jueves, 24 de marzo de 2016

No al Golpe, sí a la Democracia


Rute Pina, para Do Brasil de Fato. (Fuente: MST)

Con poca repercusión en la prensa masiva local e internacional, el viernes pasado más de un millón de personas en diferentes estados de Brasil salieron a la calle para pronunciarse en contra del golpe de Estado y a favor de la democracia. Estudiantes, movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos, artistas, ciudadanos organizados y no organizados formaron parte de la convocatoria.
Las manifestaciones por la democracia que tuvieron lugar el pasado viernes en los distintos estados de Brasil reunieron a más de 1,3 millones de personas, según el Frente Brasil Popular. Sólo en San Pablo alrededor de 500.000 personas salieron a las calles contra el intento de "Golpe " y el pedido de destituir a la presidenta Dilma Rousseff.
La presencia de la periferia fue notable en la movilización que, en torno a 16 horas, ya contaba con la participación de cerca de 80.000 personas en la avenida Paulista (San Pablo), el lugar de la convocatoria. La mayoría de los manifestantes llegaron en ómnibus y tren desde varios puntos de la ciudad, como M'Boi Mirim y Butantã. Las líneas verdes y amarillas de metro, que van hasta la avenida, estaban tranquilas y muchos manifestantes se trasladaron a pie hacia la plaza Roosevelt.
Nivive Ferreira, de 20 años, esperaba a sus colegas de las favelas de Heliopolis, que llegarían en un convoy de 10 ómnibus. "El domingo (en la manifestación contraria al gobierno y a favor de la destitución de la presidenta) no vi a nadie de mi comunidad participar. La gente estaba en el bar. Y no participa de estos actos porque es la que más sufre la represión de la policía y la falta de políticas públicas", dijo.
La estudiante de comunicación, que trabaja en una ONG que agrupa las asociaciones de residentes de Heliópolis, sostuvo que los barrios periféricos también se movilizan contra el juicio político, que, en su opinión, podría representar un retroceso en Brasil. "Estoy participando porque yo no quiero un revés de las cosas, no quiero un retroceso en los  derechos de los homosexuales, las minorías, entre otros", señaló.
Pluralidad
El jubilado Edelcio Pereira, de 56 años, afirmó que la voluntad de tomar las calles en la tarde del viernes fue para “luchar por la democracia” y contra la posibilidad de un golpe de Estado inminente en el país. Él, que acompañó numerosas protestas en la década de 1980, aprobó la pluralidad de los actos. “Un país sólo de una minoría es un país sin gracia y eso es lo que quiere la derecha”, dijo.
Grupos feministas, sindicalistas, de intelectuales, políticos e incluso de madres llenaron la avenida Paulista. La profesor de yoga, Julia Borges Calderone, de 32 años, estaba en la manifestación con su hija de nueve meses. Ella y un grupo de madres tienen en los alrededores de la avenida una base para las mujeres que necesitan una pausa para descansar, amamantar o cambiar a los bebés. “El mejor regalo que le puedo dar a mi hija es estar luchando por el futuro. Parece cursi, pero estoy pensando en cuál es el país que dejaré para mi hija. ¿Cuando sea adolescente vivirá en un país democrático o represivo?” preguntó Julia. 
La cantidad de jóvenes impresionó a Natalia Rampazzi y Datieli Albuquerque, ambos de 17 anos. "La media de edad aquí debe ser 19", bromeó Natália, estudiante de Filosofia. Ella y su amigo, estudiante de Derecho entraron este semestre en el programa Universidad para Todos de la Universidad de San Judas. "Pienso que hay más jóvenes aquí. La gente tiende a ser más proclive a rebelarse. Y también porque siente que el gobierno del Partido de los Trabajdores tiene más políticas públicadas volcadas a la juventud”, dijo.
Ellos estaban en frente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo cuando un grupo comenzó a protestar en contra de la institución. “No, no, no, dónde está el filet mignon” cantaba en referencia al almuerzo que la institución había ofrecido a los manifestantes pro-destitución que ocuparon la avenida el dia anterior. Algunos, entonaron cánticos contra la red Globo. 
Natalia dijo concordar con la protesta en contra de Globo. Según ella, gran parte del clima de polarización política en el país tiene que ver con la cobertura de la prensa. "Creo que tiene mucho que ver con la opinión de que la crisis no tendrá fin. Y creo que va a pasar ", dijo Datieli y añadió: "Un juicio político no va a resolver la crisis económica, sólo la puede empeorar ".
Movimientos
La presidenta de la Unión Nacional de Estdiantes, Carina Vitral, afirmó que el movimiento estudiantil participa de las protestas para  "pensar en el futuro".
Entre las banderas y globos de las centrales sindicales, organizaciones y partidos, una bandera anarquista era levantada por el profesor Pedro, de 35 años. Él afirmó que ha decidido participar en el acto, pero no en un sentido partidario, sino por percibir un movimiento de derecha creciente en América Latina. El profesor, quien desaprobó la manifestación del pasado domingo por la destitución de la presidenta, afirmó: "Quien realiza este análisis no entiende la gravedad de lo que estamos viviendo".
El filósofo Paulo Arantes, de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de San Pablo, también estuvo presente en la manifestación y abogó por la unión de los sectores de la izquierda. "Lo más importante hoy es pensar en el día siguiente. Lo primero no es luchar entre nosotros", dijo.
Já Guilherme Boulos, líder del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, criticó al Poder Judicial que, según él, atravesó los últimos días un “límite peligroso"  atacando los derechos constitucionales en el país. “Incluso haciendo duras críticas contra el gobierno, estamos aquí en defensa de las garantías democráticas”, señaló. “La participación en la manifestación es importante, porque hemos experimentado una escalada y un ataque a los derechos democráticos en el país". 
Lula
Alrededor de las 19:30 horas, el ex-presidente y actual ministro de la Casa Civil, Luiz Inácio Lula da Silva, pronunció un encendido discurso donde prometió que entraron en el gobierno para “ayudar Dilma a hacer lo que tiene que hacer". "He aceptado participar en el gobierno porque todavía faltan más de dos años de gobierno de Dilma y es tiempo suficiente para que demos vuelta la historia de este país. Para quienes nos odian, respeten el voto de 54 millones de brasileños ", dijo el ex presidente. "La democracia es el único camino posible ", añadió.
Después del discurso de Lula, varios artistas como Flora Mattos y MC Sofía, actuaron para el público que se posicionó a favor de la democracia.

