viernes, 21 de mayo de 2021

GENOCIDIO EN PALESTINA, APARTHEID EN EL SIGLO XXI

 



GENOCIDIO EN PALESTINA, APARTHEID EN EL SIGLO XXI

“Duele e indigna que quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia se hayan convertido en verdugos del pueblo palestino: duele e indigna que la herencia del Holocausto sea la Nakba.

E indigna, a secas, que el sionismo siga haciendo uso del chantaje del antisemitismo contra quienes se oponen a sus atropellos y a sus crímenes.

Israel ha instrumentalizado e instrumentaliza, con descaro y vileza, la memoria de las víctimas.

Y lo hace para actuar, con total impunidad, contra Palestina.

De paso, no es ocioso precisar que el antisemitismo es una miseria occidental, europea, de la que no participan los árabes.

No olvidemos, además, que es el pueblo semita palestino el que padece la limpieza étnica practicada por el Estado colonialista israelí.”

COMANDANTE HUGO CHÁVEZ

Carta a Ban Ki-Moon Secretario General Organización de las Naciones Unidas.

Miraflores, 17 de septiembre de 2011.

-O-O-












 La entidad genocida israelí, proyecto del sionismo internacional en complicidad con los imperialismos occidentales, asegura un enclave geopolítico, garante de sus intereses en Oriente Próximo, constituyó además una solución práctica para el racismo del supremacismo europeo.

Desde la Declaración Balfour hasta nuestros días, han estado en actitud complaciente ante los desmanes criminales.

La instalación de este ente, con el objetivo de acometer colonialismo de población, es el germen de una sistemática política de violación de derechos humanos del Pueblo Palestino.

 Basta con mirar el mapa de la Palestina histórica, para dimensionar la amenaza del ocupante, progresivamente han practicado un gigantesco despojo del territorio, desplazado a millones de palestinos, ejecutando una atroz limpieza étnica, se les asesina, encarcela, usurpa sus viviendas, recursos, cultivos.

Se les pretende negar el derecho a existir.

Posterior a la segunda guerra imperialista y las atrocidades de la bestia nazifascista, en contra el pueblo judío.

Europa acelera su solución a las contradicciones surgidas.

conmemoramos recientemente el 73 aniversario de la Nakba o catástrofe, aquel 15 de mayo, el terrorismo sionista expulsó a más de 800 mil palestinos, asesinó 13 mil y destruyó 500 aldeas en sus territorios históricos, como parte de la materialización de lo señalado en la resolución Nro. 181 de la Organización de Naciones Unidas, la partición del territorio palestino y creación del Estado israelí.











Desde entonces, las masacres se perpetúan con absoluta impunidad.

La propaganda sionista, apalancada en los medios de comunicación disemina falacias, cómo aquella de que se trataba de una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra, atribuyendo a sus razones geopolíticas, falsas motivaciones religiosas; intentando argumentar un carácter milenario a una realidad contemporánea; atribuyéndose un inexistente derecho, construyendo una narrativa manipuladora, cuyo máxima expresión pudiese ser, el calificativo de antisemita atribuido a cualquiera que denuncie semejante oprobio.

Cometiendo el abuso de intentar asimilar sionismo con judaísmo, desoyendo voces intelectuales judías como Albert Einstein y Erich Fromm.

Negando la existencia de un pueblo, justifica su exterminio, violentando el derecho internacional.

Palestina y su pueblo son víctimas de un régimen de apartheid, sometidos a brutal represión, sistemático exterminio, por todos los medios disponibles se intenta la destrucción de ese heroico ejemplo de resistencia.

El ocupante recrudeció su brutalidad represiva, en la previa a los ataques contra la franja de Gaza, fueron expulsados de sus hogares, bajo acciones de terror, cientos de palestinos en la localidad de Sheikh Jarrah, en Jerusalén ocupada, con el propósito de ser entregadas a colonos israelíes.

Muchos de los cuales jamás habían estado en esas tierras, el cinismo con el que actúan resulta grotesco.

