lunes, 24 de abril de 2017

Jornada violenta del 24A: plantón, destrozos y muerte

El 24 de abril el antichavismo venezolano efectuó otra jornada violenta en varias ciudades del país. El desenlace de este agitado día se traduce en una jornada caótica con muchos bemoles a analizar.

"Mañana es un día para demostrarnos si estamos dispuestos y preparados para resistir todo un día en un mismo sitio y ver si estamos preparados para aumentar la presión mientras haga falta". 
Con esta frase Freddy Guevara, sobresaliente promotor de las guarimbas, se dirigió a seguidores del antichavismo vía Periscope, para dar una serie de líneas e instrucciones para lo que, según Guevara, sería "otra jornada pacífica" de protestas. 
Los hechos lo desmintieron.

La jornada del 24A en claves

1. Plantón y caotización de la
 rutina diaria.
 La dispersión e improvisación marcaron las primeras horas de la mañana para los ejecutores de la guarimba en diversas ciudades del país. 
Donde la oposición tiene piso electoral fuerte, se hicieron sentir las trancas por decenas de personas en diversos puntos de varias ciudades y municipios del país. 
En reductos como Chacao, Baruta, El Hatillo, San Diego y en ciudades como Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida, Puerto La Cruz, Porlamar, entre otras, las trancas fueron múltiples.
Se destaca en este caos generado severas afectaciones al tráfico vehicular, causadas por grupos reducidos en muchos casos de seguidores antichavistas, quienes cerraron parcial o totalmente vías expresas, avenidas y hasta autopistas. 
Así como el incendio de camiones del Ministerio de Obras Públicas y vehículos particulares en la Francisco Fajardo, zona que luego de concluir la concentración se convirtió en una zona de destrozos por parte de los grupos violentos que asumen la vanguardia en la confrontación contra efectivos policiales. 
Sobrevino en consecuencia la paralización parcial del transporte público en varias ciudades y, por otro lado, el cierre de comercios y muchas instituciones educativas privadas. 
Las trancas por "barricadas humanas" de personas cantando consignas generaron un caldo de molestia y rechazo evidente, entre quienes intentaron llevar su rutina diaria y se vieron imposibilitados de hacerlo por la caotización programada claramente diseñada para cerrar vías sensibles a los desplazamientos en las ciudades afectadas.
2. La dictadura de la guarimba y la
 provocación. 
Curioso es que en este "plantón", la consigna del irrespeto al derecho ajeno y la vulneración indiferenciada de los derechos individuales se pudo apreciar en esta jornada. La afectación de la rutina de las personas y familias se desarrolló en clara violación de la Constitución Nacional y los derechos consagrados al libre tránsito de personas en el territorio, violándose también la vigente Ley de Partidos Políticos, Reuniones y Manifestaciones Públicas, la cual deja claro que bajo ningún concepto las protestas no permisadas deben vulnerar el derecho al libre tránsito.
El objetivo de esta modalidad de protesta es, en esencia, la irritación de la población, la promulgación del desorden como estilo de hacer política y la proliferación de formas germinales de caos ciudadano que devengan en reacciones desbordadas por parte de personas o grupos afectados.
3. No fue ni pacífica ni inocente.
 La violencia simbólica y aparentemente pasiva de grupos que, sentados en medio de autopistas, cerraron parcial o totalmente el flujo vehicular, constituye en términos sociológicos la ruptura de los (ahora) frágiles acuerdos sociales de civilidad, tolerancia y solidaridad que rigen el ordenamiento social.
La orden fue trancar "las principales vías". No obstante, la dispersión hizo de los guarimberos "pacíficos" actores presenciales en simultáneo en diversos puntos, diseminando el caldo de caos. 
Las trancas en urbanizaciones, vías de servicios, zonas comerciales, entes educativos y adyacencias a centros de salud, sirvieron para un caldo de pandemónium en algunos puntos críticos de las ciudades, en un claro ejercicio de violencia camuflada de "pacífica" que hizo acto presencial de la "protesta", como acto casi onmipresente.
4. Violencia en "escalada".
 Los promotores del golpe de Estado contra el chavismo entienden que algunas de sus debilidades en sus diversas arremetidas golpistas a lo largo de 18 años ha sido el enfriamiento de las acciones violentas por "confinamiento" y "desgaste". 
Entendiéndose con esto que lo que ellos denominan "métodos de lucha" deben ser ahora diversos, polivalentes, efectivos, sostenidos y cargados de dramatismo. 