PARA DERROCAR A DILMA, ALGUNOS JUECES BRASILEROS, BASTANTE REACCIONARIOS ELLOS, SALIERON PRESUROSOS A GOLPEAR MALAMENTE A LULA...EL TEMA DE LA CORRUPCIÓN QUEDÓ RELEGADO Y LA OPOSICIÓN AL GOLPISMO PASÓ A PRIMERA PLANA; LOS JUECES MOTIVARON LA MOVILIZACIÓN, SACARON EL 'PETISMO' DE SU PASIVIDAD Y LLENARON LAS AVENIDAS DE ROJO SANGRE. ¡EL TIRO POR LA CULATA Y LULA AGRADECIDO: LA PRESIDENCIA QUEDÓ NUEVAMENTE AL ALCANCE DE SU MANO! - Jorge Zabalza




Manifestación en apoyo al ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, el viernes en el centro de San Pablo, Brasil. Foto: Nelson Almeida, Afp

Manifestación en apoyo al ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, el viernes en el centro de San Pablo, Brasil. Foto: Nelson Almeida, Afp

En las malas, mucho más

Miles de personas se manifestaron en Brasil contra los intentos golpistas y en defensa de la democracia. 
Un juez del Supremo Tribunal Federal suspendió el viernes la designación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como jefe de gabinete, y puso fin a una serie de fallos y apelaciones en tribunales de primera y segunda instancia acerca de su incorporación al Ejecutivo de Dilma Rousseff. El tribunal entró ahora en recesión por la Semana de Turismo y tiene prevista su próxima sesión para el 30 de marzo; por lo tanto, si no convoca a sesiones extraordinarias, la decisión final sobre si Lula entrará a la Explanada de los Ministerios se conocerá recién en abril.
En el teatro Sesc Palladium, de Belo Horizonte, se presentaba el sábado de noche la obra “Todos los musicales de Chico Buarque en 90 minutos”. Allí, el director y actor Cláudio Botelho calificó al ex presidente Lula de “ladrón” y defendió el juicio político contra Rousseff. Desde el público comenzaron los abucheos, que fueron continuados por el “No va a haber golpe [de Estado]”, un cántico que se popularizó en los últimos días entre quienes se manifiestan en contra de la salida del gobierno. La obra tuvo que ser suspendida, mientras la gente abandonaba la sala. Chico Buarque dijo que retirará a Botelho la posibilidad de utilizar sus canciones, y que sus palabras le generaron “espanto” y “desagrado”.
Así como durante la semana pasada miles de personas salieron a las calles a reclamar la salida del gobierno, el viernes otros miles lo hicieron para defender su permanencia y reclamar el respeto al voto y a la democracia brasileña.
Las movilizaciones del viernes reunieron a casi un millón de personas en todo el país, según las decenas de agrupaciones de izquierda que las convocaron, entre ellas el Partido de los Trabajadores (PT) y la Central Única de Trabajadores (CUT), bajo el lema “Ven a la democracia”. En un breve discurso, Lula dijo en la movilización: “Estas personas que están aquí vestidas de rojo [los colores del PT] no están porque tenían el viaje en metro gratis ni porque fueron convocadas por los medios de comunicación durante toda la semana. Están aquí porque conocen el valor de la democracia y el de que el pobre suba en la escala social. Saben cuál es el valor de que la hija de una empleada doméstica pueda ir a la universidad”. El ex presidente agregó: “No quiero que los votantes de Aécio [Neves, ex candidato presidencial] me voten, quiero que todos comprendan que democracia es convivir con la diversidad”, agregó.
Algunas personas que asistieron a la movilización de San Pablo, una de las principales, denunciaron que ciertos servicios de transporte que dependen del gobierno paulista habían dejado de funcionar, lo que dificultó su llegada al lugar de la convocatoria. El gobierno de San Pablo está en manos de Geraldo Alckmin, uno de los nombres que suenan para la candidatura a la presidencia del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que participó en las movilizaciones contra el gobierno y reclamó la salida de Rousseff de la presidencia.
