jueves, 12 de noviembre de 2015

"Tetacracia For Export" (en onda StandUp)



Marsolaire Quintana
10/11/2015


En viste de haberme agradado la forma de identificar y tratar una de los tantos detalles de nuestra idiosincrasia, La cual  nos caracteriza y nos diferencian del resto de los suramericanos; la publico tal cual me llego, solo aclare  un modismo y agregue algunas fotos alusivas al texto.    


Las Tetas de María  Guevara

Las de María  lionza

La de Niquitao 

Las de mi vecina


Ayer en el Subte un amigo me dice:(El Subte de Buenos Aires es la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, compuesta de seis líneas ―A, B, C, D, E y H― con una extensión total de 58,8 km y 83 estaciones en operación). 

"Aquella mujer es paisana tuya. La reconozco por el 

escote". En efecto, al escuchar a la señora en cuestión 

un acento propio de Carúpano me hizo pensar en cuánto

 poder de observación tienen los hombres de estos

 pagos últimamente.



 Mis amigos argentinos han comprendido que la ley de 

la gravedad existe en todas partes, menos en el escote 

de las venezolanas.


Mis amigas argentinas, por su parte, han aprendido a 

pedir corpiños con push-up, producto impensable antes 

de la actual migración venezolana. 

Puedo asegurarles que Buenos Aires se ha 

tropicalizado tanto que ya tenemos aquí los tres tipos 

de lingerie existentes en Caracas: nacional, importada y 

colombiana.


En Venezuela el sistema político real es la ‪#‎Tetacracia‬ y 


el Himno Nacional es “Sólo quiero cocos (aka Cocos y 

Melones)”, entonado por Guillermo Dávila. 

En Venezuela hay un culto a la teta: Así le decimos a los 

cerros (por ejemplo, las Tetas de María Guevara o las de 

Niquitao), a los helados caseros y a los negociados 

burocráticos



En Venezuela la #Tetacracia tiene su propio culto 

mítico/religioso: María Lionza, la diosa con los pechos 

al aire. 

No tuvo tanto éxito la Venus de Tacarigua porque era 

talla 32-A: en nuestro país el tamaño de la copa es lo 

importante.
La psicoanalista Melanie Klein escribió sobre el impacto 

de la teta buena y la teta mala en la psiquis infantil; en 

ese orden de ideas, la #Tetacracia venezolana ha 

superado la etapa oral, aunque la inflación nos hace 

estar mamando a todos. Decir “pelando bolas” es 

contrario a la ideología‪#‎Tetacrática‬, por razones obvias. 




La #Tetacracia venezolana es el poder tras el poder. No 

en balde se dice que, en política, el que no llora no 

mama. Por eso creo que si María Corina Machado 

hubiera enseñado el escote a Bush Jr., en vez de los 

pies en la Casa Blanca, los Marines llegaban ipso facto 

La Guaira. Eso le pasa por no creer sinceramente en el 

poder popular endógeno. 




Como todo sistema venezolano, la #Tetacracia también 

es bolivariana: Matea es la única mujer llevada a la 

cripta de los Bolívar, en la Catedral de Caracas, por ser 

nodriza. 

Pero hay que recordar que Bolívar también mamó de su 

madrina, la señora Mijares, cubana de origen. De allí 

proviene, y lo digo sin mala leche, la conchupancia con 

Cuba. 




La #Tetacracia venezolana también es víctima de la 

guerra asimétrica: no hay dólares suficientes para 

prótesis siliconadas. 


Pero en su lucha contra el imperialismo y el 

neoliberalismo que intentan dominarla, constreñirla y 

asfixiarla, la #Tetacracia vivirá y vencerá. 



TOMADO DE: https://www.facebook.com/ Marsolaire Quintana


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