sábado, 19 de septiembre de 2020

Noam Chomsky y Alice Walker sobre el juicio a Julian Assange: Un ataque a la libertad de prensa

  Noam Chomsky y Alice Walker sobre el juicio a Julian Assange: Un ataque a la libertad de prensa

¿Qué le espera a Assange si es extraditado a EE.UU.?

En todo este caso, que ya se ha extendido por 10 años, Melzer señala que "Assange fue sometido intencionadamente a tortura psicológica por Suecia, Inglaterra, Ecuador y los EE.UU.".

Nombra desde "abuso de los procedimientos judiciales para poner a una persona en una posición en la que no puede defenderse" hasta "las medidas de vigilancia, los insultos, las humillaciones, los ataques de los políticos de estos países y las amenazas de muerte".

"Si no se le protege pronto, es de esperar un rápido deterioro de su salud, hasta el punto de la muerte", enfatizó.

De ser extraditado a EE.UU., Melzer considera que Assange "no tendrá el debido proceso legal" y podría ser condenado a 175 años de prisión.

En el proceso abierto en EE.UU. se le imputan 18 cargos criminales; aunque en principio solo era acusado de conspiración, que tenía una pena máxima de cinco años de cárcel.


por Noam Chomsky y Alice Walker
LA HAINE - 13/09/2020

En lugar de abordar seriamente los importantes principios que están en juego, muchos prefieren centrarse en perfiles de personalidad intrascendentes

El lunes, Julian Assange fue llevado al Old Bailey para continuar su lucha contra la extradición a EEUU, donde el régimen de Trump lanzó el ataque más peligroso contra la libertad de prensa en al menos una generación al acusarlo de publicar documentos del gobierno estadounidense. En medio de la cobertura de los procedimientos, los críticos de Assange inevitablemente han comentado sobre su apariencia, los rumores de su comportamiento mientras estaba aislado en la embajada ecuatoriana y otros detalles procaces.

Estas distracciones predecibles son emblemáticas del lamentable estado de nuestro discurso político y cultural. Si Assange es extraditado para enfrentar cargos por ejercer el periodismo y exponer la mala conducta del gobierno, las consecuencias para la libertad de prensa y el derecho del público a saber serán catastróficas. Sin embargo, en lugar de abordar seriamente los importantes principios que están en juego en la acusación sin precedentes de Assange y los 175 años de prisión que enfrenta, muchos preferirían centrarse en perfiles de personalidad intrascendentes.

Assange no está siendo juzgado por andar en patineta en la embajada ecuatoriana, por tuitear, por llamar a Hillary Clinton un halcón de guerra o por tener una barba descuidada cuando fue arrestado por la policía británica. Assange enfrenta la extradición a EEUU porque publicó pruebas incontrovertibles de crímenes de guerra y abusos en Irak y Afganistán, avergonzando a la nación más poderosa de la Tierra. Assange publicó pruebas contundentes de "las formas en que el primer mundo explota al tercero", según la denunciante Chelsea Manning, la fuente de esa evidencia. Assange está siendo juzgado por su periodismo, por sus principios, no por su personalidad.

Probablemente hayan escuchado el estribillo de críticos bien intencionados: "No tiene por qué agradarles, pero deben oponerse a las amenazas de silenciarlo". Pero ese estribillo pierde el sentido al reforzar los motivos manipuladores desplegados contra Assange.

Cuando se sienta un precedente gravemente peligroso, los gobiernos no suelen perseguir a las personas más queridas del mundo. Se dirigen a aquellos que pueden ser retratados como subversivos, antipatrióticos o simplemente raros. Luego, distorsionan activamente el debate público al enfatizar esos rasgos.

Estas técnicas no son nuevas. Después de que Daniel Ellsberg filtró los Documentos del Pentágono a los periodistas para exponer las mentiras del gobierno de EEUU sobre Vietnam, los "Plomeros de la Casa Blanca" de la administración Nixon irrumpieron en la oficina del psiquiatra de Ellsberg en busca de material que pudiera usarse para desacreditarlo. El denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden fue retratado falsamente como colaborador de los chinos y luego de los rusos. La obsesión por la salud mental y la identidad de género del analista de inteligencia militar Manning era omnipresente. Al demonizar al mensajero, los gobiernos buscan envenenar el mensaje.

La fiscalía estará muy feliz cuando la cobertura de la audiencia de extradición de Assange se convierta en tangentes y difamaciones irrelevantes. Poco importa que la barba de Assange fuera el resultado de la confiscación de su kit para afeitado, o que se haya probado que los informes de que Paul Manafort lo visitaba en la embajada eran inventados. Para cuando estas pequeñas afirmaciones sean refutadas, el daño estará hecho. En el mejor de los casos, el debate público sobre los problemas reales se descarrilará; en el peor de los casos, la opinión pública será manipulada a favor del establecimiento.

Al desviar la atención de los principios del caso, la obsesión por la personalidad resalta la importancia de las revelaciones de WikiLeaks y hasta donde los gobiernos han ocultado la mala conducta a sus propios ciudadanos. Destaca cómo las publicaciones de Assange de 2010 expusieron 15.000 víctimas civiles previamente no contadas en Irak, bajas que el Ejército de EEUU habría enterrado. Destaca el hecho de que EEUU está intentando lograr lo que los regímenes represivos solo pueden soñar: decidir qué pueden y qué no pueden escribir los periodistas de todo el mundo. Destaca el hecho de que todos los denunciantes y el periodismo en sí, no solo Assange, están siendo juzgados aquí.

*Copresidentes de AssangeDefense.org
Traducción: Celita Doyhambéhère para Páginal12


Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz : reclamamos la libertad de Julian Assange

Por Adolfo Pérez Esquivel | 15/09/2020 | Conocimiento Libre - REBELIÓN

Fuentes: Rebelión

Assange no es ciudadano de Estados Unidos y la plataforma Wikileaks es global. Si procede la extradición su caso serviría de antecedente para que cualquier periodista de investigación pudiera ser juzgado en los Estados Unidos por revelar crímenes perpetrados por orden de Washington en terceros países. Lo que se está juzgando es la libertad de expresión y el derecho a informar y ser informado con la verdad.

Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña llevan a cabo una persecución desde hace años en contra de Julian Assange. Hoy se tramita un juicio para que se autorice su extradición a los Estados Unidos, país que es uno de los mayores violadores de los Derechos Humanos y de los Pueblos en el mundo.

Julián Assange publicó en la plataforma Wikileaks información sobre los crímenes de guerra, corrupción y espionaje global del gobierno de Estados Unidos contra los pueblos, y por tal motivo es perseguido. Washington busca ocultar o silenciar toda exposición de sus políticas de terror impuestas a otros países.

El expresidente Rafael Correa le concedió asilo diplomático y estuvo alojado en la Embajada del Ecuador en Londres desde 2012 hasta abril del 2019, cuando Lenin Moreno autorizó a las autoridades británicas a ingresar en su embajada y que lo arrestaran. Desde entonces permanece en confinamiento solitario en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. El 7 de septiembre comenzó su juicio de extradición. Si éste llegara a prosperar sería juzgado  en el Distrito Este de Virginia, conocido como el Tribunal de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Hasta ahora ningún acusado de atentar contra la seguridad nacional ha ganado un caso en ese tribunal.

El Relator Contra la Tortura de Naciones Unidas, Nils Meltzer, considera que la detención de Julian Assange es injusta  y arbitraria, lo mismo que su enjuiciamiento. Además, en la cárcel inglesa ha sido sometido a torturas y a un trato inhumano, y debe ser liberado y resarcido de inmediato.

Por todo ello numerosos organismos de Derechos Humanos, cientos de juristas, mandatarios y periodistas de todo el mundo reclaman la libertad de Julian Assange.

Hacemos un llamado a los medios de información para que exijan su libertad:  se encuentra en situación de riesgo y su salud está en peligro. Es urgente proteger su integridad psicofísica y ser conscientes de que si es extraditado a Estados Unidos le aplicarían una pena de 175 años de prisión, lo cual equivaldría a una condena a muerte.

Assange no es ciudadano de Estados Unidos y la plataforma Wikileaks es global. Si procede la extradición su caso serviría de antecedente para que cualquier periodista de investigación pudiera ser juzgado en los Estados Unidos por revelar crímenes perpetrados por orden de Washington en terceros países. Lo que se está juzgando es la libertad de expresión y el derecho a informar y ser informado con la verdad.

El objetivo de la persecución del gobierno de Trump contra Julian Assange, es mantener en secreto las actividades del complejo industrial-militar y lograr la impunidad de los crímenes cometidos por Estados Unidos en el mundo.

Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nobel de la Paz
Buenos Aires, 8 de Septiembre de 2020


Caza de brujas contra Wikileaks

Casi 400 periodistas de todo el mundo firman una declaración en defensa de Julian Assange

La iniciativa internacional "Alza tu voz por Assange", impulsada por periodistas de investigación de Suiza, Nueva Zelanda y Croacia, cita al Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer: “Finalmente me di cuenta de que me había cegado la propaganda y de que Assange había sido sistemáticamente calumniado con el fin de desviar la atención de los crímenes que había denunciado" y "privarlo de sus derechos más fundamentales sin provocar la indignación de la opinión pública mundial".

Vergonzoso silencio en torno al calvario de Julian Assange

Julian Assange es sacado a rastras de la embajada de Ecuador en Londres por agentes británicos.

barcelona/ginebra
08/12/2019 21:00 PÚBLICO

Cientos de periodistas de todo el mundo –desde Estonia a Namibia y de Islandia a Bangladesh– han unido sus voces y sus plumas en una declaración internacional en defensa del fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien lleva desde abril confinado en solitario en la cárcel de alta seguridad londinense de Belmarsh tras haber permanecido casi siete años recluido en la Embajada de Ecuador en Londres.

Assange está a la espera del juicio en febrero que debe decidir sobre la solicitud de extradición cursada por EEUU, donde es acusado de "conspiración" para infiltrarse en sistemas informáticos gubernamentales y podría ser condenado a 175 años de prisión, por haber difundido –a través de la plataforma de filtraciones Wikileaks– miles de documentos militares estadounidenses de Afganistán e Irak y cables diplomáticos del Departamento de Estado de EEUU. Los Diarios de la Guerra demostraron que el Gobierno de Estados Unidos había engañado a la opinión pública sobre sus actividades en Afganistán e Irak y había cometido crímenes de guerra.