Entre ellos
El mismo viernes, después de que terminara la movilización, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes suspendió la designación de Lula como jefe de gabinete. En su fallo, Mendes hace referencia a dos de las conversaciones entre Lula y Rousseff que fueron entregadas a los medios por parte de la Justicia. Una de ellas es un diálogo del 4 de marzo, el día en que Lula fue detenido para que declarara.
En ese diálogo, el ex presidente le dice a Rousseff que su detención fue “un espectáculo de pirotecnia sin precedentes” y agrega: “Están convencidos de que con la prensa liderando cualquier investigación van a conseguir refundar la República”. Lula afirma que los órganos judiciales y el Parlamento están “totalmente acobardados”, y que los presidentes de ambas cámaras legislativas están “jodidos”. Agrega: “Yo, sinceramente, estoy asustado con la República de Curitiba [en referencia a la ciudad en la que se encuentra el juzgado de Sérgio Moro, que lleva adelante la investigación de Petrobras], porque a partir de un juez de primera instancia todo puede ocurrir en este país”.
Luego de incluir la transcripción de algunos tramos de esas conversaciones, Mendes considera que en ese diálogo “no hay un pedido” de Lula para ser designado como parte del Ejecutivo, pero sí “una clara creencia de que sería conveniente” que su caso no fuera juzgado por Moro sino por “una corte acobardada”, en referencia al STF. Además, “hay una creencia” de que el STF sería más benevolente con Lula que Moro, agrega Mendes. A partir de ese argumento decide suspender la designación de Lula y consigna que la investigación judicial en su contra debe mantenerse en el tribunal de primera instancia que está a cargo de Moro.
Columnistas y analistas de algunos medios de izquierda han considerado contradictorio el fallo de Mendes, porque parece establecer que un tribunal de primera instancia será más duro con Lula que el STF, que él mismo integra. Además, dirigentes del PT criticaron que Mendes juzgue un recurso presentado por la abogada Marilda Silveira, que trabaja en el Instituto Brasileño de Derecho Público, cuyo socio mayoritario es el propio Mendes.
La suspensión es una medida cautelar dispuesta hasta que el pleno del STF defina si Lula puede asumir como ministro. En el fallo Mendes señala que su decisión suspende cualquier otro proceso judicial que se estuviera llevando adelante acerca de la designación de Lula, y sólo un fallo del STD puede revetirla. La Abogacía General de la Unión presentará un recurso para dar marcha atrás a esta decisión y otro en el cual se pide que este tema se trate con “urgencia”. La próxima sesión del STF está convocada para el 30 de marzo, pero todavía no está definido si en esa instancia se tratará este asunto. Además, los abogados defensores de Lula presentaron un recurso ante el STF, y lo mismo hizo un grupo de seis reconocidos juristas, para pedir que la decisión de Mendes sea revertida.
Por otra parte, según el diario O Estado de São Paulo, el presidente del Senado, Renan Calheiros, reconoció en conversaciones con sus allegados que si la Cámara de Diputados aprueba la realización del juicio político él no tendrá la fuerza necesaria para revertir esa decisión en el Senado. 
La semana pasada se formó la comisión especial que analizará el pedido de juicio político. Cuenta con 65 integrantes, de los cuales 36 están siendo investigados por la Justicia, cinco de ellos por la trama de corrupción en Petrobras.
Durante el fin de semana la Orden de Abogados de Brasil decidió pronunciarse a favor del juicio político contra Rousseff y acompañarlo, ya sea sumándose al que ya se está tramitando en la cámara baja o presentando uno nuevo. - LA DIARIA