Su accionar terrorista contempla un uso desmedido de la fuerza por parte de los elementos ocupantes, arrestos caracterizados por la brutalidad, mujeres, niñas y niños golpeados, vejados, con menoscabo de sus derechos y condición humana.

Asesinatos con absoluta impunidad.














El pasado 7 de mayo, día Internacional de Al Quds, una importante movilización se desarrolló en Jerusalén, la lucha de los palestinos frente al opresor y sus pretensiones de limpieza étnica no cesa.

Destruir los símbolos culturales de la resistencia, esfuerzo en el que los colonizadores se concentran, la mezquita de Al-Aqsa, lugar sagrado para los musulmanes, fue objeto de atentados por parte de las fuerzas israelíes, luego, Irrumpieron disparando, provocando cerca del millar de heridos, apuntan a los ojos.

Práctica que esas fuerzas han extendido como brutal método en sus entrenamientos a fuerzas públicas del mundo.

Léase Colombia y Chile, por mencionar dos ejemplos.

En una asqueante muestra de fanatismo, colonos sionistas celebraban frente al muro de los lamentos el ataque a la mezquita.

En el marco de la resistencia frente al ignominioso accionar, Palestina se levanta, contundentes movilizaciones populares culminan en masacres perpetradas por las fuerzas de ocupación israelíes en Jerusalén, Hebrón, Nablus, Qalnswa, Cisjordania, Haifa, Nazareth y Gaza.












La oprobiosa represión sistémica contra las valientes heroínas palestinas es registrada una vez más, el abuso a los infantes como política criminal, también está a la orden del día, los asesinatos aumentan lamentablemente.

Aviones cazas israelíes, portando el terror sobrevuelan Gaza e inician la operación de bombardeo contra el campo de concentración más grande del mundo, bloqueado desde hace quince años, millones de seres humanos sometidos a la precarización de su existencia, nuevamente víctimas de una despiadada limpieza étnica.




El extremismo sionista, incluso muestra soldados y colonos, bailando, cantando, mientras colocan mensajes a las bombas que acabarán con la vida de seres humanos inocentes.

Asqueante episodio.

La respuesta de la resistencia Palestina, mediante el lanzamiento de cohetes no tarda en ser calificada como “terrorismo”, con absoluta hipocresía se argumenta el derecho del ocupante a “defenderse”, esa es la talla moral del orden internacional, impostura, silencio cómplice e incluso apoyo y financiamiento para que continúen con su genocida accionar, exterminando al valiente pueblo palestino.

Al terror del continuo y masivo bombardeo, se le suman misiles disparados desde embarcaciones, unidades blindadas apostadas en la frontera, incursión terrestre de tropas a la Franja de Gaza por Jabalia.

El ataque asesina a los hijos de ese noble pueblo, destruye infraestructuras, exterminio e inviabilidad de la vida sus principales objetivos.

Viviendas, hospitales, servicios, medios de comunicación, todo, absolutamente todo en Gaza es un blanco.

Familias enteras, durmiendo en una habitación para, en caso de recibir una de esas malditas bombas, nadie sobreviva y cargue con semejante dolor.

Pasar la noche en vela, vestidos y calzados, bolsas de emergencia colocadas en las puertas, en vilo aguardando otro ataque brutal de la ocupación, forzándoles a salir en medio de la oscurana.

Servicios de rescate, desesperados en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros; hospitales a oscuras y sin anestesia, intentando salvar vidas; padres cargando sus hijos masacrados; niñas y niños aterrorizados, convertidos en objetivo militar, aquella dantesca realidad es la vergüenza de la humanidad.


















La voluntad inquebrantable de un pueblo se nos muestra con estoica heroicidad, rescatados de los escombros emergen haciendo la señal de Victoria.

Padres que abrazan a sus hijos e hijas, en medio de la destrucción, jurando defender sus tierras ante aquella barbarie.

