lunes, 10 de abril de 2017

Sobre bombardeos, Trump, lógica del espectáculo y Venezuela: 5 datos en caliente

Con una creatividad  totalmente nula, realizan una tramoya digna del peor treatero bufo, pensando “si es que lo hacen” que sus seguidores tienen sus mismos niveles de imbéciles.       

1. Misiles sobre Siria. 
El ataque del pasado jueves 6 de abril sobre la base aére de Al Sayriat, en la provincia de Homs, en términos militares y sobre el terreno, no tuvo ningún resultado provechoso ni en lo táctico ni en lo estratégico (salvo un breve envalentonamiento ofensivo del Estado Islámico). 
El grado de devastación fue menor, sobre todo en comparación con otras intervenciones aéreas estadounidenses, antes y después, sobre el oriente del territorio sirio (el 8, dos días después, un bombardeo gringo en Raqqa se saldó con la vida de 20 niños, entre otras víctimas). De los 56 misiles lanzados desde el Mediterráneo, como también se sabe, sólo 23 impactaron.
Los otros 36, como también se ha reportado en los últimos días, o bien fueron destruidos por los sistemas de defensa antiaéreos o desviados electrónicamente por tecnología rusa. 
Los misiles impactaron sobre aeronaves sin funcionamiento, el personal ruso fue avisado con antelación, siendo evacuado tanto efectivos rusos como sirios. 
La base volvió a estar funcional 12 horas después del ataque. Sus efectos son otros, y se sitúan en el ámbito político.
 En lo internacional (e inmediato), ni siquiera se trata del primer precedente de intervención militar directa (en días anteriores, una fallida operación en Yemen el 3 de febrero, presuntamente contra Al-Qaeda, lo fue), no obstante diferenciarse dramáticamente en términos mediáticos y comunicacionales. En la política doméstica, en cambio, ha sido considerable. Y ahí se encuentra una de las claves. Descomunalmente cínica y peligrosa.
2. Gas, sospecha, medios y euforia opositora (gringa). 
El incidente del ataque químico en Jan Sheijun, provincia de Idleb, motivo de la intervención militar por todo lo alto, donde ciertamente hubo varias víctimas producto de la fuga de un agente químico (no gas sarín), no obstante, tiene todos los atributos de una escenificación. B, de Moon of Alabama, detalla varios elementos claves: aparte de las víctimas reales e indiscutibles, existen muchas señales de una puesta en escena, aprovechando un bombardeo de la fuerza aérea siria. 
Los videos tienen un reconocido protagonista, vinculado a Al-Qaeda y a los servicios de inteligencia británicos.
Que los principales protagonistas estuvieran bien arreglados y afeitados, en, palabras de B, "Al-Qaedalandia" (puesto que es obligatorio que en territorios bajo control fundamentalista los hombres estén obligados a dejarse crecer la barba) más el enfoque en niños rubios apuntan en esa dirección, hecho a la medida del público occidental. "Los bellos bebés" que Trump comentó en su momento al condenar el ataque. 
Scott Adams, el autor de Dilbert (y experto en persuasión) acentúa el carácter de dramatización sobre el desastre: "Es excesivamente 'en tu cara' (on-the-nose), como a veces dicen los guionistas de Hollywood, queriendo decir que es demasiado perfecto para ser natural".
El 8 de abril no habían "bellos bebés" en Raqqa. Tampoco los días anteriores, ni los que vendrán. Pero la euforia, en seguidilla y en todos los medios, de los más jurados enemigos del presidente, apoyando las acciones, celebrándolas hasta la obscenidad, y reconociendo su liderazgo, ahora sí, como un tipo macho, ahora sí un presidente de los Estados Unidos, dan medida del efecto político a lo interno (así Trump se haya ganado la condena de su base electoral más consistente).
Una nota de Adam Johnson reseña el impacto sobre los medios mainstream (aún más enemigos acérrimos que los propios políticos): "Cinco de los principales diarios de Estados Unidos -New York TimesWashington PostUSA TodayWall Street Journal y el neoyorquino Daily News- no dieron espacio de opinión en contra de los ataques aéreos del jueves por la noche. Por contraste, los cinco diarios colocaron 18 piezas de opinión, columnas y 'análisis' (opinión disfrazada) que o bien alababan los ataques o criticaban su falta de dureza". Esto también se reflejó en los principales canales televisivos de noticias. En un movimiento se canceló todo el escándalo de la conexión Trump-Rusia en las elecciones. "Buenos días, tenemos nuevo presidente".
3. Venezuela, violencia callejera vs. orden público, "gas químico" y sentido de oportunidad.