Cientos de miles marchan en apoyo a Rousseff y Lula:

"Oposición está incitando a una guerra civil en Brasil"

Publicado: 19 mar 2016 04:55 GMT | Última actualización: 19 mar 2016 05:30 GMT - RT
Algunos expertos opinan que la actual crisis política en Brasil debe leerse desde una perspectiva histórica que evidencia los constantes ataques de la derecha.
Este viernes miles de brasileños salieron a las calles del país para mostrar su apoyo a la presidenta Dilma Rousseff y al exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, quien estaba presente en el acto, informa el portal 'Terra Brasil'. Las manifestaciones han sido convocadas por los sindicatos obreros y movimientos sociales en al menos 25 estados del país.
De acuerdo con los organizadores del evento, la marcha en una de las importantes vías de la ciudad de São Paulo, Avenida Paulista, ha congregado a unas 250.000 personas, entre ellas, Gilmar Mauro, de la dirección del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). El portal 'Brasil de Fato' ha conversado con el activista, quien ha llamado desde las calles de São Paulo a "todos los demócratas y personas sensatas de este país a un proceso de movilización".
Paulo WhitakerReuters
"El país vive un momento extremadamente complicado, una crisis económica, ambiental, social, que además no es brasileña, es mundial. Pero en la política las intervenciones tanto de la Red Globo, como de Moro (el juez federal Sergio Moro, quien ordenó la detención de Lula da Silva), están incitando a una guerra civil y tendrán que ser responsabilizados por eso", afirma Mauro. El activista ha señalado que tal situación "atenta contra el proceso democrático y está rasgando la Constitución brasileña".
Según el experto la única alternativa para resolver la situación que vive hoy en día el país es mantener a Dilma y a Lula en el poder. La pluma de ellos y las rúas de nuestra parte, serán las garantías de la continuidad de la democracia", afirmó.  
Paulo WhitakerReuters

Eco en la historia  

El periodista y escritor Fernando Morais, que también ha hecho a 'Brasil de Fato' sus comentarios sobre el tema, opina que la situación actual de Brasil debe leerse desde una perspectiva histórica que evidencia los constantes ataques de la derecha para frenar los proyectos populares en el país. Autor de biografías como 'Olga' (acerca de la militante Olga Benário) y 'Los últimos soldados de la Guerra Fría' (donde aborda la historia de espías cubanos en los Estados Unidos), Morais propone pensar la actual coyuntura recuperando algunos hechos claves de la historia brasilera como el suicidio de Getulio Vargas en 1954, las tentativas de destituir al presidente Juscelino Kubitschek en 1955, de impedir a Jango [João Goulart] asumir la Presidencia en 1961 y el golpe militar de 1964. "El mundo cambió. Los personajes son los mismos", señala el escritor. Según Morais, la situación actual es nada más que un nuevo intento de la derecha para frenar un "proyecto de país volcado para los pobres".  
Paulo WhitakerReuters

