viernes, 30 de septiembre de 2016

Retos para los revolucionarios en Colombia

"Lo que la humanidad necesita es la revolución". Foto: Ernesto Che Mercado Jones.“Lo que la humanidad necesita es la revolución”. Foto: Ernesto Che Mercado Jones.
Por: Juan Carlos Jaime Fajardo – agosto 24 de 2016

Es evidente que en Colombia está culminando un periodo de la revolución que había iniciado en la década de los años 60 del siglo pasado y que hoy asistimos a la apertura de uno nuevo.

El momento que se cierra empezó a transitar su fin con el ascenso del fascismo al control del Estado, luego del triunfo electoral de Álvaro Uribe Vélez en 2002. 
A partir de entonces, se ha profundizado el despojo de territorios de las comunidades rurales de indígenas, afrodescendientes y campesinos, y se han impuesto leyes como la del agua, la forestal, la de páramos y el código minero para entregar los recursos naturales a las multinacionales. 
Asimismo, se ha presentado un incremento vertiginoso de la inversión extranjera en el país, que pasó de 2.000 millones de dólares anuales en 2002 a 26.000 millones en 2014 -aunque en los últimos dos años se ha presentado una disminución de la misma, entre otras causas, por la crisis del petróleo-, lo que ha venido destruyendo la economía nacional y ampliando el saqueo de nuestros recursos naturales. 
También se eliminaron derechos laborales y se precarizó aún más a la clase trabajadora, se fortaleció la ideología anticomunista y se llevó a la gran mayoría de la población a adaptarse al modelo neoliberal, a pesar de las crisis económicas mundiales y los endeudamientos familiares. 
Es decir, el proyecto capitalista en su versión neoliberal se impuso estratégicamente sobre los planes políticos del conjunto de los revolucionarios colombianos.

Esto no quiere decir que el pueblo colombiano haya dejado de luchar. 
Al contrario, es memorable cómo, a partir de la movilización indígena de 2008, el expresidente Uribe tuvo que someterse a escuchar las exigencias de los pueblos originarios en sus propios territorios, aunque antes había dicho que no dialogaría en ninguna parte en medio de la movilización. 
De la misma forma, es memorable la lucha de los estudiantes organizados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) cuando, en 2011, lograron echar abajo la propuesta de reforma universitaria del presidente Santos;
 es memorable el paro campesino que logró paralizar varios departamentos del país en 2013; 
y es memorable el paro de los maestros en abril y mayo de 2015, que contó con gran apoyo popular, entre muchas otras luchas dadas en la última década. 
Además, vale mencionar que desde hace más de tres años vienen desarrollándose diálogos entre el Estado colombiano y las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el propósito de fortalecer la lucha política desde sus programas revolucionarios y no como resultado de una rendición, como sueña la oligarquía. 
Todo lo anterior evidencia que se está transitando hacia un nuevo periodo de la revolución en Colombia.
Fruto de todos estos procesos populares, existe un rico acumulado de experiencias políticas, expresadas en diversidad organizativa, iniciativas económicas, educativas, culturales, comunitarias, autonomistas y territoriales, tanto en el campo como en la ciudad. Incluso, algunas cuentan con expresiones de poder popular, constituyéndose esto en una conquista del pueblo colombiano, pues, a pesar de los planes legales e ilegales para destruirlas, éstas se han logrado mantener y desarrollar.