WikiLeaks se asoció con un gran número de medios de comunicación de todo el mundo que reeditaron los Diarios de la guerra y los cables diplomáticos. Asimismo, Público participó como medio colaborador en las filtraciones de Wikileaks desde 2012 hasta 2016 en virtud de un M.O.U. de exclusividad rubricado entre Assange y el entonces director de este diario, Carlos Enrique Bayo, también firmante de la declaración internacional que ahora se difunde.

Las acciones legales en marcha contra Assange sientan un precedente extremadamente peligroso para periodistas y medios de comunicación y para la libertad de prensa. Así lo proclama esta declaración internacional, que incluye una cita del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, Nils Melzer, quien investigó el caso:

La persecución de Assange sienta un precedente que podrá ser aplicado a medios de comunicación del mundo entero

"Finalmente me di cuenta de que me había cegado la propaganda y de que Assange había sido sistemáticamente calumniado con el fin de desviar la atención de los crímenes que había denunciado. Después de haber sido deshumanizado mediante el aislamiento, el ridículo y la vergüenza, al igual que las brujas que solíamos quemar en la hoguera, fue más fácil privarlo de sus derechos más fundamentales sin provocar la indignación de la opinión pública mundial. De este modo se está sentando un precedente legal por la puerta trasera de nuestra propia autocomplacencia, que en el futuro puede aplicarse y será aplicado también a las revelaciones que publiquen The GuardianThe New York Times y ABC News”.

Igual, claro está, que podrá ser aplicado a los medios de comunicación del mundo entero, que han reaccionado rápidamente sumando en este fin de semana al menos 379 firmas de los más prestigiosos reporteros, editores, directores y periodistas de investigación de todo el planeta; incluso de célebres whistleblowers (alertadores o denunciantes) como Daniel Ellsberg, quien fuera la fuente de la filtración a 17 periódicos de los Papeles del Pentágono, clasificados top secret.

Los impulsores de la iniciativa internacional se dirigen a sus colegas periodísticos de todo el mundo mediante una carta que comienza así:

Julian Assange, editor de Wikileaks, ha sido acusado en virtud de la Ley de Espionaje de Estados Unidos por publicar los diarios de guerra de Afganistán e Irak y los cables del Departamento de Estado, documentos importantes que muchos de nosotros utilizamos y ayudamos a publicar en todo el mundo.

Este hecho sienta un precedente extremadamente peligroso para los periodistas, los medios de comunicación y la libertad de prensa. No queremos permanecer en silencio en este momento.

Invitamos a todos los periodistas y personas que desempeñan funciones relacionadas con el periodismo a ser parte de esta declaración global en defensa de Julian Assange. Por favor, lee la siguiente declaración, que explica por qué necesitamos pronunciarnos. Puedes firmarla aquí(en inglés)

"En el núcleo del principio de la libertad de expresión"

En la declaración internacional por la defensa de Assange, los periodistas de decenas de países proclaman:

Nosotros, periodistas y organizaciones periodísticas de todo el mundo, expresamos nuestra profunda preocupación por el bienestar de Assange, por su detención continuada y por las draconianas acusaciones de espionaje contra él.

Este caso se sitúa en el núcleo del principio de la libertad de expresión. Si el Gobierno de Estados Unidos puede procesar a Julian Assange por publicar documentos clasificados, despejará el camino para que los gobiernos enjuicien a periodistas en cualquier parte del mundo, lo cual sentaría un peligroso precedente para la libertad de prensa a nivel mundial. Acusar de espionaje a quienes publican materiales proporcionados por filtradores es también una novedad que debería encender las alarmas de todos los periodistas y medios de comunicación.

En una democracia, deben poder revelar crímenes de guerra y casos de tortura y abuso sin tener que ir a la cárcel. Ése es, precisamente, el papel de la prensa en una democracia. A partir del momento en que los gobiernos tienen la capacidad de utilizar las leyes de espionaje contra periodistas y medios de comunicación, estos se ven privados de su forma tradicional y más importante de defenderse – de actuar en interés público –, que la Ley de Espionaje no permite ejercer.

Durante ocho años, Assange ha sufrido graves violaciones de sus derechos humanos

Antes de ser trasladado a la prisión de Belmarsh, Assange pasó más de un año en arresto domiciliario y siete en la embajada de Ecuador en Londres, donde se le había concedido asilo político. En todo ese tiempo sufrió graves violaciones de sus derechos humanos, incluyendo el espionaje de sus conversaciones, protegidas por el secreto profesional, por parte de organizaciones a las órdenes directas de agencias estadounidenses. Los periodistas que le visitaban fueron sometidos a vigilancia constante. Se le restringió el acceso a la defensa legal y a atención médica, y se le privó de recibir la luz del sol y hacer ejercicio físico. En abril de 2019, el Gobierno de Lenín Moreno permitió a agentes de policía del Reino Unido entrar en la embajada y detener a Assange. Desde entonces se encuentra en aislamiento durante 23 horas al día y, según quienes lo han podido visitar, está “fuertemente medicado”. Su salud mental y física se ha deteriorado gravemente.

Ya en 2015 el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU (ACNUDH) dictaminó que Assange había sido detenido de forma arbitraria y privado de su libertad, y exigió su liberación e indemnización. En mayo de 2019, el ACNUDH reiteró su preocupación y pidió que se le devolviera su libertad personal.

Hacemos responsables a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Ecuador y Suecia de la violación de derechos humanos que ha sufrido el señor Assange.

Assange "ha sido señalado y procesado por publicar información que nunca debería haberse ocultado a la opinión pública"

Julian Assange ha hecho una destacada contribución al periodismo de interés público, la transparencia y la responsabilidad gubernamental en todo el mundo. Ha sido señalado y procesado por publicar información que nunca debería haberse ocultado a la opinión pública. Su trabajo fue reconocido en 2011 por el Premio Walkley por Contribución Destacada al Periodismo, el Premio Martha Gellhorn de Periodismo, el Premio Índice de Censura, el New Media Award de The Economist, el New Media Award de Amnistía Internacional y el Premio Gavin MacFayden de 2019, entre muchos otros. WikiLeaks también fue nominado en 2015 para el Premio Mandela de la ONU y siete veces para el Premio Nobel de la Paz (de 2010 a 2015 y en 2019).

La información sobre abusos y delitos proporcionada por Assange tiene una importancia histórica, como también la han tenido las contribuciones de informantes como Edward Snowden, Chelsea Manning y Reality Winner, que en la actualidad se encuentran en el exilio o en la cárcel. Todos ellos han sufrido implacables campañas de difamación emprendidas por sus adversarios, las cuales a menudo han conducido a la publicación de informaciones periodísticas erróneas y a la ausencia de atención y cobertura mediática sobre su difícil situación. La vulneración sistemática de los derechos de Julian Assange durante los últimos nueve años ha llamado la atención y activado las protestas del Comité para la Protección de los Periodistas, la Federación Internacional de Periodistas y las principales organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, en el debate público se ha producido una normalización maliciosa de cómo ha sido tratado.

En el momento de escribir estas líneas, la declaración ya ha sido rubricada por eminentes personalidades mundiales de la comunicación como Noam Chomsky, del MIT; Mark Lee Hunter, fundador del Global Investigative Journalism Network; Giannina Segnini, directora de la Escuela de Periodismo de Columbia; Elena Vinogradova, directora de la plataforma rusa Open Media; Serena Tinari, presidenta de la plataforma suiza Investigativ.ch; Anthony Bellanger, secretario general de la Federación Internacional dee Periodistas (IFJ), y muchos más.

Igualmente, figuran entre sus firmantes los más destacados periodistas de investigación de muchos de los grandes medios de comunicación de los cinco continentes.

ALZA TU VOZ POR ASSANGE — DECLARACIÓN INTERNACIONAL DE PERIODISTAS EN DEFENSA DE JULIAN ASSANGE by Carlos Enrique Bayo on Scribd


Denuncian que Assange fue esposado 11 veces, desnudado y llevado a 5 celdas diferentes el primer día del juicio de extradición

Por RT Publicado el Feb 25, 2020

La defensa del activista denuncia el trato que está recibiendo el fundador de WikiLeaks durante el juicio y durante su encarcelamiento y que existe un «alto riesgo de suicidio».

Los abogados del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, han denunciado este martes ante el tribunal el trato excesivamente riguroso al que fue sometido el activista en la jornada inicial del juicio para su extradición a EE.UU. desde Reino Unido, celebrada este lunes.

«Fue esposado once veces ayer y retenido en cinco celdas diferentes», denunció Edward Fitzgerald, el principal letrado de la defensa de Assange, así como que fue desnudado dos veces y le confiscaron los archivos de su caso. Fitzgerald añadió que estas condiciones pueden «resultar en que no sea capaz de seguir» las diligencias del proceso.

Además, los abogados del periodista australiano han argumentado que la Administración Trump está apuntando al fundador de WikiLeaks por razones políticas, lo que es contrario al tratado entre Reino Unido y EE.UU., y que no tendría un juicio justo si se llega a aprobar la extradición.

Asimismo, advirtieron de la «frágil» salud mental de su cliente, e incluso de que existe un «alto riesgo de suicidio».

Assange, de 48 años, está acusado de 18 cargos de espionaje y de conspiración. Los fiscales norteamericanos alegan que el activista ayudó a obtener y difundir cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades de EE.UU. en las guerras en Irak y Afganistán en 2011. Según la acusación, habría ayudado a Chelsea Manning a piratear los ordenadores del Gobierno estadounidense.

Denuncia de restricciones

Además del trato durante la primera jornada del juicio, las quejas sobre las condiciones carcelarias en la que se ha encontrado el periodista han sido constantes. Así, se ha denunciado que el acceso a documentos legales se incluye entre las restricciones adoptadas por las autoridades penales respecto a Assange, quien permanece encarcelado en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, contigua al Juzgado de Woolwich, en el sureste de Londres, donde se está celebrando el juicio.

Este martes, incluso el abogado fiscal que actúa en nombre de EE.UU., James Lewis, expresó su «apoyo» a cualquier medida que ayudara a asegurar «un juicio justo» para el exdirector de WikiLeaks.

Si la extradición es aprobada, Assange se enfrentaría a penas de privación de libertad de hasta 175 años.


Lula pide la libertad de Assange

El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), se reunió en Ginebra (Suiza) con John Shipton, padre del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a quien expresó su solidaridad y su voluntad de que sea puesto en libertad.