"Ofensiva brutal"

Cabe señalar que las manifestaciones han tenido lugar después de una "ofensiva brutal" contra el gobierno de Dilma Rousseuff y la designación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como ministro de la Casa Civil, en la que se lanzó el Poder Judicial de Brasil los últimos días.
Todo empezó el pasado 4 de marzo, cuando la Policía brasileña detuvo al expresidente para interrogarle por su presunta vinculación al caso de corrupción Petrobras. Cinco días después la Fiscalía presentó cargos contra el exmandatario por presunta ocultación del patrimonio, entre otras cosas. El 10 de marzo el mismo órgano pidió prisión preventiva para Lula da Silva basándose en las mismas acusaciones de antes y también por lavado de dinero.
Nacho DoceReuters
Posteriormente la presidenta Dilma Rousseff decidió nombrar como jefe de gabinete a su antecesor y padrino político. Y el 17 de marzo Lula da Silva asumió el cargo entre protestas y manifestaciones de apoyo. Sin embargo, no aguantó ni una hora en el puesto porque un juez federal suspendió su nombramiento. Como respuesta, el Gobierno de Brasil apeló la decisión. Y después otro magistrado ha anulado la orden que impedía la designación del expresidente.


El analista internacional Amílcar Salas Oroño, por su parte, expresó a RT que tal actuación de los órganos judiciales del país obedece a intentos para dañar la reputación del ejecutivo de Dilma Rousseff. "Esto es una campaña no solo de desprestigio, sino también de intentar de alguna forma deslegitimar todo el gobierno de Dilma Rousseff", señala el experto. De acuerdo con Oroño, lo que están tratando de hacer las oposiciones es mezclar las pruebas que se requieren en la justicia ordinaria con las pruebas que eventualmente se requieren para los juicios políticos.



Luiz Inácio Lula da Silva durante una conferencia, el 4 de marzo, en San Pablo, Brasil. Foto: Nelson Almeida, Afp

Luiz Inácio Lula da Silva durante una conferencia, el 4 de marzo, en San Pablo, Brasil. Foto: Nelson Almeida, Afp

Sin tregua

La divulgación de una llamada telefónica entre Dilma y Lula agrava la crisis política en Brasil. 

