lunes, 13 de noviembre de 2017

"Bots, memes rusos y venezolanos" amenazan la seguridad nacional de España

Recientemente el gobierno español ha señalado la supuesta "intervención de hackers procedentes de Rusia y Venezuela" en la crisis institucional alrededor de la declaración de independencia de Cataluña. Cuestión que el gobierno monárquico piensa llevar ante el Consejo de asuntos exteriores de la Unión Europea.
Un exabrupto insólito, sumamente vergonzoso. El señalamiento por sí sólo es un meme y pasará a la historia como un episodio más, retrato de estos tiempos en que la institucionalidad española se fragmenta y trata de buscar su tabla en el mar en el Caribe. Asco, mil veces asco. No ha de extrañarnos que pronto el PP y los medios españoles terminen descubriendo al verdadero promotor de la independencia catalana: Kim Jong-Un.
Así lo han anunciado el portavoz gubernamental, Íñigo Méndez de Vigo, y la ministra de defensa, María Dolores de Cospedal. Reseñado por el recalcitrante medio antichavista y franquista El País, el anuncio coloca a Venezuela junto a Rusia como factores de "amenaza" al "orden democrático" del país donde el Rey Borbón es el jefe de Estado aunque nadie lo haya elegido. Todo desde el supuesto de la proliferación de "fake news", e infiere una ciberconspiración a gran escala implementada por el fantasma de la Unión Soviética y la nación castrocomunista del Caribe sureño. Cualquier nostálgico de los tiempos de la Guerra Fría estaría más que a gusto con el relato.
Los "hackers procedentes de Rusia y Venezuela" se dedicarían a falsear o tergiversar informaciones relativas a Cataluña y España. Por ejemplo, reseña El País, que los hackers transmitieron que desde las Islas Baleares se aboga por la independencia. También comunicaron que en las escuelas de Cataluña no se enseña el castellano. "La multiplicación de noticias sobre esta Comunidad Autónoma ha crecido exponencialmente desde el inicio de la crisis institucional y procede de medios vinculados a propietarios rusos o a personas concretas que han irrumpido en la información sobre Cataluña con mensajes siempre favorables a los independentistas o directamente falsos".
Según Esteban González Pons, portavoz del Partido Popular (PP) en el Europarlamento, estas injerencias tienen como objetivo desestabilizar a la Unión Europea. "Y en este momento, el foco para cumplir ese objetivo se ha puesto en Cataluña", especifica el vicepresidente del grupo popular europeo.
Como si no fueran bastante escatológicos y bizarros estos señalamientos, el gobierno de España planea llevar el caso hasta sus últimas consecuencias. "Este es un tema grave, donde la democracia tiene que hacer frente a los retos de las nuevas tecnologías", ha resumido Méndez de Vigo tras la reunión del Consejo de Ministros. "Es un tema que estará en el orden del día del próximo consejo de asuntos exteriores en Bruselas, donde el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, intervendrá en la materia", ha anunciado.
Resulta particularmente gracioso que precisamente el Reino de España encienda las alarmas al referirse a una avalancha de memes sobre Rajoy y publicaciones en Twitter y Facebook, como un "atentado" a su orden constitucional, luego de que enviaran miles de agentes del desorden público a apalear catalanes que intentaban someter a referéndum su destino político.
Los medios españoles, que se adjudican ser los amos de la verdad en el país de los desahucios y los suicidios mediáticamente silenciados, en el marco del ciclo violento del antichavismo en Venezuela desde abril a julio de este año, se refirieron a explosiones de alta potencia mediante artefactos caseros contra integrantes de los cuerpos de seguridad. Pero manipularon las imágenes y colocaron que esas explosiones venían a manos de los cuerpos de seguridad contra "manifestantes pacíficos opositores". Una canallada.
Desde la lógica de la palangre institucionalizada desde tiempos del franquismo, los medios de comunicación en España imponen la dictadura de la "verdad" hecha a la medida. Eso explica que la proliferación de "fake news" pueda ciertamente generar reacciones de la élite política del PP, entendiendo que el flujo de señalamientos desde páginas y redes ha resultados bastante incómodo para ellos, precisamente por revelar cuestiones que la massmediatización convencional no destapa. 
No debemos descartar que la proliferación de noticias incómodas a manos de los mismos españoles indignados por su sistema político, esté también enmarcada dentro de la supuesta ciberescalada rusa y venezolana.