Ultima actualización Mar 8, 2020 - RT

En un comunicado, el Partido de los Trabajadores (PT) informó que Lula quiso reunirse con Shipton para «sumarse a la ola de solidaridad en favor del fundador de Wikileaks», que está preso en Londres desde abril de 2019, cuando fue expulsado de la embajada de Ecuador.

Según el PT, amigos próximos de Assange relataron preocupación con el estado de salud del activista, que estaría sufriendo tortura psicológica dentro de la cárcel.

El pasado mes de febrero Lula entregó una carta de Shipton al papa Francisco y firmó una petición pidiendo la libertad de Assange.

Lula está en Ginebra participando en varios debates sobre la lucha contra la desigualdad; días antes estuvo en París, donde recibió el título de Ciudadano de Honor de la ciudad.


130 personalidades del mundo piden liberar a Julian Assange

Políticos, artistas y periodistas de todo el mundo firmaron una petición para la "inmediata puesta en libertad" de Julian Assange.

Grafitti de Julian Assange en St.-Romain-au-Mont-d'Or, Francia, pintado por Thierry Ehrmann
Grafitti de Julian Assange en St.-Romain-au-Mont-d’Or, Francia, pintado por Thierry Ehrmann
ASSANGE 07 de febrero de 2020, 11:11hs - LR21

Más de 130 artistas, periodistas y políticos de todo el mundo exigieron este jueves la “inmediata puesta en libertad” del fundador de Wikileaks, Julian Assange, debido a “razones humanitarias y de cumplimiento de los principios de un Estado de derecho” al tiempo que subrayaron la necesidad de velar por la libertad de prensa.

En una conferencia de prensa en Berlín, el periodista alemán Günter Walraff, impulsor de la petición, dijo que el fundador de Wikileaks “no puede esperar un juicio en Estados Unidos ni un proceso de extradición en Reino Unido acordes con un Estado de derecho”.

Agregó que su defensa está siendo obstaculizada y recordó que el relator especial de Naciones Unidas, Nils Melzer, confirmó que Assange mostraba signos de haber sido víctima de tortura psicológica.

El exministro de Exteriores alemán Sigmar Gabriel declaró, por su parte, que, según sus parámetros, Reino Unido y Estados Unidos son Estados de derecho, pero que, “por razones políticas”, en este caso, “aparentemente no hay garantías de un proceso” que respete los principios elementales.

Derechos y garantías

Walraff considera que no se trata de si Assange incurrió en un delito o no sino de que, “en las actuales condiciones, no puede hacer uso de los derechos elementales de todo acusado”, o sea que “no puede preparar físicamente y mentalmente y con ayuda de sus abogados una defensa adecuada” y “debe ser puesto en libertad”.

Entre los firmantes se encuentran diez exministros, entre ellos tres de Justicia, aseveró Walraff, representantes de partidos políticos, escritores y periodistas de todo el mundo.


Periodistas alzan la voz en defensa de Julian Assange

Speak Up For Assange

10 diciembre 2019 

Julian Assange, el fundador y editor de WikiLeaks, se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el Reino Uhido, y se enfrenta a la extradición a los Estados Unidos y a unproceso penal en virtud de la Ley de Espionaje. Assange corre el riesgo de ser condenado a 175 años de prisión por su papel en la publicación de las filtraciones de documentos militares estadounidenses de Afganistán e Irak y cables diplomáticos del Departamento de Estado de EEUU. Los Diarios de la guerra demostraron que el Gobierno de Estados Unidos había engañado a la opinión pública sobre sus actividades en Afganistán e Irak y había cometido crímenes de guerra. WikiLeaks se asoció con un gran número de medios de comunicación de todo el mundo que reeditaron los Diarios de la guerra y los cables diplomáticos. Las acciones legales en marcha contra Assange sientan un precedente extremadamente peligroso para periodistas y medios de comunicación y para la libertad de prensa.

Nosotros, periodistas y organizaciones periodísticas de todo el mundo, expresamos nuestra profunda preocupación por el bienestar de Assange, por su detención continuada y por las draconianas acusaciones de espionaje contra él.

Este caso se sitúa en el núcleo del principio de la libertad de expresión. Si el Gobierno de Estados Unidos puede procesar a Julian Assange por publicar documentos clasificados, despejará el camino para que los gobiernos enjuicien a periodistas en cualquier parte del mundo, lo cual sentaría un peligroso precedente para la libertad de prensa a nivel mundial. Acusar de espionaje a quienes publican materiales proporcionados por filtradores es también una novedad que debería encender las alarmas de todos los periodistas y medios de comunicación.

En una democracia, deben poder revelar crímenes de guerra y casos de tortura y abuso sin tener que ir a la cárcel. Ése es, precisamente, el papel de la prensa en una democracia. A partir del momento en que los gobiernos tienen la capacidad de utilizar las leyes de espionaje contra periodistas y medios de comunicación, estos se ven privados de su forma tradicional y más importante de defenderse – de actuar en interés público –, que la Ley de Espionaje no permite ejercer.

Antes de ser trasladado a la prisión de Belmarsh, Assange pasó más de un año en arresto domiciliario y siete en la embajada de Ecuador en Londres, donde se le había concedido asilo político. En todo ese tiempo sufrió graves violaciones de sus derechos humanos, incluyendo el espionaje de sus conversaciones, protegidas por el secreto profesional, por parte de organizaciones a las órdenes directas de agencias estadounidenses. Los periodistas que le visitaban fueron sometidos a vigilancia constante. Se le restringió el acceso a la defensa legal y a atención médica, y se le privó de recibir la luz del sol y hacer ejercicio físico. En abril de 2019, el Gobierno de Lenín Moreno permitió a agentes de policía del Reino Unido entrar en la embajada y detener a Assange. Desde entonces se encuentra en aislamiento durante 23 horas al día y, según quienes lo han podido visitar, está “fuertemente medicado”. Su salud mental y física se ha deteriorado gravemente.

Ya en 2015 el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU (ACNUDH) dictaminó que Assange había sido detenido de forma arbitraria y privado de su libertad, y exigió su liberación e indemnización. En mayo de 2019, el ACNUDH reiteró su preocupación y pidió que se le devolviera su libertad personal.

Hacemos responsables a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Ecuador y Suecia de la violación de derechos humanos que ha sufrido el señor Assange.

Julian Assange ha hecho una destacada contribución al periodismo de interés público, la transparencia y la responsabilidad gubernamental en todo el mundo. Ha sido señalado y procesado por publicar información que nunca debería haberse ocultado a la opinión pública. Su trabajo fue reconocido en 2011 por el Premio Walkley por Contribución Destacada al Periodismo, el Premio Martha Gellhorn de Periodismo, el Premio Índice de Censura, el New Media Award de The Economist, el New Media Award de Amnistía Internacional y el Premio Gavin MacFayden de 2019, entre muchos otros. WikiLeaks también fue nominado en 2015 para el Premio Mandela de la ONU y siete veces para el Premio Nobel de la Paz (de 2010 a 2015 y en 2019).

La información sobre abusos y delitos proporcionada por Assange tiene una importancia histórica, como también la han tenido las contribuciones de informantes como Edward Snowden, Chelsea Manning y Reality Winner, que en la actualidad se encuentran en el exilio o en la cárcel. Todos ellos han sufrido implacables campañas de difamación emprendidas por sus adversarios, las cuales a menudo han conducido a la publicación de informaciones periodísticas erróneas y a la ausencia de atención y cobertura mediática sobre su difícil situación. La vulneración sistemática de los derechos de Julian Assange durante los últimos nueve años ha llamado la atención y activado las protestas delComité para la Protección de los Periodistas, la Federación Internacional de Periodistas y lasprincipales organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, en el debate público se ha producido una normalización maliciosa de cómo ha sido tratado.

El relator especial de la ONU para la tortura, Nils Melzer, investigó el caso y escribió en junio de 2019:

Al final, caí en la cuenta de que me había cegado la propaganda y de que Assange había sido difamado sistemáticamente para desviar la atención de los delitos que había denunciado. Una vez deshumanizado mediante el aislamiento, las burlas y la humillación, como las brujas a las que quemamos en la hoguera, era fácil despojarle de sus derechos más fundamentales sin provocar la cólera de la opinión pública mundial. Es así como, por la puerta trasera de nuestra complacencia, se sienta un precedente legal que, en el futuro, podría aplicarse, y será aplicado, también a las revelaciones que publiquen The Guardian, The New York Times y ABC News”.

Mostrando una actitud de complacencia, en el mejor de los casos, y de complicidad, en el peor, los gobiernos de Suecia, Ecuador, Reino Unido y Estados Unidos han creado una atmósfera de impunidad, alentando la denigración y el abuso ilimitados de Julian Assange. En 20 años de trabajo con víctimas de guerra, violencia y persecución política, no he visto nunca a un grupo de Estados democráticos confabulándose para aislar, demonizar y abusar deliberadamente de un solo individuo durante tanto tiempo y con tan poca consideración por la dignidad humana y el estado de derecho”.

En noviembre de 2019, Melzer recomendó que se frenara la extradición de Assange a Estados Unidos y se le pusiera en libertad de forma inmediata. “Sigue arrestado en condiciones opresivas de aislamiento y vigilancia, no justificadas por su estatus de detenido (…) La constante exposición de Assange a la arbitrariedad y el abuso puede terminar costándole la vida en poco tiempo”, señaló entonces.

En 1898 el escritor francés Émile Zola escribió la carta abierta J’accuse…! (Yo acuso) para llamar la atención sobre la injusta sentencia a cadena perpetua por espionaje de un oficial llamado Alfred Dreyfus. La postura de Zola está en los libros de historia y, aún hoy, es nuestro deber combatir los errores judiciales y pedir responsabilidades a los poderosos. Este deber es más necesario que nunca, cuando Julian Assange está siendo tratado injustamente por los gobiernos y se enfrenta a 17 acusaciones1 conforme a la Ley de Espionaje de Estados Unidos, una legislación que también se remonta a más de 100 años atrás.

Como periodistas y organizaciones de periodistas que creen en los derechos humanos, la libertad de información y el derecho del público a saber, exigimos la liberación inmediata de Julian Assange.

Instamos a nuestros gobiernos, a todos los organismos nacionales e internacionales y a nuestros colegas periodistas a poner fin a la campaña legal emprendida contra él por el delito de revelar crímenes de guerra.

Instamos a nuestros colegas periodistas a informar fielmente a la opinión pública sobre esta violación de los derechos fundamentales.

Instamos a todos los periodistas a alzar la voz en defensa de Julian Assange en este momento crítico.

