sábado, 28 de marzo de 2015

Arabia Saudita y EEUU intervienen en Yemen para salvar sus intereses geoestratégicos

Arabia Saudita lanzó, junto a otras cuatro monarquías y con apoyo logístico estadounidense, una intervención que apenas iniciada provocó 20 muertos civiles en un barrio residencial de Sanaá, la capital, y enfrentamientos fronterizos con los hutíes que se movilizan en masa en el Norte del país.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Qatar, Bahrein, Marruecos, Paquistán, Egipto y Jordania respondieron así de modo casi instantáneo al desesperado pedido del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, quien este miércoles, desde un desconocido lugar en Adén mientras su palacio se encontraba bajo bombardeo hutí, solicitó una urgente intervención extranjera a la ONU y a sus aliados regionales.
La operación denominada “Tormenta de la Firmeza” se inició en la madrugada, cuando Riad anunció que bombardeó el palacio presidencial y el aeropuerto de Sanaá, así como varios cuarteles, entre otros puntos estratégicos, en una operación que según la agencia oficial saudita SPA se llevó a cabo sin que se registraran bajas en las fuerzas sauditas.
“Nuestros países han decidido responder a la petición del presidente Hadi de proteger el Yemen y su pueblo del ataque de las milicias hutíes que han sido y continúan siendo una herramienta en manos de una fuerza extranjera”, aseguraron los integrantes de la coalición en un comunicado conjunto difundido por SPA.
Sólo los sauditas desplegaron cien aviones de guerra y 150.000 soldados en el marco de la operación internacional, informó la cadena de televisión emiratí Al Arabiya, que agregó que EAU sumó a este despliegue 30 aviones de combate, y Bahrein 15, Kuwait 10 y Jordania otros seis, mientras Egipto, Pakistán y Sudán expresaron además su disposición a contribuir en una eventual operación terrestre, informó la agencia de noticias Europa Press.
La “fuerza extranjera” a la que alude el comunicado difundido por SPA es la República Islámica de Irán, país al que acusan de respaldar a los hutíes con el “objetivo de ejercer su hegemonía sobre el Yemen y convertirlo en base para ejercer su influencia sobre la región”.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, exigió este jueves a Riad que “cese de forma inmediata” sus operaciones militares en territorio yemení y advirtió que su Gobierno “no ahorrará ningún esfuerzo” para controlar la crisis en el país árabe, mientras crecen los temores de que la diplomacia ceda lugar a las armas.
Zarif señaló que los bombardeos sauditas iniciados “constituyen una violación de la soberanía de Yemen y que solo conducirán a un mayor derramamiento de sangre”, y que este “acto de agresión” no beneficiará a ningún país, pues la campaña militar solamente incrementará las tensiones que se viven en la región.
Las declaraciones iraníes buscan no agitar el temido desborde de la tensión Teherán-Riad, uno de los efectos más peligrosos de esta acción que sacude el tablero en la región y que puede convertirse en una guerra abierta entre las potencias regionales.
En el bombardeo de este jueves contra el barrio residencial de Bani Heuat, en el norte de la capital yemení, murieron al menos 20 civiles y 31 resultaron heridos, informó el Ministerio de Salud, controlado por el movimiento chiíta de los hutíes.
El presidente estadounidense Barack Obama autorizó a proporcionar apoyo logístico y de inteligencia a la intervención extranjera convocada por el asediado jefe de Estado, aunque precisó que las fuerzas estadounidenses no tendrán una acción militar directa.
“Aunque las fuerzas estadounidenses no tendrán una acción militar directa, estamos estableciendo una Célula de Planificación Conjunta con Arabia Saudí para coordinar el apoyo de la inteligencia y logístico estadounidense”, explicó en un comunicado la portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Bernadette Meehan.
“Al mismo tiempo, vigilamos de cerca la amenaza de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) y continuaremos actuando si es necesario para frenar las amenazas inminentes contra Estados Unidos y sus ciudadanos”, añadió. AQPA -y ahora también el Estado Islámico (EI)- enfrentan a su vez a los hutíes.
La operación procura restablecer a Hadi en el poder después de su renuncia ante una rebelión hutí en el Norte del país y posterior reasunción en Adén, puerto estratégico que controla el ingreso al Mar Rojo y al canal de Suez que ahora amenazan las tropas hutíes.