La noticia del día en Brasil, la designación de Luiz Inácio Lula da Silva en uno de los principales cargos del Ejecutivo de Dilma Rousseff, fue opacada anoche cuando se hizo pública una conversación entre el ex presidente y la actual mandataria. Ese diálogo fue interceptado y divulgado por el juez Sergio Moro, que lo interpretó como un indicio de que Lula fue designado para que pudiera evadir a la Justicia. Por su parte, la Presidencia, que dio a conocer otra explicación sobre esa charla, manifestó su indignación por la decisión de divulgarla y anunció que presentará denuncias contra Moro.
Para el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva será “el ministro de la esperanza” al asumir como titular de la Casa Civil, un cargo que en Brasil equivale al de un jefe de gabinete o al de un ministro de Presidencia, y que tiene entre sus tareas asesorar a la presidenta Dilma Rousseff y coordinar políticas entre los integrantes del Ejecutivo.
El oficialismo confía en Lula para solucionar la crisis que enfrentan Brasil y el gobierno. “El presidente Lula acaba de aceptar la invitación para ser ministro jefe de la Casa Civil [...] Tendremos un ministro con larga experiencia para ayudar al país”, dijo el jefe de bancada del PT en la Cámara de Diputados, Afonso Florence, que se encargó de anunciar la designación. Afirmó que la decisión se tomó “única y exclusivamente con el objetivo de poner fin a la crisis”, y negó que desde ese cargo el ex presidente pueda obstaculizar investigaciones judiciales que apuntan contra él mismo y contra otros integrantes del gobierno y del PT. 
Según informaron la agencia Reuters y la revista Carta Capital, las sospechas de que su designación era una manera de evitar la Justicia común fueron uno de los temas que más preocuparon a Lula a la hora de aceptar el cargo. Como ministro, ahora le corresponderá ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal, y quedará fuera de la órbita del juez Sergio Moro, que después de allanar su casa y conducirlo por la fuerza a testificar, se convirtió en una de las figuras públicas más valoradas por los manifestantes opositores que piden la renuncia de Rousseff. Ayer la presidenta dijo al periódico O Estado que las sospechas de que Lula intenta evadir a la Justicia muestran una desconfianza en la independencia del Supremo Tribunal Federal.
En cuanto a la crisis política, se prevé que Lula tendrá la función de acercar el Ejecutivo a los movimientos sociales, al PT y a los demás partidos que integran la alianza de gobierno. El presidente del Senado, Renan Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, dijo poco antes de que se confirmara la designación: “Lo que yo sé es que, indiscutiblemente, él tiene buenas relaciones con el Congreso Nacional. Espero, y considero que Brasil espera también, que las cosas mejoren en el país”.
Por el liderazgo del ex presidente y por el cargo que ocupará, también se ha especulado con que pueda promover cambios en la línea política del gobierno y orientarlo más a la izquierda. Por eso ayer Rousseff descartó cambios en la conducción de la política económica. Destacó “el compromiso de Lula con la estabilidad fiscal”, negó que su gobierno vaya a utilizar las reservas en moneda extranjera para aumentar las inversiones, y ratificó que el ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, y el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, siguen firmes en sus cargos, informaron O Estado y Folha de São Paulo.
Ahora es Lula
La llegada de Lula al gobierno habilitó otra lectura, que ayer se repetía en varios medios: en alguna medida, Rousseff cede poder y protagonismo al ex mandatario. “Para intentar salvarse, el gobierno termina y Dilma se convierte en presidenta emérita”, escribía ayer Igor Gielow, director de la filial de Folha en Brasilia. En _O Estado de São Paul_o, Marcelo de Moraes titulaba su columna: “Dilma tira la toalla y entrega el gobierno a Lula”. Ayer Rousseff negó que sea Lula quien vaya a gobernar Brasil, y aclaró: “[Tendrá] los poderes necesarios para ayudarnos, para ayudar a Brasil”. 
La oposición cuestionó la designación. Para el ex presidente Fernando Henrique Cardoso “es escandaloso” que haya sido designado “en un momento que puede convertirse en reo en un proceso”. Un dirigente del partido Demócratas, Pauderney Avelino, dijo que recurrirán a la Justicia para argumentar que la designación sólo busca frenar las investigaciones sobre la red de corrupción en Petrobras que puedan afectar al ex presidente.
Por su parte, la ex candidata presidencial del Partido Verde, Marina Silva, fue más lejos en su interpretación y consideró que la designación de Lula “crea en la práctica un primer ministro dentro de un sistema presidencialista” lo cual supone un “cambio de sistema político sin pasar por la Constitución”. Por su parte, Paulo Skaf, líder de la poderosa patronal Federación de Industrias, dijo que el nombramiento fue un “golpe contra la nación brasileña”. Unos cientos de personas se concentraron frente al Palacio de Planalto para protestar contra la designación y contra el gobierno.
Horas más tarde, la página web de O Estado titulaba: “Grabación de Dilma y Lula indica que la designación se hizo para evitar el Lava Jato”. Titulares similares se repetían. Según transcribieron varios medios de Brasil, en una conversación interceptada, y difundida por el juez Sergio Moro, que investiga a Lula por sospechas de corrupción vinculada con el caso Petrobras, Rousseff le dice al ex presidente: “A continuación voy a enviar a Messias [Jorge Rodrigo Araujo Messias, jefe adjunto de asuntos legales de Personal] junto con el papel, para tenerlo y usarlo sólo en caso de necesidad, que es el acta de toma de posesión”.
Lejos de la interpretación de que el “caso de necesidad” sería un arresto de Lula, la secretaría de prensa de la presidencia emitió un comunicado en el que explica que el ex presidente fue nombrado en el cargo, que recién asume mañana a las 10.00, en el Palacio de Planalto, en un acto colectivo en el que otros ministros designados tomarán posesión de sus carteras. Agrega que como Lula no sabía si participaría en esa ceremonia, la presidenta le envió el acta de toma de posesión, que sólo sería utilizada en caso de ausencia del nuevo ministro de Casa Civil.
Para cerrar el comunicado, afirma que “pese al contenido republicano de la conversación, repudia con vehemencia su divulgación, que resulta una afrenta para derechos y garantías de la Presidencia de la República”, y agrega que “todas las medidas judiciales y administrativas pertinentes serán adoptadas para la reparación de la fragrante violación de la ley y de la Constitución de la República, cometida por el juez”.
Según la prensa brasileña, los audios fueron grabados por la Policía Federal, que por orden de Moro interceptó el teléfono de un asesor del Instituto Lula. Ayer Moro dijo que divulgó esos audios porque “la democracia en una sociedad libre exige que los gobernados sepan lo que hacen los gobernantes. Ahora que no son secretos, los investigados tienen amplio derecho a defensa”, informó O Estado. Un asesor de Dilma citado por Folha, cuyo nombre no fue publicado, dijo que el caso es grave y que el país está viviendo en un Estado policial. - La Diaria