Los tiempos peligrosos exigen un periodismo valiente.

1  Hay una acusación adicional en virtud de una segunda ley, por lo que los cargos contra Assange son 18 en total.

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Periodistas alzan la voz en defensa de Julian Assange.

24 febrero, 2020 Natalia Pravda (CHILE) - Luchas sociales-Mundo

Por Serena Tinari, Et Al.

Julian Assange, el fundador y editor de WikiLeaks, se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el Reino Unido, y se enfrenta a la extradición a los Estados Unidos y a un proceso penal en virtud de la Ley de Espionaje. Assange corre el riesgo de ser condenado a 175 años de prisión por su papel en la publicación de las filtraciones de documentos militares estadounidenses de Afganistán e Irak y cables diplomáticos del Departamento de Estado de EEUU. Los Diarios de la guerra demostraron que el Gobierno de Estados Unidos había engañado a la opinión pública sobre sus actividades en Afganistán e Irak y había cometido crímenes de guerra. WikiLeaks se asoció con un gran número de medios de comunicación de todo el mundo que reeditaron los Diarios de la guerra y los cables diplomáticos. Las acciones legales en marcha contra Assange sientan un precedente extremadamente peligroso para periodistas y medios de comunicación y para la libertad de prensa.

Nosotros, periodistas y organizaciones periodísticas de todo el mundo, expresamos nuestra profunda preocupación por el bienestar de Assange, por su detención continuada y por las draconianas acusaciones de espionaje contra él.

Este caso se sitúa en el núcleo del principio de la libertad de expresión. Si el Gobierno de Estados Unidos puede procesar a Julian Assange por publicar documentos clasificados, despejará el camino para que los gobiernos enjuicien a periodistas en cualquier parte del mundo, lo cual sentaría un peligroso precedente para la libertad de prensa a nivel mundial. Acusar de espionaje a quienes publican materiales proporcionados por filtradores es también una novedad que debería encender las alarmas de todos los periodistas y medios de comunicación.

En una democracia, deben poder revelar crímenes de guerra y casos de tortura y abuso sin tener que ir a la cárcel. Ése es, precisamente, el papel de la prensa en una democracia. A partir del momento en que los gobiernos tienen la capacidad de utilizar las leyes de espionaje contra periodistas y medios de comunicación, estos se ven privados de su forma tradicional y más importante de defenderse – de actuar en interés público –, que la Ley de Espionaje no permite ejercer.

Antes de ser trasladado a la prisión de Belmarsh, Assange pasó más de un año en arresto domiciliario y siete en la embajada de Ecuador en Londres, donde se le había concedido asilo político. En todo ese tiempo sufrió graves violaciones de sus derechos humanos, incluyendo el espionaje de sus conversaciones, protegidas por el secreto profesional, por parte de organizaciones a las órdenes directas de agencias estadounidenses. Los periodistas que le visitaban fueron sometidos a vigilancia constante. Se le restringió el acceso a la defensa legal y a atención médica, y se le privó de recibir la luz del sol y hacer ejercicio físico. En abril de 2019, el Gobierno de Lenín Moreno permitió a agentes de policía del Reino Unido entrar en la embajada y detener a Assange. Desde entonces se encuentra en aislamiento durante 23 horas al día y, según quienes lo han podido visitar, está “fuertemente medicado”. Su salud mental y física se ha deteriorado gravemente.

Ya en 2015 el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU (ACNUDH) dictaminó que Assange había sido detenido de forma arbitraria y privado de su libertad, y exigió su liberación e indemnización. En mayo de 2019, el ACNUDH reiteró su preocupación y pidió que se le devolviera su libertad personal.

Hacemos responsables a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Ecuador y Suecia de la violación de derechos humanos que ha sufrido el señor Assange.

Julian Assange ha hecho una destacada contribución al periodismo de interés público, la transparencia y la responsabilidad gubernamental en todo el mundo. Ha sido señalado y procesado por publicar información que nunca debería haberse ocultado a la opinión pública. Su trabajo fue reconocido en 2011 por el Premio Walkley por Contribución Destacada al Periodismo, el Premio Martha Gellhorn de Periodismo, el Premio Índice de Censura, el New Media Award de The Economist, el New Media Award de Amnistía Internacional y el Premio Gavin MacFayden de 2019, entre muchos otros. WikiLeaks también fue nominado en 2015 para el Premio Mandela de la ONU y siete veces para el Premio Nobel de la Paz (de 2010 a 2015 y en 2019).

La información sobre abusos y delitos proporcionada por Assange tiene una importancia histórica, como también la han tenido las contribuciones de informantes como Edward Snowden, Chelsea Manning y Reality Winner, que en la actualidad se encuentran en el exilio o en la cárcel. Todos ellos han sufrido implacables campañas de difamación emprendidas por sus adversarios, las cuales a menudo han conducido a la publicación de informaciones periodísticas erróneas y a la ausencia de atención y cobertura mediática sobre su difícil situación. La vulneración sistemática de los derechos de Julian Assange durante los últimos nueve años ha llamado la atención y activado las protestas del Comité para la Protección de los Periodistas, la Federación Internacional de Periodistas y las principales organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, en el debate público se ha producido una normalización maliciosa de cómo ha sido tratado.

El relator especial de la ONU para la tortura, Nils Melzer, investigó el caso y escribió en junio de 2019:

Al final, caí en la cuenta de que me había cegado la propaganda y de que Assange había sido difamado sistemáticamente para desviar la atención de los delitos que había denunciado. Una vez deshumanizado mediante el aislamiento, las burlas y la humillación, como las brujas a las que quemamos en la hoguera, era fácil despojarle de sus derechos más fundamentales sin provocar la cólera de la opinión pública mundial. Es así como, por la puerta trasera de nuestra complacencia, se sienta un precedente legal que, en el futuro, podría aplicarse, y será aplicado, también a las revelaciones que publiquen The Guardian, The New York Times y ABC News”.

Mostrando una actitud de complacencia, en el mejor de los casos, y de complicidad, en el peor, los gobiernos de Suecia, Ecuador, Reino Unido y Estados Unidos han creado una atmósfera de impunidad, alentando la denigración y el abuso ilimitados de Julian Assange. En 20 años de trabajo con víctimas de guerra, violencia y persecución política, no he visto nunca a un grupo de Estados democráticos confabulándose para aislar, demonizar y abusar deliberadamente de un solo individuo durante tanto tiempo y con tan poca consideración por la dignidad humana y el estado de derecho”.

En noviembre de 2019, Melzer recomendó que se frenara la extradición de Assange a Estados Unidos y se le pusiera en libertad de forma inmediata. “Sigue arrestado en condiciones opresivas de aislamiento y vigilancia, no justificadas por su estatus de detenido (…) La constante exposición de Assange a la arbitrariedad y el abuso puede terminar costándole la vida en poco tiempo”, señaló entonces.

En 1898 el escritor francés Émile Zola escribió la carta abierta J’accuse…! (Yo acuso) para llamar la atención sobre la injusta sentencia a cadena perpetua por espionaje de un oficial llamado Alfred Dreyfus. La postura de Zola está en los libros de historia y, aún hoy, es nuestro deber combatir los errores judiciales y pedir responsabilidades a los poderosos. Este deber es más necesario que nunca, cuando Julian Assange está siendo tratado injustamente por los gobiernos y se enfrenta a 17 acusaciones1 conforme a la Ley de Espionaje de Estados Unidos, una legislación que también se remonta a más de 100 años atrás.

Como periodistas y organizaciones de periodistas que creen en los derechos humanos, la libertad de información y el derecho del público a saber, exigimos la liberación inmediata de Julian Assange.

Instamos a nuestros gobiernos, a todos los organismos nacionales e internacionales y a nuestros colegas periodistas a poner fin a la campaña legal emprendida contra él por el delito de revelar crímenes de guerra.

Instamos a nuestros colegas periodistas a informar fielmente a la opinión pública sobre esta violación de los derechos fundamentales.

Instamos a todos los periodistas a alzar la voz en defensa de Julian Assange en este momento crítico.

Los tiempos peligrosos exigen un periodismo valiente.

1 Hay una acusación adicional en virtud de una segunda ley, por lo que los cargos contra Assange son 18 en total.

* Hasta la fecha, la carta tiene 1292 adhesiones de periodistas de 99 países.  La lista se puede revisar aquí: https://speak-up-for-assange.org/signatures/

22 de Febrero, 2020.

Fuente: https://kaosenlared.net/periodistas-alzan-la-voz-en-defensa-de-julian-assange/

 

Exanalista que filtró los 'Papeles del Pentágono' sale en defensa de Assange

Publicado: 17 sep 2020 04:43 GMT - RT
Daniel Ellsberg, a quien se atribuye el mérito de haber contribuido a poner fin a la guerra de Vietnam con la filtración de los llamados Papeles del Pentágono en 1971, sostiene que hay ecos de su propia experiencia en la forma en que hoy tratan a Assange.

Exanalista que filtró los 'Papeles del Pentágono' sale en defensa de Assange
Daniel Ellsberg en Washington, 16 de diciembre de 2010.Susan Walsh, Archivo / AP

El exanalista militar Daniel Ellsberg, hoy de 89 años, defendió este miércoles a Julian Assange durante una audiencia judicial en el Tribunal Penal Central en Londres, a la que asistió mediante una videollamada para apoyar al fundador de WikiLeaks en su batalla legal para evitar la extradición a Estados Unidos.

Ellsberg, quien en 1971 filtró los llamados Papeles del Pentágono y contribuyó así a poner fin a la guerra de Vietnam, dijo que percibe ecos de su propia experiencia en la manera en la que el Gobierno estadounidense trata a Assange. Al igual que él, Ellsberg se enfrentó a la perspectiva de pasar decadas en la cárcel.

El exanalista de las Fuerzas Armadas de EE.UU. dijo ante el tribunal que, tras reunirse varias veces con el fundador de WikiLeaks en la última década, llegó a la conclusión de que ambos comparten las mismas aspiraciones de arrojar luz sobre la "gran falta de transparencia" por parte de aquellos que toman las decisiones claves en EE.UU., sobre todo cuando se trata de cuestiones de guerra. Los archivos relacionados con las guerras en Afganistán e Irak y filtrados por WikiLeaks, dijo, demostraron que la tortura había sido "normalizada".

"El público estadounidense necesitaba saber con urgencia lo que se hacía rutinariamente en su nombre, y no había otra forma de saberlo que mediante la divulgación no autorizada", argumentó Ellsberg en su testimonio escrito, citado por AP.