Por lo demás, Estados Unidos urgió una vez más a los hutíes a que pongan fin a sus “acciones militares desestabilizadoras” y vuelvan a las negociaciones como parte del diálogo político.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, en tanto, anunció el apoyo total de su organismo a la coalición de países árabes, y justificó que la operación militar se produce en el marco de “una amplia alianza regional contra objetivos determinados de los hutíes golpistas, y en respuesta a la petición del presidente Hadi, que representa la legitimidad”.
El gobierno sirio manifestó su “profunda preocupación”, hizo hincapié en el respeto de Siria a la soberanía del Yemen, su independencia y su integridad territorial y llamó a todas las partes a alcanzar una solución política que responda a las aspiraciones del pueblo yemení, mientras la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, dio su apoyo “total” a la operación “Tormenta de la Firmeza”.
La milicia chiita libanesa Hezbollah, en tanto, condenó la intervención militar, que calificó de “aventura insensata sin razón de ser que solo acarreará mas tensiones y riesgos para la región”.
China, en tanto, realizó hoy un llamamiento al diálogo político en Yemen a través de la portavoz de la cancillería Hua Chunying, quien advirtió en una rueda de prensa en Beijing sobre el “empeoramiento de la situación en Yemen” que, aseguró, el gigante asiático sigue con “profunda preocupación”.
Hua pidió a las partes implicadas en el conflicto yemení que “resuelvan sus disputas a través de diálogo político y restablezcan la estabilidad y el orden normal en una fecha temprana”.
La Unión Europea (UE), en tanto, a través la jefa de su diplomacia, Federica Mogherini, alertó este jueves del agravamiento de la crisis que vive Yemen y advirtió que esa situación puede tener “graves consecuencias” para toda la región.
Así lo expresó en un comunicado en el que subrayó que “sólo un amplio consenso político” podrá restaurar la paz en Yemen, y se mostró convencida de que la acción militar no es la solución.
Yemen del Sur y Yemen del Norte se unieron en 1990, pero cuatro años después estalló una guerra civil en la que salieron victoriosos los norteños, lo que mantuvo viva durante este tiempo la llama del separatismo en las zonas del Sur.
Hoy, el país está sumido en un profundo conflicto político, agravado desde que Hadi se retractara el mes pasado desde Adén de su anterior dimisión y anunciara que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.
Telam
TOMADO DE: http://www.librered.net/
República de Yemen 
Yemen, oficialmente la República de Yemen (en árabe: الجمهوريّة اليمنية, Al-Jumhūriyya al-Yamaniyya), es un país bicontinental situado en Oriente Próximo y en África. Su parte asiática está situada en el Mashreq, al sur de la península de Arabia, rodeado por el mar Arábigo, el golfo de Adén y el mar Rojo, en Asia. La isla de Socotra está en África. Comparte fronteras con Omán y Arabia Saudita. Su capital y ciudad más poblada es Saná.
La actual República de Yemen surgió en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Popular Democrática de Yemen (Yemen del Sur). Yemen del Norte alcanzó la independencia del Imperio otomano en 1918, mientras que los británicos mantuvieron el control en el sur del país hasta 1967. Tras la retirada de los británicos nació Yemen del Sur. Los dos países se unificaron formalmente como la República de Yemen en 1990. Un movimiento secesionista en el sur fue rápidamente disipado en una breve guerra civil en 1994. En el 2000, Yemen y Arabia Saudita acordaron la delimitación definitiva de sus fronteras.
Desde la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Democrática de Yemen (Yemen del Sur) en mayo de 1990, el tipo de gobierno es presidencialista, se basa en un Consejo Presidencial de 5 integrantes (tres del Norte y dos del Sur), que el máximo mandatario dirige Abd Rabbuh Mansur al-Hadi. El presidente nombra al Primer Ministro, siendo el primero el jefe de estado y el segundo el jefe de gobierno.
El Parlamento es bicameral, y se compone por una Asamblea de Representantes de 301 diputados, además de un consejo de la shura de 111 miembros. La atribución principal del parlamento es la de legislar, pero el presidente tiene una amplia influencia, ya que el Congreso General del Pueblo (partido al que pertenece Saleh) domina la vida política del país, debido a que cuenta con 238 miembros en el parlamento.
El presidente es electo por sufragio universal por un período de 7 años y el parlamento por un periodo de 5 años.
El país es regido por una constitución aprobada por referéndum el 16 de mayo de 1991, con la unión de Yemen; ésta fue reformada posteriormente, en1994 y 2001.
NOTA: (Información Tomada de  Fundación Wikimedia, Inc.,  por lo tanto los textos y su interpretación  son de  acuerdo a un criterio que puede ser discutido o debatido)
La única Republica del sector, rodeada de Reinos, Emiratos y otros tipos de Gobiernos no

 “Democráticos”

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