1 abril 2021
| Luis Alfonso
Mena S.
En la frontera, nueva fase de la agresión
al proceso bolivariano
Circula un comunicado pidiendo más intervención extranjera, en este caso
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), disfrazada de “asistencia humanitaria urgente”, supuestamente para
solucionar los problemas que se presentan actualmente en la frontera
colombo-venezolana, a propósito de lo que ocurre coyunturalmente en los límites
entre el departamento de Arauca y el estado Apure.
El comunicado, firmado por personas venezolanas y
colombianas, pide “un enviado especial” de las Naciones Unidas y un “mecanismo internacional de vigilancia y monitoreo”..
En suma, un nuevo escenario para horadar la
soberanía de la República Bolivariana de Venezuela.
En eso no hay que llamarse a engaños.
De entrada, resulta sintomática la coincidencia de la solicitud de los firmantes del comunicado con el pronunciamiento
de la procuradora general del régimen de Iván Duque, Margarita Cabello, quien
expresó recientemente que en el caso de la frontera es necesaria la
intervención de organismos internacionales para una atención “profunda e inmediata”.
Es decir, Duque, comprometido hasta la médula en la conspiración
contra las instituciones legítimas de Venezuela, avizora ahora un nuevo
campo de acción para sus fines, en medio de los fracasos estruendosos que su
política injerencista ha venido teniendo año tras año.
Las intenciones del régimen de Duque, que obedecen
a las estrategias de vieja data del imperio gringo contra la soberanía
venezolana y que, en el momento actual, buscan ganar indulgencias con el nuevo
capataz de la Casa Blanca, son evidentes.
En el caso de la frontera, emerge sin ninguna duda
el interés de Duque en la agresión al país hermano.
Resulta sintomático también que el comunicado que
comentamos sea firmado del lado
venezolano por ONG y personas vinculadas todas a la derecha opositora
venezolana.
Del lado colombiano figura, entre otras entidades,
el Polo Democrático Alternativo Internacional.
(Además, es un comunicado descuidado en el que, en el espacio de las firmas escriben tres veces el nombre
del senador de Alianza Verde Antonio Sanguino y repiten también otros
firmantes.
Y en el colmo del descuido,
aparece firmando alguien a quien
curiosamente presentan como “Bla bla López”.
Así que la
seriedad del documento, desde el punto de vista incluso formal, ya deja enormes
dudas).
Todo lo que callan
Desde la óptica de su
contenido, todo se resume en la misma prédica de otras veces, disfrazada de
interés humanitario por la situación en la frontera, que ya sabemos cómo
termina.
No es sino recordar el show de
los conciertos y las caravanas sobre los puentes, en la frontera de Norte de
Santander con Venezuela, en febrero de 2019.
O los pronunciamientos de la Alta Comisionada de la ONU para los
Derechos Humanos, Michelle Bachelet, absolutamente sesgados y al servicio de
los intereses proditorios de la derecha y la extrema derecha venezolanas.
Los firmantes del comunicado
no dicen nada, por ejemplo, sobre los desplazamientos forzados masivos que se
vienen presentando en Colombia, como el que ocurre hoy mismo en Alto
Tapaje, municipio de El Charco, departamento de Nariño.
O sobre crisis similares en
Tumaco, Catatumbo, Chocó o el departamento del Cauca y otras regiones del país,
donde los desplazamientos, la violencia, los asesinatos de líderes sociales,
defensores de derechos humanos y firmantes del Acuerdo de Paz de La Habana son
noticia de todos los días en Colombia.
Asimismo, sería muy importante que los
firmantes se pronunciaran reclamando que el gobierno de EE.UU. y el régimen de
Duque cesaran el injerencismo y la criminal agresión económica, militar, política,
diplomática y de toda índole contra el pueblo venezolano y el gobierno
legítimo del presidente Nicolás Maduro.
Sería muy importante que se pronunciaran frente al robo de los recursos
del pueblo y del Estado venezolanos en el exterior por parte de potencias
imperialistas a través de lacayos corruptos y apátridas patrocinados por ellas
como Guaidó, protegido de Duque y demás mandaderos de EE.UU.
Sería muy importante que se hubieran pronunciado contra los intentos de
invasión de la nación venezolana por parte de terroristas y mercenarios gringos
y paramilitares criollos entrenados en suelo colombiano.
Los firmantes no dicen ni mu
sobre esta realidad.
Ni sobre los verdaderos responsables de la crisis: la política
imperialista de EE.UU., la CIA, el Pentágono y sus adláteres sumisos en
Colombia y otros países del continente.
En vez de más agresión
disfrazada de “ayuda humanitaria” de la ONU, deberían pedir,
ante todo, el cese de la agresión imperialista contra el hermano pueblo.
La CIA, el gobierno de Joe Biden
y el régimen de Duque desarrollan una estrategia usando paramilitares y demás
actores armados irregulares en territorio venezolano para tratar de crear un
nuevo teatro de intervención extranjera.
El operativo de cada año
No hay que olvidar que la guerra
conjunta de EE.UU., los gobiernos abyectos al Pentágono en el continente y los
grupos de la extrema derecha violenta en Venezuela contra la República
Bolivariana no cesan.
Esa guerra cada año tiene una
estrategia:
1.- En agosto de 2018, el atentado contra el presidente Nicolás Maduro y todo su
equipo de Gobierno en Caracas.
2.- En febrero de 2019,
el “concierto” en la frontera, cuando Los
Rastrojos trajeron al títere Guaidó, y el show de la “ayuda humanitaria” en los puentes.
3.- En mayo de 2020, el
intento de invasión fraguado desde Colombia en la llamada Operación Gedeón (liderada por Cliver Alcalá, quien confesó
abiertamente la preparación del ataque mercenario en el departamento de La
Guajira.
Hasta un Premio ‘Rey de España’ de Periodismo le otorgaron en Madrid a W Radio por
la entrevista que la emisora le hizo, en vivo y en directo en territorio
colombiano, al desertor exoficial venezolano al servicio del imperio en la que
reveló todo lo planificado contra su propia patria.
Al día siguiente, un avión de el Departamento de
Lucha Antidroga de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) vino, lo recogió y lo
trasladó a EE.UU.
Se les había caído esa máscara).
Todas esas operaciones
fracasaron.
Por eso ahora intentan una
nueva, usando lo que ocurre en Apure-Arauca.
Y ya sabemos cómo terminan las
“soluciones” de la ONU manejadas con sus cascos “azules” y sus “fuerzas humanitarias”
por EE.UU.
Luis Almagro, el oscuro
secretario general de la Organización de Estados Americanos, debe estar ansioso
de meter sus narices en esta nueva coyuntura y de sumarse al coro interventor.
Entonces, como siempre, la
derecha desata su ofensiva mediática.
Y encuentra eco en algunos...
Hoy hablan de nueva “ayuda humanitaria”, mañana otros dirán que se requiere
aplicar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, Tiar, aparato
anacrónico de la Guerra Fría…
Y otros más, llamarán luego a
la incursión directa de las tropas del imperio.
De todas formas, siete bases
militares gringas, sobre las que tampoco se pronuncian los firmantes del comunicado,
ya deben estar alertas en el territorio colombiano sobre la nueva fase de la
agresión contra el país hermano.
Como hemos dicho muchas veces,
Venezuela no
necesita más estigmatización, urge verdadera solidaridad de los pueblos contra
los agresores extranjeros y que se respete su soberanía, el derecho a defender
su territorio y su libre determinación.
Tomado de: https://www.telesurtv.net/
Y
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