Los acuerdos de La Habana posibilitan algunas condiciones políticas favorables para los sectores de izquierda y demócratas en el país, así como algunas reformas sociales, por lo que vale la pena apoyar no solo la opción del ‘sí’ en el plebiscito sino, ante todo, estar vigilantes al cumplimiento de los acuerdos y a evitar el surgimiento de nuevos planes de exterminio a los líderes políticos y sociales de la izquierda en medio de los diálogos de paz, como ya sucedió con movimientos como la Unión Patriótica (UP) y A Luchar a finales de los años 80 y principios de los 90. 
Hoy se abre el reto de conquistar la paz y una nueva sociedad.
La paz seguirá siendo un reto, a pesar de servir de bandera engañosa a las clases dominantes, pues esta es un anhelo de muchos colombianos que solo puede darse como resultado de transformaciones profundas del sistema económico y político vigente:
 la paz será el resultado de la defensa de los territorios y no del despojo por parte de las multinacionales que añoran las riquezas existentes en los lugares dejados por las guerrillas;
 la paz será el resultado de la organización y lucha del pueblo y no de la pacificación que quiere imponer la oligarquía, por ejemplo, con el nuevo Código de Policía; la paz será el resultado del desmonte del paramilitarismo y de que las fuerzas armadas defiendan la soberanía nacional y no los intereses de multinacionales que se están llevando nuestro oro, carbón, níquel y petróleo, entre otros recursos naturales.

Entonces, ¿cómo transitar este nuevo periodo y hacia dónde proyectar este acumulado político organizativo y de luchas del pueblo? 
Es claro que el reto no se trata únicamente de tener un país sin guerra sino de que dejen de existir la miseria las desigualdades sociales y políticas en Colombia. 
Ante esto, un camino puede ser limitar las expectativas populares, como proponen algunos, a reformar el Estado actual y llevar dicho acumulado político y social a los brazos de la institucionalidad vigente para dejar a las nuevas generaciones la tarea de construir nuevos liderazgos; 
otro puede ser el de concentrarse en hacer un uso alternativo de las instituciones del actual Estado y desde allí proyectarse; 
o también se abre la opción de articular todo ese acumulado político organizativo concretando la alianza de los poderes populares y la unidad de las organizaciones sociales y políticas de izquierda, creando nuevas instituciones legitimadas por el pueblo para desde allí dialogar y confrontar a la institucionalidad vigente, al menos en una etapa inicial de este nuevo momento en nuestra historia. 
Sin duda, aflorarán otros caminos en esta búsqueda de los revolucionarios por la transformación social.

Para concretar dicha transformación que requiere la sociedad colombiana, considero conveniente transitar el tercer camino.
 Pero, independiente de este deseo, lo cierto es que los revolucionarios en Colombia tienen que proyectar dicho momento histórico, extrayendo lecciones del pasado, reconociendo sus fortalezas y debilidades, buscando las convergencias y superando las diferencias que, en muchos casos, son fruto de prejuicios antes que de investigaciones sobre la realidad concreta.

Aun cuando las clases dominantes pretendan una pacificación de la sociedad colombiana, el pueblo seguirá resistiendo y soñando con una mejor sociedad. 
Afortunadamente, tanto en América Latina como en otras latitudes existen innumerables experiencias de lucha popular que pueden aportar a los actuales retos de los revolucionarios colombianos en este momento histórico.
__________

* Sociólogo, ensayista e integrante de la Revista Viento del Sur.

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Declaracion de Gloria Gaitán sobre el documento memoricida "Proceso de Paz"

Agencia de Noticias Nueva Colombia-ANNCOL
Escrito por  Gloria Gaitán/ Radio Macondo 
Martes, 27 Septiembre 2016 02:54 
Declaracion de Gloria Gaitán sobre el documento memoricida "Proceso de Paz"

Como cuchillada en el corazón leí  la llamada  Declaración sobre el proceso de paz que invita a votar   en el plebiscito, que firman numerosas organizaciones de derechos humanos del continente y el mundo 
[1].

La declaración es un ejemplo contundente del resultado de la sistemática campaña de MEMORICIDIO que, a partir del día mismo en que asesinaron a mi padre Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, viene adelantándose desde la Academia, el Estado y el País Político y que ha logrado su efecto devastador, dando como producto que se ignore y pretenda ocultar el hecho cierto de que “la crisis humanitaria y de derechos humanos”, de que habla la Declaración, la padece el país desde 1946, cuando de manera premeditada, sistemática y generalizada el gobierno de entonces adelantó el genocidio al Movimiento Gaitanista.

