domingo, 30 de octubre de 2016

Golpistas cumplen con plan “Rock and Roll”



> La operación, descubierta por Diosdado Cabello, se ha evidenciado en las acciones de calle y las decisiones tomadas en la AN
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ofreció el pasado sábado 22 de octubre, una rueda de prensa para denunciar y alertar sobre la aplicación en Venezuela de una serie de acciones enmarcadas en el llamado Plan Cóndor, una estrategia diseñada en los laboratorios de guerra sucia de Estados Unidos para defenestrar los gobiernos progresistas que han venido emergiendo en América Latina, incluyendo Venezuela, tal como denunciaron en su momento la ahora expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el mandatario ecuatoriano Rafael Correa.
Cabello expuso que, en esta oportunidad, se bautizó la operación como plan Rock and Roll, que incluye una serie de acciones de calle y decisiones adoptadas desde el Poder Legislativo, que se vendrían ejecutando de manera progresiva y por etapas, hasta lograr el pretendido derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.
Precisó, en ese momento, que la operación consta de cuatro fases: 
una que va del 14 al 25 de octubre; 
otra que va del 26 al 28 de octubre; 
una tercera del 29 de octubre al 9 de noviembre 
y otra del 10 de noviembre y días subsiguientes, hasta que caiga Nicolás Maduro.
A pocos días del llamado de alerta que hiciera el parlamentario, las situaciones que se han presentado en el país durante la semana en curso, impulsadas por factores políticos de la derecha opositora, le han dado plena razón.
Días antes de su declaración, se presentó la primera evidencia de la agenda golpista con la detención en Táchira del concejal opositor José Vicente García, a quien le fueron encontradas al momento de su captura dos granadas de mano, chalecos antibalas y armamento de guerra.
Al respecto, Cabello aseguró que las granadas que le fueron incautadas al edil de Voluntad Popular iban a ser utilizadas para atacar la Policía y la Gobernación del estado Táchira.
Adicionalmente, en el teléfono celular de García se halló información con datos que evidencian la realización de un plan para darle un golpe de Estado al presidente Maduro, así como un mensaje de voz, presuntamente de la diputada opositora Gaby Arellano, en el que conminaba a ejecutar acciones de fuerza en la calle, dejando a un lado la salida electoral.
Este mensaje fue difundido por Mario Silva en su programa La Hojilla del sábado 22 de octubre. En una parte del mismo, Arellano le pide a sus seguidores “prepararnos para fomentar la agitación, de cara a generar el quiebre”, mientras que en otro fragmento señala: “No se metan ni se maten por tema electoral de mesa, porque ese no es el proceso en este momento, el proceso es de agitación”.

LA AGENDA INTERNACIONAL
Parte del Plan Rock and Roll incluye la realización de giras y encuentros internacionales con personajes de la derecha para reforzar la campaña de opinión pública sobre el supuesto carácter dictatorial y represivo del gobierno de Maduro.
Recientemente, la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, visitó Perú y logró reunirse con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, y con el embajador estadounidense en la nación inca, Brian Nichols.
Durante la sesión celebrada por la Asamblea Nacional el pasado martes, su presidente, Henry Ramos Allup, anunció que él mismo encabezará una delegación de parlamentarios que viajará en los próximos días a Estados Unidos, con el objeto de solicitar ante la Organización de Estados Americanos la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en Venezuela, dando por descontado el apoyo irrestricto de su principal aliado en el organismo: el secretario general Luis Almagro.
La estrategia internacional de la derecha ha sido también apoyada por dos de sus principales representantes, los expresidentes de Colombia y Bolivia, Álvaro Uribe Vélez y Jorge Quiroga, respectivamente, quienes, incluso han señalado a través de varios medios de comunicación que situaciones tan trascendentes para la región, como la suspensión del embargo financiero a Cuba y la consecución de la paz en Colombia, deben estar condicionadas a una “salida democrática en Venezuela”.
EL PAPEL DEL PODER LEGISLATIVO
Otra de las partes del Plan Rock and Roll establece que la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, declarara el abandono del cargo del presidente de la República, Nicolás Maduro, lo que implicaría su separación de este.
Esta propuesta fue abordada tanto en la sesión celebrada el domingo 23 de octubre como en la que se realizó el pasado martes, en la que el Poder Legislativo acordó la responsabilidad política del jefe de Estado, como primer paso para realizarle un juicio político – no establecido en la Constitución- que implicaría su destitución, en una situación similar a la ocurrida con los expresidentes de Honduras, Paraguay y Brasil, Manuel Zelaya, Fernando Lugo y Dilma Rousseff, respectivamente.
Desde el Parlamento se ha ejecutado la agenda de la agitación y el odio a las instituciones, lideradas fundamentalmente por Henry Ramos Allup, quien ha construido un discurso de descalificación a los representantes de varios Poderes Públicos, entre ellos el Tribunal Supremo de Justicia y las rectoras del Consejo Supremo Electoral.
También en la sesión del pasado martes, Ramos enfiló sus baterías contra el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, a quien lanzó una serie de descalificaciones y a su vez cuestionó la institucionalidad y el carácter popular de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. 
La acción del representante adeco ha sido repetida por otros miembros de la Mesa de la Unidad Democrática, quienes han pretendido generar ante la opinión pública un perfil negativo de la institución castrense.
REPETIR EL LIBRETO DE ABRIL DE 2002
El Plan Rock and Roll está fundamentado, asimismo, en la ejecución de acciones violentas generadas en la calle por los simpatizantes de la oposición, en una especie de repetición del libreto que se le aplicó al entonces presidente de la República, Hugo Chávez Frías, durante abril y diciembre de 2002.
En ese momento, los partidos de la derecha, agrupados en la entonces llamada Coordinadora Democrática, la alta jerarquía de la Iglesia Católica, los dueños de los principales medios de comunicación, un grupo de militares de alto rango, sindicalistas de la CTV, Fedecámaras, funcionarios de Petróleos de Venezuela y factores externos se confabularon para darle un golpe de Estado en abril y, posteriormente, una paralización de actividades a finales de ese mismo año.
Parte de esa etapa ya se ha cumplido con la llamada toma de Caracas que se realizó el pasado primero de septiembre, repetida el pasado miércoles con el nombre de toma de Venezuela, en la que un funcionario de la policía del estado Miranda resultó muerto al tratar de aplacar un foco de violencia generado por varios manifestantes.
Ese mismo día, uno de los principales representantes de la MUD, Jesús Torrealba, convocó a una “huelga general” para el viernes 28, como primer paso para una serie de paralizaciones posteriores, similar al paro de actividades y al paro petrolero que, tanto la dirigencia empresarial y sindical como la alta directiva de Pdvsa, impulsaron a finales de 2002.
En un acto de masas celebrado ayer en el estado Portuguesa, el dirigente socialista Diosdado Cabello denunció que la oposición apostará por otra paralización de actividades programada para este domingo en horas de la tarde.
Adicionalmente, algunos líderes de la derecha, entre ellos el presidente de la Asamblea Nacional, Ramos Allup, y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, hicieron un llamado a la militancia a realizar una marcha hasta el Palacio de Miraflores que convocaron para el jueves 3 de noviembre con el objeto de exigir la renuncia del presidente Nicolás Maduro, similar a lo que ocurrió el 11 de abril de 2002 con Hugo Chávez.
REINALDO J. LINARES ACOSTA/CIUDAD CCS
TOMADO DE:  http://ciudadccs.info/
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