"Observo la más cercana de las similitudes con la posición a la que me enfrenté, en la que la exposición de la ilegalidad y de los actos delictivos cometidos institucionalmente y de manera individual estaba destinada a ser aplastada por la Administración que llevaba a cabo aquellas ilegalidades", añadió.

Ellsberg, quien trabajó tanto para el Departamento de Estado de EE.UU. como para el Pentágono, afirmó que Assange "no puede tener un juicio justo por lo que ha hecho bajo estos cargos", en caso de ser extraditado a EE.UU., al igual que él se quedó sin posibilidad de plantear una defensa de interés público por su filtración de los documentos del Pentagono.

El exanalista también subrayó que ha habido"cero evidencia" de que la actividad de Assange y WikiLeaks le haya hecho daño a alguien. Agregó que las guerras en Afganistán e Irak dejaron millones de refugiados y más de un millón de muertos, y señaló que es "extremadamente cínico" que el Gobierno de EE.UU. finja estar preocupado cuando pasó una gran parte de los últimos 19 años mostrando "desprecio" a ese respecto.


"Broma asquerosa" y burla a la ley: Assange tiene "cero posibilidades" de un juicio justo en EE.UU., alerta Roger Waters en RT

Publicado: 22 feb 2020 06:58 GMT - RT
El caso del fundador de WikiLeaks "no tiene nada que ver con la ley, no es un procedimiento legal en absoluto", asevera el exlíder de Pink Floyd.

"Broma asquerosa" y burla a la ley: Assange tiene "cero posibilidades" de un juicio justo en EE.UU., alerta Roger Waters en RT
RT

La extradición de Julian Assange a EE.UU. sería una sentencia de muerte tanto para el periodismo de investigación como para el Estado de derecho, alerta en una entrevista con RT el célebre músico y activista británico Roger Waters, que califica el caso del fundador de WikiLeaks de "broma asquerosa" y una burla a la ley, asegurando que el australiano tiene "cero posibilidades" de recibir un juicio con garantías.

Assange, cuyas audiencias de extradición están programadas para comenzar el lunes, enfrenta 175 años de prisión en el país norteamericano en virtud de la Ley de Espionaje por su trabajo con WikiLeaks, que ha publicado miles de documentos del Gobierno clasificados desde su fundación, incluidas pruebas gráficas de crímenes de guerra estadounidenses. 

Roger Waters pide la inmediata liberación de Assange

La extradición de Julian Assange a EE.UU. sería una sentencia de muerte tanto para el periodismo de investigación como para el Estado de derecho, alerta en una entrevista con RT el célebre músico y activista británico Roger Waters, que califica el caso del fundador de WikiLeaks de "broma"

VIDEO:

https://youtu.be/K2PeZy0O5OQ

"La sentencia de muerte de la jurisprudencia en este país"

"Si extraditan a Julian y lo matan en EE.UU., es la sentencia de muerte de la jurisprudencia en este país", advierte Waters, quien asegura también que el caso de Assange "no tiene nada que ver con la ley, no es un procedimiento legal en absoluto". "Es una broma y es asquerosa", enfatiza, confesando que este caso le hace sentir "avergonzado de ser inglés".

El exlíder de la icónica banda de rock Pink Floyd señala que Assange —que "no cometió ningún tipo de espionaje", sino que tan solo "informó sobre las cosas que estaban sucediendo y resultaron ser crímenes de guerra"— tiene "cero posibilidades" de recibir un juicio justo en EE.UU.

Más de 100 médicos piden "acabar con la tortura" a Assange y exigen prestarle atención sanitaria "antes de que sea tarde"

Además, apunta que Londres ya está "infringiendo la ley" para tratar de llevar al activista al país norteamericano. Concretamente, Waters recuerda que el artículo 4 del tratado de extradición entre el Reino Unido y EE.UU. establece que ningún procedimiento de extradición ni siquiera debería comenzar "si existe una motivación política". "¿Esto no es político? Por supuesto que lo es", sostiene.

El músico británico actuará en una marcha de protesta programada para este sábado en Londres para expresar su apoyo a Assange y exigir su liberación de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde el activista fue encarcelado después de su arresto en la embajada ecuatoriana en abril y donde su salud se ha deteriorado considerablemente.

"Lleva siete años en prisión, en la embajada ecuatoriana y ahora en este lugar de máxima seguridad en Belmarsh", donde "casi lo matan", denuncia Waters, para añadir que el periodista "está muy enfermo" y "apenas podía recordar su propio nombre".

"Johnson es un caniche 100% americano"

A pesar de un llamado de parlamentarios australianos para que Boris Johnson bloquee la extradición de Assange, Waters opina que el primer ministro británico está demasiado en deuda con Washington para hacerlo. Aunque "sería maravilloso si encontráramos un ápice de bulldog británico" en Boris Johnson, "desafortunadamente, es un caniche 100 % americano", señala el músico, quien predice que el mandatario "se quedará en su perrera" y hará lo que "sus maestros" le digan desde el otro lado del Atlántico.

En última instancia, la persecución a Assange es una forma de imponer un castigo ejemplar, para que "nadie informe sobre nada que sea inconveniente para el poder nunca más", opina Waters, para concluir que es "una obligación y un deber moral" de los periodistas informar sobre irregularidades por parte de las Fuerzas Armadas en cualquier parte del mundo, y es un deber del Gobierno "hacer algo al respecto, no intentar matarlos".


"Esposado, desnudo y sometido a rayos X": La pareja de Julian Assange revela cómo lo tratan en la cárcel

Publicado: 17 sep 2020 08:48 GMT - RT
Stella Moris denuncia que el fundador de WikiLeaks no pudo consultar debidamente a sus abogados desde la "caja de cristal" donde lo ponen durante la audiencia sobre su extradición del Reino Unido a EE.UU.

La pareja de Julian Assange, Stella Moris, Londres, el 7 de septiembre de 2020.Foto: Peter Nicholls / Reuters

La pareja de Julian Assange, Stella Moris, denuncia que el fundador de WikiLeaks es víctima de trato abusivo en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres, desde donde libra una batalla legal para evitar que lo extraditen a Estados Unidos.

"Cada día a Julian lo despiertan a las 5 de la mañana, lo esposan, lo meten en celdas de detención, lo desnudan y someten a rayos X. Lo transportan [al tribunal] durante 1,5 horas en lo que parece un ataúd vertical en una furgoneta claustrofóbica. Está en una caja de cristal al fondo del tribunal desde la que no puede consultar a sus abogados adecuadamente", escribió Moris en su cuenta de Twitter.

Las audiencias sobre la extradición de Assange a EE.UU., donde afronta cadena perpetua por las filtraciones de registros de acciones de guerra en Irak y Afganistán y archivos de detenidos en la prisión de Guantánamo, entre otros documentos, comenzaron en Londres el pasado 7 de septiembre.

El fundador de WikiLeaks, que ingresó hace un año en prisión, se enfrenta a una pena de 175 años de cárcel por 18 cargos presentados en su contra por la justicia estadounidense en relación con "una de las filtraciones de información clasificada más grandes en la historia" del país.

Entre otras cosas, a Assange se lo acusa de reclutar 'hackers' y conspirar con ellos para obtener acceso a datos clasificados en beneficio de WikiLeaks, alentar a los demás a conseguir información para su organización durante diferentes conferencias de 'hackers' y conspirar con el entonces analista de inteligencia del Ejército, Chelsea Manning, para 'hackear' una contraseña de un ordenador del Departamento de Defensa de EE.UU. con archivos clasificados.


Más de 100 médicos piden "acabar con la tortura" a Assange y exigen prestarle atención sanitaria "antes de que sea tarde"

Publicado: 18 feb 2020 08:24 GMT- RT
Si el fundador de WikiLeaks muere en una prisión británica, "habrá sido, efectivamente, torturado hasta la muerte", denuncian especialistas de 18 países.

Manifestantes portan un cartel a favor de la liberación de Julian Assange en una protesta en Múnich (Alemania), el 15 de febrero de 2020.Foto: Michael Dalder / Reuters

Más de un centenar de médicos han urgido al Reino Unido y a Australia a acabar con la "tortura" al fundador de WikiLeaksJulian Assange, encarcelado en la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh a la espera de que se resuelva una petición de extradición a EE.UU.

En una carta abierta publicada este lunes en la revista científica The Lancet, 117 especialistas de 18 países denuncian que desde que los médicos comenzaron a evaluar en 2015 a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres donde se hallaba refugiado, sus opiniones de expertos y recomendaciones urgentes "han sido ignoradas constantemente". Al mismo tiempo, recuerdan que el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Tortura, Nils Melzer, ha alertado de que el periodista ha comenzado a exhibir signos de tortura psicológica.

"Condenamos la tortura de Assange. Condenamos la negación de su derecho fundamental a una atención médica adecuada. Condenamos el clima de miedo que rodea la provisión de atención médica para él. Condenamos las violaciones de su derecho a la confidencialidad médico-paciente", escriben los firmantes de la carta, que advierten de que "no se puede permitir que la política interfiera con el derecho a la salud y la práctica de la medicina".

"Si Assange muere en una prisión del Reino Unido, como alertó el relator especial de la ONU para la Tortura, habrá sido, efectivamente, torturado hasta la muerte", denuncian los signatarios, que añaden que la profesión médica "no puede permitirse el lujo de permanecer en silencio, del lado equivocado de la tortura y del lado equivocado de la historia mientras se desarrolla tal parodia".

En este contexto, los firmantes hacen un llamamiento a los gobiernos para que "pongan fin a la tortura" de Assange y garanticen "su acceso a la mejor atención médica disponible antes de que sea demasiado tarde".

"La contribución de Assange al periodismo es innegable"

De manera paralela, la asociación Reporteros sin Fronteras (RSF) ha publicado este lunes una petición en la que insta al Gobierno británico a no acceder a la solicitud de EE.UU. de extraditar a Assange.  

La petición, firmada ya más de 20.000 veces, explica que el activista afronta 18 cargos en EE.UU. —17 de ellos por violar la Ley de Espionaje— debido a su papel en la publicación de importante información sobre las guerras emprendidas Washington. La difusión de esos documentos "fue claramente de interés público y no un acto de espionaje", asegura la asociación, subrayando que "la contribución de Julian Assange al periodismo es innegable". 


