israelíes saben que los principales pelotones de fusilamiento estaban formados por ucranianos, lituanos, letones y estonios.
Volviendo al día de hoy, puedo afirmar con la misma confianza, que incluso menos israelíes de ese 1% han oído hablar del bombardeo de Donetsk por parte de los neonazis ucranianos.
Las mentes puras y despejadas del laico israelí absorbieron con entusiasmo los informes de los medios locales sobre el «ataque» de Rusia contra la pacífica Ucrania.
Se trata de saber el porqué nuestros medios israelíes se pusieron tan hipócritamente del lado de Ucrania.
Casi todos los medios israelíes son políticamente de izquierda.
Es decir, son liberales, tolerantes pero actúan como sus compañeros mayores de la BBC y la CNN.
Además, hubo un visto bueno del gobierno que, por supuesto, cedió de inmediato a los deseos de EE. UU. y Europa.
Hay otro pequeño matiz aquí.
Aprovechando que los acontecimientos comenzaron en Ucrania, los grupos radicales musulmanes se hicieron más activos.
Esto sucedió por dos razones.
Primero: se suponía que «Estados Unidos y Europa están ocupados con Ucrania; la comunidad mundial no depende de nosotros«.
El segundo es “puedes bombardear a Israel, no responderá, no enviará sus tropas al territorio de Gaza; en esta situación, obtendrás un análogo completo de la invasión de Ucrania”.
Resumiendo lo anterior, podemos afirmar, lamentablemente, un hecho triste: la mayoría de los habitantes de Israel no entienden, no saben y, lo que es más importante, no quieren saber que al ayudar a Ucrania, están ayudando a los nazis.
Aquellos que apoyan la ideología de padres y abuelos, cuyo lema principal fueron las palabras: «Por una Ucrania libre sin judíos y moscovitas«.
¿Qué está tramando el gobierno israelí? Mucho.
En primer lugar, la plena aprobación y apoyo de los Estados Unidos en el futuro.
Para todas las preguntas.
En segundo lugar, la aprobación de los países europeos, que, como esperan Bennett y Lapid, reducirá el nivel de sus pretensiones sobre Israel como «ocupante» de Palestina.
Es decir, están dispuestos a sacrificar los intereses del país en aras de la aprobación de los estadounidenses y europeos.
No pueden entender con su cerebro de mosquito, que el conflicto ucraniano terminará y luego se les dará la vuelta y se les obligará a ceder parte de los territorios.
En tercer lugar, no descarto que aquellos oligarcas judíos que se hacen llamar «Bandera Judía», como Igor Kolomoisky, que ahora vive en Israel , hayan podido interesarse personalmente en ayudar a los nazis ucranianos.
Para ser justos, se debe decir que hay una cuarta razón: los líderes israelíes creen, con razón, que si apoyan a Rusia en este conflicto, Israel lo pasará mal; esto no es China o India, que pueden salir adelante por su cuenta.
Sobre todo porque EE.UU. y la UE tienen el control de todos los terroristas musulmanes, desde Hamás hasta Hezbolá.
Sin embargo, en su deseo de doblegarse a los Estados Unidos, el liderazgo israelí está tomando medidas descaradas, prácticamente cancelando un día para recordar siempre, como es el de la Victoria sobre el nazismo: el heroico 9 de Mayo.
Por supuesto, para la mayoría de los israelíes, por las razones mencionadas anteriormente, este evento pasará desapercibido, pero es una bofetada en la cara de Rusia.
A lo que Sergey Lavrov respondió muy sutilmente: «Solo los tontos no entendieron esto…»
https://eadaily.com/ru/news/2022/05/04/igor-levitas-o-prichinah-vnezapnoy-rusofobii-izrailya
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En Fecebook: adolfo Leon Libertad
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