El impasse brasileño: la lucha de clases y la geopolítica mundial

por Amílcar Salas Oroño - La Haine - 17/03/2016 - Brasil
Cada vez son más las informaciones que muestran la capilar presencia en Brasil de la USAID o de la NED o de ONGs diversas con fondos imperiales
En un país tan heterogéneo como Brasil, diverso y cambiante, el grado de densidad de la autoridad presidencial, su investidura, se convierte en un factor fundamental a la hora de establecer el ritmo del proceso político y la definición de las diferentes agendas. Al respecto, lo que ha ocurrido de un tiempo a esta parte –y de forma más acelerada, desde el año pasado hasta la fecha- recesión económica, dispersión ideológica y crisis de la representación mediante, es que el poder presidencial se ha licuado de tal forma que ha perdido su capacidad de iniciativa. Hoy en día, la dinámica del sistema pareciera provenir desde factores de poder con intereses propios (medios de comunicación, entidades empresariales, intereses extranjeros, entre otros) que, en un avance progresivo, han dejado a la voluntad política gubernamental en un verdadero impasse. Un impasse político que, si no se toman los recaudos necesarios, irá abriendo camino para una cada vez más acentuada colonización privada del Gobierno; la expansión del PMDB sobre el escenario político es precisamente expresión de este retroceso.
Las movilizaciones y sus organizadores
Manifestaciones tan multitudinarias como las del domingo pasado nunca pueden tener un único principio convocante, ni una consigna abarcadora, ni un actor fundamental que las vehiculice; cuando las cifras son tan expresivas se desbordan parcialmente las racionalizaciones que se quieran hacer sobre el asunto y las conjeturas resultantes. Sin embargo, lo que sí no ha sido, en este caso, es una movilización espontánea como las que se verificaron, en mayor o menor grado, en junio del 2013. Aquí la preparación y la planificación son elementos que deben ser considerados, como así también merece cierta observación el propio lugar donde ésta fue más contundente: en la circunscripción electoral que corresponde a la Avenida Paulista –en la Ciudad de San Pablo– Dilma Rousseff obtuvo en la última disputa presidencial uno de sus peores registros de todo el país: fue derrotada por Aecio Neves por 86,68% de los votos.
Sobre esta cartografía, y como elemento agregado a una caracterización de la marcha sobre la Avenida Paulista, hay que identificar el carácter (de clase) de los organizadores: durante las semanas previas, buena parte de las entidades empresariales de la ciudad de San Pablo y del Estado de San Pablo decidieron comprometerse fuertemente en la movilización, no sólo con mensajes privados a sus asociados, sino dando a conocer públicamente los fundamentos de su presencia para el 13 de marzo: la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP) insistió con su consigna “basta de pagar el pato”; la Asociación Comercial de San Pablo (ACSP) imprimió cientos de remeras con el slogan “empresario aparezca, antes de que desaparezca”; el Sindicato de Empresas de Compra, Venta y Alquiler de Inmuebles de San Pablo (Secovi-SP) llamaba a “Cambiar Brasil”; el Presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Química (Abiquim), Fernando Figuereido, pedía los días previos por “una salida rápida para la crisis política”. Entidades gravitantes en el PBI nacional, muy gravitantes, decididas a tomar acción directa sobre el escenario político; como el Presidente de la Sociedad Rural Brasileña (SRB), Gustavo Junquera, para quien el país estaba en un “desgaste final”; o la red gastronómica Habib`s, que distribuyó por varias ciudades 150 mil carteles con la inscripción “Quiero mi país de vuelta”. Frente a semejante apuesta organizativa, del pasado domingo debe registrarse un hecho, para nada secundario: que las diversas fracciones de la burguesía también se valen de las calles como instrumento de avance para sus posiciones.
Brasil y la geopolítica mundial