Son setenta (70) años de crisis humanitaria y no 50, como ha  pretendido hacerlo creer esta declaración, ocultando que este doloroso viacrucis se inició en 1946 bajo el gobierno genocida llamado de Unión Nacional, encabezado por el presidente de ese entonces, Mariano Ospina Pérez, a quien mi padre señaló con el dedo de la ignominia en su famosa Oración por la Paz.

Horrorizada y adolorida he leído cómo señalan en la Declaración que el acuerdo firmado entre el gobierno y las FARC  “…representa, además de la finalización del conflicto armado entre las partes, un paso importante en el proceso de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación histórica y social en un país que ha vivido una crisis humanitaria y de derechos humanos durante los últimos 50 años” (sic).

¿Y qué de nosotros los que venimos padeciendo desde 1946 hasta hoy  el proceso sistemático y reiterativo de  DESMEMORIA, MENTIRAS, INJUSTICIA y EXCLUSIÓN HISTÓRICA ? 
¿No somos acaso colombianos? 
¿No somos merecedores de que se respete nuestra dignidad y derechos humanos? 
¡Cómo puede ser que se reconozca esta crisis humanitaria y de derechos humanos solo para quienes la han padecido durante estos “últimos 50 años”!

¿Acaso no fue Manuel Marulanda, comandante histórico de las FARC, quien en su biografía, escrita por Arturo Alape, dijo textualmente: “La familia de nosotros era gaitanista. 
Uno les oía comentar… que con el triunfo de Gaitán – al tío se le aguaba la saliva en la boca -, se desarrollaría en el país una política de colonización  para los sin tierra y los sin trabajo, que les darían muchos créditos para el derrumbe de montañas. 
El árbol de la ilusión quedó cortado de raíz con el asesinato de Gaitán, las palabras cogieron rumbo tras la montaña”. 

 ¿Pretenden, entonces, borrar de la historia el inicio de las guerrillas en Colombia y, concretamente, el comienzo de la lucha de Manuel Marulanda? 
¿Qué buscan con eso?
Es posible que piensen que ya todos estamos muertos y que no hay nadie que reclame por las víctimas del período de 30 años que pretenden sepultar con el memoricidio.
¡¡¡Pues no!!! Seguimos vivos y no hemos perdido la memoria. 
Por eso mi tesis de grado sobre la maestría en defensa de los derechos humanos, que curso en la Universidad Santo Tomás, versa sobre el MEMORICIDIO.

Simultáneamente estoy escribiendo un libro que he titulado: 
EL CRIMEN PERFECTO: GENOCIDIO, MAGNICIDIO, MEMORICIDIO”.  
Porque no solo la rama judicial comete impunidad.
 También es culpable la opinión pública Memoricida.

Muchos como yo, víctimas del asesinato de nuestros seres queridos y blanco de la persecución, que en este proceso venimos siendo marginados nos abstendremos de votar en el plebiscito, ya que hemos sido expulsados de la vida nacional y de la historia de Colombia.