Aquellas ruinas, atestiguan una familia, celebrando un cumpleaños, porque esperanza y vida, les sobran.

Presos de iracunda locura y fanatismo, bombardearon con fósforo blanco algunas zonas, ahora atacan con misiles de una tonelada desde cazas F16 y F35 en la zona Central y Este de la franja de Gaza, un territorio con altísima densidad poblacional, cercado por una valla llena de tanques, torretas y minas.

 No hay salida ni refugio, sólo horror.

Emplean un misil de cien mil dólares, lanzado por un avión que asciende a veinte millones de dólares, realizando un viaje a un costo de seis mil dólares por hora, para matar seres humanos que sobreviven con menos de 1 dólar por día en la situada franja.

A la fecha ascienden a 230 los Palestinos asesinados de forma cobarde, ruin y alevosa por la entidad Israelí, entre los cuales hay 65 niños, 39 mujeres y 17 ancianos.

1.710 heridos, de los cuales muchos padecen mutilaciones de miembros.

Ante la inacción de los organismos internacionales, bajo el rechazo de los pueblos libres y dignos del mundo.

Los invasores exacerban los bombardeos, en los centros asistenciales ya no cuentan con bolsas para transfusiones, anestesia, ni insumos médicos, se impide la entrada de ayuda.

La rabia e indignación que provoca tal barbarie, debe movilizarnos en la denuncia y solidaridad.

En medio de tan cruda realidad, con absoluto cinismo, el presidente estadounidense Joe Biden se atreve a señalar el supuesto “derecho legítimo a defenderse” del que goza la entidad israelí, expresa un apoyo “inquebrantable”.

Es una histórica complicidad, EE.UU. constituye el primer financista del ente genocida, miles de millones de dólares alimentan esa asesina maquinaria, cuyo aparato bélico está al servicio de sus propósitos en la región y el mundo, un bastión criminal occidental.

Cómo lo comprueba el asesinato del Mayor General Iraní Qassem Soleimani, artífice de la derrota del terrorismo sionista-takfirí, perpetrado por el Mossad, la CIA y el Pentágono, por orden de la Casa Blanca.

Sólo esta semana ejercieron su derecho a veto para frenar en tres oportunidades una declaración del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en relación al tema.

 

Palestina, condensa hoy la bestialidad del imperialismo.

No estamos ante una guerra, presenciamos un genocidio.

No llames conflicto a semejante salvajismo.

Resulta imperativo detener el exterminio sistemático, la política de bloqueo y cerco, la ocupación del territorio palestino, el supremacista apartheid y militarización sionista.

Aunque infligen atroz daño y dolor al Pueblo Palestino, no lograrán doblegarle, mucho menos destruirle como pretenden, por el contrario se erige como un valiente símbolo de Resistencia.

Cantemos con el poeta Mahmud Darwish en su célebre poema Sobre esta Tierra: «Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: sobre esta tierra está la señora de/ la tierra, la madre de los comienzos, la madre de los finales.

Se llamaba Palestina.

Se sigue llamando/ Palestina.

Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco vivir».

Palestina, como el olivo, perdurará.

 Denunciemos los crímenes de lesa humanidad del sionismo y su entidad terrorista, presionemos en los organismos internacionales y practiquemos una solidaridad militante, reclamemos el reconocimiento pleno del derecho del pueblo palestino, sobre las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, su autodeterminación y derecho a retornar a sus tierras.

Sigamos luchando por hacer más humana la humanidad. “(...)

Es una causa justa, yo invito a todo el pueblo venezolano sin distingos de corrientes políticas internas, no, todos debemos apoyar esta causa, la causa del pueblo palestino es apoyar la causa de la humanidad, la causa de la justicia y de la paz. (...)”

Comandante Hugo Chávez.

Palacio de Miraflores

11 de octubre de 2011

 

BOLETÍN N° 250 DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA


Tomado de:  http://www.psuv.org.ve/

Y Publicado en: http://victorianoysocialista.blogspot.com,
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En Fecebook: adolfo Leon libertad

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