Como bien se supo tiempo después, al desclasificarse ciertos archivos, J. F. Kennedy y Lincoln Gordon –el embajador estadounidense en Brasil en aquél entonces- diseñaron, frente al rumbo político que tomaba el país, un “Plan de Contingencia para Brasil”, instrumento que no escatimaría en recursos a la hora de financiar desde candidaturas electorales de opositores, prensa y difusión, o acciones más directas, como llevar la flota del Comando Sur al Puerto de Vitoria o costear el ingreso de “civiles” al territorio brasileño: sólo entre los años 1962-1963 los controles migratorios registraron la entrada de más de 5000 ciudadanos de EEUU al Brasil, muy por encima de la media de los años previos. Más de medio siglo después, las circunstancias son completamente diferentes, como también lo son las formas en que se ejerce la diplomacia internacional o la expansión de los intereses de cada país; sin embargo, esto no implica desconocer las variadas formas de presión a las que se ven expuestos los países periféricos cuando arriesgan, aunque sea de forma tenue, colocarse en ciertas posiciones de autonomía en materia de geopolítica mundial, o incorporarse a bloques emergentes -como hizo el propio Brasil al ingresar a los BRICS.
Tanto el ingreso de Brasil a los BRICS como la regulación (soberana) que hizo sobre su producción del petróleo del Pre-Sal –el mayor descubrimiento de reservas de petróleo del Siglo XXI- en el 2010, le valieron al país –y a Lula y a Dilma- no sólo un cambio de consideración por parte de la “comunidad internacional” sino también el menos delicado y directo espionaje que la NSA le dedicó (como lo evidenció Wikileaks en el 2013) a la propia Presidenta y a Petrobrás. No son las mismas circunstancias que hace medio siglo, pero cada vez son más las informaciones que muestran, por ejemplo, la capilar presencia en territorio brasileño de la USAID o de la National Endowment for Democracy, o de ONG`S diversas de fondos diversos, en el entramado comunicacional y partidario del país. Políticos, comunicadores o referentes, como Kim Kataguiri, el organizador del Movimiento Brasil Libre (uno de los principales convocantes en las redes sociales a las manifestaciones), cuya carrera y reconocimiento como mediador socio-cultural fue financiada por la dudosa Students for Liberty, una fundación que se dedica a la “promoción de los valores de la libertad en los jóvenes” en todo el planeta. Hoy Kim Kataguiri es columnista del principal diario brasileño – Folha de Sao Paulo – en otra de esas casualidades que moldean la actualidad brasileña; recorrido similar al de Oscar Torrealba, ahora columnista de El Universal venezolano y fundador de JAVU (Juventud Activa Venezuela Unida), uno de los puntales juveniles de la oposición al Presidente Nicolás Maduro.
Poder de clase y presencia extranjera
Evidentemente el impasse político en el que se encuentra Brasil ha ganado densidad histórica; la eficacia de las presiones –internas y externas- dejan cada vez menos margen de maniobra al ya debilitado Gobierno de Dilma Rousseff.
Sin embargo, no siempre los vectores de los acontecimientos confirman la trayectoria: quizás el revitalizado discurso (y presencia en la escena pública) del propio Lula pueda convertirse en ese punto de partida ideológico que redefina la dialéctica venidera.
A diferencia de lo que sucedió frente al escándalo del “mensalao” en el 2005, en el que el mismo Lula pidió disculpas y aceptó que podía haber sido traicionado, su respuesta frente al escándalo del “Lava-Jato” ha sido completamente diferente: rodeado de micrófonos tras su declaración forzada del viernes 4 de marzo, con toda su irritación de clase a cuestas, le apuntó a 'O Globo', a 'Veja' y a esos que, se sabe, son parte constitutiva de los problemas cotidianos de las grandes mayorías brasileñas. No es poco.
CELAG

TOMADO DEhttp://noticiasuruguayas.blogspot.com/ 
Y PUBLICADO EN: http://victorianoysocialist.blogspot.com/

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