viernes, 23 de enero de 2015

La Industria del Terrorismo

La Industria del Terrorismo
El lamentable pasado colonizador de Francia fue perdonado recientemente gracias a un gran francés llamado el general De Gaulle y por sus claras sentencias en pro de la causa palestina. Sus seguidores no se perfilaron en esa descripción. Y menos aun lo está haciendo el inquilino actual de la Elysée. A pesar de todo esto, quizás podamos destacar la valiente postura de Francia durante la votación en el Consejo de Seguridad apoyando el fin de la ocupación israelí de Cisjordania, como un acto que no agradó a los israelíes.
La pomposa manifestación a la que asistieron cincuenta mandatarios mundiales, aunque con expresiones “hipócritas” de tristeza y de condolencia, y a la que también se ausentaron otros fundamentales en esta guerra declarada, no gustó a muchos. Por el doble rasero de la postura de la libertad de expresión…, cualquier crítica de Israel por sus agresiones contra GAZA es condenable como antisemitismo, y porque un presunto “criminal de guerra” tomó el centro de la primera fila. Se supo que el gobierno galo le recomendó no asistir, pero él hizo oídos sordos por su conocida desfachatez, insolencia y arrogante historia de primer ministro. Cómo no, si el atentado de Charlie Hebdo fue una buena oportunidad para no hacerla perder. Su único objetivo de este desfile es hacer ver el terrorismo como islámico y que los terroristas son la portada de la ideología del islam. Antes del atentado este periódico editaba 50.000 ejemplares en un país de 60 millones. O sea, a poca gente le interesaba su satirismo barato y absurdo.
Nadie duda que el terrorismo sea acto abominable y esté al servicio del mal, pero también está al del sionismo mundial. La historia reciente de Europa muestra numerosas pruebas del aprovechamiento de los crímenes nazis por el sionismo y ahora su voz fuerte en Israel se atreve descaradamente a exhortar a los judíos franceses a desprenderse de su identidad y nacionalidad francesa como si fueran cautivos, y que se conviertan en colonos judíos reclamados por la Biblia para los asentamientos de los Territorios Ocupados para secuestrar la patria de los palestinos. Lejos de los acontecimientos entre las dos guerras mundiales, recordemos en 2003 y tras el fuego “provocado” en un establecimiento judío de enseñanza religiosa en la ciudad de Gagny al este de Paris en noviembre de 2003, el embajador israelí en Francia, Nissim Azvili declaró a la radio pública de su país: “Muchos judíos se preguntan sobre su futuro en este país”. Igualmente y en este mismo sentido el viceministro de Relaciones Exteriores, Michael Melchior advirtió “de una ola muy peligrosa de antisemitismo en Francia”.  Entre el año 200 y 2009, 13,315 emigraron a Israel. En 2012 unos 1907 judíos franceses emigraron a Israel, el año siguiente fueron 3280 y según  Ariel Kandel responsable de la agencia judía, el gobierno de Netenyahu está interesado en aumentar el número entre 2014 y 2017 a más de 4000 judíos francés entre edades de 17 y 30 años.
Por otra parte el triste atentado ha servido para agrupar a todos los partidos europeos de extrema derecha. Les ha caído del cielo este aliento para reunir a racista con su conocido antepasado imperialista colonialista. ¡Así es la política!
¿Quien ha cosechado beneficios de este macabro ataque? ¿Quién en realidad daña al islam y a los mismos musulmanes, no son estos mismos que pretenden defenderlo? Y a la vez, ¿no son los mismos musulmanes las víctimas de la opresión, el terrorismo sionista y el de los gobiernos autoritarios en sus propios países?
La libertad de expresión es admitida siempre y cuando parta de una sola persona que defiende una idea. Pero cuando quien está detrás es un grupo con malintencionadas ambiciones deja de ser libertad de expresión. Es abuso de libertad que se convierte en un instrumento para cumplir intereses de entidades con agendas no del todo limpias, más bien, algo dañinas y provocadoras. No es admisible en ninguna sociedad insultar o provocar a ninguna otra y más en su fe y cultura. Así lo manifestó también plena y claramente el papa Francisco.
Es verdad que aparecieron dibujos de Charlie Hebdo ironizando del hijo de Sarkozy. “La prensa francesa publicó que: “hoy se conjura en favor de la libertad de expresión representada en  ‘Charlie-Hebdo’, se puso sin embargo en pie de guerra en julio de 2008 tras el despido, sin apelaciones, por parte del semanario satírico de izquierdas, de uno de sus más famosos caricaturistas, por criticar en su columna al hijo mayor del presidente Nicolas Sarkozy, Jean, con unas palabras que, según la publicación, pecaron de “antisemitas”.[1] Además, las palabras del dibujante provocaron la inmediata reacción de ciertos sectores de la opinión pública francesa, que le acusaron de antisemitismo. Y ¿qué escribió Siné? Pues, ironizaba sobre la posibilidad de que Jean Sarkozy, de 21 años de edad, se convierta al judaísmo antes de casarse con Jessica Sebaoun, hija de un empresario de religión judía.  Philippe Val, columnista y director editorial del semanal, corroboró el despido de Siné y declaró que “muy pocas veces estoy de acuerdo con las cosas que cuenta Siné, pero hay espacio para expresar opiniones diferentes de las mías. Ese espacio, sin embargo, está limitado por una carta que proscribe cualquier declaración racista y antisemita en el diario y Siné transgredió ese límite”, añadió. ¿No es esto un doble rasero de la prensa del país que levantó los estandartes de Libertéégalité y fraternité?
Hoy día Charlie Hebdo es condenado a manos de quienes ironizaba desde hace varios años,  por el abuso de esa libertad de expresión que se le fue concedida. ¿Es en realidad una libertad de expresión que abarca a todo, una expresión con libertad crítica de temas políticos, sociales y civiles pero sin herir los sentimientos individuales o colectivos de una sociedad cuyo número sobrepasa el mil millones de individuos?
¿Debemos aceptar este doble rasero en nuestros comportamientos? Claramente no. ¿Cómo explicaríamos nuestra actitud cuando unas veces somos pasivos al terrorismo fuera de nuestras fronteras pero no cuando se nos acerca y cuando otras damos la espalda al ver a otros fanáticos glorificando el terrorismo con objetivos, que también apoyamos, e intenciones de derrocar a regímenes en tierra lejanas de las nuestras, como el caso de Siria, aunque para muchos este apoyo sea en su lucha contra la opresión y la dictadura?
Sí, todos estamos contra la muerte y cada muerte violenta es un crimen contra la humanidad. También lo son en cierto modo el extremismo y el radicalismo sea cual sea su ideología. Y más condenable que los dos, es la actitud de quienes instaron y animaron al islam político cuando inventaron AL Qaeda en Afganistán, para que desempeñara su trabajo contra el avance del comunismo de la Unión Soviética.
¿Por qué no tenemos una definición consensual de terrorismo? ¿No será porque hay por lo menos un par de países acusado de ser los más peligro representan contra la paz mundial?
Al escribir estas líneas salió la noticia del cese de Jim Clancy después de ejercer 34 años en la cadena norteamericana la CNN tras criticar la propaganda israelí en el caso de Charlie Hebdo.[2]
TOMADO DEL Blogger EL BLOG DEL LIBRO

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