GLORIA GAITÁN JARAMILLO  
Bogotá – Colombia

(1) [1] El documento está firmado por:
Abogadas y Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos – México 
Abuelas de Plaza de Mayo – Argentina 
Acción Solidaria en VIH/sida – Venezuela 
Ágora Espacio Civil – Paraguay 
Asistencia Legal por los Derechos Humanos A.C. (ASILEGAL) – México 
Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) – Regional Asociación Otras Voces – Colombia 
Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) – Perú 
Aula Abierta – Venezuela 
Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello – Venezuela Centro de Derechos Reproductivo – Internacional Centro de Documentación en Derechos Humanos “Segundo Montes Mozo S.J.” (CSMM) – Ecuador 
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) – Argentina 
Centro de Justicia y Paz (Cepaz) – Venezuela 
Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) – Regional Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, Corporación Humanas – Chile 
CIVILIS Derechos Humanos – Venezuela 
Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” (CCAJAR) – Colombia 
Colectivo MECoPa (Migrantes y Exiliados Colombianos por la Paz) – Argentina Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF) – Argentina 
Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) – Colombia 
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) – Ecuador 
Comision Mexicana de Defensa y Promocion de los Derechos Humanos – México Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (CODHEZ) – Venezuela Comité de Familiares de las Víctimas (COFAVIC) – Venezuela 
Conectas Direitos Humanos – Brasil 
Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) – Colombia Consultorio Jurídico Internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás – Colombia 
Convite AC – Venezuela 
Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay ( Codehupy) – Paraguay Coordinadora Nacional de Derechos Humanos – Perú 
Defensa de Niñas y Niños – Internacional (DNI) – Costa Rica 
Dejusticia – Colombia 
Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR) – Egipto 
El Centro para la Paz y los DDHH de la Universidad Central de Venezuela (UCV) – Venezuela 
El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) – Venezuela 
Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús – Honduras 
Espacio Público – Venezuela 
Familiares de desaparecidos y detenidos por razones politicas – Argentina Fundación Memoria Histórica y Social – Argentina 
Fundación Myrna Mack – Guatemala 
Fundación para el Debido Proceso (DPLf) – Regional Grupo de Mujeres de San Cristobal Las Casa, A. C – México
 Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (IELSUR) – Uruguay
 Instituto Internacional de Derecho y Sociedad (IIDS) – Perú
 Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos – Internacional Ipas Centro America –
 Internacional Kenya Human Rights Commission – Kenya 
KontraS – Commission for “the Disappeared” and Victims of Violence – Indonésia Laboratorio de Paz (LabPaz) – Venezuela 
LRC Legal Resources Center – South Africa Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora – Argentina 
Mesa de Víctimas del Conflicto Interno Colombiano en Argentina – Argentina 
MNCI Via Campesina – Argentina 
Movimiento Autónomo de Mujeres – Nicaragua 
Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes – Venezuela 
Paz y Esperanza – Perú 
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD) – Regional REDIM Red por los derechos de la infancia en México – México REDLAMYC Red latinoamericana y caribeña por los derechos de niñas niños y adolescentes – Regional Seguridad en Democracia (SEDEM) – Guatemala 
Sisma Mujer – Colombia 
StopVIH – Venezuela 
Terra Mater – Ecuador T
ransparencia Venezuela – Venezuela
 Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS) – Bolivia West African Human Rights Defenders Network (ROADDH /WAHRDN) – Regional Washington Office on Latin America (WOLA) – Regional


El memoricidio en los acuerdos de la Habana

Por Jorge I. Salcedo G. 
Kaos en la Red - Publicado en: 26 septiembre, 2016 

Gran polémica ha desatado la declaración de Gloria Gaitan, hija de Jorge Eliecer Gaitan, “el Negro”, asesinado el 9 de abril de 1948, en lo que se conoce como el inicio de la violencia en Colombia, aunque es justo decir, que la violencia venia campante desde tiempo atrás. 

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Como bien lo dice Gloria Gaitán el asunto no empezó en el 1964 sino en 1946, cuando para garantizar cambiar la correlación de fuerzas electorales en solo cuatro años se empezaron a cometer toda clase de desafueros y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. 

Al respecto el académico Miguel Angel Beltrán, perseguido por rondar la verdad, avanza al respecto y señala que   como para entender la historia de las FARC hay que abandonar la fecha de su hito fundacional (1964) y mirar algunos años para atrás. El profesor Beltrán sugiere el año de 1950 a lo que propongo, atendiendo, a la historia y a las advertencias de Gloria Gaitán   ir un poco más atrás.

El contexto nacional de 1946 se resume diciendo que Mariano Ospina Pérez había llegado al poder siendo minoría frente la mayoría que constituía el partido liberal sumados los votos de Jorge Eliecer Gaitán y Gabriel Turbay y para lograr que en las elecciones de 1950 los conservadores fueran mayoría y ganaran como sucedió (Laurenao Gómez llegó al poder sin tener que vencer a ningún candidato opositor) debieron pasar cosas muy graves, entre ellas el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán.