Con una creatividad  totalmente nula, realizan una tramoya digna del peor treatero bufo, pensando “si es que lo hacen” que sus seguidores tienen sus mismos niveles de imbéciles.       
 Conforme se acentúa el distanciamiento entre el grado de violencia de una vanguardia indiscutiblemente financiada y preparada para el combate callejero, se alejan los incautos marchantes que abandonan la calle antes de que se pongan feas las cosas en la calle, acentuando la división que ya existe entre "lo cívico y pacífico" y el ataque frontal contra los piquetes de seguridad y las instituciones del estado (como contra la sede de la Magistratura en Chacao), entre la ignorancia y la manipulación, y aprovechando el impulso en Siria, más las recientes declaraciones del Comando Sur en contra del país, el oportunismo simplificador de las redes sociales trató de establecer su propia asociación entre el ataque químico en Siria con la manifestación. 
Primero, fueron las señales de alerta por un presunto "gas tóxico" color rojizo empleado contra los operadores de la violencia para contenerlos:
Algunos actores políticos aprovecharon la marcha primero para lanzarse un "performance" de víctima,
para luego alertar a la comunidad internacional sobre el empleo de armas químicas, "como en Siria", contra los manifestantes pacíficos:
algo que fue desmentido, sobre el terreno y no sin algo de vanidad en ostentar experiencia por miembros de su propio partido, identificando el "gas tóxico" y cómo enfrentarlo, despejando cualquier duda sobre si se trataba gas sarín, bomba de hidrógeno o algún experimento termonuclear del chavomadurismocastroasadista (la petulancia impide que una comisión internacional investigue cuál "arma química" sería):
 4. El show colateral, control de daños, fractura del mensaje, desaceleración de fuerza y eficacia. 
Si bien, y como es costumbre, la primera etapa de la movilización tuvo su etapa de engorde, bailoterapia y retratos para transmitir la idea de que los dirigentes y diputados de la MUD están "con su pueblo" (un elemento esencial de la actual operación para revalorizar el anémico liderazgo local ante la opinión pública nacional e internacional), el tacticismo perdió concentración, el foco de atención se descentralizó y se debilitó el mensaje.
Por un lado, las denuncias de que "se incendió" el comando de campaña de Henrique Capriles en Bello Monte (¿Cuál campaña? ¿Para qué escenario? ¿Con qué propósito? Todas preguntas retóricas), lejos de los presuntos puntos calientes de la concentración (y reportando sólo daños materiales), Freddy Guevara se vio obligado a matizar el mensaje que divide a los "pacíficos" de los "violentos" (caso Magistratura, y reporte de "estoy bien y reunido con mi súper Estado Mayor"), la uniformidad de las acciones van perdiendo fuerza. Va ganando fisuras
5. Semi-upgrade, calibrajes y anuncio de nueva derrota. 
Así todavía la euforia no termine de mermar dramáticamente en el objetivo-audiencia de "la oposición", la vanguardia violenta refleje mayor grado de preparación, igual que los procedimientos de los cuerpos de seguridad y orden público, a diferencia de las primeras semanas de 2014, la confusión, conmoción y desorientación informativa, el elemento clave que debería apuntar contra el objetivo-audiencia chavista, no ha tenido el más mínimo impacto. 
Y con la misma fraseología de siempre, medios y usuarios de redes sociales han logrado reducir los efectos, identificando sin dificultad alguna, el 436346 mil veces repetido tópico en torno al "mismo guión". 
Y sin ese dato clave, sencillamente no funciona, y la correlación de fuerzas permanece sin que se agriete el grado de confianza en saber exactamente qué es lo que está pasando.
Otro asunto, totalmente necesario de matizar, es el efecto acumulador en el plano internacional. Por más estúpido y fallidamente folclórico que nos resulte dentro del país, el impacto que pudieran tener todas las idioteces que estamos viendo en vivo y en directo no dejan de ser menos sensibles, y es ahí donde debemos calcular, medir y operar con cabeza fría para poder tener un grado superior de anticipación. 
Ahí radica, por los momentos y hasta que se demuestre lo contrario, el grado de peligrosidad sobre el cuál jugamos.
Además de la patética estatura moral que la dirigencia de siempre no logra superar, hagan lo que hagan.
TOMADO DE: http://misionverdad.com
EN: Facebook//Libertad Bermeja y EN: Twitter@victorianoysocialista

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