La cadena de TV Russia Today (Francia) ha revelado que cuatro de los medios de comunicación más importantes del país, están siendo financiados por varios oligarcas que controlan hasta el 30% de los subsidios otorgados por el Ministerio de Cultura para apoyar la libertad y el pluralismo de los medios.

RT FRANCIA TIENE PROHIBIDO, POR ORDEN DEL PRESIDENTE MACRON, ACCEDER AL PALACIO DEL ELISEO

Todo un robo teledirigido desde el gobierno de Macron, para sembrar, como en España o EEUU, Gran Bretaña o Alemania, la confusión de los espectadores, lectores y radioyentes de tales plataformas.

Así, se puede afirmar que, por ejemplo, los diarios Libération, Le Figaro y Le Monde acaparan entre los tres más de 25 millones de euros, de los 84.727.210 que el ministerio puede distribuir anualmente.

La ironía del asunto duele cuando uno se da cuenta de que los medios de comunicación del “pensamiento único” reciben encantadas las ayudas públicas, destinadas a proteger la libertad de la información, para destinarlas a promover las mentiras y noticias falsas.

De hecho, los principales grupos de prensa, propiedad de multinacionales como LVMH o Dassault Group, por no mencionar a los oligarcas Matthieu Pigasse y Xavier Niel, que controlan Le Monde, desvían subsidios del estado para mantener a flote tales empresas que son invariablemente deficitarias.

 De todos modos, estos oligarcas pueden seguir ejerciendo el control de la información que emiten y publican, con alevosía e impunidad.


EL GOBIERNO VUELA AL RESCATE DE 

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE 

LA OLIGARQUÍA

El descaro es monumental. Y lo más sarcástico es que no sorprende a la población. Debe ser porque forma parte de una tradición nunca aceptada oficialmente. 

El modus operandi de los oligarcas es utilizar los recursos del estado para conseguir sus objetivos, sin reconocer que parte de ese dinero les sirve para sufragar su gastos extra.

En Canadá, donde he nacido y vivo, se aplica la misma receta, se baila con la misma canción a la que estamos acostumbrados.

Hace unas semanas, el gobierno de Justin Trudeau anunció recientemente que estaría dispuesto a proporcionar casi 600 millones de dólares para ayudar a los medios del país, relativamente marginados por los grandes monopolios estadounidenses o por ese otro al que llamamos GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon).

LOS CAPOS DE LE MONDE, MATHIEU PIGASSE (a la izda.) Y XAVIER NIEL (a la dcha.) RODEAN AL FALLECIDO MILLONARIO PIERRE BERGÉ

LOS PERIODISTAS OBJETIVOS SON 

CONSIDERADOS COMO ESPÍAS

Curiosamente, el arresto de Julian Assange parece marcar el comienzo de una era en la que los medios tendrán que alinearse con las políticas estatales, que dependen de los intereses de una plutocracia financiera que ya no está dispuesta a defender la verdad.

Para imponer su imperio, valga la cacofonía, quienes denuncian tales comportamientos o tratan de que el periodismo retorne a su función más sagrada (veracidad, rigor y contraste) serán considerados poco menos que como reos de alta traición y los estados ya no permitirán la difusión de información clasificada sin su consentimiento.

EN CANADÁ, AL ENEMIGO NÚMERO 1 DEL PERIODISMO SE LLAMA 
GAFA, O SAEA GOOGLE, APPLE, FACEBOOK Y AMAZON

UNA LEY DE “ACCESO A LA 

INFORMACIÓN” QUE BLOQUEA LAS

 ENTRADAS “LATERALES”.

Dado el acelerado ataque contra las libertades civiles, los periodistas no se sorprenderán de que prácticamente todo aquello que atañe al periodismo esté “protegido” por las leyes de ‘acceso a la información’.

Por lo tanto, en un proceso verdaderamente orwelliano, la redacción de estas normas y leyes se desviará de su significado original, para servir a los intereses de un régimen que quiere organizar un “campo de concentración” en el que encerrar a los profesionales honestos.

Justin Trudeau, un aliado cercano del presidente Emmanuel Macron, aplica el arte de los oxímorones sin pretensiones, asegurando que quiere resguardar la libertad de prensa y el acceso a la información, lo que es, sin más ni menos, una de las condiciones más fundamentales para el ejercicio de la democracia.

Democracia participativa cara a cara, ya que las decisiones sobre el otorgamiento de licencias de transmisión y la financiación de medios impresos, se deciden entre bastidores para premiar a los ‘mejores intereses’ de un puñado de multinacionales.

Para esta “legalización de la apropiación indebida” de los fondos públicos, se exige vigilar la difusión de la información publicada en las redes sociales, para proteger a los medios de comunicación alternativos y otras fuentes de información que no disfrutan del maná y aparecen casi amordazados.

De hecho, podemos hablar del ‘círculo virtuoso’ de una prensa occidental que defiende los valores sagrados del globalismo y el neoliberalismo.

Vivimos el fin de la prensa lo alineada, para convivir informativamente con el periodismo alienado.

Por Patrice-Hans Perrier


TOMADO DEhttps://tenacarlitos.wordpress.com
PUBLICADO ENhttp://victorianoysocialist.blogspot.com,
ENFacebook//ADOLFO LEON,  
ENTwittervictoriaoysocialista y
EN:  GoogleLibertad Bermejavictorianoysocialista@gmail.com