Para lograr tan grande cambio de fuerzas electorales en tan poco tiempo (4 años), el gobierno de Mariano Ospina Pérez recurrió a la fuerza institucional (el ejército) que tuvo en Rojas Pinilla al gran artífice del cambio de correlación de fuerzas electorales en el Valle y a la fuerza extrainstitucional, los paramilitares de entonces llamados “pájaros” que también fueron amnistiados (como ahora se hace con los pájaros de hoy en los Acuerdos de La Habana). 
Al respecto, me remito a los estudios de Dario Betancourt y sugiero repasar la historia del “Cóndor”, Ángel María Lozano, el indulto que le concediera ya en el poder Rojas Pinilla y la amnistía general (en otro frustrado intento de paz mezquina con la verdad como el presente) concedida por el mismo general que excluyó a los “comunes” o comunistas.

Sin embargo, a pesar de la tan terrible arremetida conservadora apenas anunciada en este escrito, para las élites conservadoras y las   liberales que no querían a Gaitán, se evidenció que todo el uso ilegítimo de la fuerza institucional y la extrainstitucional  no serían suficientes para  atajar al “negro” Gaitán” que, a pesar de todo,  ya había logrado  las mayorías en el Congreso y se perfilaba como el futuro presidente, por lo que la única manera de atajarlo era  eliminándolo.

Marcado por un destino macabro (del cual aún no logramos sacudirnos), el momento histórico colombiano de 1948, coincidió con que en Europa se había acabado de terminar la segunda guerra mundial con un gran avance del bloque soviético y el pánico del mundo occidental ante este histórico acontecimiento.

El avance    del comunismo internacional   implicó que se instaurará la Doctrina Truman (después el concepto evolucionó al de “la seguridad nacional” de las naciones occidentales). 

El gran acto de presentación de la nueva doctrina se dio a través de los dos atentados terroristas más graves de la historia universal que hoy siguen impunes. 
Las dos únicas bombas nucleares usadas contra seres humanos en Hiroshima y Nagasaki fueron lanzadas   no para vencer a Japón, que ya estaba vencido, sino para atajar al ejército ruso que ya avanzaba para tomarse a Japón como ya lo había hecho con media Europa. 
Tal acto de los rusos – tomarse a Japón – hubiese sido “legitimo” ya que en Yalta, Roosevelt había pactado con Stalin que en entre los dos vencerían a Japón, en el que se considera el más grave error estratégico cometido por el presidente enfermo. 

Muerto Roosevelt, su reemplazo Harry Truman ya no podía desconocer el pacto y lo único que podía hacer para no tener que repartirse a Japón –  como terminó pasando con Corea –   era lograr inmediatamente la rendición del imperio japonés ante el imperio norteamericano, por lo que impúdica y miserablemente decidió  asesinar a más de medio millón de civiles inocentes en el lapso de tres días, del 6 al  9 de agosto de 1945, y lograr la inmediata e incondicional rendición del imperio  del Japón al  imperio norteamericano.

En medio de semejante paranoia anticomunista que implicó la ejecución de los dos actos terroristas más asquerosos y miserable de la historia, Jorge Eliecer Gaitán se presentaba en América Latina como un hombre con un discurso – si no abiertamente comunista –  si antioligárquico y antisistémico lo que para el imperialismo yanki era lo mismo, por lo que era preciso eliminarlo. 

En medio de este contexto internacional el general George Marshall, héroe de la segunda guerra mundial, llegó a Bogotá a la Conferencia Panamericana con el visible e inequívoco objetivo de consagrar al anticomunismo como la doctrina oficial americana y, con el oculto, pero también inequívoco, objetivo de eliminar a Jorge Eliecer Gaitán, con la complicidad de las élites conservadoras y liberales, como bien lo señala Gloria Gaitán.

Es pues este un pedazo de la historia (apenas esbozado en este escrito) el que el “memoricidio” de La Habana pretende echar al olvido, con la nefasta consecuencia de tener que repetir la historia hasta que nos la aprendamos.

El asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en América fue el ingreso de la doctrina Truman en América, como lo fueron las bombas atómicas en el lejano oriente.
 Los imperios saben – y no tienen reparos en hacerlo – cuando deben matar a un hombre y cuando a miles. 
Cuando mataron a Gaitán se consolidó el genocidio del movimiento gaitanista que había ya empezado como lo denunció el mismo Gaitán en Manizales en el entierro de unos copartidarios y en Bogotá con su famosa “oración por la paz”.

Desde las bases en rebelión de la UP, siempre hemos dicho que no se puede resolver el genocidio cometido contra este partido sin que se resuelva el genocidio cometido contra el gaitanismo.

La reciente y ridícula petición de perdón, “en el marco de los Acuerdos de La Habana”, de Juan Manuel Santos por la “omisión” del estado de acciones para evitar la “tragedia” de la UP, negando el genocidio y a la participación activa del estado en el mismo, es parte del memoricidio que denuncia Gloria Gaitán.

¡POR UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE ABIERTA Y DEMOCRÁTICA!
 ¡POR UNA PAZ VERDADERA, CON TODA LA VERDAD!
¡ANULACIÓN CONSCIENTE DEL VOTO EN EL PLEBISCITO DEL “SI” O EL “NO”!

Por: Jorge I. Salcedo G. (UP – Bases en Rebelión).
Pd. Se anexa el enlace de la declaración de Gloria Gaitán sobre los Acuerdos de La Habana.
http://kaosenlared.net/colombia-declaracion-sobre-el-proceso-de-paz-documento-memoricida/

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Conflicto y Paz

ELN anunció cese al fuego de cara al Plebiscito

By Editor Bogotá

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26 sep CI.- Desde las montañas de Colombia, Pablo Beltrán, comandante de esta insurgencia, y miembro de la delegación en los diálogos para la paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, manifestó el apoyo para el desarrollo de la jornada de participación popular del próximo 2 de octubre. Además, explicó la situación actual de la mesa de negociación entre el Gobierno y el ELN.

Plebiscito
El Plebiscito será el mecanismo de refrendación para los acuerdos logrados en La Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- y el Gobierno. Este mecanismo abre las puertas a la implementación de lo pactado, como inicio del fin de un conflicto armado de 52 años.
Según el comandante Beltrán: “El ELN no será un obstáculo para dichos acuerdos. […] Para despejar esa duda, que somos un obstáculo al proceso de refrendación o al plebiscito, nuestra disposición es que no haya un accionar ofensivo del ELN en estos días previos, con la intención de facilitar la participación de la gente. Mal haríamos nosotros al llamar a la participación de la sociedad y obstaculizarla. […] El hecho de que hagamo críticas no quiere decir que seamos un obstáculo para esos acuerdos y para el proceso que han desarrollado los compañeros de las FARC”.



Mesa con el Gobierno y el ELN
Han pasado cerca seis meses desde el anuncio público de los diálogos que el Gobierno Nacional y el ELN sin noticia de un avance en la interlocución.
A propósito, el comandante Beltrán aseguró: “El Gobierno se inventó una etapa entre la fase confidencial y la fase pública, […] y de varias maneras ha intentado modificar los acuerdos. La solución es hacer acuerdos bilaterales frente a problemas que ellos consideran que existen, como el de las retenciones; ya tenemos unas hipótesis de acuerdo y tenemos la expectativa de que en ese camino, en una siguiente oportunidad, podamos fijar una fecha para ir a Quito”.
Así como el ELN, la sociedad civil le hace el mismo reclamó al gobierno de Juan Manuel Santos: “Un acuerdo de paz con el ELN”.