Por ser una estrategia diseñada para legitimar acciones contra el chavismo en el frente externo, la MUD necesita muertos.
La convocatoria del 24A, que según Guevara consiste en nuevos escenarios para ampliación de las situaciones-conflicto, infiere, según sus palabras, que el antichavismo se prepare "para escalar la presión", pues están "dispuestos a avanzar a la calle sin retorno". 
Horas antes Henry Ramos Allup durante la llamada "Marcha del Silencio" del día sábado 22 de abril, convocó a orar por "los muertos que seguramente habrá". 
El llamado "plantón" como "protesta pacífica" intenta posicionar internacionalmente la matriz del supuesto ejercicio pacífico de la protesta antichavista, en contraposición a lo que ellos han posicionado como la "represión de la dictadura chavista". Simbólicamente preparan el discurso, diseñan una trama y construyen estados de conmoción para muy probables nuevos escenarios de violencia en ascenso.
5. Actores violentos sobrepasan a 
la MUD. 
Obcecados y sesgados por severas inyecciones de propaganda teledirigida, muchos seguidores de la MUD toman los espacios capturados por manifestantes y cometen actos de vandalismo y violencia contra personas. 
Son sociópatas potencialmente peligrososen esencia incontrolables y no se rigen por las reglas de "no violencia" de muchos que les rodean en conatos de protestas.
Son quienes protagonizan actos de violencia indiferenciada, pirómanos, casi al finalizar las concentraciones. 
Algunos antichavistas les denominan "infiltrados" pero casi todos los casos de los más de 500 detenidos a la fecha, dan cuenta de que se tratan de antichavistas declarados. No están sujetos a control social. El caldo de caos y ausencia en el sitio de la autoridad es un ambiente ideal para actuar en correspondencia. 
Esto infiere la evolución violenta del "plantón" en guarimbas claramente violentas en diversos puntos del país en la tarde del 24A.
6. Evolución. 
De plantón a baño de sangre. 
Durante horas de la tarde, las células encargadas de generar violencia-bélica germinal desde las concentraciones antichavistas, comenzaron a operar.
 Poco a poco mientras se retiraban manifestantes, comenzaron arremetidas contra bienes y personas, en diversos espacios del territorio nacional, como lo han venido haciendo durante estos días.
Las notas ensangrentadas provienen de los estados Mérida y Barinas. 
En el caso del estado llanero, una refriega dio con un hombre fallecido en el municipio Bolívar, en Barinitas concretamente. El Ministerio Público confirmó dos casos de asesinatos, por un lado el homicidio en Barinitas de Renzo Rodríguez Roda (54) quien habría recibido una herida por arma de fuego en el pecho cuando se encontraba en las inmediaciones de la alcaldía (chavista) del municipio Bolívar de Barinas.
En Mérida, fue asesinado Jesús Sulbarán (42). De acuerdo con la información preliminar, Sulbarán se encontraba en las inmediaciones del viaducto Campo Elías de Mérida cuando recibió un disparo en el cuello presuntamente desde unas residencias cercanas.
 Adicionalmente, otras seis personas resultaron heridas de bala en esta situación a pocos metros donde cayó Sulbarán. 
Vale la pena subrayar en este caso que el asesinato de Sulbarán fue endosado inmediatamente por redes sociales a "colectivos chavistas"
Pero las informaciones preliminares han dado con que éste y los demás heridos de bala recibieron tiros francos.
El mismo procedimiento intentaron aplicar con Daniel Infante, que según la versión de la periodista Erika Sanoja además de ser estudiante de la ULA era trabajador de Tromerca, institución gubernamental que fue colocada como objetivo de ataques por cuentas en Twitter que promueven guarimbas.
 Él y otros heridos, bajo el mismo movil de violencia criminal camuflada tras manifestaciones políticas antichavistas, se encuentran en situación delicada en distintos centros de salud hasta los momentos. Según la periodista antes citada, Infante falleció hace pocos minutos de cerrar este balance. 
Sulbarán era trabajador de la gobernación chavista de Mérida y era militante activo del chavismo, lo cual hace endeble el hecho de que el saldo de sangre de esta refriega haya sido causado por colectivos chavistas. 
Las versiones del caso apuntan a que la bala que dio muerte a Sulbarán venía de zonas controladas por antichavistas guarimberos en las Residencias Cardenal Quintero de esa ciudad.
TOMADO DEhttp://misionverdad.com/     
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