¿Qué tiene que ver Venezuela con la independencia catalana? ¿Y Rusia?
Es desde las redes y no precisamente por no ser "fake news", donde se ha destacado con reiteración y con resaltador (literalmente) la aparición de un misterioso "M. Rajoy" en los famosos "Papeles de Bárcenas" -un equivalente ibérico a los Panamá Papers-, caso judicial donde se investiga a Luis Bárcenas y su papel en la financiación del PP, y que es uno de los muchos casos de corrupción que apuntan directamente a la dirigencia del PP y a un sinnúmero de políticos y empresarios.
En efecto esta es la comidilla de las teorías de la conspiración del ciberespacio. Ante la negativa de que el fulano "M. Rajoy" sea precisamente el jefe de gobierno Mariano Rajoy, las teorías podrían apuntar nuevamente a Venezuela, quizá, cuando el tema de Cataluña descienda del tapete. No ha de extrañarnos entonces que sea señalado un tal "Maduro Rajoy", probablemente tío-abuelo de ascendencia española pero radicado en Colombia, del presidente Nicolás Maduro. Quién sabe.
Es un hecho que en España cualquiera puede ir a la cárcel por tuitear de manera "irrespetuosa" contra la monarquía. Como también es un hecho que algún intérprete de Hip-Hop deba pagar con cárcel al señalar desde sus canciones y medios digitales que la élite empresarial, franquista y monárquica de Españistán es corrupta y criminal. Estos señalamientos harían que cualquier persona pueda ser señalada de "enaltecimiento del terrorismo", y las decenas de personas detenidas por estos actos no figuran en la categoría de "presos políticos", categoría que España sí adjudica a Leopoldo López, asesino guarimbero serial venezolano e hijo favorito de la burguesía.
La retórica insólita de los hackers rusos y venezolanos a los cuales se les endilga la crisis y fragmentación del sistema político monárquico (de la cual la separación catalana es una consecuencia) venía desde antes del referéndum catalán. La Guardia Civil (orgullo del franquismo) venía monitoreando y bloqueando el acceso a Internet y la información contentiva de detalles del referéndum catalán. Pero tal como ha sucedido con WikiLeaks en EEUU y tal como sucede en Venezuela con la web de crímenes económicos Dólar Today, los bloqueos de páginas son difíciles si algunas de ellas se replican mediante "páginas espejo" por ciberactivistas sin mayor pericia en uso de plataformas web.
La Guardia Civil anunció que un grupo de "hackers situados en Rusia y sus países satélite" estaban creando permanentemente enlaces nuevos para tener tantas copias de las páginas del referéndum para el día de su celebración, todo para limitar que a la justicia y la policía españolas les fuera imposible mantenerlas cerradas.
Vale decir que hasta ahora ninguna prueba consistente ha sido presentada al público y que los señalamientos contra Rusia, además de ir acompasados con una retórica intoxicante, empujan a la opinión pública a la semiótica del conflicto. Así lo han señalado políticos españoles y en esa narrativa ha contribuido el medio El País.
"La maquinaria de injerencia rusa en Internet trabaja a pleno rendimiento para elevar la crisis en Cataluña al nivel de otros conflictos con los que busca dividir la Unión Europea. Según un pormenorizado análisis de los medios prorrusos, estos han acelerado la publicación de informaciones sobre el pulso independentista catalán no sólo en español o inglés, sino también en alemán y ruso. En esos medios se acusa al Gobierno y la justicia española de actos de represión violenta y de desplegar paramilitares en Barcelona, y se augura el inminente advenimiento de una guerra civil ante la pasividad de la UE". Este señalamiento fue reseñado en El País.
Los señalamientos contra Rusia y Venezuela en el asunto catalán, como si estuviéramos en tiempos de la Guerra Fría, parece ser el ensayo de la fusión de los dos temas con los que la mediática española barre bajo la alfombra los severos en la península: Catalunya y Venezuela. Comidilla mediática, elementos temáticos para la manufacturación de consensos en el público español y ahora foco de teorías de la ciberconspiración.
Un exabrupto insólito, sumamente vergonzoso. El señalamiento por sí sólo es un meme y pasará a la historia como un episodio más, retrato de estos tiempos en que la institucionalidad española se fragmenta y trata de buscar su tabla en el mar en el Caribe. Asco, mil veces asco. No ha de extrañarnos que pronto el PP y los medios españoles terminen descubriendo al verdadero promotor de la independencia catalana: Kim Jong-Un.

TOMADO DEhttp://misionverdad.com/
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