CI JA/MP/26/09/16/7:00


Colombia. Ejército de Liberación Nacional: Un Cese Para Facilitar La Participación Democrática

Por ELN Voces
Kaos en la Red - Publicado en: 27 septiembre, 2016 
art-1


















1.- El Ejército de Liberación Nacional está por la paz, que esperan y anhelan los colombianos y el mundo. Una paz con democracia y equidad social.
2.- Así no compartamos varios de los puntos de los acuerdos de La Habana, consideramos que la paz es un camino que apenas empieza y que no se ha completado. El sueño del ELN es contribuir de manera significativa, propiciando una protagónica participación de la sociedad.
3.- Por encima de las diferencias está el bien de toda la nación. A fin de facilitar el desarrollo de este proceso, no realizaremos acciones militares entre el 30 de Septiembre y el 5 de octubre, para que la población participe como estime conveniente en el Plebiscito.
4.- Estamos listos para continuar en la fase pública de negociaciones con el gobierno, dándole continuidad a lo acordado el 30 de marzo y buscándole salidas a las dificultades.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!
Dirección Nacional
Ejército de Liberación Nacional
Septiembre 26 del 2016.

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Conflicto y Paz

ELN anunció cese al fuego de cara al Plebiscito

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26 sep CI.- Desde las montañas de Colombia, Pablo Beltrán, comandante de esta insurgencia, y miembro de la delegación en los diálogos para la paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, manifestó el apoyo para el desarrollo de la jornada de participación popular del próximo 2 de octubre. Además, explicó la situación actual de la mesa de negociación entre el Gobierno y el ELN.

Plebiscito
El Plebiscito será el mecanismo de refrendación para los acuerdos logrados en La Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- y el Gobierno. Este mecanismo abre las puertas a la implementación de lo pactado, como inicio del fin de un conflicto armado de 52 años.
Según el comandante Beltrán: “El ELN no será un obstáculo para dichos acuerdos. […] Para despejar esa duda, que somos un obstáculo al proceso de refrendación o al plebiscito, nuestra disposición es que no haya un accionar ofensivo del ELN en estos días previos, con la intención de facilitar la participación de la gente. Mal haríamos nosotros al llamar a la participación de la sociedad y obstaculizarla. […] El hecho de que hagamo críticas no quiere decir que seamos un obstáculo para esos acuerdos y para el proceso que han desarrollado los compañeros de las FARC”.



Mesa con el Gobierno y el ELN
Han pasado cerca seis meses desde el anuncio público de los diálogos que el Gobierno Nacional y el ELN sin noticia de un avance en la interlocución.
A propósito, el comandante Beltrán aseguró: “El Gobierno se inventó una etapa entre la fase confidencial y la fase pública, […] y de varias maneras ha intentado modificar los acuerdos. La solución es hacer acuerdos bilaterales frente a problemas que ellos consideran que existen, como el de las retenciones; ya tenemos unas hipótesis de acuerdo y tenemos la expectativa de que en ese camino, en una siguiente oportunidad, podamos fijar una fecha para ir a Quito”.
Así como el ELN, la sociedad civil le hace el mismo reclamó al gobierno de Juan Manuel Santos: “Un acuerdo de paz con el ELN”.

CI JA/MP/26/09/16/7:00


Colombia. Ejército de Liberación Nacional: Un Cese Para Facilitar La Participación Democrática

Por ELN Voces
Kaos en la Red - Publicado en: 27 septiembre, 2016 
art-1


















1.- El Ejército de Liberación Nacional está por la paz, que esperan y anhelan los colombianos y el mundo. Una paz con democracia y equidad social.
2.- Así no compartamos varios de los puntos de los acuerdos de La Habana, consideramos que la paz es un camino que apenas empieza y que no se ha completado. El sueño del ELN es contribuir de manera significativa, propiciando una protagónica participación de la sociedad.
3.- Por encima de las diferencias está el bien de toda la nación. A fin de facilitar el desarrollo de este proceso, no realizaremos acciones militares entre el 30 de Septiembre y el 5 de octubre, para que la población participe como estime conveniente en el Plebiscito.
4.- Estamos listos para continuar en la fase pública de negociaciones con el gobierno, dándole continuidad a lo acordado el 30 de marzo y buscándole salidas a las dificultades.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!
Dirección Nacional
Ejército de Liberación Nacional
Septiembre 26 del 2016.

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