ONU DENUNCIA “SITUACIÓN INHUMANA” DEL FUNDADOR DE WIKILEAKS Y QUE SU VIDA PELIGRA

A partir de su encarcelamiento en abril pasado, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha sido expuesto a situaciones que comprometen su seguridad. Lo anterior fue afirmado por el relator especial sobre la tortura de la ONU, Nils Melzer, quien identifico síntomas de exhibición a la tortura psicológica, reporta la cadena de información RT.

Agencias RT / EL LIBERTADOR. (Honduras)

Londres. El relator especial sobre tortura de la ONU, Nils Melzer, ha expresado su preocupación por la salud de Julian Assange y asegura que la vida del fundador de Wikileaks está en peligro. Las declaraciones del experto fueron publicadas este viernes a través de un comunicado de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos.

 

Melzer sostiene que las condiciones del activista australiano se han deteriorado a partir de que fue encarcelado en una prisión de Londres. Tras realizar una visita junto con equipos médicos, el relator aseguró que Assange mostró "todos los síntomas típicos de la exposición prolongada a la tortura psicológica".

Además, el experto denuncia que a pesar de  la "urgencia médica" señalada en sus apelaciones y la "gravedad de las presuntas violaciones", Reino Unido no ha tomado ninguna medida, yendo en contra del derecho internacional. Asimismo, Melzer acusa a las autoridades británicas de rechazar sus hallazgos y no mostrar intenciones de considerar sus recomendaciones alineadas a la Convención contra la Tortura.

 

Assange: ¿culpable o inocente?

El experto considera que las medidas que limitan el acceso de Assange a la información socavan el legítimo derecho para preparar su defensa. En su opinión, "este caso nunca se ha tratado de la culpabilidad o inocencia del señor Assange, sino de hacerle pagar el precio por exponer una mala conducta gubernamental grave, incluidos presuntos crímenes de guerra y corrupción".

Esta no sería la primera vez que el relator especial advierte sobre las condiciones del activista. Sin embargo, "continúa detenido bajo condiciones opresivas de aislamiento y vigilancia, no justificadas por su estado de detención", afirmó el especialista.

Finalmente, Melzer hizo un llamado "urgente" al Gobierno británico para cambiar la "situación inhumana" en la que se encuentra el periodista pues este "abuso pronto puede terminar costándole la vida". Además, "recomendó encarecidamente" prohibir su extradición a EE.UU. y devolverle su libertad para recuperar su salud.


Julian Assange es galardonado con el Premio de la Paz de Stuttgart

Publicado: 22 jul 2020 17:20 GMT - RT
La organización que otorga el galardón pretende lanzar "una señal no solo para proteger, sino para hacer cumplir el derecho a la libertad incondicional de información y de prensa".
Julian Assange es galardonado con el Premio de la Paz de Stuttgart
Julian Assange ofrece un discurso desde el balcón de la embajada del Ecuador en Londres, el 5 de febrero de 2016.Peter Nicholls / Reuters

El fundador del portal Wikileaks, Julian Assange, ha sido galardonado con el Premio de la Paz de Stuttgart en reconocimiento a su contribución a la paz, la justicia y la solidaridad, ha anunciado este miércoles el grupo cívico alemán Die AnStifter, que creó el galardón hace 17 años.

"Con la concesión del Premio de la Paz a Julian Paul Assange, los fundadores envían una señal no solo para proteger, sino para hacer cumplir el derecho a la libertad incondicional de información y de prensa", declaró en un comunicado la presidenta de la organización, Annette Ohme-Reinicke.

¿Periodista o criminal? La historia de Julian Assange

Se prevé que el premio, dotado con casi 5.800 dólares (5.000 euros), sea otorgado al periodista australiano el próximo 6 de diciembre. En total, en la votación tomaron parte 26 candidaturas: Assange recibió 310 votos, seguido por Reporteros sin Fronteras, con 258, y el estudio de costura Zic Zac, que fabrica mascarillas protectoras en Burkina Faso, con 227.

Julian Assange —acusado en 2010 en Suecia de los delitos de violación, abusos sexuales y coacción, cargos ya retirados— permaneció refugiado en la embajada de Quito en Londres desde junio de 2012 hasta el 11 de abril de 2019, cuando las autoridades ecuatorianas le retiraron su asilo diplomático. Ese mismo día fue arrestado, tras lo cual la Justicia británica lo condenó a 50 semanas de prisión por la violación de sus términos de libertad condicional.

17 nuevos cargos y una pena de 175 años de prisión

En mayo de 2019, EE.UU. acusó a Assange de 17 nuevos cargos criminales federales por la presunta obtención y divulgación ilegal de información secreta. En junio pasado, el Departamento de Justicia estadounidense aprobó una nueva acusación en su contra por el supuesto reclutamiento de 'hackers' vinculados a Anonymous y conspirar con ellos para obtener acceso a datos clasificados en beneficio de WikiLeaks.

El juicio sobre su extradición al país norteamericano está programado para el próximo 7 de septiembre. En caso de que ser declarado culpable en EE.UU., Assange se enfrenta a una pena máxima de 175 años de prisión (10 años por cada cargo, excepto el de conspiración para cometer intrusiones informáticas, que contempla un máximo de cinco años de cárcel).


Assange: la verdad, en el banquillo

por La Jornada
LA HAINE - 08/09/2020

El juicio de extradición en el que habrá de dirimirse el futuro de Julian Assange se inició ayer en Londres

El informador y ciberactivista australiano reveló ante el mundo los crímenes y las acciones vergonzosas de muchos gobiernos, empezando por el de EEUU, y es reclamado por la justicia de ese país para someterlo a proceso.

Al frente de Wikileaks dio a conocer durante varios años los aspectos más oscuros del poder público mediante un refinado sistema de filtraciones en el que la autenticidad de cada documento es rigurosamente verificada para posteriormente entregarlos a diversos medios informativos.

Como parte de esa tarea esclarecedora, Wikileaks dio a conocer hace 10 años expedientes secretos de las fuerzas armadas estadunidenses que ponían al descubierto crímenes de lesa humanidad perpetrados por las fuerzas ocupantes de ese país en Afganistán e Irak; el más indignante de ellos es un video que documenta una matanza de civiles –entre ellos, niños y un camarógrafo de una agencia internacional de noticias– perpetrada en Bagdad por los pilotos de un helicóptero artillado.

Meses después, la organización divulgó decenas de miles de reportes, muchos de ellos secretos o confidenciales, enviados al Departamento de Estado por representaciones diplomáticas de Washington en todo el planeta.

Si los materiales de las guerras de Afganistán e Irak exhibieron la brutalidad con la que opera la superpotencia en el ámbito militar, el llamado Cablegate documentó las maneras inescrupulosas e injerencistas de la diplomacia estadunidense, además de la corrupción, el entreguismo y la torpeza de numerosos gobiernos, entre ellos, el que encabezó Felipe Calderón en México.

En efecto, Wikileaks entregó a este diario, en enero de 2011, miles de cables diplomáticos que exhibían la descomposición institucional del régimen, su sometimiento al país vecino y su desoladora incapacidad o falta de voluntad para detener el baño de sangre que él mismo había provocado con su guerra a la delincuencia.

El trabajo de Wikileaks y de su fundador representó un golpe demoledor para la credibilidad de Washington en el mundo y para sus pretensiones de guardián de la democracia y los derechos humanos.

Por ello, el Departamento de Estado emprendió en contra de Assange una ofensiva judicial encubierta, con la ayuda de los gobiernos de Suecia y Gran Bretaña, en la que se recurrió a la fabricación de supuestos delitos sexuales que le fueron imputados al activista en el primero de esos países. Las autoridades británicas, por su parte, estuvieron en todo momento más deseosas de colaborar con EEUU que de hacer justicia y mantuvieron a Assange de manera sucesiva en reclusión, en detención domiciliaria y en libertad condicional, a pesar de que Estocolmo jamás presentó cargos formales en su contra.

La persecución llevó al informador a buscar asilo en la embajada de Ecuador en Londres, donde permaneció durante casi siete años, dado que el gobierno británico rechazó otorgarle el salvoconducto para que pudiera viajar al país sudamericano.

Mientras tanto, el Departamento de Justicia estadunidense, al tiempo que encarcela-ba y procesaba a la informante principal del australiano, la soldado estadunidense Chelsea Manning, contó con el sigilo y el tiempo para armarle 18 imputaciones por delitos graves, mismas en las que fundamentó su solicitud de extradición, y si ésta se concediera, podrían traducirse en una pena de 175 años de prisión.

Obvio es que tal proceso no sería un acto de justicia, sino una acción de venganza y un escarmiento dirigido a informadores y periodistas para que no se atrevan a exhibir las miserias internas del poderío estadunidense.

Así pues, si las autoridades londinenses otorgaran a las de Washington la extradición de Assange, que es lo que se dirime en el juicio que empezó ayer, no sólo serían cómplices de un brutal atropello a los derechos humanos del informador y activista; estarían colaborando en la supresión de la libertad de expresión de miles, del derecho a la información de millones y de la verdad, que es un componente indispensable de cualquier democracia.


DERECHOS HUMANOS

EE. UU. dispuesto a hacer pagar a Assange por exponer la crueldad de guerra en Irak

Encarcelado en Londres desde abril de 2019, este 7 de septiembre comienza su juicio de extradición a los Estados Unidos

Traducción: Pilar Troya

Brasil de Fato | São Paulo |
03 de Setembro de 2020 às 21:36
Assange está preso en Londres desde el 11 de abril de 2019 - Daniel Leal-Oivas / AFP

El 7 de septiembre de 2020, Julian Assange dejará su celda en la prisión de Belmarsh en Londres y se presentará a una audiencia que determinará su destino. Después de un largo período de aislamiento, finalmente pudo encontrarse con su pareja, Stella Moris, y ver a sus dos hijos, Gabriel (3 años) y Max (1 año) el 25 de agosto. Después de la visita, Moris dijo que parecía tener “mucho dolor” .

La audiencia que Assange enfrentará no tiene nada que ver con las razones de su detención en la Embajada del Ecuador en Londres el 11 de abril de 2019. Fue arrestado ese día por no haberse entregado en 2012 a las autoridades británicas, que lo habrían extraditado a Suecia. En ese país, en ese momento, había acusaciones contra Assange de delitos sexuales que se retiraron en noviembre de 2019. De hecho, después de que las autoridades suecas decidieron no perseguir a Assange, el debía haber sido liberado por el gobierno británico. Pero no lo fue.

La verdadera razón de su detención nunca fue la acusación en Suecia; fue el deseo del gobierno estadounidense de llevarlo a los Estados Unidos con una serie de cargos. El 11 de abril de 2019, el portavoz del Ministerio del Interior del Reino Unido dijo, “Podemos confirmar que Julian Assange fue detenido con relación a una solicitud de extradición provisional de los Estados Unidos de América”. Está acusado en los Estados Unidos de delitos relacionados con la informática.  

Manning

Al día siguiente del arresto de Assange, el grupo de campañas Artículo 19 publicó una declaración que dijo que mientras que las autoridades británicas habían dicho “originalmente” que querían arrestar a Assange por escapar de la fianza en 2012 por el pedido sueco de extradición, ahora era claro que el arresto fue debido a una demanda del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre el. Los EE. UU. querían a Assange por “una acusación federal de conspiración para cometer intrusión en computadoras por concordar en romper una contraseña de una computadora clasificada del gobierno de los Estados Unidos”. Assange fue acusado de ayudar al delator Chelsea Manning en 2010 cuando Manning pasó a WikiLeaks, dirigida por Assange, una explosivo conjunto de información clasificada del gobierno de los Estados Unidos que contenía clara evidencia de crímenes de guerra. Manning pasó siete años en prisión antes de el ex presidente Barack Obama conmute su sentencia.

Mientras Assange permaneció en la Embajada del Ecuador y ahora que languidece en la Prisión Belmarsh, el gobierno de los Estados Unidos ha intentado crear un caso sin fisuras en su contra. El Departamento de Justicia estadounidense acusó formalmente a Assange de al menos 18 cargos, incluida la publicación de documentos clasificados y un cargo de ayudar a Manning a descifrar una contraseña y hackear una computadora en el Pentágono. Una de las acusaciones, de 2018, establece el caso contra Assange claramente.

El cargo de que Assange publicó los documentos no es el central, ya que lo documentos también fueron publicados por una serie de medios de comunicación como The New York Times y The Guardian. La acusación clave es que Assange “alentó activamente a Manning a proporcionar más información y estuvo de acuerdo con descifrar un conjunto de  contraseñas almacenadas en computadoras del Departamento de Defensa de los Estados Unidos conectadas a la Red Secreta de Protocolo de Internet [SIPRNet por su sigla en inglés], una red del gobierno de los Estados Unidos utilizada para documentos y comunicaciones clasificadas. Assange también está acusado de conspiración para cometer intrusión informática por haber accedido a descifrar ese conjunto de contraseñas”. El problema aquí es que parece que el gobierno de EE. UU. no tiene pruebas de colusión entre Manning y Assange para entrar en el sistema estadounidense.  

Manning no niega que entró en el sistema, descargó los materiales y los envió a WikiLeaks. Una vez que lo hizo, WikiLeaks, así como los otros medios de comunicación, publicaron los materiales. Manning pasó unos siete años muy duros en prisión por su papel en la transmisión de los materiales. Debido a la falta de pruebas contra Assange, le pidieron a Manning que testifique contra el ante un gran jurado. Ella se negó y fue encarcelada; las autoridades estadounidenses usaron su encarcelamiento como un mecanismo para obligarla a declarar contra Assange.

Lo que Manning envió a Assange

El 8 de enero de 2010, WikiLeaks anunció que tenía “videos encriptados de los ataques estadounidenses con bombas a civiles”. El video, publicado luego como Asesinato colateral, mostró con detallada sangre fría como el 12 de julio de 2007, helicópteros Apache AH-64 estadounidenses dispararon armas de 30 milímetros a un grupo de iraquíes en Nueva Bagdad; entre los muertos estaba el fotógrafo de Reuters Namir Noor-Eldeen y su conductor Saeed Chmagh. Reuters pidió inmediatamente información la matanza, les respondieron con la historia oficial de que no había tal video. Reuters insistió, pero inútilmente.

En 2009, el reportero del Washington Post, David Finkel publicó The Good Soldiers, basado en el tiempo que pasó con el batallón 2-16 del ejército de los Estados Unidos. Finkel estaba con los soldados estadounidenses en el barrio Al-Amin cuando escucharon a los helicópteros Apache disparando. Para su libro, Finkel había visto el video (esto es evidente en las páginas 96 a 104); el defiende al ejército de los Estados Unidos diciendo que, “la tripulación del Apache había seguido las reglas de combate” y que “todos habían actuado apropiadamente”. Los soldados, escribió eran “buenos soldados y había llegado la hora de la cena”. Finkel dejó en claro que un video existía, aunque el gobierno estadounidense negó su existencia a Reuters.    

El video es espeluznante. Muestra la insensibilidad de los pilotos. La gente en tierra no estaba disparando a nadie. Los pilotos dispararon indiscriminadamente. “Mira esos bastardos muertos”, dice uno, mientras otro dice, “Bien” después de que disparan a los civiles. Una furgoneta llega a la carnicería y una persona se baja para ayudar a los heridos, incluido Saeed Chmagh. Los pilotos piden permiso para disparar a la furgoneta, obtienen el permiso rápidamente y disparan a la furgoneta. El especialista del ejército Ethan McCord – parte del batallón 2-16 que tenía a Finkel consigo – inspeccionó esta escena desde tierra minutos después. En 2010, McCord le dijo a Kim Zetter de Wired, lo que vio: “Jamás había visto a alguien ser disparado por bala ráfaga de 30 milímetros antes. No parecía real, en el sentido de que no se veían como seres humanos. Estaban destruidos”.

En la furgoneta, McCord y otros soldados encontraron gravemente heridos a Sajad Mutashar (10 años) y a Doaha Mutashar (5 años);  su padre, Saleh –que había intentado rescatar a Saeed Chmagh– estaba muerto en el suelo. En el video, el piloto vio que había niños en la furgoneta; “Bueno, es su culpa por traer niños a una batalla”, dijo insensiblemente.

Robert Gibbs, el secretario de prensa del presidente Barack Obama, dijo en abril de 2010 que los acontecimientos del video eran “extremadamente trágicos”. Pero la voz ya se había regado. Este video mostró al mundo el carácter real de la guerra de Estados Unidos contra Irak, que el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan había llamado “ilegal”. La publicación del video por parte de Assange y WikiLeaks avergonzó al gobierno estadounidense. Todas las afirmaciones de guerra humanitaria no tenían credibilidad.   

La campaña para destruir a Assange comenzó en ese momento. El gobierno de los Estados Unidos ha dejado claro que quiere juzgar a Assange por todo hasta traición. A las personas que revelan el lado oscuro del poder estadounidense, como Assange y Edward Snowden no se les da cuartel. Hay una larga lista de personas –como Manning, Jeffrey SterlingJames HitselbergerJohn Kiriakou, y Reality Winner –que, si vivieran en países que son blanco de los Estados Unidos, se llamarían disidentes. Manning es una heroína por haber denunciado crímenes de Guerra; Assange, que simplemente la ayudó, está siendo perseguido a plena luz del día.

El 28 de enero de 2007, unos pocos meses antes de ser asesinado por el ejército estadounidense, Namir Noor-Elden tomó una foto en Bagdad de un chico con una pelota de fútbol bajo el brazo caminando alrededor de un charco de sangre. Junto a la sangre de color rojo brillante yacen unos cuantos libros escolares arrugados. Fue la mirada humana de Namir Noor-Elden que tomó esa fotografía, con el chico caminando alrededor del peligro como si no fuera nada más que basura en la acera. Esto es lo que la guerra “ilegal” de los Estados Unidos había hecho a su país.  

Todos estos años después, esa guerra permanece viva y bien en la sala de un tribunal en Londres, allí Julian Assange –que reveló la verdad de la masacre– luchará para no ser una baja más de la guerra de Estados Unidos contra Irak.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es becario de escritura y corresponsal en jefe de Globetrotter, un proyecto del Independent Media Institute. Es el editor jefe de LeftWord Books y el director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. Es investigador principal no residente en el Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos Las Naciones Oscuras y Las Naciones Pobres. Su último libro es Washington Bullets, con una introducción de Evo Morales Ayma.

Este artículo fue producido por Globetrotter, un proyecto del Independent Media Institute.

*Chelsea Manning no está actualmente en prisión como se dijo originalmente en el artículo. Sin embargo, ella sigue enfrentando la persecución y la presión por el intento de romper su espíritu y obligarla a testificar contra Assange.

Edición: Peoples Dispatch


Assange podría ser condenado con hasta 175 años de prisión por espionaje en EEUU
Temen por la salud de Julian Assange, detenido en Londres

Más de 60 médicos manifestaron su preocupación por el estado de salud del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, detenido en Londres y sobre quien pesa una amenaza de extradición a Estados Unidos, que lo acusa de espionaje, en una carta abierta publicada este lunes.

Ultima actualización Nov 25, 2019 - LA REPÚBLICA uy

«Escribimos esta carta abierta, como médicos, para expresar nuestra grave preocupación por el estado de salud física y mental de Julian Assange», señalaron los médicos en una misiva destinada a la ministra de Interior británica, Priti Patel, y a la encargada de esa cuestión en el Partido Laborista (oposición), Diane Abbot.

Apoyándose en varios informes, incluyendo el del Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer, que afirmó a principios de noviembre que la vida de Assange estaba «en peligro», los signatarios expresaron su «seria preocupación colectiva» para «llamar la atención del público y del mundo sobre esta grave situación».

«Opinamos que Assange necesita urgentemente una evaluación médica de su estado de salud física y psicológica», recalcaron los galenos, que ejercen en varios países: Estados Unidos, Australia, Reino Unido o Suecia. Sugieren que Assange sea atendido en un hospital por personal cualificado.

Sin ello, «tememos verdaderamente, basándonos en elementos disponibles, que Assange pueda morir en prisión», advirtieron.

A principios de noviembre, el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura precisó a la AFP que estaba preocupado por «nuevas informaciones médicas transmitidas por varias fuentes fiables que afirman que la salud de Assange entró en un círculo vicioso de ansiedad, estrés e impotencia, típico de personas expuestas a un aislamiento prolongado y a una arbitrariedad constante».

Detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el sur de Londres, Julian Assange es objeto de una amenaza de extradición a Estados Unidos, donde podría ser condenado con hasta 175 años de prisión por espionaje.


"Ha revelado la tortura y podría ser torturado hasta la muerte": Relator de la ONU habla sobre el montaje judicial contra Assange

Publicado: 5 feb 2020 00:29 GMT - RT
El relator especial insistió en que si no se protege al activista, "es de esperar un rápido deterioro de su salud, hasta el punto de la muerte".
"Ha revelado la tortura y podría ser torturado hasta la muerte": Relator de la ONU habla sobre el montaje judicial contra Assange
El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Tortura, Nils Melzer.Christian Spicker / www.globallookpress.com

El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Tortura, Nils Melzer, reveló el montaje y algunas inconsistencias que ha encontrado en torno a los casos judiciales contra el fundador de WikiLeaksJulian Assange, en Suecia, Reino Unido y EE.UU.; además del trato dado por Ecuador al activista.

"Assange ha revelado la tortura, fue torturado y podría ser torturado hasta la muerte en los EE.UU.", dice Melzer, en una entrevista que concedió al portal Republik.

Melzer se involucró en el proceso contra Assange en marzo de 2019, luego de dos peticiones hechas con anterioridad por los abogados del activista australiano. De inmediato, al indagar en el caso se dio cuenta que "algo estaba mal".

Las acusaciones de "violación" en Suecia

En su relato, Melzer habla sobre los casos de violación en Suecia, donde comenzó el proceso contra Assange hace cerca de 10 años. En relación a este tema, contrario a lo que se ha publicado en medios de comunicación, las autoridades suecas mantuvieron el asunto "deliberadamente en el limbo", pese a la disposición del australiano de colaborar en el caso.

Assange en el balcón de la embajada ecuatoriana, en Londres, Gran Bretaña, 5 de febrero de 2016.Peter Nicholls / Reuters

De acuerdo a Melzer, que tuvo acceso a los documentos de la justicia sueca, el caso comenzó cuando una mujer, identificada con las iniciales S.W., acudió a una comisaría en Estocolmo, acompañada de otra, que responde a A.A., para solicitar que se obligase a Assange de hacerse una prueba de VIH, puesto que había tenido relaciones sexuales con el activista consensuadas, pero "sin condón".

"Antes de que el interrogatorio pudiera incluso ser completado, S.W. se informa de que Assange será arrestado bajo sospecha de violación", señala Melzer, por lo que la mujer se niega a continuar con la declaración.

"S. W. no acusa a Julian Assange de violación en absoluto. Se niega a continuar el interrogatorio y se va a casa. Sin embargo, dos horas más tarde, el titular aparece en 'Express', un tabloide sueco: Julian Assange es sospechoso de doble violación", sostiene el relator de la ONU y aclara que, además de acusarlo por el caso de S. W., también lo señalan por un presunto abuso a A.A., incluso antes de interrogar a esta segunda mujer, hecho que también se filtró a la prensa.

Ante esto, Melzer considera que "la deliberada malicia de las autoridades se hizo evidente, a más tardar, cuando obligaron a la difusión inmediata de la sospecha de violación a través de la prensa sensacionalista, sin consultar a A. A. y en contradicción con las declaraciones de S. W.".

Apenas unos días más tarde, la Fiscalía General se enteró del caso y cerró la investigación de la violación al señalar que las declaraciones de S. W. eran creíbles, pero no daban ningún antecedente de delito.

Caso reabierto

Sin embargo, la investigación siguió su curso posteriormente, luego que la policía "reescribiera" la declaración de S.W., algo que Melzer considera como "evidencia manipulada, que las autoridades suecas usaron para construir una violación".

Assange en el balcón de la embajada ecuatoriana en Londres, Gran Bretaña, 19 de mayo de 2017.Peter Nicholls / Reuters

Melzer comenta que Assange, quien se enteró de las acusaciones a través de la prensa, estuvo presto a colaborar con las autoridades suecas y señala que, días después, aceptaron que testificara. El activista se presentó en una comisaría y, pese a que solicitó que el caso no volviera a los medios de comunicación, horas más tarde, ya estaba todo nuevamente filtrado.

En el caso, el propio Estado incluyó como defensa de las dos mujeres a Claes Borgström. "El hombre era socio del bufete del exministro de justicia Thomas Bodström, bajo cuya égida la policía de seguridad sueca había secuestrado, en medio de Estocolmo, a personas sospechosas para EE.UU. sin ningún tipo de juicio y las había entregado a la CIA, que luego las torturó".

De acuerdo al relator de la ONU, la versión de que Assange no quiso colaborar con la justicia sueca "fue construida" y "no corresponde a los hechos". Además, sostiene que el activista tampoco huyó de Suecia, sino que su salida de ese país se hizo bajo la autorización de la fiscalía, a la cual sus abogados consultaron.

No obstante, justo el día que abandonó Suecia, se emitió una orden judicial en su contra. Aunado a ello, en el viaje que hizo entonces de Estocolmo a Berlín, en Scandinavian Airlines, sus portátiles desaparecieron de su equipaje.

Assange, posteriormente, voló a Londres. "No elude a la justicia, y ofrece a la fiscalía, a través de su abogado sueco, varias fechas para un interrogatorio en Suecia". Sin embargo, entonces se entera "de que un caso criminal secreto se ha presentado contra él en los EE.UU.", por lo que pide a Suecia garantías diplomáticas de que no lo entregarán a Washington.

Proceso estancado

El fundador de WikiLeaks fue apresado en 2010 en Londres, luego que Suecia emitiera una orden de detención europea. Pero fue dejado en libertad bajo fianza por la Justicia británica.

Assange al salir del Tribunal de la Corona de Southwark, en Londres, 1 de mayo de 2019.Henry Nicholls / Reuters

En 2012, tras año y medio de esa medida, Reino Unido determinó que el periodista australiano había infringido las normas británicas sobre fianza y libertad condicional y debía ser detenido nuevamente. En concreto, argumentaron que Assange había violado la condición de permanecer todas las noches en la casa de un partidario en las afueras de Londres.

Tras ello, y para evitar su extradición a Suecia y luego a EE.UU., Assange pidió asilo en la Embajada de Ecuador en Londres.

Melzer señala que, incluso estando asilado, se mantuvo dispuesto a colaborar con la Justicia sueca para esclarecer los casos de presunta violación y proponía ser interrogado en persona en Inglaterra o por videoconferencia. No obstante, desde Suecia se negaron, aunque entre ambos países existe un acuerdo que permite a los funcionarios judiciales de un país realizar estas cuestiones judiciales, como los interrogatorios, en el otro. Durante la estancia del australiano en la Embajada (2012-2019), entre ambos países hicieron 44 procedimientos similares en otros casos.

"Esto es una prueba más de que Suecia nunca se ha preocupado por encontrar la verdad", dice el relator de la ONU y asegura: "Solo hay una explicación para todo esto, para la negativa de una garantía diplomática, para la negativa a interrogarlo en Londres: querían ponerle las manos encima para poder extraditarlo a los EE.UU.".

De acuerdo a la versión del relator, Suecia estuvo dispuesto a cerrar el caso, sin embargo, desde Reino Unido respondieron: "¡No te acobardes ahora!".

Fin del asilo, preso en Reino Unido

En abril de 2019, Ecuador, luego de casi dos años de instalado el Gobierno de Lenín Moreno (más cercano a EE.UU.), se le retiró el asilo a Assange.

"Como el gobierno anterior [de Rafael Correa] le había concedido la ciudadanía ecuatoriana, Assange tuvo que ser privado de su pasaporte, porque la Constitución de Ecuador prohíbe la extradición de los propios ciudadanos", señala Melzer.

Entonces, las autoridades ecuatorianas dieron luz verde para que Inglaterra lo arrestara.

Assange fue llevado a un tribunal y, aunque en ese país "casi no hay penas de prisión por incumplimiento de los requisitos de libertad bajo fianza, sino por lo general se imponen multas", fue condenado a 50 semanas de cárcel en una prisión de alta seguridad.

Melzer califica esto como "un castigo obviamente desproporcionado, que tenía un solo propósito: mantener a Assange en custodia hasta que EE.UU. pudiera completar sus acusaciones de espionaje".

Entonces, se conoció que sí existe un pedido de extradición por parte de EE.UU. contra Assange.

Finalmente, tras estar detenido en Londres, Suecia, en silencio, abandonó el caso por los delitos de presunta violación sexual. "Durante casi una década, el Estado sueco ha deliberada y públicamente denunciado a Julian Assange como un delincuente sexual. Luego, de repente, se abandonó el caso, utilizando el mismo argumento que la primera fiscal de Estocolmo, en 2010, había dado después de sólo cinco días, cuando abandonó el caso por primera vez: El testimonio de la mujer es creíble, pero no hay pruebas de un crimen".

El contexto de la apertura del caso contra Assange

Melzer señala que los casos de presunta violación sexual se generaron en Suecia apenas semanas después que WikiLeaks publicara el llamado "Diario de la guerra de Afganistán", una de las mayores filtraciones en la historia del Ejército de EE.UU.

Assange a la salida de la Corte de Magistrados de Westminster en Londres, 13 de enero de 2020.Simon Dawson / Reuters

"EE.UU. inmediatamente exhorta a sus aliados a iniciar procesos penales contra Assange", luego que Stratfor, una empresa consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno estadounidense, le aconsejara "presentar todo tipo de cargos penales" contra el activista "en los próximos 25 años".

El relator de la ONU afirma: "Debemos dejar de creer que se trataba realmente de llevar a cabo una investigación sobre delitos sexuales. Lo que Wikileaks ha hecho amenaza a las élites políticas de EE.UU., Inglaterra, Francia y Rusia por igual. Wikileaks publica información secreta del gobierno, es una organización 'antisecretos'. Y esto se percibe como una amenaza fundamental en un mundo en el que el secreto se ha impuesto incluso en las llamadas democracias maduras".

¿Qué le espera a Assange si es extraditado a EE.UU.?

En todo este caso, que ya se ha extendido por 10 años, Melzer señala que "Assange fue sometido intencionadamente a tortura psicológica por Suecia, Inglaterra, Ecuador y los EE.UU.".

Hasta 175 años tras las rejas: EE.UU. anuncia 17 nuevos cargos criminales contra Assange

Nombra desde "abuso de los procedimientos judiciales para poner a una persona en una posición en la que no puede defenderse" hasta "las medidas de vigilancia, los insultos, las humillaciones, los ataques de los políticos de estos países y las amenazas de muerte".

"Si no se le protege pronto, es de esperar un rápido deterioro de su salud, hasta el punto de la muerte", enfatizó.

De ser extraditado a EE.UU., Melzer considera que Assange "no tendrá el debido proceso legal" y podría ser condenado a 175 años de prisión.

En el proceso abierto en EE.UU. se le imputan 18 cargos criminales; aunque en principio solo era acusado de conspiración, que tenía una pena máxima de cinco años de cárcel.


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